Por obvias razones Don Jon ha sido promocionada como el debut de Joseph Gordon-Levitt como director y como escritor de una pieza cinematográfica. Más que un golpecito en la espalda y un reconocimiento por haber logrado una pieza de buena calidad en el primer intento, Don Jon es una gran peli y permite entrever un gran futuro para el actor que puede armar una carrera diferente con este nuevo enfoque -más aún cuando en las últimas semanas nos enteramos que Warner Bros. acaba de confiarle nada más y nada menos que el comic de Sandman para que lo dirija y lo protagonice-.
Don Jon es la historia de un trabajador de bajo perfil de Nueva Jersey que está en plan de conquista todas las noches en Nueva York, con muy buena fortuna. De esta forma su historia es la de un mujeriego, que usa a las mujeres, las desprecia, las despacha y continúa aconsejando a sus seguidores en narración constantemente durante toda la peli; el giro en el planteamiento es que a pesar de su éxito con las mujeres y el constante sexo que mantiene con ellas -en gran diversidad y en gran cantidad- su satisfacción sólo es alcanzada con el alto nivel de pornografía que consume diariamente; todo su universo entra en crisis cuando conoce a Barbara, quien le pide que avance en su carrera profesional tomando clases nocturnas, se ejerciten juntos, siga siendo muy considerado y, tácitamente, le pide que sólo tenga ojos para ella después de su primera relación sexual, lo cual él cumple pero no a cabalidad como ella quisiera; cuando en un intento de continuar su vida alterna de sexo real y pornografía es descubierto por Barbara, él niega su condición y dice que nunca más va a volver a hacerlo. Lo cual es falso. Cuando recae en la pornografía y es nuevamente descubierto evidencia una adicción que le ayuda a entenderse, a entenderla pero sobre todo a entender mejor la relación amorosa con otras mujeres.
Don Jon es una comedia romántica independiente, con esto lo que se afirma es que no es una historia romanticona entre dos personas que están destinadas a quererse sino que por el contrario surge algo de drama y no necesariamente hay un final feliz de los que estamos acostumbrados en Hollywood; ejemplos de estas historias y sus conmovedores relatos los hemos tenido a la mano con Safety Not Guaranteed, Seeking a Friend for the End of the World o Celeste & Jesse Forever.
Don Jon no sólo es divertida, entretenida y audaz. Definiendo las labores de Joseph Gordon-Levitt en la pieza tiene varios puntos en consideración; el mismo Gordon-Levitt desarrolla un personaje honesto, con un perfil claro y un desempeño impecable a nivel de vestuario, maquillaje y tono de voz; su compañera de aventura es Scarlett Johansson que al igual que el protagonista describe un tipo de personas que nos parecen de ficción cuando alguna vez ojeamos «realities» como Jersey Shore pero que existen y a veces es muy complicado retratarlos sin que se vean como caricaturas y este no fue el caso; en general, todo el resto de su reparto (Julianne Moore, Tony Danza, Glenne Headly, Brie Larson) no se excede en sobreactuaciones -de pronto se explota un poco de más el tema del estereotipo de Nueva Jersey– pero es consistente y se encuentra armonía en cada uno de los personajes-. Esto quiere decir, que Gordon-Levitt no se limitó solamente a estar detrás de cámaras definiendo las escenas que quería sino que cumplió una labor titánica de dirigir a sus actores en el punto que él los quiso y fue capaz -que es uno de los logros más grandes- de mantenerlos en sincronía sin que ninguno se adelante o se aparte; la historia es interesante y cómo rompe la cuarta pared en la narración es punto innovador, para dejar de ser un narrador protagonista en primera persona y ser simplemente un testigo que ha asistido al desarrollo de los hechos pero que ya no es consciente de su destino sino que crece a medida que avanza; este tipo de figuras pueden ser tomadas como «choco-locuras» del hombre encargado de su pieza para hacerse lucir pero en esta peli se llega a este punto mediante una evolución programada y, de nuevo, armónica.
Cerrando el tema de la producción, la fotografía y la iluminación de la cinta son cuidadosas, atractivas y muy bien logradas, el responsable Thomas Kloss; siendo el montaje lo más atractivo y lo que nos deja más boquiabiertos dentro de la pieza porque nos permite observar tranquilamente las actuaciones, la fotografía y el resto de la producción, un gran trabajo sin duda de Lauren Zuckerman, es muy grato encontrar a un gran conocido como lo es Nathan Johnson; Johnson ha trabajado casi que invariablemente y como sello de todas las pelis de su hermano Rian Johnson (Brick, The Brothers Bloom y recientemente Looper); es interesante que con el genio influenciador de este compositor, la música permanece excelentemente al margen, acompañando pero no sobrecogiendo demasiado.
Gordon-Levitt ha recibido un par de elogios de círculos independientes de la industria, y a pesar de haber concursado oficialmente en Sundance sin mayores reconocimientos, su gran esperanza se encuentra en los Spirit donde está nominado como mejor primer guión. Un reconocimiento que sin duda lo pondría muy alto en este nuevo punto de su carrera.