Dirección de Denis Villeneuve
Guión de Jacques Davidts
Idea original de Phoebe Greenberg
Cinematografía de Nicolas Bolduc
Montaje de Sophie Leblond
Música de Warren ‘Slim’ Williams
Gracias al amigo Randy Mora por traer este corto a colación.
Dirección de Denis Villeneuve
Guión de Jacques Davidts
Idea original de Phoebe Greenberg
Cinematografía de Nicolas Bolduc
Montaje de Sophie Leblond
Música de Warren ‘Slim’ Williams
Gracias al amigo Randy Mora por traer este corto a colación.
Denis Villeneuve nos sorprendió intensamente con su Incendies en 2011, que sin ser su primer largometraje si fue su debut con una cinta hablada en inglés; con ella Villeneuve nos arrastró por dos continentes en busca de la historia y la verdad de Nawal, una inmigrante palestina establecida completamente en Canadá que en su lecho de muerte les deja una misión a sus hijos en el testamento. El franco-canadiense logró llamar la atención de varios círculos cinematográficos como Boston, Chicago, Nueva York, Toronto (tanto TIFF como el Círculo de Críticos de Toronto), Vancuver así como los César, los BAFTA y los Oscar.
La excelente narración y su fuerte contenido político lo catapultaron en la escena pero además le permitieron entrar a Hollywood con un presupuesto más holgado para desarrollar su siguiente proyecto, con un equipo de gran renombre como el mismísimo Roger Deakins director de fotografía o los editores de confianza de Clint Eastwood, Gary Roach y Joel Cox.
Prisoners tiene además un reparto impresionante y de un desempeño deslumbrante. Cada rol tiene una importancia y un acento en la peli que condicionan la historia y desarrollan profundas controversias en nuestras conciencias. Sin ser una historia coral parece que no hubiera protagonistas sino que el eje argumental liderara la narración y que los personajes fueran satélites necesarios para su desarrollo -no al contrario-.
Villeneuve cuenta la historia de dos familias; por un lado, Maria Bello, Hugh Jackman, el hijo mayor Dylan Minnette y la menor Erin Gerasimovich; por el otro, Terrence Howard, Viola Davis, la hija mayor Zoe Borde y la menor Kyla Drew Simmons. Ambas familias son muy cercanas y comparten una cena de Día de Acción de Gracias. Al final de la jornada las dos menores (Gerasimovich y Drew Simmons) se extravían y comienza el drama por su búsqueda; los supuestos conducen a Paul Dano que representa esta vez a un joven de mediana edad pero con el intelecto de un niño de 10 años y a su tía la sensacional Melissa Leo. El detective encargado del caso es Jake Gyllenhaal y con él se cierra el reparto principal.
En realidad, el planteamiento se hizo muy rápido en comparación con las casi dos horas de intriga a las que nos expone el realizador gracias, en parte, al excelente guión de Aaron Guzikowski. Cada actor, cada línea del guión, de aquí en adelante, provee chispas de genialidad a cada momento; la intrincada urdimbre que se teje nos mantiene en profunda tensión, incomodidad y suspenso. Hice el intento varias veces de analizar las pistas que nos iba dejando el relato pero cada exposición, cada acercamiento a la verdad era una gran sorpresa. Pero el ingenio del cómo fue liderada la historia no es mantener desorientado al espectador con una historia traída de los cabellos, es precisamente que en esa desorientación se puede contemplar una filigrana exquisita donde todo fue muy bien planeado para nuestro guste.
El punto culmen del asunto llega cuando Jackman motivado por la frustración y la cuenta contrarreloj desde la desaparición de su hija secuestra al supuesto captor y lo tortura hasta el horror para que le confiese el paradero; hace cómplice de su delito a los otros padres y a nosotros mismos como espectadores que, a pesar de la grotesca violencia infringida sobre el escuálido y atolondrado joven, aceptamos sin musitar palabra, en parte porque justificamos los medios de un padre en busca de su hija. La gran actuación de Dano y la justa medida que le proveyó el director nos permiten dudar si en verdad es una mente siniestra dispuesta a llevarse su secreto a la tumba o si es un inocente mocoso atravesado en el lugar y hora equivocados.
Curiosamente y en contraste, Gyllenhaal con sus tatuajes trae a colación la deslucida Zodiac otra pieza en la que también participó como detective en busca de un asesino en serie; sin embargo, en esta la finura de la estética de David Fincher nos llevó a la frustración de una historia vacía y sin sentido. En Prisoners, Gyllenhaal es entusiasta del destino y de sus pistas escritas en el cosmos; no se cree invencible en sus casos sino creyente del fervor de su trabajo. Es testigo de Villeneuve que aparte de la tragedia, de la separación violenta de unos niños del amparo de sus padres, lo expone a la guerra religiosa en un pequeño municipio rural donde en aras de las libertades de culto un ciudadano puede emprender una cruzada en nombre de la vida de su hija y será cuidado por dios así como una serie de fanáticos podrían irse lanza en ristre directamente contra ese mismísimo dios por estar en desacuerdo con su obra.
Villeneuve llega esta semana a cartelera con este thriller de suspenso pero este año también nos trae Enemy protagonizada de nuevo por Jake Gyllenhaal sobre la novela de José Saramago ‘O Homem Duplicado’. Gran año para el canadiense que no sería raro si coloca un par de sus actores en la lista de nominados en las ceremonias del próximo año.
Incendies no es una peli hermosa, es al contrario una pieza que muestra desgarradoramente la desolación de varios espacios incendiados como metáfora directa de un país en guerra que se acostumbró a sus horrores y sus dolores. Incendies es una verdad incómoda, un nudo en la garganta que se desenreda poco a poco mientras avanza la historia en la peli. Es una trama casi coral, hilada por capítulos con un juego impresionante de tiempos, donde una inmigrante palestina en Canadá encomienda dos misiones a sus hijos mellizos en el lecho de muerte, buscar a su padre y su hermano que están vivos. Los mellizos empiezan a recoger las migas de pan que ha dejado su madre como rastro por toda Palestina y es cuando se evidencia el sufrimiento de una población azotada por la violencia. Las miradas distantes de los oprimidos y el fuego cruzado entre musulmanes y cristianos se entremezclan durante el resto de la cinta.
Incendies participó como mejor peli extranjera en los Oscar del año pasado, al lado de Biutiful, Kynodontas y Hævnen de Susanne Bier que a la postre ganó esta última. Denis Villeneuve se basa en la obra de Wajdi Mouawad para escribir y dirigir esta cinta. Su valor es la enseñanza que nos deja al hacernos caer en cuenta que a través de la venganza y la rabia Nawal Marwan, su protagonista, hizo enfurecer al destino pero a través del amor, la consideración y el perdón logró unir su familia. Además nos permite mediante un final abierto, la libre interpretación del problema.
Incendies pertenece a una camada de pelis sobre Palestina y su conflicto que han venido acuñando grandes historias en estos últimos años, que se atreven a hablar de la guerra cruda y descaradamente como por ejemplo Paradise Now de Hany Abu-Assad, Ajami de Yaron Shani y lo curioso es que su discurso ha ganado una excelente posición en Hollywood a tal punto que estas tres pelis en un lapso de un poco más de cinco años han logrado nominaciones al Oscar como mejor peli extranjera.
Incendies es súper recomendada. No vale la pena verla en video o esperarla en TV. Su crudeza y su fotografía se aprovechan mejor en celuloide y aunque está en un horario incómodo en nuestra cartelera de cine, se debe hacer el esfuerzo por verla. Es un tanto lenta pero se desfoga vertiginosamente en el desenlace de sus historias.