Taika Waititi, al igual que el cine neozelandés, es un poco desconocido en nuestro medio. De seguro muchos de ustedes han visto material de este director pero la relación no es tan directa. Entonces para los que hayan visto Eagle vs Shark o sean aficionados de la serie de TV The Flight of the Conchords en HBO podrán entender parte del estilo de su material. Para los que no tuvieron idea de lo que acabé de nombrar les recomiendo una pasadita por su videoteca favorita y revisen este material que es imprescindible (sobretodo Los Conchords).
Boy es una peli de este año que traigo a colación por haber sido nominada como mejor película dramática del mundo en Sundance, ganadora del Deutsches Kinderhilfswerk de la Berlinale y que gracias a la recomendación de una amiga hice todo el esfuerzo por buscarla y encontrarla.
Es una historia particular de Waititi, sencilla, noble, con el encanto de ese inglés arrastrado y con la melancolía de los 80’s cuando uno ve este niño tomando como ídolo a Michael Jackson y comparándolo con su padre. Dentro de su mágico relato las duras situaciones vividas con este señor, un padre irresponsable, desarraigado, ingenuo casi ignorante y completamente interesado en el botín que escondió antes de desaparecer uno se enternece con la ilusión de este niño. Claro, el golpe es duro porque la sonrisa inocente de la presentación de la peli se desdibuja y madura con el paso de la historia.
No hay mucho en actuación pero no es malo. Waititi representa casi silenciosamente al padre pero James Rolleston como Boy y Te Aho Aho Eketone-Whitu como Rocky los que se llevan los laureles. Al final, es una farsa que doblega nuestros corazones así que no importan las actuaciones pues como les digo son particulares del estilo de este director neozelandés. Los actores naturales dejan entrever sus vidas y Nueva Zelanda se extiende como un paraíso humilde que uno quisiera visitar, una islita paréntesis de la vida.
Muy bonita. Súper recomendada.