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The Act of Killing
Cuando Anwar Congo y Adi Zulkadry, los protagonistas de este documental, eran jóvenes se dedicaban a vender boletas de cine en el mercado negro y con eso sobrevivían. En el año 1965 sucedían muchas cosas en Indonesia, la principal de ellas, era que después de muchas ocupaciones, lograban una independencia total y consistente de neerlandeses y japoneses, y se alzaba en el poder el Presidente Sukarno; su gobierno fue autoritario y su éxito fue el balance de los poderes opuestos del Ejercito Nacional y el Partido Comunista de Indonesia (PKI); pero después de un intento de golpe de estado por parte de los comunistas, el Estado en manos del General, y también proclamado Presidente en 1968, Suharto endureció su posición y emprendió una campaña de exterminio en contra de ellos; inmediatamente Anwar Congo y Adi Zulkadry lideraron la Pemuda Pancasila (Juventud Pancasilia), un movimiento de ultra derecha y paramilitar encargado de semejante misión.
Se habla que durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial, la ONU emitió un reporte que databa un millón de indonesios muertos por su causa; el gobierno de Sukarno culpó a los comunistas de medio de millón de ciudadanos que murieron dentro de su intento de golpe pero The Act of Killing nos cuenta que durante el exterminio de los comunistas y los habitantes de ascendencia china la cifra llegó a dos millones y medio, donde Anwar Congo fue responsable directo de más de cien mil individuos y fue reconocido como héroe nacional por sus atrocidades.
De las provincias de Sumatra y Timor hemos escuchado muchas historias y hemos tratado de documentar en este blog algunas de ellas, sobre todo aquellas que la propaganda capitalista occidental ha tratado de ocultar gracias a su feroz imperialismo que durante muchos años estuvo dirigido por Henry Kissinger, dirigiendo magnicidios o patrocinando masacres impresionantes como la de Timor Oriental; pero hasta Kissinger tenía un límite y se le dió con la Guerra de Vietnam cuando al no lograr una victoria clara, aconsejó al Presidente Nixon de una retirada honrosa no sin antes fulminantemente incendiar todas sus selvas con Agente Napalm.
La libertad de este pequeño paréntesis es sólo para entender que este par de agentes del mal, como lo son Anwar Congo y Adi Zulkadry, no son los únicos a los que la ONU ha escondido bajo su silencio sino que otros tan impunes como ellos también descansan (o descansaron, como Augusto Pinochet) en sus moradas -ojalá- viviendo las pesadillas de las memorias que los cautivan.
Parte de la leyenda del documental narra que su director Joshua Oppenheimer estaba documentando otros intereses en Sumatra cuando se empezó a enterar de las monstruosidades de la época del Nuevo Orden de Suharto; investigando logró toparse con Anwar Congo y seducirlo para contar frente a la cámara todas sus proezas mediante los géneros que más le gustaban del cine, como los musicales, los westerns y las pelis de Gangsters; fue entonces que se unió al proyecto Christine Cynn y un director anónimo -suponemos algún realizador indonesio que teme por su vida y quiere proteger su identidad frente a la respuesta y revelación del documento que se ha generado en el mundo entero-.
La demencia y las atrocidades que se documentan en las escenas de este filme no son aptas para todo público. Yo acostumbro a ver pelis en mi descanso de almuerzo y confieso que veo desde comedia romántica hollywoodesca hasta fuertes escenas de gore, como por ejemplo The Full Sequence de The Human Sentipede II; esta peli me pareció crudísima, asfixiante, perturbadora y en algunas ocasiones me quitó el apetito, debiendo tomar una pausa en mi comida para continuar con el hipnotizante discurso de la pieza. Obviamente, lo que más afecta es el acto de impunidad sobre todos los líderes paramilitares y perpetradores de las matanzas que desfilan como si nada frente a las cámaras; es tal su descaro que algunos de ellos sin notas de remordimiento o arrepentimiento afirman que no tienen pesar en sus conciencias porque son hombres felices que ni siquiera han sido juzgados, que la guerra define los crímenes y son los victoriosos los que definen las injusticias; desafiantes, incluso afirman que estarían dispuestos a atestiguar en una corte internacional sobre la violación de todas las leyes de la Convención de Ginebra.
La pieza es rica como documento y también como evidencia del desparpajo de estos monstruos. Los directores se encargan de documentar fielmente el discurso de las ignominiosas y escandalosas gestas de estos supuestos héroes aunque al mismo tiempo retratan la asquerosidad y brutalidad de estos personajes que se jactan de no haber cursado niveles elementales de primaria, comer como cerdos, despotricar vulgaridades cada vez que están frente a una joven de apariencia agradable y por supuesto congraciarse de que gracias a ellos se exterminaron los comunistas de su país; su sudor, su aliento, su baba y su ser hieden en la pantalla no importa que usen colonias carísimas como alegan algunos.
