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X-Men: Days of Future Past

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Siete pelis se han hecho con mutantes dentro del Universo Cinemático de Marvel (MCU) en FOX. A saber: X-Men, X2, The Last Stand, Origins, First Class, Wolverine y ahora Days of Future Past. Siete pelis en las cuales no hay mucha concordancia a los comics, ni a la serie animada, sino más bien han sido la excusa para lanzar una extensa franquicia cuyo único elemento aglutinante, y subsecuente protagonista, se lo ha llevado insospechadamente James Howlett, por unos conocidos como Logan por la mayoría de nosotros como Wolverine.

No importan los arcos, ni los guiones, ni si las adaptaciones fueron buenas o si algunos directores fueron mejores que otros. De tanto en tanto, en este MCU de FOX, todos han tenido graves indulgencias que a la postre han generado vacíos en sus conjugaciones. De esta forma no hay buenos ni malos entre Bryan Singer, Brett Ratner, Gavin Hood, James Mangold o Matthew Vaughn; todos sin excepción dieron más relevancia y prioridad a Mystique (Jennifer Lawrence/Rebecca Romijn), al ya nombrado Wolverine (Hugh Jackman), desarrollaron de ceros figuras como Rogue (Anna Paquin), Phoenix (Famke Janssen), Sabertooth (Tyler Mane/Liev Schreiber) o hicieron ridículos a otros tantos como Cyclops (James Marsden), Deadpool (Ryan Reynolds), Gambit (Taylor Kitsch) o Angel (Ben Foster); pero sobre todo en su común denominador, la anarquía, las historias no concordaban; unas veces Charles Xavier (Patrick Stewart) estaba condenado a su silla de ruedas, mientras en otras campantemente caminaba frente a las cámaras; en unas Emma Frost era una joven adolescente (Tahyna Tozzi) y unas décadas atrás era una despampanante mujer (January Jones); o la mejor de todas en una época Bolivar Trask era un enano (Peter Dinklage) y unas décadas después se convertía en negro (Bill Duke).

X-Men parecía entonces que no se podía juzgar como un universo cinemático coherente pero de alguna forma habían logrado conquistar un borroso camino narrativo, entre todas sus salidas. Después de las estocadas recibidas por The Last Stand y Origins, sin importar las buenas taquillas, la franquicia parecía moribunda hasta que Matthew Vaughn, producido por Bryan Singer, planteó una especie de arco de origen con First Class y todo tuvo una nueva luz de esperanza, justo cuando FOX más lo necesitaba. Singer aprovechó esa luz e intercambió papeles con Vaughn. Partió de los planteamientos de First Class, generó una formidable campaña de expectativa recogiendo la estética de Vaughn y trajo dos items que los fanáticos pedíamos a gritos (A) los centinelas y (B) alguno de los arcos de la serie animada.

Days of Future Past aparece como un excelente paso hacia una gran y más sólida franquicia. Mientras, Vaughn establecía una confrontación entre los mutantes de Xavier y The Brotherhood of Evil Mutants de Sebastian Shaw (Kevin Bacon) el contexto del final de los 60’s parecía aceptarlos con una buena tónica y una excelente ambientación. Tanto el comic como el contexto histórico fue excelentemente aprovechado y se alcanzó la cima de calidad y narración en la franquicia. Vaughn, de alguna forma rehizo el relato explotado en X-Men (2000) y replanteó desde allí el inicio de los mutantes con una nueva dosis de grandes actores. Singer fue ambicioso y pensó que era la oportunidad perfecta para unir los dos repartos y Days of Future Past le calló como anillo al dedo.

El problema eran los vacíos narrativos que la anarquía de X-Men había desarrollado dentro de FOX. Singer fue contratado para resolver el tema y poder establecer un universo donde se pudiera producir filmes a largo plazo y utilizó una solución deus ex machina, un poco facilista, sostenida en los viajes a través del tiempo. Al modificar algo del pasado no podemos asegurar que el futuro no sea alterado y si este evento del pasado es grandilocuente pues sus consecuencias en el futuro serán directamente proporcionales. Viajar en el tiempo debe ser manejado con aún más pericia que cualquier otra disculpa en el guión porque implica la multiplicidad de universos paralelos –o en el caso de Days of Future Past conciencias paralelas–, y aún más incongruencias narrativas debido a las exponenciales variables que genera cada decisión. A pesar de resolver todo a los trancazos –o como decimos en Colombia a-la-maldita-sea–, es un punto interesante y viable, el uso de saltos en el tiempo a través de conciencias paralelas, de esta forma las ilusiones de ver a Bishop (Omar Sy) haciendo su trabajo en el tiempo se disuelven pero Wolverine se vuelve una mejor opción. Además la referencia a The Terminator (1984) de James Cameron es un lujo en la cinta; el futuro áspero y oscuro del inicio de la cinta, coincide con el mundo dominado por las máquinas de Cameron, tanto que en algún momento se espera que entre el pie de un T-800 y aplaste un cráneo humano, en primer plano; los viajes en el tiempo se han usado en varios relatos pero atravesar el pliegue del tiempo y el espacio para llegar a un punto del pasado completamente desnudo es también original de Cameron y aquí también Singer le hace un guiño con la desnudez y el desconcierto de Wolverine en su viaje.

