Es inevitable. Cualquier reseña que uno haga sobre una peli puede afectar como uno recibe esa pieza en el momento que uno la está asistiendo. Lo bueno de cuando a uno le dicen que una peli es mala es que todo lo que se logre son ganancias, no va a ser más mala de lo que uno se imagina y puede uno sorprenderse con el resto de cositas que de pronto uno no hubiera detallado inicialmente.
Un amigo tío, me comentó que esta peli era bien malita y que no me la recomendaba de a mucho. Le iba sacando el cuerpo cada vez que la intentaba ver hasta que me decidí a hacerlo sobretodo porque Anton Corbijn es uno de los directores destacados de la selección negra de Director’s Series donde también aparecen Romanek, Gondry, Jonze, Cunningham, Sednaoui, entre muchos otros, entonces estaba intrigado en qué producto podría haber sacado y que calidad podría tener. Recordemos que Romanek ha tenido dos peliculas grandiosas One Hour Photo y Never Let Me Go, Jonze casi que es obligado en cartelera con Being John Malkovich, Adaptation y Where the Wild Things Are y pues ni hablar de Gondry.
Cuando empecé a ver The American no pude dejar de distrarme por la belleza de la fotografía. Los planos eran muy bien pensados, contemplativos, muy melancólicos obviamente afecta el ritmo pero a mi parecer lo afecta para bien. El responsable Martin Ruhe a quien conocemos por la excelente Harry Brown. La música de Herbert Grönemeyer no es la gran protagonista, es una acompañante silenciosa y calmada que aparece sólo en los momentos indicados y de nuevo, para mi gusto de una forma bien acertada.
Cuál es el verdadedro problema de esta peli, los filmes no pueden ser sólo buena fotografía y buena producción. Por donde se le analice, la ópera prima de Corbijn deja mucho que desear a nivel de actuación, de libretos, de contenido. Las mujeres, Thekla Reuten, Irina Björklund y sobretodo la exquisita Violante Placido (qué mujer) parece que se salvan apenas porque las cámaras las adoran pero su actuación es pésima. Los libretos, las líneas de cada actor son sosas y de nuevo hay planos que dicen mucho más que cualquier diálogo de los protagonistas. George Clooney aparece acartonado en una interpretación repetida.
Mi amigo tío, salva la peli de una forma especial, casi que genial. No se me hubiera pasado por la cabeza. A mitad de la estadía italiana en un televisor aparece Sergio Leone, el ícono del Spaghetti Western. Y de una forma casi directa pero asociativa el transfondo de la peli se vuelve una de vaqueros. Un pueblo fantasma, un cura que se apiada de este hombre sin conciencia, mortífero y de sangre fría, una prostituta del salón del pueblo que capta su atención y un camino de redención. Épica salvación de esta peli. Válida para pagar la boleta y verla en cine.
¿La conclusión sería entonces que de aquí en adelante afirme que todas las pelis son malas para que su experiencia sea mejor? Me avisan.
Nota personal: (Alerta de contenido revelador) El título de la peli traducido si es la gran cagada que mal que traten de hacer más atractiva la peli y de paso se tiren la peli misma. Muy en contra de esos títulos y de los cortos que prácticamente cuentan toda la historia.