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Tres nominadas al Oscar como mejor película animada

Este año son cinco las nominadas al Oscar por mejor peli animada; mientras logramos verlas todas he aquí las nominadas y tres de sus reseñas:

Kaze tachinu
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Posiblemente la favorita de todos los animadores, Kaze tachinu (The Wind Rises) del legendario Hayao Miyazaki; el Studio Ghibli es reconocido por el trabajo de Miyazaki como el Walt Disney de Japón y Kaze tachinu es la despedida del maestro después de cuatro décadas de épicos trabajos; esperamos verla pronto.

Ernest et Célestine
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Al igual que el Studio Ghibli, Ernest et Célestine es producida por una ya leyenda de la animación como lo es Didier Brunner; ambos, Ghibli y Brunner ya ganaron previamente Oscar en esta categoría; hace una semana que la versión doblada al inglés se estreno em Estados Unidos, lo cual nos hace pensar que estará pronto a nuestro alcance.

Frozen
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Frozen es la favorita de Los Gremios para ganar la categoría este año y sin mucha sorpresa lo ratificará en la gala de los Oscar; tanto la HFPA como los Productores hicieron lo respectivo con Peter Del Vecho, John Lasseter y Aimee Scribner ratificando el género como un área de explotación de melodrama, romance y princesas superficiales, nada más clásico para una producción de Disney.

Frozen es una pieza aburrida de princesas y encantos, llena de canciones por doquier narrando las emociones de sus personajes –y pensábamos que ya lo habíamos superado–, con giros absurdos y chocantes en favor de una trama trivial y desorganizada; el único alivio, termina siendo Olaf (Josh Gad) que con ternura nos conecta con el relato, de vez en cuando, pero no lo suficiente para salvar la pieza.

Despicable Me 2
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Las segundas partes generalmente no son tan interesantes como sus inicios, no obstante Despicable Me 2 supera con creces lo hecho por los mismos Pierre Coffin y Chris Renaud en 2010.

La continuación de la historia empieza con Gru (Steve Carrell), como una excelente ama de casa y padre-madre de familia de las pequeñas huerfanitas que ahora sin duda alguna las reconocemos como sus hijas; el mundo necesita de su ingenio y la agencia de espionaje AVL (Anti-Villain League) asigna a su mejor activo, la audaz e intachable Lucy para atrapar a aquel que robó un laboratorio entero en El Ártico y del cual AVL no tiene una sóla pista incriminatoria más allá de su posible localización en un centro comercial donde Gru y Lucy deben trabajar unidos.

Steve Carell, Kristen Wiig, Benjamin Bratt y Russell Brand lo hacen muy bien y aunque los «minions» son el centro de la historia, además gran parte del componente cómico de la historia, Despicable Me 2 no deja de parecer más de lo mismo. Las alusiones a la cultura latina con el villano “El Macho” como eje de la historia son sin duda interesantes pero lo que verdaderamente pagó la boleta –para algunos los «minions»– fueron las referencias a James Bond, más exactamente a la era clásica de Roger Moore.

The Croods
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Sin dudarlo un sólo instante y de nuevo yendo en contra de Los Gremios y La Academia, la mejor de la categoría –faltándonos la japonesa y la francesa– es The Croods; muy pocas veces uno puede afirmar que una pieza protagonizada por Nicolas Cage y Ryan Reynolds tiene algo bueno por mostrar pero esta es la excepción; una familia confinada a una cueva para asegurar su supervivencia, después de que muchas amenazas han acabado con todos sus vecinos y similares, es obligada a abandonar su zona de confort por extremos cambios en el medio ambiente que de paso destruyen su cueva; el líder del grupo es un hombre basto y musculoso que se aferra a su miedo para poder proteger a su familia pero afuera, allá en el vasto exterior, debe aprender a ser osado a soñar para demostrarle a su familia que es valioso y que pueden seguir confiando en él.

The Croods es codirigida por Kirk De Micco y Chris Sanders; ambos integran también el grupo de escritores al lado del legendario Monty Python John Cleese que ayudó a la creación de la historia; sus productores deben estar muy contentos porque aunque no lograron estar dentro de las diez más taquilleras, obtuvieron un muy afortunado décimo primer puesto con casi 600 millones de dólare lo que seguramente asegura una segunda parte.

Al lado de Cage y Reynolds, también están Emma Stone, la siempre divertida y ácida Cloris Leachman, Clark Duke y Catherine Keener que casi es voz de garantía para cualquiera de los proyectos que la involucren. The Croods es conmovedora, divertida, audaz y hasta interesante en sus propuestas de iluminación, montaje y cinematografía. Realmente una pieza muy completa.

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La grande bellezza

la grande bellezza

No entendí.

¿Cuál es el punto de una orgía de imágenes hermosas, en un sofisticado discurso semiexistencialista? Para mi ninguno, para la HFPA (Hollywood Foreign Press Association), la mejor peli extranjera del año.

Es posible que Paolo Sorrentino y yo no seamos compatibles; me pareció muy promedio su This Must Be the Place y ahora esta aclamada historia de Jep Gambardella, La grande bellezza, tampoco me causa emoción. No la descifré completamente y tampoco pude relacionarme con sus personajes; reconozco que la fotografía es hermosa y la música va muy bien con el fluido de la historia pero no por eso, en una actitud esnobista y superficial como la gente de The Guardian o el The New York Times, voy a salvarla o a decir que es un «hermosísimo innuendo».

