Biopic, Epochal, Exploitation, Folk, Hollywood, Internet, Jay Roach, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Politicae, Vacacion

Bombshell

Al igual que Adam McKay (Vice, The Big Short), me encanta que Jay Roach ha venido desarollando ese lado aún más oscuro en lo sarcástico de su comedia y que tiene algo más que decir sobre el estado político de Estados Unidos. En ambos directores, además, se elige una serie de actores tan espectaculares que su imitación de los personajes principales es tan absurdamente buena que terminan siendo aclamados por sus desempeños.

Por ejemplo, Lyndon B. Johnson en All the Way caracterizado por Bryan Cranston -casi tan fielmente que nos preguntamos a veces si esas imágenes no eran de archivo-, Sarah Palin y John McCain en Game Change caracterizados por Julianne Moore y Ed Harris, respectivamente -e igual, fueron tan impresionantes las personificaciones que hasta se hicieron muy controvertidas-, y tal vez la excepción con Jay Roach y sus personajes fue Recount con todo el fenómeno de reconteo en las elecciones presidenciales para el periodo 2000-2004 donde se hizo más desarrollo de personajes por parte de los actores que una personificación per sé de sus apariencias. Con McKay, en la misma dirección pero a otro precio, el realizador tenía un largo, largo, trayecto de dirección de piezas cómicas, series y largometrajes, me atrevo a decir que por el excelente e innovador trabajo de las pelis de Jay Roach entró en un campo donde la sátira es más interesante que el sarcasmo; así la personificación de todo el reparto de The Big Short fue impresionante pero al mismo «nivel Jay-Roach» Dick Cheney en Vice caracterizado por Christian Bale dió frutos en la velada de Los Oscar -el trabajo de Amy Adams como Lynne Cheney, Steve Carrell como Donald Rumsfield o incluso la apuesta de Sam Rockwell como George W. Bush fueron de una calidad elevadísima logrando el año pasado sólo para lo que estamos tratando tres nominaciones y un Oscar a mejor maquillaje, además de ser considerada para mejor peli, director, guión y montaje-.

Lo de este año con Bombshell de Jay Roach es atrevido. Una trama dentro de la caída más dura del ala conservadora de las noticias, en pleno ascenso de Donald Trump, cuando por conducta inapropiada y acoso sexual sistemático es acusado Roger Ailes, director ejecutivo de Fox News. Un trabajo alusinante que empieza con una presentadora de noticias; por sus rasgos y las líneas de diálogo entendemos que es Megyn Kelly pero quién diablos podría descifrar que es Charlize Theron (yo la verdad me demoré una media hora y seguía incrédulo casi hasta la mitad de la peli que salió en un ambiente más familiar, sin imágenes de archivo de contexto, con la defensa más baja y “sin maquillaje” -yo no si sea capaz de ganarle a Renée Zellweger, favorita este año como mejor actriz, pero aquí nadie puede negar su gran desempeño-). El resto de las personificaciones son igualmente impresionantes. Al lado de Theron, Nicole Kidman como Gretchen Carlson, el fabuloso John Lithgow como Roger Ailes y todos y cada uno de los personajes de Allison Janney, Malcom McDowell, Connie Britton que respaldaron con creces el trabajo de sus líderes de estudio.

Me causa inquietud que así me haya visto la mayoría de piezas de Roach y McKay no haya hecho del todo sus reseñas. Creo que no termina de convencerme el formato o el regusto o la intención así alabe su hazaña. Bombshell no es diferente y a su vez deja mucho que desear. ¿Jay Roach es el informante positivista que la realidad de Estados Unidos necesita? ¿No es mejor un historiador capacitado para esta labor? Es decir, ¿No le hace más daño al hecho real que lo que se retrata sea realizado por un director argumentativo y no por un documentalista? ¿Hay algo más que rescatar que el escándalo y las buenas actuaciones? Sinceramente, entre mejor logra el retrato más se pierde el contexto y si no es por el trabajo ya resaltado de sus capitanes de actuación personalmente creo que la verdad sería mejor una serie documental en Netflix y ya. De esta forma sin lugar a dudas, caracterizaría esta pieza como de explotación y melodrama.