Es increíble ver una sociedad que ha sucumbido al miedo, que vive en paralelo con un ejercito, una policía y una fuerza paramilitar auspiciadas todas por el gobierno, las dos primeras par dictar orden, la última para ajusticiar, extorsionar y eliminar a los indeseados; en algunos momentos recordé a Kynodontas del griego Giorgos Lanthimos donde sus personajes protegiendo a sus hijos cambian el significado de las palabras y quiebran el sentido de libertad; en The Act of Killing esta sensación se da en el poder mercenario de la Pemuda Pancasila que dice y pregona que el término “gangster” viene de la raíz inglesa “free-men”, «hombres libres» y que ellos son libres y procuran la libertad; es tal el descaro de estos personajes y tan evangelizado en toda la pieza que me hicieron dudar y me tocó buscar porque contrario a lo que difunden, la palabra “gangster” se descompone en “gang“, pandilla, y el sufijo “-ster” del inglés primitivo “-stere” que significa “asociado o relativo a“; estos mafiosos son capaces de corregir una disputa en una calle así como cobrar dádivas de seguridad para que ellos mismos, de nuevo el descaro, no causen daños a sus extorsionados; no hay una suma legal, cobran por cliente y exigen que se les pague lo que piden, a lo que los extorsionados responden sin musitar palabra y con mucho mucho miedo. No es raro entonces relacionarlos con los gángsters de Coppola, Scorsese, De Palma o Sergio Leone porque si se jactan del término que los define muy seguramente han aprendido de las pelis sus maniobras y su forma de actuar.
Es muy difícil catalogar la pieza; más allá de su carácter documental, gracias a los géneros en los que se balancea su argumento, la peli puede tener tonos de western, gangster, gore, terror pero el experimento alcanzado por sus directores más o menos ala sweded de Michel Gondry en Be Kind Rewind, logra recrear todos géneros con bajísimo presupuesto y una gran carga de sarcasmo. El ejercicio se detiene cuando Anwar no puede continuar con una escena donde actúa como una víctima, se quiebra y es sobrecogido por los recuerdos, las pesadillas y su propia conciencia (sin justificarlo, el suspiro de esperanza es que ese ser que tuvimos en frente por casi dos horas tiene rasgos de ser humano y puede ser juzgado por sus crímenes con su consecuente arrepentimiento).
Muy parecido a Searching for Sugar Man, The Act of Killing está ganando todo en lo que se presenta casi que sistemáticamente; la diferencia es que contrario a la humareda divergente que generó la pieza de Malik Bendjelloul, el filme, de este par de texanos y un indonesio, tiene una posición política más clara y por supuesto un sentido de comunicación menos de explotación tratando exponer todos los hechos ocurridos en tres décadas de exterminio y masacres.
Escape from Tomorrow
Edward D. Wood Jr. murió en 1978 y su última peli según IMDb fue ‘Necromania’: A Tale of Weird Love! bajo el seudónimo de Don Miller en 1971. Si alguien pensó que con eso dábamos fin a su estilo de hacer cine estaba muy equivocado y seguro no ha visto Escape from Tomorrow de Randy Moore.
Escape from Tomorrow es la historia del último día de vacaciones de una familia promedio en Disneylandia donde todo se empieza a desbaratar desde el primer momento en que Jim, el padre de familia interpertado por Roy Abramsohn, es informado que ha sido despedido de su trabajo. La serie de eventos que desencadenaría este hecho, aparecen como una venganza del parque contra ellos por no ser categóricamente felices. La hija menor (Katelynn Rodriguez) parece ser la víctima de todos los juegos; el hijo (Jack Dalton) se enfrascaría en un rol edípico vengativo con su padre; Jim descuidaría a cada miembro de su familia persiguiendo un par de francesitas menores de edad; y Emily, su esposa (Elena Schuber) desconfiaría de su matrimonio encegueciéndose por los celos.
Moore filmó esta pieza dentro de las locaciones de Disneylandia y Epcot Center sin permiso de Disney, sin equipos de iluminación o equipos mínimos de producción. Dando una cifra ridícula de presupuesto de 650 mil dólares netos para su realización total. Fue presentada en Sundance este año y se volvió un fenómeno porque todo el mundo empezó a hablar de ella con la necesidad de verla a cómo diera lugar porque se pensaba que Disney la iba a vetar enérgicamente de acuerdo a su obrar súper agresivo en protección de su identidad de marca.
Para lograr las tomas, el equipo de producción, tenía que vigilar la hora, la calidad de la iluminación del sol y por supuesto su posición; Moore tomaría decisiones ala Ed Wood de arriesgarse a filmar 12 veces o menos por toma para asegurar material pero después, como explica al New York Times, se sentiría más cómodo realizando tomas nocturnas donde la posproducción no se iba a ver tan afectada; además resolvería filmar en blanco y negro para lograr cuadrar mejor la iluminación de todas las tomas así como los montajes y los posteriores efectos especiales.
Finalmente, Moore se llevó toda la producción a Corea del Sur para evitar que se filtrara cualquier rumor a Disney sobre la filmación en sus locaciones o que de una u otra manera se enterara del proyecto que representaba a Disneylandia como un lugar enfermo, retorcido y de alguna forma inseguro para la familia norteamericana. Una gran afrenta y por lo tanto se entiende la efervescencia de la pieza en Sundance.
