Cerrando el festival de Eurocine este año me fuí a ver Hunger, primera peli de Steve McQueen sobre la posición de Bobby Sands, un soldado del IRA (siglas de su nombre en inglés, Ejercito Republicano Irlandés) interpretado fastuosamente por Michael Fassbender.
Más que mostrar la muerte de esta persona gracias a la poca atención que tuvo sobre su huelga de hambre, la peli creo que evidencia lo rudo que es el régimen británico, lo áspero del mandato de la Thatcher y la humanidad involucrada en las dos partes de la cárcel. Por un lado obviamente los huelguistas que querían hacer valer sus derechos y tratar de lograr su estatus político. Sin embargo, McQueen, británico, lejos de proveernos una versión mamerta de la situación en el encierro de Sands, también nos muestra lo duro y la reflexión de algunas facciones de la fuerza policiaca que debían tratar con fuerza a los reos por ejemplo cuando no se dejaban peluquear. Lo inquietante es que su crítica no trata de aprobar los hechos cometidos por el Ejercito ni sus violentas retaliaciones y así como denuncia las brutales golpizas y el maltrato indigno hacia los reclusos también refleja las consecuencias en la psique de estos cuidadores.
Por lado y lado la cinta es muy conmovedora. El clímax es un diálogo entre Bobby Sands y un cura amigo que reniega de la iglesia, de los negocios, de la corrupción y de su vocación. La conversación está cargada de puyas al sistema político, al régimen británico, a la iglesia, a la revolución, a la motivación de las huelgas de hambre, a los extremos, al suicidio y al homicidio. De verdad un momento de astucia del realizador para expulsar toda la ponzoña que tenía guardada, con gracia y a la vez con bilis, sin cortes, una cámara grabando desde un sólo punto toda la conversación y el peso de las líneas de estos dos personajes. El relato se redondea con una imagen campestre relatada por Fassbender mientras consume su tercer cigarrillo.
Impresionante.
La peli gana premios muy importantes en BAFTA’s, Chicago, British Independent, Londres, Nueva York, Sydney, Montreal, Estocolmo, European, Irish Awards, Toronto generalmente destacando la labor de Fassbender y de McQueen que a la postre también se llevó Golden Camera en Cannes y Gucci en La Biennale posicionándolo de un sólo golpe como un director importantísimo en el medio. La peli ojalá la traigan a cartelera comercial, siendo ayer su última aparición en el Festival que ya termina.