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James Gandolfini (1961 – 2013)

gandolfini

El actor neoyorquino por excelencia (Nueva Jersey para ser más exactos), James Gandolfini murió ayer después de sufrir un fuerte ataque al corazón a sus 51 años de edad, en la ciudad de Roma. Siendo un hombre joven y corpulento que parecía disfrutar de los cigarros y el whisky su muerte es prematura y nos aqueja una fuerte pena.

Recordado, y ahora inmortalizado, como el jefe de la familia Soprano, Gandolfini parece haber definido al gángster en casi todas sus últimas producciones. Su papel más simpático -obviamente después de Tony Soprano– es el de Winston en The Mexican; varias de sus líneas en esa peli las utilizo a diario como filosofía personal. Pero decir que se dedicó al estereotipo del gángster es una gran falacia. Si, su voz es característica, su acento italiano es más que inconfundible pero su trabajo con los Coen en The Man Who Wasn’t There, The Last Castle con Robert Redford, Where the Wild Things Are de Spike Jonze, Welcome to the Rileys o Cinema Verité desmienten la premisa.

En el blog no hablamos mucho de él pero en estos últimos años destacamos su desempeño en True Romance, Killing Them Softly, entre otras. De su representación como Tony Soprano logró tres Emmys, dos premios del Gremio de Actores, tres TCA’s (Television Critics Association) y sólo un Globo de Oro.

Nunca fue nominado al Oscar, los BAFTA’s o Cannes y sin embargo sentimos que otro de los grandes se va y lo vamos a extrañar profundamente 😥

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Cinema Verite

Al parecer cuando los europeos toman una actitud de oposición en contra de Hollywood, no sólo se hacen escuchar sino que de hecho muchos resultados de esas posturas generan movimientos y vanguardias importantes. No puedo ser tan fatalista con nuestro medio, pero si siento que nuestro modelo a seguir ha sido Estados Unidos, en sus buenas y sus malas apreciaciones, y pues nos ha dejado rezagados de las propuestas que somos muy capaces de hacer.

Hago esta pequeña introducción por una razón especial, demostrar que el título de esta peli de HBO tiene en su esencia la contradicción más profunda posible. Ya lo habíamos hablado en unos comentarios hechos sobre la peli, Karen llora en un bus, el Cinema Verité fue una tendencia europea en contraposición a la forma de hacer cine «hollywoodense» que apropiándose de las técnicas documentalistas trata de contar historias reales, alejadas de los dogmas de la industria para que aparezcan en la cinta elementos y/o personajes no necesariamente con una relación directa en la narrativa, como casualidades que enriquecen el discurso. Barthes en una entrevista para los Cahiers du Cinéma decía que mientras la narrativa argumental es divertida y se basa en la comprensión directa de las partes de una pieza cinematográfica, esto la hacía de derecha con una intención clara de seducción del espectador, por su lado el Cinema Verité es de izquierda y busca trasponer realidades a conceptos y contar verdades que seguramente chocarán con el espectador.

Así, esta peli de Shari Springer Berman y Robert Pulcini, en un arranque de creatividad, es llamada con el nombre de un producto que aunque refleje una realidad chocante lejos está de ser el cine de izquierda al que se refiere Barthes, una contradicción sustancial.

Igual, la pieza tiene un título errado pero no es mala, al contrario, desde la ambientación y el diseño de producción hasta las actuaciones de Diane Lane, Tim Robbins y James Gandolfini la historia es encantadora y súper entretenida. El nacimiento de los Reality Shows en manos de un productor que lo llevó hasta sus últimas consecuencias y acabó con su carrera completamente, al exponer en los 70’s una familia conservadora californiana con sus pros y sus contras pero sobretodo, seduciéndolos ingenuamente hacia el juicio público del televidente norteamericano. Lo que debió ser un estudio interesante sociológico, en manos de los más arraigados cristianos, en una de las sociedades más conservadoras del mundo, se convirtió en una cacería de brujas y un hecho casi blasfémico.

La están pasando por HBO y vale mucho la pena.

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