The Square – Al Midan es un documental producido por Netflix y dirigido por Jehane Noujaim relatando la Primavera Árabe, donde el pueblo egipcio mediante ocupación pacífica de la Plaza de Tahrir derrocó 30 años de dictadura de Hosni Mubarak. En enero de 2011, plantados en medio de dicha plaza, El Cairo decide que no da un paso atrás hasta que Mubarak se retire; de nada valen las amenazas del dictador que ve como sus látigos ya no tienen el mismo poder que en otrora. A un mes del establecimiento, en un sorpresivo movimiento de Mubarak, el tirano retrocede y abdica, una desconcertante actitud. Pero tan sólo han pasado diez minutos de cinta ¿qué falta por decir después de que el pueblo con su posición ya ganó lo que buscaba?
Inteligentemente, Noujaim recapitula que a pesar de haber tumbado al opresor, en el poder han quedado sus aliados militares de suplentes; la policía que en algún momento apoyó las marchas se empoderan de sus garrotes y atacan a los revolucionarios; el ejercito que salió de los tanques a celebrar, fruncieron sus ceños y dispararon balas de verdad a quemarropa contra la horda escandalizada; y, la junta militar en vez de hacer una transición, divide al pueblo y durante diez meses logra polarizarlos manteniéndose de esa forma en el gobierno para su propio lucro.
La Hermandad Musulmán toma voz en La Plaza y se adueña de la revolución, a punta de fé manipula a los suyos, a punta de discursos incendiarios advierte a los infieles y a punta de fuego aniquila a sus opositores, porque debajo de cuerda ha empezado a hacer pactos con el régimen que concluyeron en las amañadas elecciones populares de 2012 y que subieron al poder a Mohamed Morsi, un caudillo de La Hermandad que sorpresivamente maneja el mismo discurso amenazante y déspota del derrocado Mubarak.
Mientras los fanáticos musulmanes estaban enceguecidos, Khalid Abdalla, Dina Abdullah, Ramy Essam y Ahmed Hassan protagonistas revolucionarios siguen conduciendo la rebelión a la plaza y no se dejan callar por las manipulaciones, exigiendo la salida del régimen del poder.
Al Midan me recuerda un poco a 5 Broken Cameras aquel documental dirigido por el israeli Guy Davidi y el palestino Emad Burnat que narra la ocupación ilegal de Israel sobre el pueblo de Bil’in, en la Franja de Gaza. Digo que me parece recordarlo con Al Midan porque el sustento del tema es una confrontación que no llega a ningún lado, un final abierto casi desolador, donde tememos siempre por la vida de los agitadores y donde el objetivo no se alcanza al término de la cinta; pero contrario a Palestina, las noticias de Egipto son alentadoras Morsi ya no es presidente; la revolución ha ganado un gran paso y fue poner un presidente interino (Adly Mansour) y un primer ministro (Hazem Al Beblawi) que ya lograron un referendo para crear una constitución incluyente en enero de este año.
Al Midan está nominada a los Oscar y a los Spirit aunque ya ganó TIFF y Sundance en similares categorías. No obstante la producción de Netflix se nota en sus cámaras y en el montaje, uno de sus aportes más importantes y del cual deberíamos aprender más es que de nada sirve la anarquía o el hacernos escuchar si en el desorden dejamos que suban otros personajes ajenos a nuestros reclamos y que pueden manejar el mismo discurso de los criticados; la revolución debe generar caos y del caos surgir un orden calculado, hay que saber cuándo, cómo y quién llevar al poder como eje de nuestras ideas, de lo contrario la medicina resultaría tanto o más dañina que la enfermedad.