Sylvain Chomet es un director conocido en Colombia por sus nominaciones al Oscar a mejor película animada en 2003 por Les triplettes de Belleville, en 2011 por L’illusionniste y por mejor corto animado en 1998 por La vieille dame et les pigeons. Mi favorita hasta ahora Las Trillizas.
Situado a finales de los años 50’s, cuenta la historia de un mago ilusionista en una época donde la industria del entretenimiento está sufriendo una gran crisis y donde los payasos, los ventrílocuos y los magos estaban perdiendo sus empleos regulares gracias a su bajo impacto en esa industria (¿se acuerdan de Fur una biopic con Nicole Kidman de Diane Arbus, la excéntrica fotógrafa de «freaks»? Bueno, en esa peli se aborda el mismo tema pero con fenómenos y de cómo estos fueron desplazados por el ingreso de la TV a los hogares. Me atrevo a decir que una metáfora de esta conclusión es clara para explicar que los dueños del hotel en Edimburgo hayan sido enanos).
La historia es lenta, bonita y triste. La animación tradicional de Chomet con ese encanto melancólico logra infundirnos un sentimiento de lástima. Alice un poco más superficial se deja encantar por la vida bohemia y andariega de este mago y lo seduce para acompañarlo, en el momento que encuentra un hombre más apuesto aleja sus ojos de este y de nuevo volvemos a la metáfora de la industria del entretenimiento, esta vez enfocada al encanto de nuevos medios seduciendo a los más jóvenes.
Repito, me quedo con Las Trillizas, por el desarrollo de su historia, los personajes y la gracia de esa animación encantadora. L’illusionniste quería verla hace mucho pero no logra colmar mis expectativas, el ritmo se pierde muy fácil y aunque es expléndida la animación ya Hayao Miyazaki nos ha sorprendido con Mononoke-hime (La Princesa Mononoke), Sen to Chihiro no kamikakushi (El viaje de Chihiro) o Hauru no ugoku shiro (El increíble castillo vagabundo).