Alexander Payne, Auteur, Drama, Folk, Hollywood, Indie, Internet, Miguel Vaca, Movie, Road Movie, Storytelling, Vacacion

Nebraska

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Este año por primera vez, voy a llegar a la ceremonia de los Oscar viendo todas sus principales nominadas; por una parte la fecha del evento está bastante tardía –lo hemos dicho en varias ocasiones; tanto que incluso se empezaron a mezclar con eventos de este año como Sundance o La Berlinale– y permitió que una gran parte de las favoritas llegaran tranquilamente a salas; el otro hecho es que con el nuevo alcance del internet y Netflix tenemos mucho más acceso a este tipo de prestigiosas piezas. Casualmente, después de haberlas visto todas, dejé lo mejor para el final cuando me topé con Nebraska de Alexander Payne y puedo afirmar tranquilamente que es la mejor de la velada.

Siendo un gran director y un gran escritor, Alexander Payne me había dejado un poco descontento con The Descendants hace un par de años; dicho esto y sin ser su mejor logro, dicha peli se batió como valiente en los Oscar contra The Artist que fue la favorita en las tres categorías con las que compitió; al final esto determinó parte de mi desilusión esa noche.

Nebraska es una road-movie sobre la familia Grant que vive en Billings, un pueblito de Montana en la frontera con Wyoming; el papá es Woody Grant y lo interpreta Bruce Dern, Kate Grant es June Squibb y los hijos son Ross, Bob Odenkirk, y David interpretado por Will Forte; por su parte Ross es presentador local de TV y David es un vendedor de equipos de sonido; Woody y Kate llevan años de amargo matrimonio, soportan el alcoholismo de Woody como un mal llevadero dentro de la familia aunque la desesperación los empieza a sobrecoger cuando además Woody comienza una etapa senil casi insoportable.

El nudo se plantea cuando Woody dice que se ha ganado un millón de dólares y debe reclamarlos en Lincoln, Nebraska a través de una carta que le llegó por correo; David se da cuenta del engaño que lo único que quiere es seducir a su padre para comprar suscripciones de una revista e intenta detenerlo; testarudamente Woody asume su aventura y está dispuesto a desarrollarla así sea solo, a lo que David responde con un permiso en su trabajo para poder acompañarlo. Su primera parada antes de Lincoln es en el pueblo natal de Woody en el condado de Madison; allí lo recibe la familia de su hermano y los recuerdos de un pasado no muy afortunado.

Nebraska es una historia sencilla, lineal y muy gutural. No es melodramática pero ajusta un par de crudos golpes de angustia que duelen profundamente. Su héroe es un viejo decrépito y senil que no está tranquilo sin una cerveza y el escudero de este quijotesco personaje es su hijo menor; la cuestión de Cervantes vuelve y se recrea aquí mismo cuando nos preguntamos quién está más loco, Woody por creer que es millonario o David que comienza a creer en el heroísmo de su padre y lo acompaña en su empresa fielmente. Me recuerda mucho A Straight Story que es tal vez la peli que más me ha cautivado de David Lynch pero Payne audazmente se logra zafar de la referencia presentándonos algo completamente nuevo.

Este año, aunque su pieza es aún más sólida, la tiene menos clara para ganarse la estatuilla. Con The Descendants, Payne estaba apadrinando a un gran influenciador como lo es George Clooney en Hollywood; este año va con una riesgosa peli filmada en blanco y negro, sin muchos mecenas de su parte, compitiendo contra monstruosas producciones como Her, Dallas Buyers Club, Gravity o The Wolf of Wall Street. El fuerte de las piezas Payne sigue siendo el guión, esta vez de las manos de Bob Nelson que debuta en el puesto, pero que de nuevo la va a tener muy difícil contra Spike Jonze o Eric Warren Singer y David O. Russell

El despliegue de actuaciones es bastante bueno. Tanto Bruce Dern como June Squibb –o incluso Will Forte que también está nominado como mejor actor de reparto en los Spirit– deberían estar satisfechos con sus nominaciones en los Oscar y los Spirit, además del reconocimiento de Dern como mejor actor en Cannes.

Gran peli y gran historia que no debemos olvidar en la estridencia y el jolgorio de la temporada de premios. Alexander Payne exalta la belleza de las planicies del medio oeste americano con una bella fotografía (Phedon Papamichael) que casi parece una recolección de fotos antiguas, donde a veces nos olvidamos que estamos viendo un largometraje y no un sonoviso como La jetée (Chris Marker, 1962).