El resultado final es súper interesante. Efectivamente si da la sensación de una filmación edwoodiana pero sobre todo una experiencia radical de reconocer las plazas de Disney en un formato sin color, excéntrico y muy oscuro; factores que se volverían fundamentales dentro de la trama de la historia. Escenas como la montaña rusa de Buzz Lightyear se imprimirían como docudramas porque hacer sus largas filas se manifestarían en el argumento así como la forma de comunicación, entre la producción y los actores a través de iPhones para dar instrucciones o dictar parlamentos, también se vería reflejada en la pantalla porque los haría ver precisamente como turistas. El bajo presupuesto termina por afectar la calidad de la pieza y aunque se hace el mejor esfuerzo posible, la trama se va disolviendo en una especie de comedia -un poco ridícula, otro poco sin sentido y otra gran porción aburrida- donde el desenlace termina siendo muy caprichoso y hasta ocurrente.
Al final Disney optó por ignorar la pieza en aras de no llamar la atención de nadie y parece que fue una gran estrategia; entendemos que la peli no ha recibido mayor impulso y sin contar el revuelo de Sundance, tampoco ha obtenido distribución oficial -ni dentro ni afuera de los Estados Unidos-. Concursó oficialmente en la categoría Next (pelis de extremo bajo presupuesto) pero el público, aunque estaba en furor, dió finalmente como ganadora a Martin Bonner dirigida por Chad Hartigan. No obstante su logro va más allá del éxito financiero o incluso del argumental; con el avance de las calidades de imagen en las cámaras digitales, cada vez más vamos a empezar a ver ejercicios como el de Randy Moore en Escape from Tomorrow, esta especie de guerrilla en cine filmada con dos cámaras Canon (Canon EOS 5D Mark II y Canon EOS 1D Mark IV) ambas reflex, que dan la sensación de estar tomando fotografías en vez de estar “filmando”, puede ser el camino a una nueva tendencia o una nueva industria.
Cloud Atlas
Cloud Atlas es una ópereta cinematográfica basada en la novela de David Mitchell que tuvo que ser escrita y dirigida para el cine por tres personas, Andy Wachowski, Lana Wachowski (Los hermanos Wachowski) y Tom Tykwer. Claramente Cloud Atlas no es una pieza de la que uno se pueda zafar fácilmente. Por lo mismo, no es una cinta que uno pueda aprobar o desaprobar negligentemente de un solo golpe, hay que revisarla una y otra vez -esta es la segunda vez que la veo atreviéndome, sólo hasta ahora, a hacer una pequeña reseña, tratando de ser lo más profunda posible pero igualmente humilde. Debo reconocer, que aún se me escapan muchos detalles y, creería que siendo la metáfora de esta sinfonía de fondo, me cuesta mucho llegar a profundizar demasiado en toda la trama por falta de un oído más educado-.
Cloud Atlas hará su marca en la historia cinematográfica como una de las más grandes producciones independientes, muy poco posible de igualar, llegando casi hasta a los límites del delirio y la megalomanía de este par de hermanos que lograron convencer a Tykwer de embarcarse en esta empresa.
En un despliegue alucinante, Cloud Atlas entrevé la exploración del alma humana cautiva en recipientes corpóreos que moldea aleatoriamente de acuerdo a pequeñas particularidades que a través de los tiempos definen la esencia del hombre en la Tierra. Dichas particularidades perspicazmente delinean la psique de un personaje y lo hacen en apariencia diferente a sus pares pero a su vez delimitan una personalidad compleja que determina la dirección heroica o antagónica de un ser humano. -En parte, esto resume una de mis más profundas creencias y es la que todo ser humano tiene en su ser todos los ingredientes que definen la esencia de la humanidad, todos somos egoístas, mezquinos, mentirosos, celosos, vagabundos, perezosos, así como, bondadosos, tiernos, cursis, enamoradizos, nobles. Mi teoría, no iba tanto a la transitoriedad del alma y la reencarnación en vidas pasada sino que es un poco más instintivo. Cada vez que nos topamos con una persona que nos empareja, dichos condimentos salen a flote y se mezclan en una proporción única de acuerdo a esa persona. Estamos con alguien y nos sorprendemos en celos, amargura o mentiras o nos regocijamos en cariño, armonía y ternura pero al final somos espejos de lo que esa persona potenció en nosotros-.
Los críticos, la califican como un “beautiful mess” y creo no podría estar más de acuerdo. Por un lado, alrededor de trece o catorce súper estrellas se reparten más de setenta papeles. No es que esté mal pero si nos alejamos por un momento de nuestro propio asombro, setenta papeles, casi todos protagónicos, conllevan a una guerra interna donde ninguno prevalece, donde casi ninguno de los actores -a excepción de Tom Hanks, Halle Berry y Hugh Grant– logra desarrollar un personaje sino más bien cada uno tiene varios retos dentro de la producción para tener momentos de profunda honestidad en el instante en el que uno de sus papeles hace su aparición. De pronto, en la novela funciona muy bien -tengo una gran inquietud por ella gracias a la peli-, pero en la pantalla no es más que desorden y consfusión. La pregunta entonces sería en una adaptación menos literal de la novela, ¿Los Wachosky y Tykwer no debieron haber tenido un mejor filtro y eliminar personajes que contribuyeron a una mejor comprensión de las historias sacrificando la orgiástica producción que implicó la inclusión de los más de setenta personajes, en un poco menos de tres horas de proyección?
