Action, Actor, AMC, Auteur, Comedy, Drama, Epic, Epochal, Exploitation, Folk, FX, Gore, HBO, Hollywood, Miguel Vaca, Romance, Showtime, Suspense, Thriller, TV, Twentieth Century Fox, Vacacion, War

Series más destacadas 2012 (III)

[Continúa]

Sigamos con el balance de las series hasta ahora. No voy a hacer muy extensa esta reseña -que ya es bastante vasta- y voy a dedicarme a The Big C, Mad Men, Breaking Bad, Wilfred, The Killing, The Walking Dead, Game of Thrones y Homeland. Podrán no ser las favoritas de todos nosotros pero debemos reconocer que están en la tendencia, tienen una calidad de producción muy alta y si les dimos una oportunidad quedamos atrapados con ellas.

The Big C es una de las series que más me conmovió el año pasado por su frescura, su posición frente al cáncer y el personaje de Laura Linney. Linney es una hermosísima mujer aterrizando en sus 60’s sin pena ni gloria, es un monstruo de La Academia y ya ha logrado tres nominaciones a la estatuilla -que injustamente le han quitado- y dos Globo de Oro -uno precisamente por su papel en esta serie-. La primera temporada tuvo un conmovedor argumento con esta mujer decidiendo vivir tranquilamente; agobiada por la muerte de su vecina, y amiga, cambia de posición y quiere un tratamiento de curación, así su fase de la enfermedad esté muy avanzada. En la segunda temporada, cambia de doctor y empieza un tratamiento con un procedimiento con el que apenas se está experimentando. En esta nueva experiencia, llegan al reparto Alan Alda y Hugh Dancy quienes acompañan a Oliver Platt, Gabriel Basso, John Benjamin Hickey, Gabourey Sidibe, Phyllis Somerville, Cynthia Nixon y Reid Scott. Uno debe hacerse a la idea de que la temática de la serie -a pesar de lo festiva y optimista que pueda llegar a ser la hermosa presentación de la serie- es sobre muerte y cáncer; el problema es que uno como espectador crea un vínculo fuerte con los personajes y la despedida de cada uno de ellos es muy dolorosa. En esta segunda temporada no se desentona un tris. Linney sigue siendo encantadora pero su personaje va teniendo sus altas y sus bajas, lo que implica un desarrollo más profundo del personaje el cual logra impecablemente. La expectativa de la tercera temporada es miedosa. Finalmente, ¿Cathy caerá en su lucha por sobrevivir o habrá realmente esperanzas de recuperación?

Mad Men resistió el levantamiento de sus escritores. Después de un año y medio volvió con la quinta temporada de esta maravillosa serie, en un tono casi de añejamiento. Todos los actores en perfecta armonía con sus personajes y en equilibrio de guión o historias. Más ocurrente, más dramática y más cruda llegando a los confines más inesperados de este pequeño universo al final de los 50’s y principios de los 60’s. Muchos personajes no fueron tan protagonistas en esta temporada, como Peggy (Elisabeth Moss) o Betty Francis -antes Betty Draper– (January Jones), esto le dio un impulso adicional a otros personajes que brillaron con luz propia. Mi favorito Roger Sterling (John Slattery), un poco más pícaro, más sucio, siempre muy elegante y sofisticado pero con unos giros increíbles que evidenciaron su vulnerabilidad a flor de piel. Obviamente, Jon Hamm no desentona y nos deja en ascuas para una siguiente y muy esperada sexta temporada.

Hay unos que dicen que Breaking Bad es la serie que diseña la tendencia en TV de estos primeros años del siglo XXI, suena exagerado pero creo que no están del todo equivocados. Turbulenta, mundana, excelentemente narrada y con unos personajes muy crudos, Breaking Bad redefine los estándares de las series dramáticas. El papel del profesor de química interpretado por Bryan Cranston será recordado hasta el día de su muerte, gracias a ese perverso juego de los guionistas de la serie con los sentimientos y moral de los espectadores. Primero nos presentan un hombre sencillo y bueno. Padre de familia y amoroso que se convierte en un anti-héroe al tratar de protegerla sobre cualquier riesgo que pueda amenazarlos en su ausencia. Luego se vuelve un ser corrupto por la ambición, el poder y el dinero que ha desarrollado en su lucha. Y luego, volverse un monstruo al que su mujer le teme y sus hijos desconocen. Por su lado, Aaron “Pinkman-bitch” Paul, su «yang», siempre fue torpe, ignorante pero un hombre leal al equipo. Sus errores y torpezas enfrascaban al “Señor White” en unos dilemas ético-morales muy fuertes pero ambos de una u otra forma lograron sacarlos adelante en la industria de la metanfetamina, por eso muchas veces pensamos que el Señor White debía librarse de él para poder sobrevivir. En esta quinta temporada -continuando el curso de la cuarta- Jesse va limpiando sus adicciones, es reconocido por su lealtad y trata de librarse de este negocio que tantas penas le ha causado. Nos gobierna la incertidumbre del «mid-season» (que es una pausa en la mitad de temporada), y esperamos el desenlace con gran ansiedad y profundo temor. No sabemos qué pueda suceder en los últimos capítulos y si habrá una nueva temporada: Los creadores y productores han manifestado en varias oportunidades que la serie comenzó con una premisa, la muerte de Walter White y que por respeto a sus fanáticos así debería continuar. Entonces ¿va a morir? ¿Cuándo? ¿Cómo? Me declaro completamente adicto a la serie.