Sin embargo, esta trama tiene algo diferente que me logra sacar de este abismo de pesimismo por la pieza. Si uno libera de esta obra el trabajo de Theron, de Kidman y de Lithgow la esencia no es otra que Margot Robbie interpretando a Kayla Pospisil. Una chica inocente, ingenua, llena de ilusiones y ambiciosa como todas las chicas que llegaron a un punto donde el paso obligatorio era el segundo piso, la oficina de Ailes. Tal vez, este ligero ardid, esta pequeña figura literaria de Charles Randolph armando un personaje común, una heroína de mil caras -interpretada desde las entrañas por Robbie– no sólo convalida todas sus nominaciones sino que podría salvar este cartón que es Bombshell.

El siguiente trabajo de McKay es sobre Elizabeth Holmes de Theranos a quien conocemos por el excelente documental de Alex Gibney para HBO, The Inventor, y ya veo montada en ese potro a Jennifer Lawrence pero podría también estar cayendo en la misma red del retrato naturalista que al final sólo sirve para documentar el folklore de una época y no más.

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Biopic, Drama, Epic, Epochal, Folk, Hollywood, Internet, Miguel Vaca, Movie, Storytelling, Thriller, Vacacion

First Man

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Una historia sobre el Apollo XI, en Hollywood, generalmente nos lleva a los datos técnicos, a la tensión de los errores, a la audacia de los astronautas para lograr su objetivo, a la fortaleza de sus personalidades para lograr la última meta. First Man cuenta lo mismo, y sin embargo, es una historia de amor.

¿Se acuerdan de esa peli con Charlize Theron y Johnny Depp? ¿Esa en la que el foco de la historia era la esposa sintiendo que su esposo era un alienígena? Bueno, lo impresionante del enfoque de Damien Chazelle para esta First Man es que Ryan Gosling, encarnando a Neil Amstrong -y repitiendo con Chazelle-, es un aliénigena en La Tierra. Tantos y tantos errores de la misión Gemini, pasando por los errores de la Apollo, no son en vano en esta historia. Cada desacierto fue un muerto, cada falta fue una mortandad, para que al final, el espectador pueda sumar 2 + 2 y pueda entender que cada misión fue una masacre, en pro de lograr una carrera para vencer al escarpado comunismo soviético que había ganado con creces cada uno de sus retos. Pero más importante, que Amstrong es el sobreviviente a cada una de estas misiones, sobreviviente a toda esta matanza -literalmente vemos una fila de actores reconocidos despidiéndose en cámara para darle paso al siguiente suicida-.

No es fácil entender la muerte como un paso hacia algo sencillo y designado. Incluso para un científico o un ingeniero, cuando las personas se esfuman como cerillas de fósforo, no es sencillo explicar porqué se sobrevive a cada prueba en la odisea. Amstrong es un mortal cualquiera. Ni siquiera es Ulises y ni siquiera es una persona -demasiado- sensible a los temas espirituales y mundanos pero el hecho de ver morir colegas como figuritas de un juego de mesa cambia la perspectiva del más racional.