Cloud Atlas fue duramente castigada por sus colegas. Al ser una megaproducción independiente, los círculos indies no la vieron con buenos ojos y pocos, casi ninguno de ellos, la nombraron o mencionaron. En los Globo de Oro fue nominada por mejor partitura original y mejor peli del año pero imagino que no fue estrenada dentro del periodo de clasificación en los Oscar porque fue blanqueada completamente, en un acto inconcebible porque si algo tiene esta pieza es un despliegue impecable de imaginería y producción. En primer plano, la partitura compuesta por el mismo Tykwer, al lado de Reinhold Heil y Johnny Klimek es determinante y, para mis oídos, sublime. Es cierto, tal vez no sepa mucho del tema pero La Sinfonía del Atlas se siente como un narrador omnisciente durante la narración de la pieza en un delicado cortejo sobre la trama.
El segundo punto importantísimo es el montaje de Alexander Berner acompañado de una excelente cinematografía a cargo de Frank Griebe y John Toll. Este grupo de artistas logró no sólo darle coherencia a la visión conjunta de tres realizadores, en varias épocas, con diferentísimos personajes sino que además logró lo imposible: obtener una visión cohesiva de Cloud Atlas como una historia única. Gran, gran trabajo que no ha sido valorado por nadie.
Finalmente, y es el punto que más nos impresiona. Descubrir a Tom Hanks, Halle Berry, Jim Broadbent, Hugo Weaving, Jim Sturgess, Doona Bae, Ben Whishaw, Keith David, James D’Arcy, Xun Zhou, David Gyasi, Susan Sarandon y Hugh Grant actuando en Cloud Atlas no es siquiera el inicio de nuestro asombro, cuando nos damos cuenta que cada uno de ellos amasa entre cuatro o cinco papeles durante la peli que van entre diferentes acentos, diferentes fenotipos raciales o incluso diferentes sexos ahí es cuando quedamos boquiabiertos. El trabajo de maquillaje es abiertamente impresionante, es la piedra angular que sostiene todo el truco de los realizadores.
Midnight in Paris
La verdad que fue un poco más que decepcionante pero pues cabe aclarar que yo fui de los pocos que no me gustó Vicky Cristina Barcelona, entonces si alguien es súper fanático de Allen puede que Midnight in Paris le encante. El realizador se había recluído en Inglaterra huyendo del periodismo y la cultura popular estadounidense que lo empezó a juzgar por sus decisiones amorosas. La confrontación, el choque y la migración de su querida Nueva York afectó su creatividad y desarrolló, la que para mi es su gran obra maestra de la decada pasada, Match Point. Un thriller ejemplarmente desarrollado, serio, angustioso, asfixiante, desolador, cero comedia. Scoop fue divertida. Muy divertida y logró combinar ese thriller adquirido con el humor que lo caracteriza y esa fuga hacia su crítica judeocristiana banalizando la vida después de la muerte. Cassandra’s Dream y posteriormente Vicky Cristina Barcelona daban la sensación que el autor había encontrado un nicho placentero y fértil, una dirección que incluso le ha costado mucho a Almodóvar o que Polanski lleva en la sangre madurando desde siempre. Finalmente, Whatever Works y You Will Meet a Tall Dark Stranger (que no la he visto aún pero está en cartelera en este momento) son comedias oscuras que parecieran mostrar la intención del director de volver a su estilo cómico y alejarse del camino recorrido en el suspenso. Midnight in Paris es una demostración más de ello.
Es innegable que la intención de la trama es muy audaz. Gil, interpretado por Owen Wilson, es un escritor exitoso de Hollywood atascado en un nudo creativo que no ha podido solucionar y que resiente de su carrera desarrollada en la industria pues no siente que tenga relevancia con sus verdaderos anhelos, acepta que su prometida Inez, Rachel McAdams, cuadre con sus padres (Kurt Fuller, Mimi Kennedy) un viaje a París de vacaciones en el verano. Su melancolía por épocas pasadas y el deseo de caminar la ciudad bajo la lluvia le hacen pasar chascos desafortunados con sus allegados hasta que un día se ve envuelto en una alocada fiesta donde confronta verdaderamente si todo tiempo pasado fue mejor. La forma en la que van apareciendo el resto de personajes es alocada y sinigual, podríamos decir que muy típico del Allen neoyorquino. Así, el reparto se completa con Marion Cotillard, Alison Pill, Tom Hiddleston, Corey Stoll, Kathy Bates, Adrien Brody, Adrien de Van y Marcial Di Fonzo Bo (Carla Bruni también aparece pero es más un chiste que cualquier otra cosa) en una psicodélica mezcla que divierte mucho pero polariza la trama.
Ese es el principal problema de Midnight in Paris, a mitad del desenlace, a mitad de la resolución de los giros y problemas, a pesar del buen diseño de producción, la edición y composición musical original, a pesar del contraste de la fotografía veraniega del París actual con el de antaño y melancólico de principios del siglo XX, la peli no la logra. Un caballo desbocado que nunca paró ese podría ser el resumen. La audacia del planteamiento se pierde en un error ingenuo increíble para Allen pero que no sorprende en la pantalla.
