Transit con Jim Caviezel y James Frain es una cinta que no hay que verse en una sala de cine. No hay que pagarle boleta así su director sea Antonio Negret, un actor colombiano involucrado en cine, teatro y producciones mexicanas. Lastimosamente su cinta es una típica peli de explotación tipo «grind house» pero sin el humor o la gracia que alguna vez pudieron imprimirle Quentin Tarantino o Robert Rodriguez al género.
Seguramente por la nacionalidad de su director no falte próximamente en nuestras carteleras pero es fácil verla en Cuevana y es suficiente. No hay desarrollo de personajes, la continuidad de la narración es muy deficiente y la trama es más que predecible. Todos los estereotipos están presentes y el desenlace es muy forzado, cuando las víctimas terminan siendo grandes tácticos en una situación de rehenes, tienen una puntería muy afilada y sacan fuerzas de lo más profundo de sus flaquezas.
Yo tomé la bala por esta cinta y fue suficiente, no lo hagan ustedes, no hay mucho por lo que valga la pena el sacrificio. Hace rato no veía algo tan malo y entrando tan descaradamente a la categoría más baja de este blog.
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