El boliviano Juan Carlos Valdivia alcanza con Yvy Maraēy lo que para mi era la peli ganadora del festival; sin embargo al igual que The Act of Killing, La Paz en Buenos Aires, Anatomy of a Paperclip, La Camioneta, Soy mucho mejor que vos, Revelando Sebastião Salgado y Satellite Boy –que la vemos mañana– son pelis de muestra por fuera de competición.
Valdivia escribe dirige y protagoniza esta cinta: una aventura a «Tierra sin Mal».
«Tierra sin Mal» es una zona donde Erland Nordenskiöld, un arqueólogo sueco, estableció una serie de estudios sobre una cultura guaraní que se vuelve objeto de estudio de un cineasta. Ya habíamos visto un ensayo parecido con Antonio Dorado, recreando el libro The River de Wade Davis sobre la vida primitiva del biólogo e indigenista Richard Evans Schultes en el río Apaporis; pero donde Dorado se hizo debil, Valdivia se hizo grande.
Este cineasta protagonista de Yvy Maraēy no es más que Valdivia, atrapado en sus problemas personales, queriendo huir de la civilización hacia lo más profundo de la selva. En su aventura, su destino se topa con Yari, un guía guaraní interpretado espléndidamente por Elio Ortíz y comienza una relación de dominios, poder, rivalidad, a veces racismo pero, en general, de comprensión y mutua amistad.
Valdivia se pasa a veces de existencialista, melodramático y mamerto pero la historia, su falso documental, lo hala y lo encarrila en una divertida experiencia que nos deja boquiabiertos con la fantástica fotografía y la lúdica presentación de sus personajes. Ganadora de mejor sonido en La Habana y nominada a mejor film en Mar del Plata, Yvy Maraēy pagó la venida hasta Barranquilla.