Cuando estaba en el colegio estudiando los «Ismos» y vanguardias de principios del siglo XX, también quedé sugestionado de primero comprender la posibilidad de estallar en una sóla época tantas tendencias interesantes y la segunda la fascinante convergencia de todos estos artistas en un sólo lugar. ¿Válido para hacer una peli? Por supuesto que sí y por eso mismo es que vale la pena verla.
The Tree of Life
Definitivamente tengo que volverme a ver The Tree of Life; lo que pasa es que creo que voy a perder mi primera impresión en salas, que puede llegar a ser bastante diferente si espero hasta que la traigan a Colombia. The Tree of Life no es una peli fácil de asimilar. Cuando la ví, tenía la cabeza llena de muchas reflexiones porque anduve mucho tiempo pensando en filogenia, taxonomías, especies, teorías de evolución, conservadores radicales y, obvio, creacionismo. Me sentí golpeado fuertemente por lo profundo de su pensamiento y creo poder alcanzado tan sólo un décimo de todo lo que quiso comunicarnos. Muchas de las críticas que he leído al respecto abordan parte de la trama y dañan profundamente su sentido acompañándose de contenido revelador (igual uno pudiera saber el final y de pronto la sensación de la peli no cambia) voy a tratar, sin embargo, al máximo de mantener la trama en el planteamiento más plano considerando su futura experiencia.
Terrence Malick es su realizador y es un escritor-director bastante particular. Contrario a Hollywood y sus directores, Malick en sus cuarenta y dos años de experiencia cinematográfica (su primer corto oficial es de 1969) ha realizado tan sólo cinco largos (por poco y The Tree of Life es parte de su ópera prima pero si analizamos bien la cosa The Thin Red Line de 1998 si es el final de ella) de los cuales me he visto The Thin Red Line, The New World y esta su última producción. Su estilo deviene de su técnica, a pesar de ser tan meticulosa se siente un estado de libertad y libre albedrío encantador, no es reconocible al primer golpe, uno repite sus pelis y va levantando capas y capas, unas veces son detalles de su escritura, otras veces es simbología entrelazada entre las tomas y otras finalmente son detalles que sobresalen por su sencillez y grandeza que al final se concentran fuertemente en crear lazos de empatía entre el espectador y la historia, Malick es maravilloso creando sentimientos estéticos. Justo cuando nos acercábamos al abismo, al final del género de autor presenciando la muerte de los grandes como Lumet, aparece resonante este llanero solitario. Se ganó su reciente publicidad al haber peleado codo a codo con Melancholia de Von Trier en los Cannes de este año (de pronto si Von Trier no hubiera sido tan bocón y tan infantil tratando de llamar la atención a toda costa el resultado hubiera sido diferente) donde finalmente Malick se llevó la Palma de Oro. Dos posiciones existencialistas bastante interesantes, una clara y la otra oscura, una creacionista y la otra apocalíptica.
Hay muchos afiches que andan rodando por la red, me encanta este que escogí por múltiples razones; la sencillez de una foto y sus créditos principales, el piecito del recién nacido que al acercarse muestra la complejidad fractal de sus arrugas y la captura hermosa de lo asombrosa que es la vida colmada en un piecito frágil y delicado. La trama se desarrolla a finales de los 50’s en una subirbia promedio de los Estados Unidos a través de varios veranos se conoce la historia los O’Brien, una familia típica conformada por el padre (Brad Pitt), la madre (Jessica Chastain), y sus hijos (Hunter McCracken, Laramie Eppler). Pareciera que no hay protagonistas, pareciera la historia de una sóla cadena de ADN transformándose o adaptándose a medida que pasa el tiempo. Los ojos de Jack maduro (Sean Penn), el hijo mayor, son los mismos de él cuando era pequeño (admirable trabajo de selección de reparto a cargo de Vicky Boone y Francine Maisler) pero más importante sus ojos son los mismos de su padre y el resultado es el paso de dos generaciones, apenas cincuenta años, una millonésima parte de nuestra existencia en la Tierra comparada directamente con el planeta, el universo mismo, un universo que ha pasado de ser gas y volatilidad, a un complejo conjunto de galaxias, estrellas, planetas. Y así como uno detalla el pie del recién nacido, así mismo como uno detalla la historia de nuestro planeta con sus asombrosos animales y sus impresionantes plantas, la profundidad contemplativa es alucinante.
Esta es tan sólo la primera capa, yo logré descifrar dos capas más que involucran parte del desenvolvimiento de la trama entonces por ahora me quedo con ellas. La peli vale mucho la pena vérsela en cine. Yo fuí afortunado y la ví una sala súper gomela, gigante, con una proyección impecable (el mismo Malick exhortaba a sus compañeros proyeccionistas con una serie de especificaciones para que nuestra experiencia fuera mejor que incluía potencia del bombillo proyector, audio, área de proyección y sonido). Allí lo más impresionante o lo más destacado fue la apreciación majestuosa de su ambientación musical, un trabajo impecable de Alexandre Desplat (The King’s Speech, Fantastic Mr. Fox) con una orquestación que seguramente Alejandro Ramírez disfrutará al máximo 😉
Ya comenzó muy bien con Cannes, no se donde más se vaya a presentar pero seguramente será protagonista en los Oscar del próximo año de pronto con unas diez nominaciones (director, película, guión original, música, mejor canción, mejores efectos especiales, mejor mezcla de sonido, mejor montaje, mejor actor principal para Pitt, mejor actriz principal para Chastain). A la peli se le crítica mucho la falta de un hilo conductor, creo que es un tema discutible pero importante al fin y al cabo.
