I’m Still Here es un documental dirigido por Casey Affleck en 2010, su ópera prima, sobre la repentina desaparición de Joaquin Phoenix de Hollywood y su decisión de entrar al negocio de la música.
Por casi dos años, Joaquin se apartó de la escena de Hollywood y la forma de verlo a priori -porque hay dos formas de analizarlo- el proyecto se le salió de las manos pero lo aprovechó justico para sacarle provecho; la otra forma de verlo es que es una broma pesada para la industria y se volvió una de las críticas más fuertes a los medios de comunicación, a Hollywood y a toda la basura alrededor.
La peli se parte en dos cuando Phoenix llega a Venecia y explica que es una tomadura de pelo o como lo llama Wikipedia, un «chistocumental (mockumentary)». Lo interesante de la pieza es que se vuelve una obra de arte donde lo importante no es el director, la pieza en si o la historia sino la reacción del público frente a la obra.
Por un lado, la crítica descarada es una oleada de aire fresco en La Industria; por el otro, me da algo de temor que se vuelva esta acción de Affleck una tendencia y volvamos al tema de los readymades de Duchamp o las obras de Man Ray y empecemos a ver cine arte donde, contemplamos basura conceptual.
Cualquiera de las dos formas en que se aborde esta peli asume la pieza como algo realmente fuerte, lleno de sacrificios y con la crítica intacta: Hollywood hace lo que sea por mantener su negocio vivo. Por mi parte, pensando en la peli como la abordé, espero que Phoenix salga de su atolladero que vuelva a su punto de equilibrio y que la industria le permita volver, la prensa va a ser muy dura y se lo van a cobrar como nunca.