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Hollywood, Indie, Internet, Miguel Vaca, Movie, Romance, Sci-Fi, Shane Carruth, Storytelling, Thriller, Vacacion

Upstream Color

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Hablando de Primer y Shane Carruth, hace un buen tiempo está en Netflix su último largo llamado Upstream Color. Esta cinta llamó mi atención no sólo por concursar oficialmente en Sundance este año en la categoría de drama sino porque pareciera que gracias a ella se armó una nueva categoría en el festival para premiar el diseño de sonido que a la postre esta cinta ganó; puede ser sólo una gran coincidencia pero lo que si no es gratuito es precisamente esa rigurosidad sonora con la que Carruth enfrenta cada proyecto.

Carruth en Primer trabajó como hombre orquesta para manejar desde el montaje y el guión hasta la dirección y la producción pero más como gajes del oficio de realizar una peli independiente de bajo presupuesto. En Upstream Color claramente hay un progreso en el presupuesto, el equipo de producción se duplica y el reparto se empieza a hacer más reconocido -como por ejemplo la aclamada actriz y directora independiente Amy Seimetz protagonizando la historia-; sin embargo, Carruth continúa en su posición de multi-tareas dirigiendo, escribiendo, produciendo, editando (acompañado de David Lowery), diseñando la música y protagonizando la historia.

Upstream Color tiene un inicio chocante à la David Lynch, con unas desagradables imágenes de cerdos, larvas y jugos blancuscos. Sin mayor introducción somos testigos de una pequeña red de traficantes de drogas, un rapto y un ultraje, sino sexual, una violenta intromisión a la individualidad de una mujer de pelo rubio, cuya posición social es privilegiada. Un hombre entrado de lleno en sus cuarentas, le dice a la mujer que beba un producto blanquecino, que escriba y que le endose cheques de su cuenta bancaria; ella parece no tener ninguna objeción en su voluntad y lo hace calmando su ansiedad o su sed de escribir tomando cada vez más del misterioso brebaje. Justo cuando el Ladrón logra arrancarle todo su patrimonio, la desecha y se aparta.

La mujer (Amy Seimetz) en un estado latente de perplejidad, casi esquizoide, se va volviendo incapaz de relacionarse con otras personas hasta que encuentra a Jeff (Shane Carruth), un prominente corredor de bolsa que un día cualquiera desvalija la firma donde trabajaba mediante préstamos personales exorbitantes. La nueva pareja compensa sus falencias entre sí y se vuelven dependientes uno del otro; una interconexión extrasensorial con los marranos y sus crías descontrola la pareja y los deja con un sentimiento profundo de desasosiego, se vuelven sensibles al sonido y finalmente entendemos todo el ciclo completo de los narcóticos; anidando los puntos en común de sus historias, se empeñan en buscar al responsable de su crisis.

Lo que en principio parece una historia plana de un encuentro casual de dos personas en el tren y su relación casi metafísica cuando se miran por primera vez, es una densa y retorcida historia amenizada por una excelente fotografía y una maravillosa definición musical (tanto en partitura como en diseño de sonido). Las pistas que cada uno tiene de los responsables de sus desfalcos son provistas con escenas poco convencionales y con conexiones casi surrealistas mediante los nemátodos, los cerdos y el viscoso jugo blanco que nos mantienen inmersos en la trama durante toda la pieza. Carruth vuelve a atraparnos con una interesante historia y nos adentra en un mundo de narcóticos y pérdida de memoria que, como decía, son las arandelas de una profunda y estrecha relación de amor entre Jeff y Kris.

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Documentary, Folk, Hollywood, Indie, Kirby Dick, Miguel Vaca, Vacacion

This Film Is Not Yet Rated

Me encantó este documental. Una crítica directa al manejo de Hollywood y sus monopolios comerciales a través de los grandes distribuidores y los grandes estudios. Es más, llega a extender su hipótesis a la repartición de Estados Unidos en siete u ocho grupos comerciales.

Kirby Dick se enfrenta de manera contundente a la MPAA (Motion Picture Association of America), una entidad privada apoyada por los grandes estudios de Hollywood que se ha dedicado persistentemente a bombardear y sobretodo boicotear el cine independiente en Estados Unidos.