Přežít svůj život
Přežít svůj život (teorie a praxe) es la peli que me vi el viernes continuando en la muestra de Eurocine. Lo primero que tengo que decir es que, a pesar de haber tenido las boletas para la función del domingo, Hunger, la peli que me parece imperdible de este festival, puedo decir que después de haber visto Přežít svůj život (Surviving Life) me podría ir tranquilo a casa hablando muy bien de Eurocine este año.
La sala a reventar, segunda oportunidad donde el público sabía de antemano que la peli era muy recomendada. Yo estuve de suerte pero también lo preví un poco y fui con dos horas de anticipación a comprar mis boletas; mientras pagaba las mías, a unos cuantos segundos la gente llegaba preguntando por “…esa película checa en stop-motion…” y los empleados simplemente respondian – sí a las 6PM – ¿y boletas? – no, ya no hay boletas. Realmente increíble.
Me dije antes de hacer esta entrada quiero investigar un poco y no ser tan inmediatista o primitivo en mis apuntes pues sé quién fue Carl Jung o quién fue Sigmund Freud, los había estudiado en el colegio de manera extracurricular porque mi mamá era socióloga y le tocó estudiar un par de materias que se llamaban Freud I, Freud II y en algún momento el librito de portadas con rompecabezas de cráneos pasó por mis manos pero hace mucho mucho tiempo. Ahora bien, ¿por qué averiguar sobre este par de personajes? La peli tiene una introducción por parte del escritor y director Jan Švankmajer donde nos prepara con todo lo que nos vamos a enfrentar, palabras de él mismo, una comedia psicológica: “…Comedia porque aunque no nos ríamos vamos a disfrutar el evento de vivenciar esta pieza y psicológica porque aparece un psicoanalista“; lo cual infiere una base académica de psicoanálisis un poco profunda (menos mal en la obra, el psicoanalista resume y va explicando un poco el trayecto del conflicto para no entrar en una pieza sin sentido, con un concepto base de un manifiesto previo).
Dicho esto, explica que esta peli fue hecha en animación tradicional, como se hacían anteriormente las pelis para niños y fue debido a la falta de presupuesto donde no se podía pagar altos salarios a los actores o grandes montajes. La primera sensación que tuve es que la artesanía que comprende la factura de este filme es tan alta que incluso tomando esta decisión por presupuesto les debía salir muchísimo más caro. Después investigando, Švankmajer es un animador surrealista de mucho renombre que incluso ha logrado con su trabajo influir a Tim Burton y Terry Gilliam, siendo un célebre animador y punto de referencia en este campo. Su estilo está enmarcado en la exageración de sonidos sobretodo en las escenas de comida, además usa frecuentemente animaciones torpes y muy rápidas para los caminados y acostumbra a darle vida a objetos inanimados mediante la técnica del stop-motion, siendo los alimentos su objeto y medio favorito.
Para los que vimos Přežít svůj život, ya en este momento hemos entendido un par de cosas pero hablar de la animación y estilo de Švankmajer en esta peli es tan sólo la punta del iceberg. Celebrar su paradigma semiótico es lo que verdaderamente atañe al espectador o crítico de esta pieza. De esta forma la segunda parte de esta entrada es dedicada a los sueños, de manera escueta y desordenada, definiendo el significado aproximado de varios elementos que aparecían durante el filme, redondearlos en un resumen en una tercera parte y finalmente la conclusión de esta entrada (casi que toca abordar el análisis en un metódo científico estricto para tratar de no perderse en las múltiples ramas que surgen de cada escena, de cada pensamiento, de cada imagen).
* Así como el cine no es un lenguaje, donde se pueda decir que cada uno de sus significantes por ejemplo el sol denota esperanza y prosperidad por decir cualquier cosa (y este es un tema para muchas más entradas), así mismo los siguientes acercamientos del significado de los sueños es un trabajo aproximado, subjetivo, no es un diccionario y no se puede usar tampoco como esquema para interpretar de aquí en adelante los sueños. Lo que pasa es que la idea o más bien lo que connotan estos símbolos da una idea muy interesante de la intención consciente o inconsciente del director.
- Soñar serpientes no sólamente es desagradable, sino por lo general presagio de problemas provocados por la mentira, el engaño, la traición o el sexo.
- Soñar gallinas cacareando generalmente es señal de disgustos por chismes y habladurías. También suele indicar la noticia inesperada que alguien conocido cayó en la ruina o murió.
- Soñar huevos en los matrimonios suele anunciar que se tendrán varios hijos. Si se sueña que están rotos insinúa que es posible conseguir lo que desea, pero actuando con cautela para evitar tropiezos.
- Soñar hermosas manzanas por lo general es un buen presagio. Ver manzanas al alcance de la mano y listas para comerse, es anuncio de próximos éxitos largamente esperados. Por el contrario, soñar manzanas en lo alto de un árbol y por ello fuera del alcance de las manos, indica que sus metas aún tardarán en realizarse, por lo que, mientras tanto, debe trabajar arduamente.