Una de las grandes sorpresas del año pasado fue Wilfred. Una creación surrealista y delirante de Jason Gann que empezó originalmente en su natal Australia y luego a través de FOX y FX desarrolló de nuevo en Estados Unidos, esta vez de la mano de Elijah Wood. El planteamiento es sencillo. Wood que interpreta a Ryan, es un abogado independiente, joven y emprendedor. En una de sus crisis bipolares y existencialistas decide suicidarse en una ingesta descomunal de pastillas que no causan el efecto deseado. De alguna retorcida forma, algo se activa en la mente de Ryan y puede ver al perro de la vecina como un ser humanizado. Wilfred es la mascota de la hermosa Jenna (Fiona Gubelmann) quien, en la primera temporada, se vuelve su amor platónico. La segunda temporada no es tan extraordinaria y regular como su antecesora. No es consistente y cuando nos entregan un buen capítulo, el siguiente es un ladrillo mortal. Sin embargo, en este balance, los episodios sobresalientes son grotescamente divertidos y desquiciadamente hilarantes. Nos dejamos llevar por la vulgaridad de este maldito perro juzgándolo como un ser humano pero después nos hacen caer en la cuenta de nuestros propios delirios y reconocemos que es tan sólo un perro. Esta temporada nos trajo a Amanda interpretada por Allison Mack, una carga equilibradora en el corazón de Ryan que lo asienta en el mundo real y le permite desarrollar sus amorosos sentimientos. Sin embargo, al mismo tiempo Amanda le permite descubrir raíces de una sicosis más profunda en su niñez que nos intriga hasta el final de la temporada. Ya está confirmado el tercer lanzamiento de la serie y aunque ansío verlo le deseo mejor rigurosidad en los guiones y mayor consistencia, de pronto aprovechando mucho más la genialidad de David Zuckerman (The Fresh Prince of Bel-Air, Family Guy) que realmente ha puesto los puntos sobre las íes y ha desarrollado capítulos excelentes a lo largo de ambas temporadas.

The Killing es la adaptación estadounidense de la serie danesa Forbrydelsen. Un thriller de suspenso sobre el extraño asesinato de una joven involucrada en un juego de intereses privados y gubernamentales. Aunque estuve muy emocionado la mayor parte de la primera temporada siempre renegué que su final no trajera una resolución completa al misterio. Predije que si el interés era pasar de culpable en culpable, de temporada en temporada, iba a ser una latosa tarea cada vez que viera un episodio de la serie. La segunda temporada no sólo cambió mi perspectiva sino que me enamoró por completo y aunque su final trajo la resolución al caso pareciera que no está cerrado del todo y que hay mucho más por develar en la investigación. Su final es abierto, la agente Sarah Linden accede a otra investigación y no sabemos si habrá más crímenes, más casos, más investigaciones, más relaciones con el caso de los Larsen o si incluso habrá una tercera temporada.

The Walking Dead, finalmente, logró aprobar el examen y triunfó sobre la crítica de cómo una serie sobre zombis podría lograr su camino e identidad en el formato de TV. Frank Darabont fue el que se atrevió basado en la reconocida novela gráfica y en este momento observamos su tercera temporada. Atrincherados en una cárcel que se ganaron a pulso, los protegidos por el comisario Rick por fin logran tener algo de calma y paz. Sin embargo no muy lejos las amenazas logran acecharlos y nuevas sorpresas de la historia como la aparición de Merle -hernano de Daryl que apareció en la primera temporada-, el fin de la separación de Andrea y su vigilante Michonne, etcétera, logran cautivar el interés de los fanáticos. Por mi lado el cambio de tono de drama de catástrofe a uno más «gore» y sangriento me tiene fascinado. Eso y el interactuar de los personajes ha logrado cautivar toda mi atención. Las relaciones y nuevos personajes así como la salida de otros han mantenido muy alta la tensión de la trama y en algunos casos nos ha dejado sin aliento y boquiabiertos con los giros que tiene la historia. Se avecina un final, un poco predecible, pero increíble. Es imperdible.

