Uno de mis autores favoritos es Charles Bukowski por su forma de encarar problemas sociales, por sus personajes malditos, por su falta de optimismo pero también por su decadente formar de encontrar lo hermoso en las relaciones sencillas y un trago de alcohol.
Cuando vi los primeros cortos de esta peli en 2005, en la página de Apple me pareció interesante el tema de desarrollar un personaje inspirado en la vida de Bukowski, Matt Dillon lo interpretaría y una de las súper estrellas del cine independiente, Lili Taylor, lo acompañaría entonces pensé que de pronto podría ser una excelente peli para revisar en estos días que tengo acceso a esos archivos del pasado. Factotum es un claro ejemplo de cómo la puede embarrar Hollywood asumiendo el cine independiente como parte de su industria.
Bent Hamer es un director noruego éxitoso y su portafolio tiene muchos premios y nominaciones en muchos festivales importantes del mundo, Matt Dillon pudo haberse esforzado mucho en su papel de borrachín en la dura Los Angeles y Lili Taylor cumplió su labor histriónica a cabalidad pero el proyecto es un fiasco. Primero, porque el guión no es muy bueno, segundo, porque por mucho esfuerzo que haya tenido Dillon, lo bien educado y elocuente de su discurso, escogiendo muy bien sus palabras no se cree uno como espectador que sea un borracho o que sea un escritor como Bukowski y es ahí, justo ahí, que se pierde la magia.
La caricatura que este director, y en general Hollywood, logró con este proyecto es mediocre. Sus reconocimientos parecen llevar más el cariño adquirido del director que previamente ya se había llevado galardones en Copenhague, Bruselas y Valladolid.
No todo el cine independiente es bueno, hay muchos proyectos que también apestan.