Auteur, Cine de España, Indie, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Pedro Almodóvar, Suspense, Thriller, Vacacion, World

La piel que habito

Aunque sigo desconfiando de su pretención y su particular estilo que se me ha vuelto un poco más que aburrido, debo reconocer que La piel que habito de Pedro Almodóvar es un excelente thriller de suspenso con todos los ingredientes necesarios para pasar un buen momento y que me arrepiento mucho de no haberla visto en salas en su momento.

Volver, La mala educación, Hable con Ella y Todo sobre mi madre son piezas que no me llenaron y que por el contrario se me volvieron repetitivamente sosas e incluso material esnobista para cierto tipo de personas que lo adoraban ciegamente, como por ejemplo Hollywood que le dió Oscar a mejor guión original y la nominó a mejor dirección. Los abrazos rotos me pareció un intento muy primitivo de Almodóvar de hacer suspenso y la exagerada red de eventualidades que creó para desarrollar la historia más que inoficiosa.

Ahora bien, también en su momento pensé que los autores se estaban volcando al thriller y que unos lo estaban logrando mejor que otros como Allen con Match Point, Scoop y Cassandra’s Dream pero que Almodóvar se sentía desdibujado en el intento. Al final, Allen nos había creado un espejismo y volvió a su reducida comedia psicoanalítica así como grandes maestros del thriller se empantanaban con sus problemas personales que no les daban sosiego para desarrollar algo de mejor estilo, caso Polanski que pasó de The Ghost Writer a Carnage, dejando un raro desazón al final.

La piel que habito es un drama ingenioso y casi de ciencia ficción sobre la historia de un cirujano plástico (Antonio Banderas) que está experimentando en casa con células transgénicas. Mientras le comunica a la comunidad científica todos los avances que se pueden lograr con ratones, confidencialmente le cuenta a un amigo que ya lo está haciendo en humanos, y este a su vez le advierte que puede meterse en grandes problemas con sus acciones pero con falsa soberbia aparta los consejos y continúa con su cometido. Vera (Elena Anaya) es la mujer que juega como su conejillo de indias quien se siente presa y quiere acabar con su encierro así sea quitándose la vida. A Vera nadie tiene acceso, ni siquiera Marilla (Marisa Paredes) ama de llaves de toda la mansión quien se comunica con ella con monitores y ascensores de comida. De esta forma queda expuesto el planteamiento que aparte de las florituras del tratamiento de células transgénicas es bastante sencillo y poco forzado. Lo interesante de la narrativa -aprendida tal vez de Volver, La mala educación y Los abrazos rotos– es recurrente juego de tiempos, en esta ocasión muy bien logrados para examinar los motivos del doctor para su experimento, la historia de Vera, de Marilla, la esposa y la hija del doctor. Acompañados de una impresionante ambientación musical -gracias a la composición original de Alberto Iglesias– la historia no trastabillea una sola vez. Es perfecta. Es solemne y el final es inquietante, más que fascinante.

Si el camino que tomó Almodóvar con Los abrazos rotos le dejó la suficiente experiencia y criterio para crear La piel que habito me deja anonadado y sorprendido. Le doy mi venia y mi respeto por semejante reinvención tan espectacular. Muy merecido el BAFTA a mejor peli extranjera, los Goya a mejor actriz, mejor maquillaje, mejor nuevo actor y mejor partitura para Alberto Iglesias, su nominación a la Palma de Oro en Cannes, su nominación a mejor partitura en los European. Sigo igual siendo incrédulo, todos estos reconocimientos podrían ser parte de la inercia del esnobismo que nombraba y, lastimosamente, esperaría verme en TV, Los amantes pasajeros, su siguiente proyecto esperando aún más sorpresas y no esacandalosas desinfladas.

Standard
Auteur, Brit, Drama, Indie, Lynne Ramsay, Miguel Vaca, Movie, Vacacion, World

We Need to Talk About Kevin

Pensaba que la crítica era un tanto descuidada cuando afirmaban que We Need to Talk About Kevin proponía la mejor actuación de Tilda Swinton y me ponía a pensar si realmente era posible superar Io sono l’amore, Michael Clayton o Broken Flowers. Personalmente, Swinton logra su máximo desempeño en Io sono l’amore pero esta cinta le puede hacer un buen contrapeso y por suma de elementos estructurales incluso ser tan interesante.