- Soñar a un viejo y sucio mendigo es signo de que los propios asuntos no se están manejando correctamente, lo que puede conducir a la pobreza. El no atender a esta advertencia puede redundar en pérdidas tanto de valores como de prestigio.
- Soñar a su madre, ya muerta, en su personalidad natural indica una protección superior que le ayudará a alcanzar el éxito. Soñar a su madre ya muerta es anuncio de tristezas, frustraciones, fracasos, etc. Soñar a su madre llorando indica que en el hogar algo marcha muy mal y hay riesgo de padecer penurias, enfermedades y otros malestares.
- Soñar al propio padre puede significar que se acercan problemas cuya solución requiere del consejo paterno. En caso de que el padre ya haya fallecido puede significar que los problemas son graves y que debe actuar con máxima precaución.
- Soñar una lagartija indica que se está llevando, por lo menos hasta el presente, una vida miserable no tanto en lo económico, sino principalmente en lo mental, moral y social; es decir, muy cercana a lo vulgar y sucio. La lagartija no es símbolo de inteligencia, sino por el contrario, de torpeza y de existencia vegetativa. En la realidad la lagartija representa la involución de gigantescos dinosaurios de la antigüedad, y eso mismo indica en los sueños, o sea, que el subconsciente está advirtiendo al soñante que su actitud mental no es lo que se espera de un ser humano de esta época.
- Soñar con sapos o ranas es de muy buen augurio, sin importar si durante el sueño se les come, se les ve, se les escucha o se tiene un apasionado encuentro con ellas. Las ranas también suelen representar el cambio y la transformación en una forma positiva.
- Soñar a otras personas desnudas es símbolo de que se desea tener placeres ilícitos.
- Soñarse sangrando pero sin sentir dolor, y aunque no se identifique de dónde mana, insinúa que el soñante anhela liberarse de alguna situación molesta que le impide lograr lo que se ha propuesto desde hace mucho tiempo. Soñar sangre resultante de una herida de otra persona o en el propio soñante indica que su estado de salud no es bueno, por lo que debe cuidarse.
Primero, estas son aproximaciones algo frívolas de lo que puede significar un elemento descontextualizado en un sueño, sin embargo, como ayuda a entender ciertas cositas, ¿no?. Segundo, si esto nos ayuda a entrever parte del intrincado mundo subconsciente de Evzen, imagínense el resto de elementos que también encontré como soñarse descalzo, corriendo, con perros, soñarse llorando, en pijamas, soñar con rubor, con sombreros, flores, ruinas, tanques, navajas, en fin, una colección infinita de cuanta chuchería este personaje soñó.
Al final la trama psicodélica resultante del análisis de Jung versus el análisis de Freud, exponen la actitud del director de sentirse incierto frente al fuego cruzado de estos dos personajes que trataron de explicar mediante temores y represiones (uno) o mediante proyecciones y anhelos (el otro) la actividad subconsiente del sueño. Hoy, en día tampoco se puede asegurar que implicaciones tienen las memorias errantes en un capítulo de sueño REM (siglas de su nombre en inglés para Movimiento Rápido del Ojo) sin embargo contrario a lo que expone Freud no son actitudes censurables de un ser inconsciente tratando de liberarse de culpas. Las fantasías no son pecados, no son pesares, no son necesidades materiales, son el resultado del estado de descanso de la mente donde después de un largo día de trabajo ocupándose de todas las actividades motoras, térmicas y cardio-respiratorias se posa en una fase de libertad absoluta donde juega indiscriminadamente con la realidad y la imaginación.
Para Freud existe mucha perversión en el estado subconsciente de una persona, fue él quien dedujo que nuestra madurez psicológica está determinada por los traumas de nuestra infancia que proyectamos siendo adultos. Fue quien dedujo los estados de placer y vicios como anulaciones o adulaciones en los periodos de desarrollo fisiológico sexual y, finalmente, fue quien propuso los complejos de Edipo y Electra donde cada ser está condenado a desear sexualmente a su progenitor contrario por la sensación protectora que tuvimos de ellos en nuestra infancia.
Esta peli juega con uno de esos complejos, lo plantea en teoría, se regocija en el conflicto consciente de desear a un progenitor y explora las profundidades más inimaginables de sus consecuencias. No es una historia sencilla, como les digo, llevo investigando un buen rato, sigo pensando cosas al respecto pero creo que es un buen acercamiento a donde quería llegar por el momento. Siento igual, como decía en la entrada de Nothing Personal el estudio del alma no debería referirse a su estado patológico, su estudio debe entenderse por las ciencias sociales y las artes porque al verse como enfermedad o condición patológica se juzga en principio como nocivo o condición nociva.
Tribeca 2011
Un año más y la ciudad más loca de todas nos ofreció su festival de cine de Tribeca. El pasado jueves 28 de abril El festival dejó conocer a los ganadores de este año anunciándolos desde la ceremonia celebrada en el W Union Square. Este año los ganadores salieron de una selección mundial de doce cintas argumentales y doce documentales de ventiún países pero también hubo espacio para los directores de ópera prima, cortos y los premios domésticos que al final redondearon las cifras en noventa y tres largometrajes, sesenta cortos y cuarenta países.