De nuevo, establecidos en las indulgencias que les debemos conceder a los creadores del MCU de FOX, la cinta prometía solucionar los vacíos conceptuales y narrativos del pasado (en la franquicia). Aunque si se responden algunas inquietudes, Days of Future Past no es precisamente la salvación esperada. Una de las jugadas reiterativas de Singer en esta pieza es que lo que no se pueda explicar en dos líneas de diálogo queda sin resolver en el marco de la historia y así fue durante toda la pieza.

De nuevo, gran cabezazo de Simon Kinberg, Jane Goldman y Matthew Vaughn, encargados de la historia, que resolvieron el tema del salto en el tiempo con viajes de conciencia a través de un inusitado poder de Kitty Pryde (Ellen Page) conocida ahora como Shadowcat pero ¿cómo encontró dicho poder? Junto a los poderes de Kitty, no se nos cuenta cómo Xavier y Magneto (Ian McKellen) se hicieron aliados en el futuro, cómo se llegó al último diseño de los centinelas que aunque tienen coherencia con la persecución de Mystique parecen un resultado de una combinación más poderosa de Rogue, no se explica la conexión de las escenas finales de The Last Stand, es decir, cómo Xavier pasa de la aniquilación total a la reencarnación/reconstrucción de su cuerpo después del enfrentamiento con Phoenix, porqué Trask (Peter Dinklage) le tiene tanto odio a los mutantes –hasta William Stryker tiene una historia que todos conocemos– o la más cruel de todas, después de una alta y enriquecida campaña de expectativa con la muerte de John F. Kennedy, nos hundimos en un vacío donde no se resuelve nada al respecto. Hay posibles soluciones a todo; Wolverine otra vez con Adamantium puede ser un detalle de alianza del guepardo con Magneto al final de The Wolverine y se explica en Days of Future Past de la misma forma que Magneto (Michael Fassbender) manipuló los rieles de acero y casi que se sienten líquido para inyectarlos en otros cuerpos; el tema no son las respuestas que uno se arma sino la desconsideración y casi descaro de los creadores de la historia que no tuvieron reparo en estos hitos importantes en la trama para los fanáticos.

La cinta en su totalidad es interesante. Perdonando otra vez, los nuevos vacíos, y a sabiendas que ya no importan, Days of Future Past está llena de detallitos divertidos que hacen de la peli un gran entretenedor y nos preparan para el gran arco de Apocalipsis en 2016. Obviamente, la escena cumbre de esta pieza podría ser la exploración de los poderes de Quicksilver (Evan Peters) que nos callan la boca a todos los que pensamos que su trajecito de aviador se veía ridículo en los abrebocas de Empire Magazine. Personalmente, siento que la escena de levitación del estadio es absolutamente atrevida, audaz y temeraria; de las pocas escenas rescatables de The Dark Knight Rises está el hundimiento del estadio de los Rogues, este levantamiento está al mismo de nivel de impacto e impresión y sienta el ambiente perfecto para el desenlace. Es cierto, en la cinta se habla más y se tiene menos acción de la esperada, pero los diálogos están muy bien concebidos y no todo tiene que ser grandes dosis de vértigo para cautivar nuestra experiencia cinematográfica; la pausa y el detalle son también elementos de fina coquetería que Singer sin duda logra alcanzar en esta salida.

Nota personal. Hubo un momento de delirio personal cuando William Shatner, en personaje de James Kirk de Star Trek, entrega la línea de diálogo “we’re going backwards in time”. Es una bobada pero una bobada de esas finas que tanto me gustan.

Nota personal 2. En cuanto a mi juego «shakespeariano» de referencias a Richard Nixon, el trabajo desarrollado por Mark Camacho no es del todo atractivo y enriquecedor. Su perfil en la historia es obvio, su desempeño es el mínimo esperado y su caricatura la hemos visto mejor ejemplificada en otras versiones, dejando como resultado un desempeño fútil y sin mucha gracia.

