La promesa y las expectativas en esta peli son completamente colmadas. Un melodrama perfecto para el que le encantan los melodramas. Juan Antonio Bayona, el mismo director de El orfanato nos presenta el drama real vivido por María Belón en el tsunami de 2004 que azotó las costas de Tailandia. María Belón y su familia pasaban las vacaciones de navidad cuando fueron sorprendidos por semejante fuerza de la naturaleza. La familia había desempacado los regalos de navidad, cuando de repente fueron separados por el mar que se apoderó de la playa, la piscina, los cuartos y el resto de Khao Lak, el centro turístico donde se hospedaban. Enrique Alvarez, su esposo –Henry Bennett en la peli interpretado por Ewan McGregor– logró encontrar a Tomás y Simón sus hijos menores. Mientras tanto, María y Lucas, su hijo mayor, estuvieron juntos ayudando a otras personas a encontrarse.
La historia es más que obvia y seguramente se sentirá mejor contada en las páginas de la novela que María escribió sobre el acontecimiento que la hirió severamente y casi la mata. A pesar de los momentos para ejercitar fuertemente los lagrimales, Bayona logra cautivarnos primero con un par de escenas explícitas -muy a lo Hereafter– para después llevarnos un nivel de gore muy bien jugado y luego a su drama personal. Sin embargo cuando pensábamos que los violines no podían atormentarnos más, otra vez Bayona vuelve a intervenir la línea de tiempo y recrea la secuencia inicial aún más gore para describir lo ínfimos que somos frente a una fuerza de la naturaleza tan poderosa.
La peli recibió todos los reconocimientos posibles en España, así como incluso en los Oscar cuando Naomi Watts, que interpreta a María, logró ser nominada como mejor actriz principal por su desempeño. Nominación que debió bastarle a todo el equipo de producción porque de todas formas no deja de ser una historia fantástica relatada aceptablemente.