We Need to Talk About Kevin está basada en la novela del mismo nombre de Lionel Shriver. Lynne Ramsay es una joven realizadora escocesa que nos trae su interpretación proponiendo un frenético juego de tiempo para presentarnos la vida de Eva Khatchadourian (Tilda Swinton). Eva es una mujer exitosa, podríamos aducir que una especie de corresponsal, de pronto uno de esos viajeros que vemos en los canales de turismo que viajan y viajan para dar sus recomendaciones sobre Buñol, Rangún o París, uno de esos viajeros que tanto envidiamos y odiamos por tener el trabajo perfecto. Eva es neoyorquina, sofisticada, cosmopolita y aventurera. Su pasión por los viajes se ve truncado súbitamente por un embarazo no deseado y comienza su pesadilla. Sus calidades como madre la frustran, su incapacidad para calmar a su hijo la desconcierta y la falta de comprensión la llenan de un profundo vacío. De repente, todos los juegos de Ramsey se vuelven reflexiones de Eva sobre su pasado y de cómo ella tenía arreglada su vida en una realidad superflua pero feliz.

El producto de esa insatisfacción, de esa incapacidad y de esas frustraciones es un niño desenfrenado, desatado y sádico. Un niño llamado Kevin que fue capaz de leer a su mamá desde los dos años, manipularla a los ocho y envilecerse a sus dieciséis. We Need to Talk About Kevin es la historia de este niño en particular y la lucha de su madre para sobrevivirlo. Hay varios temas geniales en la pieza de Ramsay sin embargo antes de discutirlos a fondo, me gustaría dejar claro que no estoy muy de acuerdo en el regusto que deja la cinta al esclarecer la culpa de esta mujer por haberse extasiado en su juventud y sentirse orgullosa de su éxito. Una culpa judeo-cristiana que ataca los instintos naturales de los seres humanos por el placer y su búsqueda en el hedonismo. Muchos de los grandes traumas de la intelectualidad moderna se debieron a la asunción de estos dogmas y duramos mucho tiempo en nuestra contemporaneidad tratando de superarlos.

Esta vez el desempeño de Swinton no se ve afectado por el resultado directo de su actuación, al igual que The Iron Lady, el maquillaje y vestuario de la protagonista, más que acompañar, complementan un excelso ejercicio histriónico. Tilda Swinton es un mosntruo, es un monstruo de la misma especie de Michael Fassbender, en esta peli no sólo es diferente a todas sus presentaciones diferentes sino que cronológicamente es una mujer fragmentada y cada una de sus épocas tiene una apariencia y un comportamiento diferente. Por su lado, John C. Reilly lo hace bien pero no me convence como esposo de esta gran mujer -mismas deficiencias simpáticas que le sentí en Carnage-, sin embargo se siente como un padre relajado, llevadero, empático. Mi punto sobre la culpa se empieza a sentir aquí mismo, cuando Eva no es la única responsable del desenfreno de Kevin, el ausentismo del padre es un claro agravante en la educación de un niño, tratar ser el amigo y no la figura paterna, desafían la mente de un niño y le tergiversan su sentido de lo correcto y lo incorrecto.

Hasta ahora impecable Ramsay en su tesis y en el empoderamiento de su proyecto. Ahora bien, uno pensaría que hasta aquí el director de reparto -el grandioso y veterano Billy Hopkins– ya logró sus objetivos. Pues no. Su mayor logro no fue escoger a Tilda Swinton, su agudeza y destreza se ve reflejada en la escogencia de los tres actores para los tres momentos de Kevin: A los dos años (Rock Duer), a los ocho (Jasper Newell) y a los dieciséis (Ezra Miller). Si hablamos de Tilda Swinton, definitivamente hay que hablar de esta joven promesa llamada Ezra Miller. Lynne Ramsay hace un excelente trabajo dirigiendo a sus actores y el perfil retorcido de Kevin se nota en el niño de ocho años y en el trabajo de Miller absorbiéndolo y entendiéndolo perfectamente. Pero igual uno queda boquiabierto frente a este Damian contemporáneo. Frío, calculador, psicótico, simpático, retorcido, todos las facetas de Kevin logradas con absoluta exquisitez.