First Man no relata la trama del primer hombre en tocar la faz de La Luna. First Man es la historia de la mujer que lo soporta. De sus hijos que no entienden qué pasa con su padre fantasmagórico, que haciendo presencia, no está. De los muertos que le dan un consejo pero se van, que le brindan un gramo de vitalidad y se esfuman. First Man no se trata del primer hombre en dar un paso en La Luna, se trata del primer hombre que sobrevivió a todas las equivocaciones previas de NASA y que su destino era ir y volver del mundo de los dioses, ese espacio negado para los mortales en su carcel de aire y gravedad. Neil Amstrong es un semidiós a la altura de Heracles o Perseo o Prometeo. No mató a la Hydra, no robó el fuego, ni redujo el Kraken a piedra pero si dió un paso en ese satélite que vemos todas las noches en nuestros horizontes y lejos de llevarse por el inmenso momento de su gran hazaña, logra con humildad describir su corazón. Un corazón que anhelaba librarse de las ataduras de su destino y volver a ser un mortal, después de honrar a sus héroes -sus colegas- para ser un esposo y ser un padre. Nada deseaba más.

La historia del cine casi que empieza con Georges Méliès con su Voyage dans la Lune (1902); al mismo tiempo, el hombre en La Tierra, como lo afina Gosling en una de sus líneas, aprendía a volar; ese mismo hombre que era condenado por sus errores y por sobrevivirlos se daba cuenta que en ese salto de despegarse del suelo y tratar de llegar a La Luna sólo habian pasado 60 años. Chazelle da un giro enriquecedor a la épica, nos aleja de Hollywood y su Apollo XIII, y nos adentra a una nueva mitología haciendo honor al semidiós y volviendo a la sensibilidad fantástica de 2001: A Space Odyssey, de la atrocidad que es estar en el espacio exterior para sobrevivir a ella.

Ryan Gosling… Meh!
Damien Chazelle, armonioso.
Las nominaciones de La Academia, bien. Pero creo que se les escapó mejor actriz de reparto, dirección y guión.

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Auteur, Drama, Folk, Indie, Jason Reitman, Miguel Vaca, Movie

Young Adult

Los distribuidores en Colombia nos venían consintiendo con las pelis de Jason Reitman. Aunque no nos trajeron Thank You for Smoking su primera gran pieza como escritor-director, si habían proyectado Juno y Up in the Air. Young Adult abrió taquillas a principios de diciembre del año pasado para como es acostumbrado por el director poder participar en Toronto, los Globo de Oro, los Spirit y los Oscar. Al final pasó sin pena ni gloria y la peli no vió reconocimientos, ni siquiera demasiadas nominaciones.

Young Adult, contrario a casi todas sus predecesoras, no fue escrita por él sino por Diablo Cody, quien ya había experimentado esa fórmula con Reitman en Juno. Cody es una joven entusiasta, arriesgada y que tiene una visión muy fresca del mundo. Con Juno (Ellen Page) abordó la perspectiva de una quinceañera, muy sólida intelectualmente pero muy frágil como individuo que al final toma las decisiones correctas cuando queda embarazada sin planeación por su amigovio (Michael Cera); en Young Adult nos introduce profundamente en la mente de Mavis Gary interpretada por Charlize Theron, una mujer que huye de su pueblo para triunfar en la gran ciudad y apesar de lograr bienestar y fortuna, su gran carga es la soledad. Se dedica a escribir novelas del género Young Adult que son básicamente novelas románticas para un género joven, entre los veintidós y los veintiséis años aproximadamente, en donde Gary ha logrado un nicho estable como escritora fantasma, gracias a su afinado sentido para las jergas y el estilo de vida de estas personas que constantemente anda investigando.

El giro se da cuando le es anunciado por correo que su novio de bachillerato (Patrick Wilson) acaba de ser padre y en un impulso juvenil e inmaduro retorna al pueblo, con la disculpa de un asunto de finca raíz, para reconquistarlo y hacerlo suyo. De ahí en adelante su consumo desmesurado de alcohol, su perspectiva mercantilista de la vida, la mezquindad de sus acciones y la falencia para entablar relaciones con otras personas resulta en una cadena de escenas incomodas, dejando una sensación extraña en el espectador que siente pena ajena por su protagonista, por su heroína, hasta el punto de hacerla despreciable y odiosa.

