La sensación de esperar ansiosamente una de las pelis colombianas más importantes del año sólo puede ser superado con la experiencia de verla en cine. El balance es muy positivo y es el mismo que cuando vi Al Final del Espectro de Los Hermanos Orozco, se está haciendo cine de muy buena calidad, obviamente muy independiente pero además El Diablo (que es como caprichosamente este par de personajes nombran su última producción) se enfrenta a un género que en Colombia no se le ve con buenos ojos cuando es realizada por nosotros mismos.
En su primer intento, Los Orozco y, en general, el grupo de producción de Sanantero Films, le apostaron al thriller de suspenso, al cine de bajo presupuesto pero con la impecabilidad de una megaproducción que no parecía colombiana. Muchas veces he dicho, el cine colombiano es por naturaleza Dogma 95, sin la extravagancia y provocación de Von Trier, pero Los Orozco tienen un enfoque muy interesante que le está dando una posición y una identidad a la industria del país en el mundo. No lo voy a negar, lo discutíamos hace un par de semanas con Alejandro Ramírez ad portas de la premiere de Todos Tus Muertos, se necesita que alguien haga el trabajo sucio y se eche al hombro ese cine comercial que lleva gente a salas de manera masiva como lo hacen las producciones de Dago García para que otros directores como Moreno, Osorio Marquez o los mismos Orozco puedan sentarse tranquilamente a experimentar y hacer cine libremente. En serio los resultados son muy buenos y eclécticos.
A diferencia de Al Final del Espectro, El Diablo está cargado de un fuerte contenido político que hace evidente la indisposición, tanto de Esteban como escritor como de Juan Felipe como director, de nuestra situación como colombianos en esta actualidad que nos tocó vivir. Corrupción, violencia e intolerancia tres demonios que son matizados por olvido e indiferencia en un coctel que nos tomamos diariamente y en ayunas los bogotanos, los paisas, los costeños, los desplazados, los reinsertados, los violentos, todos nosotros. El espectro se amplía y se hace universal cuando al equipo entran los peruanos, los venezolanos, el discurso es mucho más completo y la problemática más latinoamericana que nunca.
Edgar Ramírez (Carlos) interpreta a un reinsertado de la guerrilla que es extorsionado por una víctima del secuestro. Este último le exige venganza a cambio de buen trato para con su hija que está en su poder por lo que debe empezar a matar a cada uno de sus victimarios. En general, es un thriller de acción y suspenso que desencadena un vertiginoso final.
Las actuaciones de sus protagonistas tienen un buen promedio en desempeño pero es de alabar y destacar al impresionante Ricardo Vélez que enmarca una posición beligerante, reaccionaria, vengativa e intolerante de nuestra sociedad colombiana. Deja todo de sí en cada línea y para mi es lo que paga la boleta. La tensión generada por este personaje me mantuvo en vilo toda la peli pero obviamente no es sólo él quien lo logra. A su lado, Ramírez, Carolina Gómez y Albi de Abreu ayudan a este discurso. Sin embargo hay tres puntos adicionales que hacen súper viable esta peli en salas. La fotografía y encuadres de Luis Otero son impresionantes porque denotan una calidad inusitada, un ambiente desolador y árido casi como de posguerra muy inusual en una Colombia que recordamos verde y hermosa; el montaje y la continuidad, más allá de una o dos tomas que personalmente sentí forzadas, estuvieron a cargo de Los Orozco mismos y puedo afirmar que fueron súper cuidadosos y meticulosos en la edición de la peli; y, finalmente, la composición musical de Jermaine Stegall es protagonista expreso del diablo y me atrevo a decir que erizarán las fibras más profundas de Alejandro Ramírez cuando la vea (si es que no lo ha hecho ya).
La peli la estrenan este viernes que viene y no esperaría más que éxitos y buenos comentarios. Me siento muy orgulloso de haber sido su espectador, me siento muy orgulloso de la calidad de nuestro cine contemporáneo y desde ya siento la ansiedad del nuevo proyecto de Los Hermanos Orozco que nos dan garantías de buen cine esta vez con un thriller de acción su siguiente peli anuncian es un thriller de ciencia ficción.
No sabías de estas dotes críticas del señor Vaca. Me gusta la crítica, dan ganas de ver la peli.. por lo demás acortaría un poco las frases. Están como largas ala…
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Quién es la reina?
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Desde el Espectro vengo esperando todo lo que estos señores pueden hacer. Cine de calidad con historias que se saben tienen mucha carne. Historias de acá. De pronto si, está un poco forzado el tema de la reinserción, pero se agradece el intento de thriller local. Muy bien y espero muchas cosas buenas de los Orozco.
Y uch, Francisco el matemático es un señor actor, como no.
Jajajaja…. No me acordaba que era Francis the Mathematician, como no!! Francis revisando la peli varias veces, es de lejos lo mejor de la peli, qué capacidad de actuar. He visto muchos comentarios negativos, creo que la gente está esperando algo diferente, no un thriller de acción, en ese sentido siento que están siendo pretenciosos y hasta mamertos. Se puede hacer divertido, comercial y no necesariamente se esté traicionando nuestra cinematografía.
En fin, las calidades de esta peli son impresionantes. Me pareció excelente el poder de una buena continuidad, el rigor del artista realizando sus líneas y sobretodo una excelente banda sonora. No había escuchado algo parecido. Muy buena…
He logrado entender de a poco un comentario que si me parece muy relevante y es el hecho de sentir el montaje como traquetiado, como poco fluído, no si me haga entender pero la pieza se siente en… Un… Dos… Tres… Seis o siete actos, muy claros muy definidos, excelentemente realizados pero poco cohesionados. Al final no se si es la historia, la narración o la misma edición pero algo cojea… Logro explicarme?
Si, entiendo. Tampoco sabría decir donde está el cojo, pero me aventuro (verbo de narrador de futbol bigotudo) con la forma de narrar. No se pero casi nunca siento esa falta de continuidad o fluidez, porque cuando está bien armada la historia, se tienen esos espacios de cohesión de las que habla, casi sin darse cuenta. Es verdad que se sienten muy definidos los actos, de pronto es algo intencional, y la forma de contarlo así tiene el pro de darle carácter e igual importancia a cada fragmento, y el contra de la sensación de saltos y falta de un ritmo coherente. Pasan cosas en todos los pedazos, importantes, pero si se siente ese algo que no cuadra. En el espectro no se sentía eso. Claro que pasaban menos cosas, y el ambiente y de pronto el género pedía cosas más claras en cuanto al estilo de narración.
Ole y qué opina del siguiente proyecto de Los Orozco? Ciencia Ficción!!!!!
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