Si aún no están convencidos de irla a ver en cine, si después de decirles que su partitura es delirante (Jonny Greenwood), que su montaje es obra de la más fina artesanía (Joe Bini) de pronto se convenzan de que ganó mejor actriz en los European, resonó en los Globo de Oro, en el Gremio de Actores, en los BAFTA’s de este año, Ramsay ganó mejor dirección en los British Independent y en Cannes concursó por la Palma de Oro pero la tenía muy dura compitiendo con Terrence Malick, Nicolas Winding Refn y Lars von Trier.

Nota personal. Se habrán dado cuenta que no nombré el trabajo de Seamus McGarvey director de fotografía y responsable de la cinematografía de esta peli. Pues resulta que lo dejo al final como un apartado personal para compartirles el ejercicio que hice con su, también sobresaliente, labor. Resulta que el color rojo tiene una significancia muy fuerte en la pieza. Rojo es el momento de pasión, de locura, de añoranza de Eva. También implica la manipulación, la sevicia, la mezquindad, la crueldad, la maldad. Cuando es joven y está en la tomatina de Buñol, el color está presente, la toma cenital y la sensación de la gente apretujada da una sensación de asfixia, de sexualidad, de gozo, de felicidad absoluta, de éxtasis; cuando Eva se resiente de su maternidad viste de rojo, se alimenta de rojo, bebe rojo; y cuando ella ha sobrevivido los eventos con Kevin, es atacada de muchas rojas maneras. Esto me puso a pensar en los momentos en los que el rojo está presente e hice la siguiente lista:

  1. Tomatina de Buñol, Valencia
  2. Reloj desenfocado e intermitente que nombra las 12:00
  3. El mismo reloj que ahora enfocado anuncia las 12:01
  4. El atentado contra su casa es con pintura roja
  5. La mermelada del sanduche de Kevin
  6. La salsa de tomate sobre los huevos revueltos con cáscaras
  7. El vestido rojo de navidad cuando por fin vuelve a sonreír
  8. El vino rojo
  9. El fondo de sopas de tomate L. Ramsay’s alegoría a las sopas Campbell’s pero renombradas con el nombre de la realizadora
  10. La sangre del hamster en las manos de Eva
  11. La pintura en las manos de Eva cuando limpia su casa
  12. Camiseta roja del niño de dos años cuando van a ir al pediatra para revisar si es autista
  13. Las sillas de la agencia de viajes donde va a pedir trabajo Eva
  14. La pelota con la que intenta jugar Eva con Kevin cuando este tiene dos años
  15. La camiseta del papá cuando está jugando video-juegos con Kevin -dicha camiseta no es completamente roja, es de rayas rojas y blancas, sólo los resortes son completamente rojos-
  16. El primer arco que recibió Kevin como regalo
  17. El vestido de Eva cuando está con el padre aguardando por el diagnóstico de su hija

Espero con esta nota no haber revelado mucho contenido dentro de la peli pero al igual que el tiempo, es un error tratar de reconectarlo en orden cronológico. La desesperación de Eva conllevan a la constante reformulación de su psiquis y ese ejercicio al desorden mental de su historia. Puede que a uno le cuenten el final de esta cinta pero eso no afecta ni la sensación ni la racionalización de la misma.

Standard
Auteur, Brothers, Drama, Folk, French Cinema, Indie, Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne, Miguel Vaca, Movie, Vacacion, World

Le gamin au vélo

Le gamin au vélo (fácilmente traducible al español como El gamín de la bicicleta) es una peli tan interesante como estresante.

No soy muy fanático del cine francés, no por su carácter vivencial casi ordinario, por lo visceral de sus historias o por el dramático desempeño de sus actores. Todo eso está muy bien. Realmente, se disfruta mucho el desarrollo de una peli francesa hasta que uno llega al final y se es envuelto por una sensación de insatisfacción por sus finales abiertos. Casi la misma sensación que sentimos recientemente con Martha Marcy May Marlene.