La gran diva de las series tiene nombre propio y se llama Game of Thrones de HBO. Yo la veo y la sigo. No soy fanático ni me parece nada del otro mundo. Rescato la gran producción, la coherencia de sus historias -basadas en la serie de novelas A Song of Ice and Fire de George R.R. Martin– y lo atractivo del cuento. No es excelente pero es bien, es fácil dejarse deslumbrar por “la serie con mayor producción” en la historia de la TV. El fanatismo de sus seguidores hace que se sobrevalore su calidad pero sobre todo que se asegure un par de temporadas más mientras se desenreda toda la cosmogonía.

Finalmente, Homeland. Al igual que Wilfred, la segunda temporada no ha resultado tan buena como la primera. Muchos hablan de acartonamiento, cliché o material trillado; otros hablan de personajes desbalanceados o incluso empiezan a rechazar el personaje principal de Claire Danes, Carrie Mathison. Por mi lado siento que empezó muy bien con la situación en el Líbano y la frustrante posición de Carrie después de su desenlace en la primera temporada pero de alguna forma si se empantanó con el atentado que quiere realizar Abu Nazir en territorio estadounidense porque se fueron cerrando los caminos y la historia que parecía tan interesante ahora es demasiado parecida a 24 con Jack Bauer. Es innegable que Claire Danes está haciendo un trabajo impecable, con su Globo de Oro y su Emmy, Daines es favorita al lado de Laura Linney y Jessica Lange en loa próxima ceremonia de los Golden Globes, a realizarse imaginamos que en enero del próximo año. Para los que nunca vieron la primera temporada, es fácil ponerse al día. Su estructura es de doce capítulos y apenas se está cerrando la segunda temporada. Homeland es el costumbrismo usado por los agentes estadounidenses para hablar de toda la estructura de seguridad nacional. La serie como tal está enfocada en un grupo de la CIA que practica labores de inteligencia contra acciones terroristas. Abu Nazir es la metáfora directa para unir a los fundamentalistas de Medio Oriente en un sólo personaje como en su momento pudieron ser Osama Bin Laden, Muammar Gaddafi o incluso Rabah Muhanna y Mahmoud Abbas, hoy en día. Por lo mismo, para poder tener un imaginario global Nazir comparte una figura bastante estereotipada que en contraste con el resto de la serie hace que pierda credibilidad. A falta de un capítulo para su cierre de temporada la tensión es alta y el clímax es álgido dejando, a pesar de todo, un buen balance de esta serie de acción y drama.

the-big-c

Mad-Men

Breaking-Bad

wilfred

the-killing

the-walking-dead

game-of-thrones

Homeland

Standard
Action, Actor, Adventure, AMC, AXN, BBC, Biopic, Comedy, Drama, Epic, Epochal, Exploitation, Folk, FX, Gore, HBO, Hollywood, Indie, Melodrama, Miguel Vaca, Road Movie, Romance, Sci-Fi, Serie B, SET, Storytelling, Suspense, Terror, Thriller, TV, Twentieth Century Fox, Universal Channel, Vacacion, WBTV, World

Series más Destacadas 2011 (II)

[continuación]

Otra categoría son las series que ya están aterrizando en sus temporadas finales. Obviamente, hace mucho que se acabó pero gracias a Spin, una vertiente de vendimia de Sony Entertainment Television, pude darme una maratón de la gran That 70’s Show. De hecho hice la ronda dos veces este año y realmente fue muy agradable ver los inicios de la serie que la hacen una idea genial, aún ahora. Sin embargo la subsiguiente salida de Topher Grace (Eric) o Ashton Kutcher (Kelso) realmente afectaron su tónica y su dinámica. Dejó de ser divertido hasta el punto de un colapso demasiado bajo. 

Big Love es una de las series más extrañas que he visto en HBO. No porque la cadena tenga unas temáticas especiales, su fin es cumplir con sus estándares y, generalmente, nunca fallan. Esta serie es la historia de una familia en Utah que vive recogida escondiendo sus principios polígamos. Cinco temporadas y este año fuimos testigos de su final. No el que esperábamos, ni tampoco desarrollado de la mejor manera. Nos recordó a varios de sus fanáticos, la forma en que las telenovelas de nuestro país acaban en forzosos acomodamientos de figuras y eventos. Desde el principio y muy adelante hasta sus últimos capítulos, se pusieron en tela de juicio los fundamentos de la fé mormona y el repudio por parte de los fanáticos cristianos en el país de la libertad de expresión y la democracia. Sin duda una serie que tuvo todo el esfuerzo de Tom Hanks como su productor y que a pesar de su malafortunado desenlace nos dejó un buen regusto durante los últimos cinco años.