Definitivamente, no es la mejor peli de Reitman aunque la narrativa es muy buena y los personajes impecablemente desarrollados tanto por la Theron como por Patton Oswalt hacen la historia muy entretenida. Theron es arriesgada y claramente no se está dejando encasillar, esta Young Adult y su papel antagónico en Blanca Nieves deja ver sus deseos su segundo Oscar.

Me gusta la crítica que afirma que es una venganza pasiva a las reinas de colegio pretenciosas, mezquinas, petulantes, presumidas que ven en el mundo real su mejor castigo. Yo pienso que esta peli está bien pero toca pasarle la hoja, en este momento se me escapa la estética de los créditos de la peli que han sido pilar indiscutible de su estilo y gran atractivo para sus fanáticos pero pues eso también habla también de su deficiencia mnemotécnica. Reitman ya prepara Labor Day con Tobey Maguire, Kate Winslet, Josh Brolin y esta vez vuelve también como escritor.

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Snow White and The Huntsman

Snow White and The Huntsman es otra de esas pelis que uno espera sea un desastre y resulta en una muy buena versión del cuento que alguna vez escuchamos de los Hermanos Grimm. Debo reconocer que no he visto nada de las series de TV Grimm o Once Upon a Time pero seguramente -y alguien me corregirá- esta cinta tiene mucho que ver con su éxito y su popularidad.

Snow White and The Huntsman me la vi el fin de semana pasado en su idioma original, en una función muy tarde en la noche. La verdad no concibo cómo pueden clasificar la pieza como para mayores de siete años, está claro que los encargados de esa responsabilidad no tienen dos dedos de frente o simplemente asumen que esta nueva historia ‘tiene que’ ser para niños. ¡Craso error!

Snow White and The Huntsman está basada en un cuento alemán llamado Schneewittchen und die sieben Zwerge (Blanca Nieves y los Siete Enanos) que Walt Disney volvió Snow White and the Seven Dwarfs en 1937. Esta es la historia de una malvada madrastra que busca ser la más bella del reino y al ver amenazada su belleza por Blanca Nieves busca la forma de deshacerse de ella, primero cazándola en el bosque, luego envenenándola con una manzana. Dicen que en la historia original, la reina malvada era en realidad la madre de Blanca Nieves y se contaba para crear terror en los niños y que respetaran a sus padres. La variación se estaba volviendo tan escabrosa que la tradición popular optó por cambiar el personaje a la nueva esposa del rey.

Varias cosas me sorprendieron y quisiera compararlas directa y posteriormente con Mirror Mirror dirigida por el indio Tarsem Singh ya que fueron sacadas al mismo tiempo y Singh se caracteriza por una estética muy particular que aprecio mucho. Snow White and The Huntsman es una versión gótica del cuento dirigida por Rupert Sanders como su ópera prima. Se destaca la belleza de la interpretación literal del cuento de Disney y por lo tanto las referencias son graciosas y entretenidas. Nunca esperé ver a Ian McShane, Bob Hoskins, Ray Winstone, Eddie Marsan, Toby Jones y Nick Frost como enanos. Nunca preví un bosque tan tenebroso y oscuro como el de los árboles y las esporas alucinantes.

Sin duda el mayor descalabro es Kristen Stewart, una niña que es la mejor pagada de Hollywood pero que sin duda no tiene idea de actuar o de desarrollar un papel. Sus evoluciones de triste a asustada, de asustada a frustrada, de frustrada a paranoica, de paranoica a conmovida y de conmovida a enamorada son nulas. Para derramar una lágrima el editor tuvo que usar corte de planos porque no se conecta con su personaje y seguramente tuvieron que aplicársela de manera artificial. Por su parte, quien pensé iba a ser un tronco era Chris Hemsworth pero hizo un gran esfuerzo y tuvo una actuación decente diferente al dios nórdico tan en voga en estos días -o por lo menos no se siente tal cual-.