Le gamin au vélo es una peli escrita y dirigida por los hermanos Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne quienes nos transmiten la historia cruda de un niño de trece años que se ve recluido en un centro gubernamental para niños abandonados. Este niño, recién aparece en pantalla, ha perdido a su abuela, no tiene madre y busca frenéticamente a su padre que inesperada e intempestivamente desaparece de su vida. Lo llama por teléfono, no cree en sus tutores, se escapa del colegio para ir a timbrar su apartamento, se comunica con el conserje del edificio porque no quiere creer que su padre lo ha abandonado y para colmo de males se entera que él vendió su bicicleta porque se vio en dificultades para pagar los servicios públicos.

Reticente, incrédulo, obrando erráticamente el niño se siente atrapado, hasta que una peluquera se interesa y se hace cargo de él. El guión nos muestra una personalidad frágil que en cualquier momento puede detonar en una gran maldad. Esa es la virtud de esta gran peli, su fotografía, su caracterización o su música casi ausente no son nada comparado con los grandes niveles de tensión que sufre el espectador esperando que este pajarito, este juguete roto, se transforme en una rata o algo más despreciable.

Le gamin au vélo llega a nuestra cartelera comercial/independiente después de haberse mostrado en el gran Festival 4+1, ganó Gran Premio de Jurado en Cannes así como también fue nominada a Palma de Oro, ganó mejor guión en los European Awards y fue nominada un sinnúmero de veces como mejor peli en los Globo de Oro, en los Spirit, en Vancouver y en los César.

Si usted soporta los finales y el drama francés, en su máxima expresión, esta cinta es definitivamente para usted 😉

Standard
3D, Auteur, Documentary, Folk, German Neo-Expressionism, Indie, Miguel Vaca, Movie, Musical, Road Movie, Vacacion, Wim Wenders, World

Pina

Tengo dos sentimientos fuertes y muy encontrados con esta peli de Wim Wenders. La primera sensación es que es una pieza hermosa, delicada y estudiada hasta el último detalle. La segunda sensación es que el maestro se equivocó en su formato que poco o nada le aportan a su documental.

Digamos que en algunos apartes, donde las danzas se practicaban al aire libre, la profundidad de campo en el fondo se conjugaba muy bien con la técnica usada y la perspectiva tenía un grado interesante de observación pero es un detalle muy pequeño que no es dominante en el homenaje y que personalmente se vuelve más un distractor. Herzog por el contrario en su Cave of Forgotten Dreams nos incluye en una expedición a una cueva donde nunca más un civil va a poder entrar y la técnica del RealD es supremamente apropiada para mostrarnos las curvas y las perspectivas de este gran acontecimiento.

Superado el tema de las gafitas, Wenders se adentra en el discurso de Pina Bausch y su compañía de baile el Tanztheater Wuppertal. Una figura del baile contemporáneo que instruyó, motivó y guió a dos generaciones de bailarines de todos los orígenes del mundo y de todas las ascendencias culturales. Un discurso ecléctico que se vuelve repetitivo y percusor de una técnica donde se valora el conocimiento personal y su perfección cuando se comparte en un grupo más grande. El documental quiere dar a conocer la vida y obra de la bailarina pero ella súbitamente muere durante la filmación, acto que perturba al realizador y abandona el proyecto completamente. Los demás bailarines del Tanztheater Wuppertal lo convencen de reanudar la filmación y es entonces que la pieza se vuelve una introspección de cómo Pina cambió sus vidas en la danza.

Tanzt, tanzt sonst sind wir verloren” …Baila, baila de lo contrario estamos perdidos. Este es uno de tantos consejos que Bausch sembró en sus discípulos, algunos más aterrizados que otros, algunos más distantes y asertivos que otros pero siempre con una capacidad de transformar sus mentes y sus cuerpos para lograr lo que a la postre era una gran pintura en su cabeza. El ejercicio de repetición no sólo reflejaba la nulidad de la improvisación en el acto sino además una profunda disciplina para ejecutar perfectamente cada unos de los movimientos, cada vez más rápido y sin un rasgo de fallo. De las piezas mostradas me encantó el Café Müller y Kontakthof. La primera un espacio lleno de sillas vacías donde varios personajes se aman a pesar de la incomodidad de la escenografía y la segunda un espacio, una corte del contacto. Tal vez más interesante que las coreografías mismas fue la forma com Wenders logró hacer el montaje para cine. Por ejemplo, Kontakthof es una pieza coreografiada para quinceañeros, adultos y tercera edad, Wenders la montó en una sóla pieza con una agudeza genial contrastando los gestos y el paso del tiempo de una forma más directa.