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Series más Destacadas 2012 (II)

[Continúa]

La siguiente categoría recoge todas Las series que ya están aterrizando en sus temporadas finales. Hubo muchas el año pasado pero al parecer todas siguen su rumbo por ahora a no ser por 30 Rock. Tina Fey, Alec Baldwin, Tracy Morgan, Jane Krakowski, Judah Friedlander y Jack McBrayer se despiden de nuestra televisión en su séptima temporada con la pieza más genial desde Seinfeld. Fresca divertida, mordaz, audaz y muy entretenida. Una idea original de Tina Fey, producida por Lorne Michaels, que demostró los grandes dotes de escritora de la Fey y que a la postre le labró un camino hasta la cumbre de Hollywood -así haya sido como una sólida actriz de comedia-. Muy posiblemente, en un futuro no muy lejano, podamos ver a la gran Kristen Wiig haciendo equipo con Tina Fey, no sólo actuando, sino escribiendo como ambas saben hacerlo. Wiig ya incursionó haciendo guiones para comedias e incluso estuvo nominada al Oscar (mejor guión original por Bridesmaids) -nada mal- su éxito apresuró su salida de Saturday Night Live que de alguna forma también podemos ver como en fin de una era.

Pero por favor continuemos con las series nuevas.

2012 nos trajo mucha variedad, muchas novedades en series de los canales HBO, Cinemax, Fox o incluso el mismo internet. Girls, House of Lies, Newsroom, This is not my life, Veep, Comedians In Cars Getting Coffee y como el año pasado no hablamos de ella para este año es nueva también American Horror Story.

Empecemos por Girls. Del mismo corte indie de Bored to Death de Jonathan Ames, llega la más atrevida, original y honesta serie de TV de mujeres, sobre mujeres e interesante para todas las personas que quieran recibir una desmedida cachetada de frescura sin importar sus inclinaciones sexuales. Mi definición de la serie es Sex and The City pero real. Lena Dunham se ha vuelto una de mis personas más interesantes. No tengo que estar de acuerdo con ella, incluso es medio goda, pero la forma de mostrar el mundo que ve y los que la relacionan demuestran verdad y autenticidad en su discurso. Puede que uno se moleste con ciertas de sus actitudes o de su personaje pero, en tonos de grises, es muy fácil identificarse con ella. Dunham, es una locura, además de protagonizar la serie, la escribe, la dirige, la produce y la edita. Si al final, lo que finalmente recibe el telespectador es una pieza de una calidad altísima, es súper loable cada una de sus labores como una actividad muy profesional. Girls, súper, súper recomendada -y si les cae bien la Durham búsquenla en Instagram es muy divertida-.

Debo reconocer que Don Cheadle no es mi actor favorito y cuando llegó House of Lies a HBO me sentí precavido. Me cautivó la narrativa de la serie y lo descarado de los perfiles de cada uno de los personajes. No es de todo mi agrado pero tiene bastantes aciertos. Es cruda, ruda y dura sólo media hora haciéndola fácil de digerir. El final de la temporada corresponde a lo mostrado a lo largo de los capítulos y si uno se deja llevar puede quedar boquiabierto. Un proyecto interesante de Matthew Carnahan.

Jeff Daniels para mi toda la vida fue un actor con papeles de segundón hasta Dumb and Dumber con Jim Carrey; de ahí en adelante o era segundón o era comediante pero no lo tomaba muy en serio. Sin embargo, apareció The Hours y algo cambió en mi percepción de él. Después vino The Squid and the Whale y Good Night, and Good Luck y obvio se notó que Daniels tomó otra dirección en su carrera; ahora puede ser una personalidad muy confiable en una pieza seria como Howl o un excelente mafioso en una peli de ciencia ficción como Looper. Dumb and Dumber To la segunda parte de la cómica franquicia -que se ha venido negociando con el mismísimo Jim Carrey y los Farrelly– hace evidente su demostración de una actitud osada y atrevida, abierto a cualquier proyecto que sea potencial de un reto histriónico. Newsroom, así como la personalidad de Daniels, es osada, audaz y retadora. Siendo Aaron Sorkin su creador y libretista además la serie se vuelve contestaria. Daniels interpreta a un director de noticias que es líder de opinión en Nueva York, de pensamiento conservador pero que quiere revolucionar a sus colegas votantes que últimamente se han visto como borregos, caminando ciegamente en manada. Levantando tapas de ollas podridas empieza a descubrir nuevos opositores, nuevos aliados pero sobre todo nuevos enemigos. Muy buena. Su lema podría ser que no hay que comer entero, ni de los medios de comunicación, ni de esta serie misma pero por lo menos algo le abre a uno los ojos, si uno lo mira en perspectiva en nuestro propio contexto.