Por ahora sigue en carrera para los Oscar como gran favorita después de Los Globo; qué lastima que verdaderas joyas como Jagten de Vinterberg se desperdicien tan innecesariamente en competencia.

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The Wolf of Wall Street

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Refrescando su propio género, ese en el que nos ha brindado tantos matices de Nueva York, de la mafia y sobre todo dando cátedra del cine, ese arte que tanto le debe a Martin Scorsese, nos llega a salas The Wolf of Wall Street.

Jordan Belfort es un hombre sencillo, trabajador, honrado pero dispuesto a sacrificar todo en su carrera para lograr ser el rey de la calle más poderosa del mundo; esa donde se venden acciones, se negocian países y se definen economías; siendo un pasante, apenas en un momento de inspiración con su nuevo jefe (Matthew McConaughey), en un restaurante tomando fuertes dosis de Absolut Martini, le basta a Belfort para cambiar sus ideales y motivaciones; justo cuando comienza su trabajo -referido claramente como el lunes 19 de octubre de 1987, mejor conocido como el Black Monday-, la bolsa colapsa y pierde su contrato; decidido a tomar cualquier otro empleo llega accidentalmente a una firma de comisionistas de Long Island que vende ‘penny stocks’ (acciones de empresas en muy mal estado o muy jóvenes) que a diferencia de las regalías de Wall Street ofrecen por cada transacción un 50 por ciento de comisión; Belfort no entiende si es en serio o qué pero aprovecha la supuesta falla en el sistema y se transforma casi que de inmediato en un tiburón de la pecera donde ha caído.

Este primer acto es rico en figuras cinematográficas (planos secuencia, foto-fijas, rompimiento de la cuarta pared, travelings de grúa, voz fuera de cámara, narración omnipresente, narración por corte de planos) y como siempre lo más exquisito de una pieza de Scorsese es deleitarse en todos sus recursos; pero el uso de sus herramientas no van en la intención de mostrar lo bueno que es haciéndolo, no es una apología estética o una autoindulgencia ala Paolo Sorrentino (This Must Be the Place, La grande bellezza), es un acto de narrativa, una genialidad en la forma de contar historias.

La presencia de Matthew McConaughey es efímera, «es polvo de hadas» y sin embargo es tan icónica como la peli misma.

El segundo acto es una arena donde los actores se van a desenvolver como gladiadores; si, continúan todas las semas intactas del realizador pero ahora la dinámica es concierto para Leonardo DiCaprio y orquesta, concierto para Jonah Hill y orquesta, concierto para Margot Robbie y orquesta, con pequeños solos de Rob Reiner, Jean Dujardin o la sensual avenger Joanna Lumley. Cada uno en su momento y en un ritmo perfecto se roba la cámara y demuestra de qué están hechos frente a Scorsese, frente a nosotros; parafraseando el discurso de Michael Douglas en Los Globo, DiCaprio es un monstruo y aquí lo declara con toda su casta pero Jonah Hill tan sólo es invalidado por él gracias a que le hacen falta más momentos de exposición; en una entrevista a The Hollywood Reporter, con Terence Winter, Martin Scorsese, Leonardo DiCaprio y Jonah Hill, Winter -el guionista- y Scorsese -el director- estaban realmente impresionados de la forma en que Hill improvisaba sus líneas, la idea estaba clara en el aire pero era el actor el que definía los ritmos, las señas, las claves y los finales de su diálogo porque al improvisar podía hacer perder a todo el reparto. Sin embargo, DiCaprio no se queda atrás; quien piense que el californiano ofrece más de lo mismo tiene su olfato tapado y su oído un poco sordo; cada vez más, DiCaprio es más impresionante en su arte, más diestro en sus capacidades y tiene más dominios en su prestancia; es entendible porqué la HFPA (Hollywood Foreign Press Association) le dió mejor desemepeño a un actor por una pieza cómica a Leonardo DiCaprio pero también es entendible el disgusto del actor por el mensaje; The Wolf of Wall Street puede interpretarse como una comedia y aunque a la vuelta del tercer acto empieza todo el drama, no se puede tampoco desfigurar la intención de la pieza como una tragicomedia; el fabuloso guión de Winter nos ofrece un panorama incómodo, repugnante donde la sola sensación de ser testigos nos genera animadversión.

Tal vez, y este es uno de sus peros, la peli pierde ritmo al inicio de su tercer acto. El personaje de Belfort se va decantando y se va preparando para su desenlace; el universo alrededor conspira contra su exagerada dicha, y es justo en este momento que los momentos de hilaridad ya no son graciosos, el payaso ha sacado su máscara triste y nos deja perplejos; por eso es que The Wolf of Wall Street no es una comedia. No obstante la intención contemplativa de Scorsese permite que se alargue sin necesidad su obra y pierde control de la misma. No es muy grave y es parte también de su rúbrica. «The Wolf» es una de las favoritas con cinco importantes nominaciones; mejor peli, mejor dirección, mejor actor principal, mejor actor de reparto y mejor guión adaptado; no es una competencia fácil y las probabilidades juegan en contra de Scorsese y su equipo este año.

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