El regalo más grande que esta pieza nos puede dejar viene en dos partes; obviamente la suficiencia para desarrollar un papel antagónico a la perfección por parte de la bellísima Charlize Theron y por el otro la majestuosidad brindada por Amy Byrne en su maquillaje, Colleen Atwood en su vestuario y Dominic Watkins en todo el diseño de producción. Gracias a todos ellos el resultado es la más exquisita y a la vez malvada Reina Madrastra de Blanca Nieves hasta ahora jamás mostrada -por eso quiero compararla con el papel de Julia Roberts en la versión de Singh-. Snow White and The Huntsman es rica en sugestiones e imágenes desarrolladas a partir de Snow White and the Seven Dwarfs de Walt Disney. Una visión que le pedimos a gritos a Red Riding Hood pero que nunca llegó.

Pueda ser que no sea la historia más consistente, puede ser que la Stewart no sea la más apropiada e idónea, puede ser un gran descalabro dejar la historia abierta para una supuesta segunda parte pero esta peli vale la pena verla en cine, ser testigos de la grandeza de James Newton Howard cuando está realmente inspirado (en proyectos que no son de Cronenberg) y en el idioma original.

Nota personal: Armo un pequeño paréntesis para acotarle al amigo César Trujillo, que así como su hijo fue por primera vez a cine este fin de semana a ver Ice Age 4, mi primera peli fue Walt Disney’s Snow White and the Seven Dwarfs, mi segunda Bambi y mi tercera Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb.

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3D, Action, Adventure, Auteur, Brit, Epic, Epochal, Exploitation, Miguel Vaca, Movie, Ridley Scott, Sci-Fi, Storytelling, Suspense, Thriller, Vacacion, World

Prometheus

Antes de ver esta peli recomiendo 100% ver con anterioridad todo el material colateral que se creó alrededor de ella como expectativa e incluso una incursión, si es posible incluso, a Alien. Son ilustraciones que resuelven ciertos rincones del universo de Prometheus que no se tocan en la peli misma.

Peter Weyland TED 2023 Talk

Happy Birthday David

Tampoco hay que preocuparse por el material revelador (spoilers) de algunas críticas o reseñas: Scott no da una respuesta directa a ninguna de nuestras cuestiones simplemente crea este nuevo universo independiente y anterior a toda la saga para unirlas todas maravillosamente como ninguna otra precuela lo ha hecho con sus respectivas franquicias.

En mi humilde opinión Prometheus está más encaminada en generar dudas y es tan buena haciéndolo que aunque existen vínculos claros entre la franquicia original (Aliens) y esta cinta, como The Weyland Corporation, los alienígenas parasitarios e incluso «los ingenieros» y su tecnología, es un gran error tratar de unir Alien y Prometheus. Mientras este último filme de Ridley Scott plantea la gran inquietud de biólogos, teólogos y hasta ufólogos sobre el origen de la vida en La Tierra, Alien es una apología a la supervivencia y la problemática socio-política del enclaustramiento.

Había pensado que el tema del creacionismo sugerido por Scott era una fatalidad dentro de la historia –cómo se le ocurre a este gran director echar para atrás años y años de conocimiento «darwiniano», somos el biólogo cuestionando la tesis de Shaw-Holloway al principio de la sesión informativa- pero a medida que avanza la historia, surgen las mismas dudas y no queda resuelto si es un dios, un aliénigena o la evolución natural de nuestro planeta lo que generó la chispa de vida terrestre. Es decir, quedamos en las mismas, lo cual hasta cierto punto es bueno.