Como particularidad dos categorías se abrieron este año para los argumentales, mejor guión y mejor cinematografía; para los documentales se adjunto en la competición mejor montaje.
Competencia 2011 para Argumentales:
- The Founders Award for Best Narrative Feature
Apflickorna dirigida por Lisa Aschan (Suecia) - Best Actress in a Narrative Feature Film
Carice Van Houten en Black Butterflies dirigida por Paula Van Der Oest (Alemania, Holanda, Sudáfrica) - Best Actor in a Narrative Feature Film
Ramadhan “Shami” Bizimana en Matière Grise dirigida por Kivu Ruhorahoza (Ruanda, Australia) - Best Cinematography
Luisa Tillinger por Paraísos artificiales dirigida por Yulene Olaizola (México) - Best Screenplay
Jannicke Systad Jacobsen por Få meg på, for faen dirigida por Jannicke Systad Jacobsen (Noruega)
Competencia 2011 para Nuevos Argumentales:
- Best New Narrative Director
Park Jungbum escritor y director de Musanilgi (Corea del Sur) - Special Jury Mention
Kivu Ruhorahoza escritor y director de Matière Grise (Ruanda, Australia)
Competencia 2011 para Documentales:
- Best Documentary Feature
Bombay Beach dirigida por Alma Har’el (Israel, Estados Unidos) - Best Editing in a Documentary Feature
Purcell Carson por Semper Fi: Always Faithful (Estados Unidos)
Competencia 2011 para Nuevos Documentales:
- Best New Documentary Director
Pablo Croce por Like Water (Estados Unidos) - Special Jury Mention
Michael Collins director de Give Up Tomorrow (Reino Unido, Estados Unidos)
Akira
Veintitrés años después de su lanzamiento, puedo afirmar que me vi Akira de Katsuhiro Ôtomo. Es una peli de culto basada en un manga del mismo nombre que enfrasca una novela épica de ciencia ficción ubicada en el año 2019 en Neo-Tokyio, una ciudad de la post guerra y como tal que es pionera en el término cyberpunk.
Por un lado, es criticada por su adaptación de los personajes y escenarios sobre los originales del manga que se publicó desde 1982 hasta casi 1990. Como saben, los mangas son novelas hechas de pulpa barata para leerse en el metro, son los “pulp fiction” japoneses y esta logró un impacto muy fuerte llegando a considerar casi 2182 páginas de ilustraciones y viñetas. La historia es un poco enredada al principio y el tono sicodélico, no ayuda mucho a entender muy bien el sofisticado planteamiento. Tetsuo Shima es abducido y alterado mentalmente por una agencia del gobierno que investiga la supuesta presencia de Akira en la sociedad. Tres «genoinfantes» son los encargados de su madurez intelectual que potencia la telequinésis pero a la vez altera sus miedos y ansiedades más profundas. Shôtarô Kaneda es amigo de infancia de Tetsuo y emprende su búsqueda de manera frenética ayudado de Kei una niña que conoce en una inspección de policia.
No sólo el hecho que no hay computador y que es pionero de este tipo de animación japonesa, Akira se vuelve hito por su compleja e intrincada ciencia ficción. La animación tiene sus orígenes en Japón a principios del siglo XX, pero sólo hasta los 60’s o 70’s se empieza a conjugar con los mangas y realmente a desarrollar un producto original y autóctono. La cultura japonesa que honra la tradición potencia las labores específicas de ciertos animadores, por ejemplo, hay maestros en el arte de dibujar robots como también maestros para animarlos. Akira da la pauta para el género de ciencia ficción a nivel de novela épica y aunque no es mi favorita si es clara influencia de muchas otras posteriores personalmente más interesantes como por ejemplo Ghost in the Shell. Akira además abrió el mercado occidental y posó los ojos de festivales en este género no tan común entre nosotros para así en 1992 (casi diez años después del lanzamiento del manga y cuatro después de su peli) llevarse el Silver Scream en Amsterdam.
Hausu
Yo nací en el año 1977 y revisando las pelis que se estrenaron ese año siempre me llamó la atención Hausu (House) de Nobuhiko Ôbayashi por su poderoso afiche naranja. No hay mucho que aportar, no soy muy fanático del género Camp y esta indudablemente cabe dentro de la categoría. Algo sicodélica, desaseada, con excesivos fundidos y efectos que no aportaron nunca a la trama Hausu es sin duda una de las peores pelis japonesas que me he visto.
Queriendo ser una peli de suspenso su peor desacierto es la edición musical, que termina siendo ramplona y desafortunada. Pero la música es tan sólo uno de los tantos factores que hacen nefasta esta pieza. Las actuaciones no tienen tono en absoluto, las niñas están muy sobreactuadas y no se siente hilo conductor o desarrollo de sus personajes. El montaje es patético así como la fotografía, las cámaras, el diseño de producción.
A diferencia de Waters no veo ningún sentido transgresor, la estetica es rudimentaria y naif y los desnudos de las niñas son más que fortuitos. La verdad creo que es una peli sobrevalorada, no la siento de culto y aunque Ôbayashi tenga más de 40 títulos en su haber, habría que revisar muy bien su proceso porque lo que es su ópera prima deja mucho que desear.