En la universidad teníamos un grupo dedicado a la discusión del cine y la literatura. Pero no se hagan una idea errónea, más que intelectuales éramos una partida de borrachos que necesitábamos algún tipo de charla ligera que nos permitiera pasar el tiempo y consumir nuestras botellas. Aunque nuestras conversaciones de cine eran bastante fundamentadas, no pasaba lo mismo con nuestra literatura que era mayormente de comics o recuerdos de bachillerato. Sin embargo dos de nuestros compañeros estaban fascinados por la ciencia ficción que lograba de alguna forma filtrarse y combinarse con el cinema.
Que me acuerde, entre los autores que más discutían este par estaban Asimov, Arthur C. Clarke, Philip K. Dick, obviamente H. G. Wells, de pronto George Orwell, algo de Stephen King y definitivamente Ray Bradbury.
Este último es el autor de una novela muy interesante sobre la censura y la represión de la sociedad del futuro y es precisamente esa obra la que llevó al cine François Truffaut. Aquí es donde repruebo el examen, pues debo confesar que del director no había visto absolutamente una sóla peli y aunque el listado es grande estuvo muy bien para ser la primera.
Es rara. La narración es inusual, un tanto desarticulada si me lo permiten pero muy académica. Toda una clase de continuidad de planos secuencia que elaboran el discurso del director de una manera sencilla e inteligible. La forma en que la peli está desarrollada es muy particular de la época, entonces pudiéramos decir que Julie Christie u Oskar Werner se sobreactúan un poco pero es la naturaleza del gusto teatral del momento o que la vestimenta es un tanto insólita pero es la visión de Truffaut de lo que pudiera llegar a ser ese futuro incierto. Sin embargo la producción, los carros de los bomberos, el diseño del interior de los apartamentos, los policías, las locaciones y el monorriel de una u otra forma nos aterrizan en un futuro cercano incluso para nosotros (hoy día).
Truffaut desarrolló esta peli en Londres y fue nominada Julie Christie como mejor actriz en los BAFTA’s de ese año y también nominación a mejor dirección en La Biennale de Venezia. La peli al final no ganó nada pero dejó una gran marca en la historia del cine.
A mi me pareció divertida y fue una buena peli para encontrarme con el maestro 🙂