Casino Royale es un peli de James Bond de 2006. Una franquicia de Ian Fleming que ha pasado de protagonista en protagonista y de director a director. Esta vez el ejercicio es para Martin Campbell, un director con un no muy afortunado portafolio para mi gusto pero que con esta peli se reivindicó completamente conmigo.
La primera vez que la vi fue en cine y salí muy emocionado. Para mi la peli es espectacular desde los créditos de Johnnie Frankel trabajados para Rattling Stick, acompañados por Chris Cornell interpretando la canción especial para esta versión hasta Daniel Craig elegantemente vestido con un extravagante arma automática diciendo “Bond, James Bond”.
Pueden decir que Craig no es un verdadero Bond, que la peli no hace parte de la serie y que lo que se pierde es el espíritu del sofisticado espía inglés que enamora a sus mujeres con tan sólo el brillo de sus ojos. Yo soy fanático moderado de las pelis de Bond, puedo decir que de niño trajeron de nuevo, en algún ciclo de cine, Diamonds Are Forever protagonizado por Sean Connery y quedé embelezado por la historia. Un agente del MI6, que la mayoría del tiempo viste un smoking, está siempre muy bien peinado, sostiene un vodka martini y usa una serie de aparatejos y artilugios que lo ayudan a lo largo de la peli a atrapar a sus antagónicos.
Vi otras pelis de Connery, vi otras tantas de Roger Moore (que para mí siempre fue El Santo), nunca vi una peli de John Fiedler, Bob Simmons, David Nimen o George Lazenby, detesté las pelis de Timothy Dalton, volví a reencontrarme con el personaje con Pierce Brosnan quien aparentemente había nacido para este papel y, finalmente, Daniel Craig. Un actor que nos tenía acostumbrados a fuertes y poderosas actuaciones en el cine independiente, Road to Perdition de Sam Mendes en 2002, The Mother de Roger Michell en 2003, Enduring Love también de Roger Michell en 2004, Munich de Steven Spielberg, no tan independiente, en 2005, The Invasion de Oliver Hirschbiegel en 2007 y Flashbacks of a Fool de Baillie Walsh de 2008.
Fue exactamente eso lo que me atrajo de este nuevo capítulo de Bond, cómo lograrían aprovechar todo el potencial de este actor en una peli medianamente sobria y de corte aventurero.
Bueno la respuesta es impactante, la peli es el nacimiento de este personaje, un hombre seco, maduro, mayormente tosco, elegantemente vestido pero que prefiere un whisky a un martini esnobista. Frágil de carácter y permeable al amor. Un hombre que cuando pelea sangra, que cuando le duele un golpe llora, un hombre que es capaz de sufrir y, sin embargo, un hombre con un excelente sentido del humor. Varias veces sonreí con sus chistes, varias veces logré carcajearme con sus frases de cajón. Intenté pedir alguna vez en un bar de renombre aquí en Bogotá un Vesper Martini, un trago de tres porciones de Gordons, una porción de Kina Lillet (un vermouth blanco bastante exótico) y una rodaja de cáscara de limón; no lo pudieron armar porque no sabían que era el Kina Lillet, en ese entonces tampoco yo lo sabía pero ansío poder probarlo y poder saber a que sabe Eva Green en un trago quien interpretaba a Vesper Lynd la Chica Bond de este capítulo.
El amigo con el que fui esa vez a cine, me dijo que fue demasiado el tiempo que le dedicaron al romance del hombre, anoche me ví la peli en DVD y mientras fue el romance, bajé y me hice un té doble, pintado con leche y galletitas, al subir, ya había empezado la acción y si fue un poco más placentera, pero en ir y venir tan sólo me demoré tres minutos, tres minutos que le sobran a la peli no está mal.
Al lado de Craig hay un gran equipo actoral que se comportó a la altura, muy bien señor Campbell, excelente dirección. La bellísima Eva Green, el noble Giancarlo Giannini, la majestuosa Judi Dench, el carismático Jeffrey Wright y el fabuloso antagónico Mads Mikkelsen con sus lágrimas de sangre.
Es una peli entretenida de principio a fin, la secuencia en Praga al principio de los créditos es hermosa, luego la secuencia en Madagascar estrenando su nueva categoría como Agente Doble 0 es sencillamente increíble y todo Montenegro es James Bond al 100%.
Ojalá la franquicia hubiera seguido así de bien, pero Quantum of Solace dirigida por Marc Forster en 2008 es una pérdida de tiempo, no sé qué le habrá pasado a Forster un excelente director que nos ha provisto excelentes pelis. Lo gracioso es que volví con mi amigo a seguir la secuela y a él le encantó :-S
Nota personal. Los dejo con un afiche que me encontré recientemente de la versión de Peter Sellers