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Grave

Dentro de la serie B, la cantidad de subcategorías son casi que infinitas, tanto que unas se empiezan a conjugar con otras en su exploración creativa. Grave, o Raw, o Voraz como la traduce Netflix, es una pieza de serie B, de explotación <<gore>>, sobre canibalismo que tiende a volverse una trama vampiresca. Por lo cual, también se va a mi pequeña colección de vampiros contemporáneos.

La historia se abre con este cuadro familiar, en un restaurante de carretera, donde la mamá explota cuando a su hija le ofrecen un puré supuestamente vegano/vegetariano y la chica encuentra una albóndiga adentro. Hace entrever que su decisión por no comer proteína de origen animal no es propia, ni siquiera conciliada con su padre, sino absolutamente autoritaria por parte de la madre. No sabemos las causas pero definitivamente hay algo de fanatismo… Así después, cuando descubrimos que ambas de sus hijas están estudiando medicina veterinaria, en la facultad, pues asumimos que este fanatismo es originario de políticas animalistas o por lo menos de protección al maltrato animal.

La chica sufre los vejámenes de las iniciaciones en la universidad que involucran baños de pintura, humillación y sufrimiento por incomodidad inducida (por falta de sueño, drogas o ingesta de alcohol). Sentimos que la situación se va a salir de control cuando la chica aparte de estos juegos aparentemente inofensivos empieza a recibir baños de sangre, es obligada a comer vísceras o a encerrarse en armarios para disfrutar de encuentros carnales con otros pares. La carne se hace protagonista y con ella un sentimiento de ansiedad, de estremecimiento, de escalofríos e inestabilidad de la chica. No logra consumar el sueño y su mente empieza sólo a pensar en ello.

Más que una serie B, Grave es un clásico de terror y suspenso al alcance de nuestra cuenta de Netflix

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Ana Lily Amirpour, Exploitation, Folk, Indie, Internet, Miguel Vaca, Movie, Netflix, Serie B, Vacacion, Vampire, World, الفيلم الإيراني

A Girl Walks Alone at Home

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Es raro hablar por estos días de pelis que no estén concursando en los Oscar pero es que pocas veces se puede tener acceso a cine independiente de tan buena calidad como A Girl Walks Alone at Home de Ana Lily Amirpour. Yo tuve la oportunidad de verla a través de Netflix pero se puede aprovechar en este momento que se encuentra en rotación de salas alternativas en Bogotá.

La anglo-iraní (residente en Estados Unidos) ha hecho su portafolio cinematográfico a partir de cortometrajes de serie B que le fueron armando su fama no sólo de realizadora alternativa sino incluso la empiezan a comparar con Quentin Tarantino. Ciertamente, esta pieza empieza primero como un corto en 2011 que gana mejor cortometraje en el Festival de Cine Iraní de Noor y eso le da impulso para que tres años después se anime a hacerlo largo. Su carrera al reconocimiento empieza su recorrido por Sundance donde levanta las miradas de la crítica, luego recorre –entre otros– Ohio, Londres, Dublin, Glasgow, Sitges, Los Fangoria, Los Gotham y completa su travesía con las nominaciones de mejor ópera prima, mejor cinematografía y “Alguien a Quien Echarle un Ojo” en Los Spirit del año pasado.

Y claro, es un filme de vampiros, pero sobresale su narración, su fotografía en blanco y negro y su juego de planos llenos de exquisito erotismo. La primera vez que escuché de este filme, me llamó la atención la esencia de su materia y el origen de su realizadora. ¿Cómo podría ser el enfoque de una iraní sobre la temática de vampiros? La respuesta es una peli llena de una profunda elegancia, evocando el periodo clásico del género, y una actitud contestaria metaforizando al ‘chupasangre’ en un régimen despótico como el iraní. Ella, su capa y su desplazamiento en patineta le meten picardía y genialidad al planteamiento de una mujer que lejos de ser caprichosa quiere explorar su sensibilidad reprimida.

A Girl Walks Alone at Home se suma a Låt den rätte komma in de Tomas Alfredson y Bakjwi de Park Chan-wook pelis que se resienten de la lamentable comercialización del vampirismo de Twilight o Vampire Diaries y que con ingeniosos giros se vuelven clásicos instantáneos en el género. Estas tres, sumadas a The Hunger y Bram Stoker’s Dracula hacen parte fácilmente de mi top 10 de Vampiros, y claro está, no me olvido de los Dráculas de Christopher Lee y Bela Lugosi o la tripleta exquisita de Nosferatus de F.W. Murnau, Werner Herzog y E. Elias Merhige (Shadow of the Vampire). Veremos cómo continúa su proceso Ana Lily Amirpour ahora que se lanza en su siguiente proyecto con una de caníbales.

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