Roger Ebert fallece a la edad de 70 años después de una segunda recaída en su pelea contra el cáncer de tiroides que empezó una década atrás. Bastante maltrecho pero nunca abatido, Ebert continuó reseñando pelis en su famosa columna del Chicago Sun-Times hasta apenas sólo dos días donde se disculpó porque se sentía muy cansado.
Ebert es referencia de análisis para miles de cinéfilos gracias a la replicación de su columna en varios de periódicos, la digitalización de la misma y la penetración de las redes sociales donde alcanzó cien mil seguidores sólo en Facebook y más de ochocientos mil en Twitter. Todo gracias a su voraz apetito por el cine.
Su apoyo al cine independiente fue impresionante y hoy varios sectores de esta industria lamentan su triste partida entre otros el mismísimo Sundance Kid que lo refiere como su gran soporte en el festival.
Despedimos al maestro y abrazamos su legado.
Paz en su tumba.