Por fin pude ver Barney’s Version pero lamentablemente no me gustó. Hace un año larguito la presentaron en salas de cine colombianas pero no estuve motivado en ese entonces. Un par de personas me la recomendaron, de nuevo no tuve ese impulso necesario para hacerlo. Esta vez, La Seniora Cora (antes La Seniorita Cora) me instó a verla y la encontré en la programación de MovieCity; ella la había disfrutado por ser sorpresiva, feroz, impredecible, me decía que la historia da un giro en el medio de la trama y pasaba de drama a comedia, de comedia a thriller, de thriller a romance, y si, ahora logro entenderlo todo, y puede llegar a ser bastante interesante. Por lo menos no fue trillada y aunque el ritmo era muy lento -me tocó verla en tres tandas-, está muy bien narrada.
Barney’s Version es la historia de Barney Panofsky, un judío que vive alocadamente su tardía adolescencia en Europa y nunca termina de sobrevivirla. Termina siendo alcohólico, mujeriego, grotesco, vulgar, amante del hockey y hostil con sus amigos; vive con la comodidad de ser un productor exitoso de programas baratos de TV, pareciera que no tuviera nada bueno para resaltar a excepción de su profundo y noble amor por su padre y su incondicional apoyo a su tercera esposa.
The Apprenticeship of Duddy Kravitz del novelista Mordecai Richler, es la pieza en la que se basó el también canadiense Michael Konyves para hacer el guión de esta peli de Richard J. Lewis, un productor y director reconocido de series de TV. La trama de la historia es una respuesta en retrospectiva del viejo Panofsky a un detective que lo culpa de un asesinato en el pasado -del asesinato de su mejor amigo para ser más exactos-. El planteamiento narrativo es audaz y gracias a él, se hace evidente el gran trabajo de maquillaje de la peli. Unas veces súper radical y agresivo, otras a veces con unos toques sutiles de muy buen gusto, que ayudan a que la trama sea fluida. El gran giro intempestivo es que durante gran parte de la peli, Panofsky es un narrador omnisciente, por el tema de su retrospectiva, pero la historia lo alcanza hasta un tiempo presente donde el narrador se vuelve tercera persona y Panofsky ya no tiene el control de la historia, su destino o su memoria. Es diagnosticado con Alzheimer.
La peli es genial. Yo se que no me gustó por Paul Giamatti y puede ser muy personal. Dustin Hoffman, Rosamund Pike y Mark Addy lo hacen muy bien -además si uno pone atención hay unas apariciones estelares muy divertidas como Atom Egoyan o el duque David Cronenberg-. Giamatti por su parte es un gran actor y logra conquistar de alguna forma a los directores de reparto, convence a los directores, interactúa profundamente con los escritores pero, en escena, es una maldita máquina copiadora. A veces la logra, otras veces se siente como Paul Giamatti serio, Paul Giamatti asustado, Paul Giamatti borracho, Paul Giamatti triste, es una sensación de que se repite sin hacerlo, de que no explora y sin embargo sus papeles son profundos y bien estudiados. Aquí exaspera pero también se debe reconocer que el papel no es fácil, no es amable o empático. No sabría decir, por lo mismo, si este es un desempeño donde reincide en esa fastidiosa fórmula o hace muy bien su papel y nos desquicia.
Richard J. Lewis después de Barney’s Version volvió a la TV. No tiene proyectos nuevos y es una lástima.