Cutie and The Boxer es otro de los documentales nominados al Oscar este año.
Dirigido por Zachary Heinzerling, la pieza relata la vida de Ushio Shinohara y su esposa Noriko, un par de artistas radicados en Nueva York desde hace más de 40 años. Él llegó a Estados Unidos precedido de una gran fama como uno de los artistas japoneses más importantes al abrazar completamente las tendencias del Pop Art norteamericano; ella llegó de Japón a estudiar patrocinada por sus padres y por casualidad llegó al estudio de Ushio quien le ofreció tutoría y techo. Ella se enamoró y tuvieron un hijo, Alex.
Por mucho tiempo, Ushio, sus esculturas y su forma de pintar con estopas pegadas a sus guantes mantuvieron el bienestar de la familia, sin embargo, su alcoholismo también derivó en profundas crisis con Noriko que la condujeron a una latente y pasmosa depresión; la llegada de Alex no fue mucho después de su arribo a Nueva York, por lo que la vida de artista de Noriko quedó relegada a segundo plano, después de los pañales, la cocina y su matrimonio.
Hoy en día, Ushio tiene un profundo sentimiento de amor y pertenencia por Noriko, basado tal vez en su incondicionalidad y su tesón para no abandonar su barco; no obstante, la considera una asistente a nivel profesional. Su hijo está echado a perder como persona pero tiene grandes capacidades artísticas que su madre ve con tristeza como se descarrían al fondo de las botellas de alcohol que consume igual que su padre; criado por un borracho y expuesto a sus bochornosas escenas, Alex ha desperdiciado 40 años de su vida al lado de sus padres.
Duro, amargo pero con la dulzura de una excelente narración, este documental es entretenido y muy conmovedor. Ya ganó Sundance como mejor dirección, está nominado para los premios del Gremio de Directores que se entregan este fin de semana y se arma su corredor hacia los Oscar.
Pingback: Director Guild Awards 2014 | La Vacación
Pingback: Oscar, 86th Academy Awards | La Vacación
Pingback: Sundance 2014 | La Vacación