Para finalizar el tema de la trama, Prometheus nos inquieta, desde los mismos corto-avances de la cinta, con quiénes son estos ingenieros, porqué nos acompañaron durante tanto tiempo, porqué nos odian tanto y qué es ese planeta del cuál recibimos sus coordenadas. Sin resolver esto, Scott claramente abre una brecha para una secuela o una serie de ellas y lo más interesante no es siquiera una segunda parte hacia los destinos de esta historia misma, por primera vez en la historia del cine -creo- podría afirmarse que la dirección indicada para una precuela es una precuela de la precuela y que siguieramos avanzando hacia atrás resolviendo The Weyland Corporation, los androides, las investigaciones de Shaw-Holloway, los sumerios, los babilonios, los egipcios y volver de nuevo a los ingenieros. ¿Cuál camino tomará finalmente la franquicia? ¿Scott seguiría al frente? No lo sabemos pero definitivamente es un proyecto increíble.

¿Es Shaw/Noomi Rapace, una figura femenina tan poderosa como para compararla con Ripley/Sigourney Weaver? Definitivamente. La actuación de la sueca es desgarradora, retadora, emotiva y sin duda heroica, grandes cualidades que Scott supo resolver a través del guión de Jon Spaihts y la megaestrella Damon Lindelof -figura del equipo de J.J. Abrams en proyectos como Lost y Star Trek.

Pero a nivel de reparto por encima de Logan Marshall-Green, Sean Harris, Idris Elba, Guy Pierce o las mismas Charlize Theron y Noomi Rapace, está de nuevo Michael Fassbender deslumbrándonos. Parece imposible que se pueda superar su desempeño como Bobby Sands en Hunger, Connor en Fish Tank, Brandon en Shame o camuflarse más que el Teniente Archie Hicox en Los Basterdos, Burke en Jonah Hex o Magneto en First Class. Pero ahí esta este germano-irlandés con una actuación impresionante de un androide, un poco amanerado, sicótico, con un lado tan ocuro como un nazi y aún con una fascinación fanática por Lawrence of Arabia. Una locura de personaje en la cual se basa toda la intriga de Prometheus y que nos recuerda a sus previos-posteriores Ian Holm y Lance Henriksen, grandes androides de la saga. No me extrañaría en absoluto una nominación a los Oscar después de su forzada ausencia este año.

Hubiera sido muy divertido haber visto esta peli en IMAX pero al parecer estamos muy de malas con la distribución de este formato en Colombia. Lo hice en 3D y fue maravilloso (recuerden el truco de comprar al centro muy adelante). La espléndida fotografía de Dariusz Wolski es majestuosa en planos generales o intrigantes y oscuros en recintos cerrados. Su acercamiento a la fotografía de Alien es muy cercana obviamente ayudado por un excelente trabajo del diseño de producción de Arthur Max que permite admirar a Prometheus como una verdadera y creíble historia cronológicamente anterior -una de las quejas más profunda que tengo sobre los primeros episodios de Star Wars-. Me hubiera gustado eso sí que Wolski no hubiera sido tan tímido con sus primeros planos, Scott en sus filmes tempranos, como Alien o Blade Runner, abusa deliciosamente de ellos y casi le dan su rúbrica tan particular a nivel de estética.

Prometheus es una gran peli. Discutirla con fanáticos ha sido tal vez lo más interesante de ella y sus vacíos pueden ser lo más valioso dentro de la franquicia.

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Action, Adventure, Drama, Epic, Epochal, Hollywood, John Hillcoat, Miguel Vaca, Movie, Sci-Fi, Storytelling, Suspense, Thriller, Vacacion

The Road

John Hillcoat, un director relativamente nuevo en Hollywood nos trae una hermosa peli muy triste y densa. Con Charlize Theron y un cada vez más grande Viggo Mortensen. No me gustó mucho la actuación Kodi Smit-McPhee pues se pasó de lastimera y creo que era el único distractor dentro de la narración sin embargo rápidamente era eclipsado por diferentes eventos dentro de la peli como las fugaces actuaciones de Robert Duvall y Guy Pearce, la fotografía muy saturada en el presente y muy opaca en tonos verdosos y grisáseos del futuro oscuro y apocalíptico, las cámaras de Javier Aguirresarobe o la producción de diseño de Chris Kennedy.