This Is Not My Life es una serie neozelandesa creada por Gavin Strawhan de ciencia ficción, que están rotando en Cinemax y que precisamente me atrapó por su tema. No hay actores reconocidos en el reparto a excepción de Charles Mesure (V: The Final Battle) o Tania Nolan (Spartacus). Si uno es capaz de perdonar ciertas actuaciones y algunos errores de narración la serie puede ser muy divertida. Igual no hay que hacer mucho esfuerzo, está muy bien hecha y el tema es interesante. Alec Ross, esquizoide, se despierta después de un golpe en la cabeza y no recuerda mucho de su vida. Su amnesia temporal es atribuida al accidente pero, poco a poco, Ross va encontrando pistas sobre un mundo en el que habita pero que no es el suyo. Excelente 😉

Veep es otra comedia de Julia Louis-Dreyfus donde actúa como una desubicada mujer entrando a su mediana edad. En principio, puede ser un papel igual al de Christine de The New Adventures of Old Christine con la diferencia que ahora ella es la vicepresidente de los Estados Unidos. No es fácil. Podría tranquilamente pertenecer a las series que nunca fueron pero con dos oportunidades que se le de, se puede uno dar cuenta que puede tener matices que HBO le permite y que definitivamente Warner no quiso explotar. El final de The New Adventures of Old Christine fue prematuro y por eso no culpo a Julia Louis-Dreyfus de repetirse un poco en el papel, más bien alabo que siga explotando el rol y que le de un giro divertido y políticamente incorrecto. Eso si, la presentación es de lo más barato y perezoso que he visto en TV.

Jerry Seinfeld es un hombre audaz, inteligente y muy cómico. Nunca ha querido valerse 100% de su fama de Seinfeld para extender su carrera como si lo hicieron en algún momento Michael Richards y Jason Alexander estrellándose fuertemente con cancelaciones de sus programas en sus primeras temporadas. Tanto Julia Louis-Dreyfus con su Christine o Larry David con Curb Your Enthusiasm, lograron desprenderse de esa fuerte herencia y hacer otras cosas igualmente divertidas. Aunque no tocó de nuevo su personaje, seguía haciendo sus rutinas de comedia, comerciales de TV de gran impacto, especiales en largometrajes y participaba de algunas pelis como Bee Movie producida por Steven Spielberg. Sólo hasta este año apareció Comedians In Cars Getting Coffee, una serie cómica de rotación en internet mediante wepisodios de pocos minutos donde Seinfeld invita a sus amigos comediantes a tomar un café. Analiza primero al invitado, le propone un paseo en un carro especial y simplemente lo escucha. Un gana-gana, para todos. El segmento es divertido, Seinfeld recupera algo de frescura y los comediantes invitados algo de publicidad. Debo reconocer que hace rato no los veo pero los primeros capítulos con Ricky Gervais, Alec Baldwin y Larry David fueron de una excelencia impecable. Después vinieron Louis C.K. y Michael Richards que no me han llamado mucho la atención pero estando tan a la mano seguramente les doy una oportunidad en cualquier momento. La serie se puede ver aquí: Comedians In Cars Getting Coffee

Cerramos esta entrada con American Horror Story. La serie va en su segunda temporada, después de una exitosa colección de doce episodios en su primera salida. Además de ser una serie inusual por su temática de suspenso, la primera temporada de American Horror Story nos sorprendió gratamente por dos importantísimos factores. Uno, Jessica Lange, señora actriz que no conforme con sus dos Oscar, ahora empieza su poder en la TV con su Emmy y su Globo de Oro como mejor actriz de reparto gracias a un desempeño escalofriante como la hermana Jude en el asilo. Lo segundo interesante es que después de los doce capítulos en su primera temporada, hay un principio y un final de un cuento. Su segunda temporada es una historia diferente que esperamos también finalice al final de la presentación de los doce capítulos regulares. En la primera sesión, todo gira en torno a una casa de principios del siglo XX cuyo dueño era un doctor ginecobstetra y de cómo una progresión de eventualidades son heredadas por sus nuevos dueños hoy en día. Esta temporada es un asilo mental, ambientado en los años 50’s. Repiten por ahora Jessica Lange, Evan Peters y Zachary Quinto pero además aparecen Lily Rabe y James Cromwell aportando un par de historias increíblemente retorcidas y macabras.

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