Esta Asociación obra de manera clandestina regulando y ratificando todo el cine americano. Los estudios piden su opinión antes de lanzar una peli comercialmente. El monopolio se completa cuando entre los estudios y la Asociación se reúnen a criticarla. El problema ha tomado tanta relevancia que la sociedad que se alaba así misma como la cuna de la libertad de expresión, encuentra en sus fundamentos culturales arraigado un cáncer de tales proporciones que han tomado las banderas de la censura de una forma tan descarada y desfachatada que la gran mayoría de los directores independientes se sienten realmente aplastados. Muchos de los festivales donde los realizadores ingresan sus pelis son cunas de la distribución y la promoción, cuando un grupo de entusiastas encuentra un gran estudio para que distribuya sus pelis es el sueño añorado. Generalmente, por lo mismo sus pelis aún no han sido ratificadas por la MPAA y el estudio lo exige como requerimiento fundamental. Tres cosas pueden suceder, la primera que el autor inicialmente proponga un nuevo montaje, dosque proponga un nuevo montaje y se venda a la industria o como la gran mayoría se vuelvan contestatarios y se enfrenten a esta silenciosa censura con argumentos más desacarados como por ejemplo Aronofsky (que después de Black Swan y los Spirit es mi nuevo director favorito).

Resulta que la MPAA se vale de ciertas artimañas para atacar el cine independiente y la pluralidad de pensamiento como el conteo de los “fuck“; una peli sin “fucks” es apta para todo público, un “fuck” es PA (Parental Advisory – Supervisión recomendada), entre cuatro o cinco “fucksPG-13, muchos “fucks” pero de cierto nivel R y “fucks” relacionados con penetración como “I want to get fuckedNC-17 que es una clasificación estricta para que menores de 18 años no puedan ver la peli y lo peor sólo sea exibida en ciertas salas (delimitando el área de distribución así como la población y la asistencia). Después de esta clasificación lo siguiente es el pornito 😉 que es la ya conocidad clasificación X

Muchas de las pelis que llamamos de autor o cine arte han sido expuestas a este juicio y son clasificadas en su mayoría como NC-17 (que es básicamente la razón de porqué este documental está hecho). Kimberly Peirce, por ejemplo, directora de Boys Don’t Cry es expuesta con un NC-17 a lo que responde casi con una interjección de alegría, sus ídolos están en esa categoría y siente que su producto ha sido bien calificado, sin embargo le afirman que si no llega por lo menos a una R el estudio no permitirá su distribución. No permitirá su distribución significa que la peli, a la cual los derechos de distribución casi que han sido cedidos con sangre, tendrá una muerte comercial inmediata. Peirce palidece trata de cambiar la situación y resulta en tres absurdos cambios, el que más recuerdo es que Chloë Sevigny tiene un orgasmo demasiado largo en pantalla.

No se cómo esto nos afecte aquí en Latinoamérica o Colombia de los tres apuntes que le hicieron a la peli, yo vi la peli en cine y los vi todos. En IMDb, la peli sale catalogada como Rated R es decir es posible que le haya tocado ceder en territorio norteamericano pero se arriesgo en el resto del mundo con otra versión, no lo se. El caso es que muchos de nuestros queridos autores se han visto en la misma situación David Cronenberg, David Lynch, Todd Solondz, Stanley Kubrick y mi favorito Darren Aronofsky. En vista de las peculiaridades de la ratificación de la MPAA, como el conteo de “fucks“, existe el conteo de vaivenes de cadera de un amante en un coito, en una escena ordinaria el conteo llega a cinco como máximo, Aronofsky alertado por este hecho hay una escena donde Keith David en plano americano está sodomizando a Jennifer Connelly pero en vez de mostrar cinco vaivenes como es normal, Aronofsky y su editor montan cincuenta y cinco vaivenes. Desafiante, ¿no?

Este documental devela todas las incoherencias de la MPAA poniéndose ella misma bajo el ojo ratificador y experimentando una clasificación injusta. Yo sólo se que el documental es tan interesante que quiero repetirlo y hacer una lista especial de todas las pelis nombradas para verlas con la edición del director.

Súper recomendada.

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Auteur, Canadians, David Cronenberg, Drama, Indie, Miguel Vaca, Movie, Psychedelia, Serie B, Suspense, Vacacion, World

Dead Ringers

Dead Ringers fue la primera peli que hizo David Cronenberg después de The Fly, una impresionante peli de serie B sobre la mutación de un hombre volviéndose mosca. The Fly le puso nombre y apellido a varios en Hollywood. Jeff Goldblum, Geena Davis, Howard Shore como compositor y el mismo Cronenberg que llevaba haciendo sus pinitos en cine pero este fue su primer golpe taquillero.