Wenders logró grandes éxitos con esta cinta en la Berlinale del año pasado, que incluyeron mejor documental y fue nominado para mejor director. Ganó mejor documental en los European e igualmente fue nominado en Chicago, los British Independent, los BAFTA’s y en los Oscar. Finalmente, llega a Colombia después de mucho anhelarla. Lástima lo de las gafitas pero estando ya en el cine lo mejor es sentarse a disfrutarla hasta el máximo.

Standard
Vacacion, Movie, Miguel Vaca, Animation, Drama, Melodrama, Serie B, Thriller, Auteur, Adventure, Sci-Fi, Suspense, Documentary, French Cinema, Folk, Storytelling, Epochal, Romance, Latin, Awards, Actor, Neues Deutsches Kino, Biopic, Cine de España, Brothers, World, Brit, Den Danske Film, Svensk Film, War, Exploitation

European Film Awards 2011

por Diego Taborda

Al final de todos los años la Academia de Europea de Cine se reúne para premiar las mejores producciones en el continente y esta vez el listado de nominados era bastante cercano como para lograr una entrada con nombres interesantes y muy atractivos. Unos sacados de la Berlinale, otros de Cannes, otros de los Goya y otros de la Biennale la lista es amplia pero me motivó a hacer por primera vez una entrada del evento.

A continuación la lista de ganadores.

  • European Film 2011:
  • Melancholia escrita y dirigida por Lars von Trier

  • European Director 2011:
  • Susanne Bier por Hævnen

  • European Actress 2011:
  • Tilda Swinton por We Need to Talk About Kevin

  • European Actor 2011:
  • Colin Firth por The King’s Speech

  • European Screenwriter 2011:
  • Jean-Pierre & Luc Dardenne por Le Gamin au Velo

  • Carlo Di Palma European Cinematographer Award 2011:
  • Manuel Alberto Claro por Melancholia

  • European Editor 2011:
  • Tariq Anwar por The King’s Speech

  • European Production Designer 2011:
  • Jette Lehmann por Melancholia

  • European Composer 2011:
  • Ludovic Bource por The Artist

  • European Discovery 2011:
  • ADEM de Hans Van Nuffel

  • European Film Academy Documentary 2011 – Prix ARTE:
  • Pina de Wim Wenders

  • European Film Academy Animated Feature Film 2011:
  • Chico y Rita de Tono Errando, Javier Mariscal y Fernando Trueba

  • European Film Academy Short Film 2011:
  • The Wholly Family de Terry Gilliam

  • European Co-Production Award 2011 – Prix EURIMAGES:
  • Mariela Besuievsky

  • European Achievement in World Cinema 2011:
  • Mads Mikkelsen

  • European Film Academy Lifetime Achievement Award:
  • Stephen Frears

  • European Film Academy Special Honorary Award:
  • Michel Piccoli

  • The people’s Choice Award 2011:
  • The King’s Speech de Tom Hooper

Esta claro que si Von Trier se hubiera callado en Cannes de pronto hubiera sido otro el resultado aunque igual el duelo hubiera sido excelene entre ese par de pelis. Aquí fue súper reservado de acuerdo a su nueva promesa de silencio absoluto en aras de no perturbar, al jurado, la prensa o la sociedad misma. Es loco pero a veces unas palabras ociosas le dan demasiada importancia a un juego inmaduro de llamar la atención sin embargo no estoy de acuerdo que por la personalidad de uno u otro director la pieza deba llevarse o perderse de una premiación.

Nota personal. Hoy veía un documental de Pearl Jam, Pearl Jam Twenty de Cameron Crowe, y aunque hacemos gran énfasis en este tipo de eventos su importancia para nosotros debería ser la muestra y no la premiación como tal, Jeff Ament decía en dicho documental que era absurdo dar un premio a una obra de arte… Piénsenlo tiene mucha razón.

Standard