Denis Villeneuve nos sorprendió intensamente con su Incendies en 2011, que sin ser su primer largometraje si fue su debut con una cinta hablada en inglés; con ella Villeneuve nos arrastró por dos continentes en busca de la historia y la verdad de Nawal, una inmigrante palestina establecida completamente en Canadá que en su lecho de muerte les deja una misión a sus hijos en el testamento. El franco-canadiense logró llamar la atención de varios círculos cinematográficos como Boston, Chicago, Nueva York, Toronto (tanto TIFF como el Círculo de Críticos de Toronto), Vancuver así como los César, los BAFTA y los Oscar.
La excelente narración y su fuerte contenido político lo catapultaron en la escena pero además le permitieron entrar a Hollywood con un presupuesto más holgado para desarrollar su siguiente proyecto, con un equipo de gran renombre como el mismísimo Roger Deakins director de fotografía o los editores de confianza de Clint Eastwood, Gary Roach y Joel Cox.
Prisoners tiene además un reparto impresionante y de un desempeño deslumbrante. Cada rol tiene una importancia y un acento en la peli que condicionan la historia y desarrollan profundas controversias en nuestras conciencias. Sin ser una historia coral parece que no hubiera protagonistas sino que el eje argumental liderara la narración y que los personajes fueran satélites necesarios para su desarrollo -no al contrario-.
Villeneuve cuenta la historia de dos familias; por un lado, Maria Bello, Hugh Jackman, el hijo mayor Dylan Minnette y la menor Erin Gerasimovich; por el otro, Terrence Howard, Viola Davis, la hija mayor Zoe Borde y la menor Kyla Drew Simmons. Ambas familias son muy cercanas y comparten una cena de Día de Acción de Gracias. Al final de la jornada las dos menores (Gerasimovich y Drew Simmons) se extravían y comienza el drama por su búsqueda; los supuestos conducen a Paul Dano que representa esta vez a un joven de mediana edad pero con el intelecto de un niño de 10 años y a su tía la sensacional Melissa Leo. El detective encargado del caso es Jake Gyllenhaal y con él se cierra el reparto principal.
En realidad, el planteamiento se hizo muy rápido en comparación con las casi dos horas de intriga a las que nos expone el realizador gracias, en parte, al excelente guión de Aaron Guzikowski. Cada actor, cada línea del guión, de aquí en adelante, provee chispas de genialidad a cada momento; la intrincada urdimbre que se teje nos mantiene en profunda tensión, incomodidad y suspenso. Hice el intento varias veces de analizar las pistas que nos iba dejando el relato pero cada exposición, cada acercamiento a la verdad era una gran sorpresa. Pero el ingenio del cómo fue liderada la historia no es mantener desorientado al espectador con una historia traída de los cabellos, es precisamente que en esa desorientación se puede contemplar una filigrana exquisita donde todo fue muy bien planeado para nuestro guste.
El punto culmen del asunto llega cuando Jackman motivado por la frustración y la cuenta contrarreloj desde la desaparición de su hija secuestra al supuesto captor y lo tortura hasta el horror para que le confiese el paradero; hace cómplice de su delito a los otros padres y a nosotros mismos como espectadores que, a pesar de la grotesca violencia infringida sobre el escuálido y atolondrado joven, aceptamos sin musitar palabra, en parte porque justificamos los medios de un padre en busca de su hija. La gran actuación de Dano y la justa medida que le proveyó el director nos permiten dudar si en verdad es una mente siniestra dispuesta a llevarse su secreto a la tumba o si es un inocente mocoso atravesado en el lugar y hora equivocados.
Curiosamente y en contraste, Gyllenhaal con sus tatuajes trae a colación la deslucida Zodiac otra pieza en la que también participó como detective en busca de un asesino en serie; sin embargo, en esta la finura de la estética de David Fincher nos llevó a la frustración de una historia vacía y sin sentido. En Prisoners, Gyllenhaal es entusiasta del destino y de sus pistas escritas en el cosmos; no se cree invencible en sus casos sino creyente del fervor de su trabajo. Es testigo de Villeneuve que aparte de la tragedia, de la separación violenta de unos niños del amparo de sus padres, lo expone a la guerra religiosa en un pequeño municipio rural donde en aras de las libertades de culto un ciudadano puede emprender una cruzada en nombre de la vida de su hija y será cuidado por dios así como una serie de fanáticos podrían irse lanza en ristre directamente contra ese mismísimo dios por estar en desacuerdo con su obra.
Villeneuve llega esta semana a cartelera con este thriller de suspenso pero este año también nos trae Enemy protagonizada de nuevo por Jake Gyllenhaal sobre la novela de José Saramago ‘O Homem Duplicado’. Gran año para el canadiense que no sería raro si coloca un par de sus actores en la lista de nominados en las ceremonias del próximo año.
De vuelta por acá. Llegué a ver Prisoners por la maravilla que fue Incendies el año pasado. Anoto Enemy a la lista de “por ver”. La peli se disfruta a pesar de que siempre tengo problemas con este tipo de thrillers de secuestro y drama parental. Me parece genial el tema de la justicia por mano propia y recordé una favorita: El secreto de sus ojos. Por otro lado pensaba que por la naturaleza de la historia, se puede decir que el presupuesto de esta se fue en actores, y no dejo de pensar qué hubiera sido Incendies con el budget de Prisoners. Lo que no necesariamente significa que una cosa dependa. siempre de la otra, calidad y plata. No hay alguien que se destaque sobre los otros, Dano tiene cierta tendencia a estos papeles raros y le quedan perfectos, y Jackman no sabe cantar pero demuestra que es mucho más que un Wolverine musculoso) Es extraño como el tema “religioso” y esa vendetta contra un dios que no entendemos no se siente mucho durante las 2 horas y media,(tal vez demasiado) sino a cuentagotas. Creo que eso es un acierto.
Buena güey, bienvenido de vuelta!
Cuando salí de la función, salí muy contento, el nivel de tensión y estrés que maneja la peli no es cualquier cosa. El reparto como decía en la entrada, me encantó como se desenvolvió; nadie fue más que nadie y todos lograron un nivel absurdo en su desempeño; Viola Davis, Terrence Howard y Melissa Leo era obvio que dieran semejante respueste histriónica tenía mis reservas con Paul Dano porque aunque le caen muy bien estos papeles me ha empezado a cansar la forma en que siempre los asume, sin embargo, ahí esta la genialidad de Villeneuve que lo supo dosificar muy bien; para mi, de acuerdo con usted, más que Gyllenhall que lo hizo muy bien el destacado es Hugfh Jackman, qué miedo de man, qué miedo de personaje; explota en los momentos indicados y a veces como T. Howard quedamos perplejos frente a su odio y su capacidad de venganza.
El tema religioso es increíble y es lo que para mi hizo más peligroso y amenazante el personaje de H. Jackman; súmele todo el giro y la filosofía de cruzada anti-teológica a la que se estaba exponiendo el héroe y en serio es una gran batalla épica. Sigo pensando que es muy buena, en la reflexión posterior. Algunos amigos míos fueron a verla y por el contrario les pareció decepcionante. También fui a ver Prisoners por lo excelsa que fue Incendies -y también tengo anotada en el watchlist a Enemy ;)-.
No se pierda.
Me acordé que en el final -SPOILER- prácticamente todos los espectadores, inquietos y esperanzados, empezaron a hacer sonido de pito..y alguien dijo..shhhh dejen oir el berraco pito a ver si se salva!..ja!
jajaja… en serio? En mi sala estuvieron muy juiciosos y educaditos.
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