Al igual que en The Fly, Cronenberg participa en el equipo de escritura de esta peli, esta vez, acompañado de Norman Snider, basándose en la novela de Bari Wood, Twins y nos permite ver algo de ese estado estrambótico característico de su intelecto y de su obra en general. Además Dead Ringers es la primera peli donde su equipo queda armado perfectamente, Cronenberg dirigiendo, produciendo y algunas veces escribiendo, Howard Shore su coterráneo canadiense componiendo y musicalizando, Ronald Sanders en el montaje y Peter Suschitzky en la cinematografía.

La trama de esta historia es aún más compleja que eXistenZ o Spider rodeada de un entorno oscuro y hasta sicodélico (muy cercano a thrillers de David Lynch) donde Jeremy Irons interpreta magistralmente a una pareja de gemelos que tienen un vínculo casi siamés y desarrollan su intelecto hacia la ciencia médica, más específicamente hacia la infertilidad femenina. Su actuación conquistó Chicago, Nueva York y le abrió posteriormente camino a su Oscar por Reversal of Fortune. En su afán de conquista, uno de los hermanos seduce al personaje de Geneviève Bujold (que también fue muy reconocida por la crítica) y después se la cede al otro hermano para que la posea sexualmente.

Cronenberg sorprende en esta peli por usar inversamente el recurso de Buñuel en Cet obscur objet du désir ayudado por la magnífica actuación de Irons y el montaje de Sanders, hasta el punto que uno se olvida del actor y después se comienza a descifrar perfectamente cuál hermano está interpretando. Digamos que en Spider usa de la misma forma el recurso con Miranda Richardson pero le pone una peluca negra y una rubia entonces uno logra identificarla mucho más fácil, en Dead Ringers la única forma de distinguirlos es el desenvolvimiento de Irons y de pronto las gafas de Beverly pero en efecto el espectador se involucra en un profundo piscoanálisis que termina por trastornar la misma percepción de la trama.

Esta peli la quería ver hace mucho tiempo, cuando la trajeron a salas en 1988 no lo pude hacer y sostuve una búsqueda frenética hasta el fin de semana pasado. Sin duda las expectativas colmadas y si usted es un verdadero amante de Cronenberg es porque definitivamente esta peli ya se la vió.

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Auteur, Drama, Epochal, Folk, Giorgos Lanthimos, Indie, Ελληνικό Κινηματογράφο, Miguel Vaca, Movie, Strong Sexual Content, Thriller, Vacacion, World

Kynodontas

Kynodontas es una peli del griego Giorgios Lanthinos que si uno está atento puede ver en Cinemax (ya la pasaron el año pasado pero muy seguramente la repitan por esta época gracias a su nominación en los Oscar como mejor peli extranjera). Rara como ella sóla, la trama nos refiere al cine de autor de David Lynch, Stanley Kubrick o Pier Paolo Pasolini; me sorprende mucho, para bien, que La Academia haya siquiera aceptado poner en sus nominados una peli tan dura en concepto, con fuerte contenido sexual y, en general, tan fuera de sus estándares.

La peli compite con Hævnen en la categoría de mejor película extranjera pero con la diferencia que la danesa viene con el contundente favoritismo de haber ganado en los Globo de Oro y eso pesa en La Academia.

Producida en 2009 pero con un toque ochentero melancólico, casi de vendimia, como si hubiera sido filmada con fotos de una Kodak Instamatic, la peli nos traslada a un lugar de la suburbia griega donde una familia conformada por un padre, una madre, una hermana mayor, una hermana menor y un hijo nos cuentan su idiosincrasia y cotidianidad. Una cotidianidad perturbadora y extravagante donde estos niños se enfrentan a una educación conductista, controladora y absoluta por parte de sus padres que no sabemos si evitan perderlos o quieren sobreprotegerlos del mundo exterior, manipulando sus inocentes mentes con deconstrucción de ese medio. Así pues, son sometidos a escuchar clases de lingüística donde conceptos amenazantes como «mar», «teléfono» o «autopista» son trucados hábilmente en significado por palabras-concepto controladas como «poltrona», «salero» o «tapete», respectivamente. Como si eso fuera poco tienen acceso a libros académicos o música en inglés pero de nuevo con los significados distorcionados.