Si no es por el afiche no caigo en la cuenta, la musicalización estuvo a cargo del grandioso Nick Cave y Warren Ellis y le aportó esa sensación gutural, entrañable, gástrica a la historia. Un piano como protagonista en sinfonía con una serie de silencios eternos, muy incómodos en algunos momentos, muy inquietantes en otros.

La peli está basada en la novela de Cormac McCarthy y es difícil clasificarla entre una de ciencia ficción o «road-movie» me inclino más por la primera, pues es muy obvio que sea una historia de aprendizaje y maduración en el camino. Tiene un buen ritmo, es sencilla y directa, con una única objeción y es que nos siguen llegando las pelis tarde, esta es del 2009, pero bueno por lo menos nos siguen llegando. Lleva mucho tiempo en cartelera, en realidad, me sorprendió haberla encontrado este finde y pues aprovechando el puente me embarqué en esta historia.

Buena recomendación si aún la quieren ver, la verdad la sala estaba llena entonces creo que puede aguantar una semana más y si les gustan las de ciencia ficción sin necesariamente haber robots o naves espaciales puede ser una gran apuesta.

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Auteur, Coral, Drama, Epochal, Folk, Guillermo Arriaga, Hollywood, Indie, Latin, Miguel Vaca, Movie, Romance, Storytelling, Suspense, Thriller, Vacacion

The Burning Plain

No se si ustedes estén cansados de las pelis con mosaicos argumentales, esos que tienen líneas de desarrollo paralelas donde en algún momento de la peli todo confluye y se resuelven todas las dudas, todos los acertijos, todas las apuestas. Gracias a mi prima supe que se llamaban películas corales y entre ellas podemos encontrar Short Cuts de Robert Altman, Happiness de Todd Solondz, Magnolia de Paul Thomas Anderson, Requiem for a Dream de Darren Aronofsky, más recientemente Amores Perros, 21 Grams, y Babel de Alejandro González Iñárritu o Crash de Paul Haggis y pues el uso de la herramienta estuvo bien.

The Burning Plain es una peli escrita y dirigida por Guillermo Arriaga que es el mismo autor y guionista de Amores Perros, 21 Grams, y Babel y obviamente el recurso de la narrativa coral está presente. Repito, no se si llegue a cansar pero independiente de la narrativa, de esta peli hay que decir que, es una historia oscura, con personajes densos, muy auténticos que nos dejan la sensación de un argumento muy bien estructurado y sobretodo una peli muy bonita.

Tal vez el único detalle que le reclamo a la peli es que en esa estética de mosaico uno empieza a echar globos tratando de descifrar la peli y al intuir la trama, el final se vuelve un tanto predecible.

Dos grandes actrices ganadoras del Oscar lideran el reparto de esta peli; por un lado, Charlize Theron protagonista de la historia macro, nos muestra una mujer descarnada, desilusionada, sin brillo en sus ojos contrastando una doble vida donde administra un restaurante exitoso, donde es muy amable, servicial, diligente, inteligente comensal y muy sexy; la otra actriz es Kim Basinger que si bien el personaje de Theron es la protagonista, el de Basinger es el rifle de Babel. Las dos actuaciones son impecables así como el del resto del reparto John Corbett, José María Yazpik, Robin Tunney, J.D. Pardo, Rachel Ticotin y Jennifer Lawrence.

Me sorprendió mucho Corbett que nos tiene acostumbrados a comedias romanticas de la mano de Nia Vardalos o Sarah Jessica Parker, en esta peli no tiene un protagónico pero de una manera sobria y delicada cumple su papel. Muy buena dirección de actores por parte de Arriaga.

Como si esto fuera poco para el primer largometraje de Arriaga, la producción la completan los siguientes pesos pesados: Hans Zimmer y Omar Rodriguez-Lopez en la música, Robert Elswit en las cámaras, Craig Wood en el montaje y en el casting Debra Zane.

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