Debo afirmar que fue un buen truco de la franquicia de Harry Potter, lanzar el final en dos partes. No porque fuera necesario, cualquier otro capítulo de la saga hubiera podido ser partido en dos sin problema, material en los libros es lo que hay. Lo digo porque nosotros los aficionados a ella, hubiéramos podido quedar demasiado abrumados con un final en diciembre del año pasado, ahora tenemos dos finales y aunque la ansiedad se acumuló por lo menos nos queda el consuelo que el desenlace no fue frío y calculador (o por lo menos así pensaría yo).
David Yates repite su cuarta parte y vió crecer a estos niños como nadie más. Es el mejor conocedor de la historia y quién mejor que él para resolverla. Les traigo un corto avance que me encontré donde se siente la melancolía del final, la grandeza de la franquicia y el resumen de uno de los eventos cinematográficos más grande que pudo reunir a tantas y tan buenas estrellas de la industria británica.
Daniel Radcliffe (Harry Potter)
Emma Watson (Hermione Granger)
Rupert Grint (Ron Weasley)
Ralph Fiennes (Lord Voldemort)
Michael Gambon (Professor Albus Dumbledore)
Alan Rickman (Professor Severus Snape)
Evanna Lynch (Luna Lovegood)
Domhnall Gleeson (Bill Weasley)
Clémence Poésy (Fleur Delacour)
Warwick Davis (Professor Filius Flitwick)
John Hurt (Ollivander)
Helena Bonham Carter (Bellatrix Lestrange)