El resultado son un trio de hermanos, viviendo felices y sin mayores preocupaciones, donde todas sus necesidades son satisfechas; el gran problema es que la madurez es una etapa en la formación humana dada por contrastes, prueba y error; estos niños parecen no madurar y su pensamiento parece congelado en el tiempo. Sus padres han logrado postergar su inocencia que aún parece inmaculada y cristalina. El planteamiento por lo tanto es espectacular pero lo es aún más el giro que toma la historia cuando pequeños engranajes se salen del sistema y amenazan con la estabilidad de todo el estatu quo. «Kynodontas» o «colmillo» es la palabra-concepto que toma la hermana mayor como promesa de sus padres para ir a explorar el mundo exterior; si retorcida asimilación desencadena todo el desenlace de la historia.

Cautivante, excitante y completamente embebidos en la historia, se nos presenta el final de manera amenazante, inesperada y chocante. Así como el uso amañado de la semiótica en este ambiente social, surgen muchas inquietudes al respecto de esta pieza que uno generalmente no se hace con otra peli normal pero por la misma disyuntiva del planteamiento, se manifiestan como puntadas inquietantes dentro del desenlace de la trama, ¿son estos “hijos” interpretación de actores que desempeñan el papel de quinceañeros o realmente son hombres de edad avanzada que son niños en edad intelectual bajo el ambiente proporcionado por sus padres? ¿son estos niños realmente hijos de esta pareja o será también algún tipo de manipulación que lograron a través de alguna adopción?

Finalmente, y creo lo más bonito de todo el planteamiento, con base en los cinco primeros minutos de la peli donde se entiende que el significado de cada significante ha sido trucado o manipulado, Kynodontas o ‘Diente Canino‘, no tiene un significado obvio, se vuelve la metáfora de algo más ideal, un significante tan claro como poltrona, salero o tapete pero con una esencia mucho más elevada, más trascendental.

El joven director Giorgos Lanthimos, con el final de su ópera prima (tan sólo tres largometrajes y un corto) logra entrar duro y contundentemente en el mundo global del cine. Su obra, se vuelve un clásico inmediato del cine de autor y ojalá no altere su discurso y siga su contenido contestario.

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Adventure, Auteur, David Lynch, Drama, Folk, Hollywood, Indie, Miguel Vaca, Movie, Psychedelia, Road Movie, Romance, Sci-Fi, Storytelling, Suspense, Terror, Thriller, Vacacion

Lost Highway

Cuando David Lynch se propone hacer thrillers estrafalarios, no es broma. Generalemente puede ser una suma de muchos elementos como Blue Velvet o Mulholland Dr. pero a veces es tan sencillo como Willem Dafoe interpretando a Bobby Peru en Wild at Heart para lograr ese ambiente de incomodidad en la pantalla.

Lost Highway de 1997 es el un claro ejemplo del primer tipo, una ambientación oscura con paredes rojo sangre y sábanas de seda negra, Patricia Arquette interpretando a la esposa con una apariencia de «femme fatale» pero con un tono angustioso en la voz, Robert Blake con una apariencia draculiana, despojado de sus cejas, con un batón negro en cambio de vestidos regulares y un pobre Bill Pullman que reemplaza a Kyle MacLachlan como protagonista del director.

La trama con David Lynch nunca es sencilla pero si lograramos abstraer algo de lógica en un par de renglones sería el dilema de un hombre confundido que se pierde de un cuerpo a otro. Sufre de jaquecas, migrañas y todo tipo de dolores de cabeza que incluso afectan morfológicamente su cráneo. Parece intrincado, casi increible pero si incluso fuera, esta peli sería fácil de describir. Con Lynch nunca es sencillo descifrar una trama, a él no le importa que le descifren las pelis a él le gusta hacer cine y que la gente se divierta interprentándolas. Por el contrario, la narración de esta peli es frenética y la musicalización realmente de espanto, sumado al resto de factore factores y el detalle siniestro de Lynch hacen de esta pieza una obra de terror y culto inmediato.

Me encanta la musicalización original a cargo de Angelo Badalamenti, el diseño de sonido del mismo Lynch y claro ya sabíamos que la magnífica banda sonora fue producida por Trent Reznor quien además compuso The Perfect Drug y quien para esta peli incluyó a Marilyn Manson en varios temas.

Lost Highway es una peli de autor, llena de psicodelia, un imperdible, un coleccionable y sobre todo súper recomendada.