Sundance Channel sorprende a su audiencia con una fuerte serie basada en la historia de uno de los más temerarios terroristas de nuestra era contemporánea. Carlos es el alias de Ilich Ramírez, un venezolano de origen, muy apegado a sus principios de izquierda y activo militante del Frente Popular para la Liberación de Palestina. Gracias a sus reconocimientos en los Globo de Oro del año pasado o los Emmy de este año, entre muchos otros, nuestros distribuidores accedieron a traer una pieza editada de casi tres horas donde se resumía todo el compendio de la serie. Aunque fue bastante agradable la experiencia, sólo cuando HBO nos trajo la versión original pudimos presenciar la verdadera escencia de la serie. Tres grandes capítulos que nos trajeron la humanización del reconocido y temarario terrorista, cuyo resultado es la sensibilización con la bestia y la desmitificación de su figura. 

Seguro hay más series que terminaron sus temporadas y no quedaron relacionadas en esta entrada. Seguro muchas de ellas ni siquiera lograron planear sus desenlaces como en el pasado sucedió con FlashForward o este año con Spartacus y su inconclusa historia que tan sólo llego a su segunda temporada, Gods of the Arena, gracias a que su estrella protagonista, Andy Whitfield, murió de un linfoma diagnosticado en 2010. Justo cuando la verdadera historia de Espartaco se hacía interesante en su rebelión contra Roma. La verdad la serie no me gustaba tanto, me parecía una mezcla de baja calidad entre Gladiator, Rome y 300. Al final, su desafortunado desenlace es lo mejor que le pudo pasar a la serie dejando muy ansiosos a sus fanáticos y con un recuerdo positivo de la serie. 

Las que quedan y esperamos lleguen pronto. Este año hay muchas opciones para esperar y muchas ansias para compartir. La primera de ellas ya no es Mad Men como el año pasado. Este año me inclino por otras dos pero también originales de AMC. La primera es The Walking Dead serie basada en la novela gráfica del mismo nombre y que nos trajo una de las más maravillosas historias de zombis en un formato bastante particular como es la serie de TV. Lo principal es que completo las expectativas y lo segundo es que superó varias de ellas, no es tan atemorizante como la británica Dead Set que pudimos apreciar por iSat pero definitivamente un gran e intrigante logro de Frank Darabont.

La Segunda serie más esperada para mi va a ser Breaking Bad. Su cuarta temoorada fue bastante extraña, un giro en la historia donde nuestro héroe Walter White se transforma en una errática y malvada persona y donde Jesse Pinkman asume la responsabilidad del honor y la cordura. Además el involucramiento de otros personajes de la familia en el negocio hace que el vértigo aumente. Cranston, productor de la serie, anuncia que la quinta temporada puede ser el final de esta. “…White inicia la serie con una condena de muerte y el espectador tiene que ser respetado en ese punto” esta afirmación de Cranston obliga a pensar que la serie finaliza en su próxima salida y que el señor White va a morir finalmente.

Digamos que es obvio pensar en Mad Men, True Blood, Hung y hasta The Big C como series muy esperadas. Por mi lado, y aparte de todas ellas, esperaba mucho Boardwalk Empire. Una serie de época sobre el liderazgo de Nucky Thompson en Atlantic City, la corrupción de la sociedad por el prohibicionismo, el empotramiento de las mafias o el pensamiento parroquial de algunos sectores de la población que al final ceden su fanatismo por la necesidad de supervivencia. La serie ha arrasado en casi todo lo que ha competido Globos de Oro, Emmys, SAG’s, gremio de autores, de directores, etc… Otro gran acierto del señor Terence Winter, esta vez apoyado en la producción de Mark Wahlberg y Martin Scorsese.

No hay mucho más de las anteriormente nombradas. Ahora bien hay un par que esperamos por su novedad (aunque yo ya me haya visto sus primeras temporadas), las analizaremos en otra entrada como las series nuevas que se nos vienen.

That 70’s Show

Big Love

Carlos

Spartacus: Gods of the Arena

The Walking Dead

Breaking Bad

Mad Men

True Blood

The Big C

Boardwalk Empire

Standard