Si no estuviera casi seguro que La Academia le va a dar el Oscar por mejor peli extranjera a Amour de Michael Haneke, juraría que Kon-Tiki de los noruegos Joachim Rønning y Espen Sandberg es el artificio perfecto para llevarse la estatuilla dorada.
En antiguas ocasiones, piezas como Hævnen, El Secreto de Sus Ojos o Belle epoque -sin ser necesariamente malas- ganaron en franca lid gracias a su forma clásica de percibir la narración en una composición cinematográfica. Se sobrepusieron muchas veces sobre piezas mucho más atrevidas, osadas y enérgicas pero al final lo que prevaleció es esa fascinación de La Academia por lo romantico y romanticista.
¿Qué más romántico que un viaje de un explorador y su séquito, desde Perú a Tahití, en balsa, a través del majestuoso Océano Pacífico, sólo para defender una tesis sociológica? Si además le agregamos que la fotografía es maravillosa y es una megaproducción con un centenar de locaciones hermosas, se me pasan por la cabeza decenas de ejemplos que triunfaron de esa misma forma anteriormente en Los Premios. Corrijo, si Amour llega a ganar esa noche, más que haber sido la favorita de la prensa siento que va a ser una gran sorpresa esperada.
Kon-Tiki narra la historia y aventura de Thor Heyerdahl, un etnógrafo noruego que pasó diez años mayormente en Fatu Hiva explorando y acotando ajustes a la teoría de población de la Polinesia. Durante esa época, vivió con su primera esposa Liv Coucheron-Torp que se vio embebida en semejante aventura a pesar de las penurias con las que experimentaban su estadía. Fue allí donde, escuchando a los aborígenes y con el sentido común de la mar, propuso la descabellada teoría de la población polinesia a través de Los Incas suramericanos en épocas precolombinas. Teoría que no validó ninguna revista u organización respetable y que tuvo que patrocinar el gobierno peruano gracias a la encantadora persuasión de Heyerdahl. La aventura es interesante, la tripulación igualmente y el fervor de este noruego logran conquistar nuestras emociones. El final lo pueden buscar directamente en Wikipedia pero les aseguro que un par de escenas hacen que esta pieza sea inolvidable -mi favorita es la toma cenital la primera vez que aparece el tiburón ballena, sentí un profundo escalofrío que recorrió mi espalda-.
No conozco en absoluto el trabajo de Joachim Rønning y Espen Sandberg. Destaco de su producción la dirección de reparto que escogió muy bien al joven Thor muy acertado con Pål Sverre Hagen -el Thor ya crecido- y así mismo Hagen súper parecido al verdadero Thor Heyerdahl. Obviamente la fotografía de Geir Hartly Andreassen es simplemente alucinante y un trabajo destacado del equipo de montaje.
Le deseamos buena suerte en los Oscar.