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Action, Adventure, Animation, Auteur, Comedy, Comic, Drama, Epic, Epochal, Fantasia, Film Noir, Folk, French Cinema, Gore, Indie, Latin, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Neues Deutsches Kino, Romance, Sci-Fi, Serie B, Suspense, Terror, Thriller, TV, Vacacion

Thriller

por Diego Taborda

El primer acercamiento al término anglosajón “Thriller” es definitivamente Michael Jackson, no sólo por su álbum sino también por el video del mismo nombre dirigido por John Landis. Claramente haciendo referencia a un Thriller de Terror y Suspenso donde Michael Jackson y su chica se ven asediados por una banda de zombis.

Sin embargo me he preguntado siempre cuál es la verdadera definición de esta palabra. Wikipedia dice que es un género amplio que abarca la literatura, el cine y la televisión y, generalmente, se superpone a otros sub-géneros. Se caracteriza por rápidos planteamientos, frecuente acción y recursivos héroes que pelean contra poderosos y más equipados villanos. Nabokov afirma que los villanos en los thrillers occidentales son generalmente castigados y el héroe termina al final con la chica pero que igual no hay leyes en occidente que permitan descalificar pelis que no cumplan con este esquema por lo que el campo se vuelve fértil, mixto y flexible.

En otras palabras, thriller en español son todas aquellas historias de carácter épico donde persiste la pelea del bien sobre el mal a pesar de los muchos obstáculos que propongan los villanos. Sin embargo, entra la primera confusión cuando se habla de pelis épicas o de connotación épica, con grandes batallas, grandes guerras, gran número de extras, gran presupuesto.

La Real Academia de la Lengua Española con su Diccionario Panhispánico de Dudas nos permite usar el término anglosajón libremente y recomienda, en literatura, usar “novela de suspenso” pero es demasiado restrictivo con las categorías que pueden surgir como: Thriller psicológico, de Suspenso, de Acción, de Ciencia Ficción, Independiente, Animado, de Autor, de Época, Thriller de Cine Negro, Fantástico o de Aventuras.

Calificar una peli dentro de la categoría thriller es relativamente sencillo. Mucho más complicado es analizar el sub-género y los antecedentes en cada categoría.

Son grandes y reconocidos realizadores de thrillers, Alfred Hitchcock, Roman Polanski, John Huston, Martin Scorsese, Werner Herzog, Wim Wenders, Paul Thomas Anderson, Spike Lee, el mismo Quentin Tarantino, Wes Anderson, Steven Soderbergh, David Lynch, Oliver Stone, y Stanley Kubrick.

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Bangkok Dangerous

Hablando de afrentas públicas, me topé con una peli que se veía mala, se justificaba mala y al final no sorprendió y fue mala.

Bangkok Dangerous de 2008 es un proyecto de Los hermanos Pang, Oxide Pang Chun y Danny Pang liderados tan sólo comercialmente por la estelaridad de Nicolas Cage haciendo de mercenario en un pésimo y trillado guión.

Si no nos bastó con Ghost Rider de 2007 o la franquicia súper comercial y medio aburrida de National Treasure que empezó en 2004 y ya busca una tercera parte, Bangkok Dangerous es la peli perfecta para enterrar definitivamente cualquier intención de ir a cine y compartir una peli con Cage.

No sólo ya no es creíble como héroe, su desgastado perfil y sus evidentes incrustaciones capilares denotan un viejo acabado y lo peor sin mucho criterio para la escogencia de sus producciones. Atrás quedaron The Weather Man de Gore Verbinski en 2005, Lord of War de Andrew Niccol en 2005 o Matchstick Men de Ridley Scott en 2003 que eran producciones comerciales pero con algo de calidad. Ahora ni esperanzas tengamos de repetir un evento si acaso similar a Adaptation de Spike Jonze en 2002, una obra maestra como Bringing Out the Dead de Martin Scorsese en 1999, un espectacular thriller como Snake Eyes de Brian De Palma en 1998 o un Leaving Las Vegas de Mike Figgis en 1995.

Señores y señoritas, aquel joven entusiasta, lleno de carisma y potencia que vimos alguna vez en Rumble Fish de Francis Ford Coppola de 1983, Raising Arizona de Joel Coen en 1987 o Wild at Heart de David Lynch en 1990 ha muerto y no creo que vaya a renacer de los muertos. Su condena la sella como productor de sus últimos adefesios y parece no querer dar vuelta atrás.

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