Davis Guggenheim, Documentary, Epic, Folk, Hollywood, Miguel Vaca, Movie, Vacacion

It Might Get Loud

Mis amigos me compartieron Blunderbuss, el último disco de Jack White. Mientras yo y mi no-oído, mi oído-sordo o mi ausencia total de refinamiento musical tratábamos de entender los trabucazos de puro sabor del señor White mis amigos enardecían con cada de una de las tonadas y trataban de cuadrar cómo y cuándo sacarlas en un «jam session» de GarageBand 😉 Yo por mi lado y de la forma más conveniente posible grabé It Might Get Loud por Cinemax, un documental de Davis Guggenheim que reúne de manera “informal” a Jimmy Page, David Howell Evans (The Edge) y Jack White.

Estos tres grandes músicos fueron convocados por Guggenheim en un cobertizo abandonado para discutir sobre la guitarra eléctrica pero sin la obligación de tocar nada en absoluto, aunque sus instrumentos iban a estar presentes con todo el audio preparado por si animaban a algo más. Con esa sentencia los tres guitarristas se reunieron atraídos como ratones a una gran y sabrosa pieza de queso. Yo la grabé tratando de escuchar a White como músico para darle un poco de sentido a Blunderbuss.

Davis Guggenheim es un reconocido documentalista en Hollywood, no sólo como realizador sino como productor. Su último título conocido fue An Inconvenient Truth pero detrás de este hay una gran carrera de documentales y piezas de TV.

It Might Get Loud empieza con un plano muy sucio de White armando una «slide-guitar» con una tabla de madera, un par de puntillas oxidadas, una cuerda y una botella de Coca-Cola como caja acústica. Asombroso. Le pone un micrófono y empieza a rasgar esa cuerda de manera brillante. El corte pasa sobre el planteamiento de lo que va a ser la reunión de Page, Evans y White, una simple entrevista con unos personajes icónicos que termina volviéndose un documental al crear contexto con el recorrido musical de cada uno de ellos. Creo que no debo decir nada más, la pieza tiene valor por la reunión de los tres artistas, la forma en como abordan cada uno su instrumento -me encanta que la de White es una pieza de plástico pero le funciona perfecto para poder hacer uso de sus distorciones- y, obvio, es importante a nivel histórico por las discusiones mismas sobre la guitarra eléctrica.

Emocionados y empotrados cada uno en sus instrumentos el documento histórico se vuelve impactante, electrizante y muy entretenido.

Standard
Action, Adventure, Marc Forster, Martial Arts, Miguel Vaca, Movie, Spy Film, Suspense, Thriller, Vacacion

Quantum of Solace

Tengo un amigo que me acompaña a ver las pelis de James Bond pero que no siempre está muy de acuerdo con lo que vemos, es decir , nuestra experiencia casi siempre es muy diferente. La primera vez fuimos a ver Casino Royale; a mi me fue muy bien a él lo iba patiando el tema de Vesper en Venecia. Cuando fuimos a ver Quantum of Solace yo estaba esperando mucho más y él, por el contrario, decía que había mejorado.

Y puede ser posible. Los que fuimos a ver la primera de Bond con Daniel Craig y nos gustó el tema de la vulnerabilidad y el tema del diamante en bruto que es este personaje en la historia podríamos compararla con Quantum y decir que no es suficientemente divertida. La gente que afirmó que ese Bond escueto, desgarbado y menos sofisticado que el resto de sus colegas, había perdido exactamente eso, la elegancia y la sofisticación del personaje de Fleming y que en Quantum lo viene recuperando.

Independiente en cual de los polos uno se encuentre, si hay que resaltar que el personaje se excedió en súper capacidades y en súper audacia y en súper suerte. Recuerdo perfectamente la escena de Haití en que tumba un motorista, recoge su moto y empieza una persecución que más que emocionante, a mi parecer, simulaba la gran escena de Bourne Ultimatum donde Matt Damon recoge una moto en Marruecos y empieza a escalar por las callejuelas como si estuviera participando en una competencia de enduro. Puede ser un sentimiento de confianza con el personaje pero no lo creí capaz de hacer lo que estaba haciendo y sumado a esta hay dos o tres partes donde la relación con el personaje de Bourne es más estrecha, por lo que en algún momento me llegué a preguntar qué estaba viendo.

Una desafortunada elección en el reparto es la bella Olga Kurylenko que nunca me pareció boliviana, con sus rasgos europeos y esa piel que más que mestiza o zamba parecía un perfecto bronceado en las playas de Ibiza. La rusa logra cautivarnos y el personaje mantiene un perfil sediento de venganza que anima la historia pero creo que a nivel de libreto no estaba bien adaptado su personaje.

Sigo comparándola con Casino Royale (pienso que es un error mio) y el hecho súper llamativo de esta peli con cualquiera de toda la franquicia es la continuidad de las dos historias. Se había dicho que este Bond iba a continuar la historia justo desde donde terminó, que iban a mostrar como se accedió a Mr. White y me lo imaginaba más desarrollado más concienzudo, por el contrario fue una disculpa para poner a los mismos personajes y subsanar un poco la continuidad. En verdad esperaba mucho más de Marc Forster, un excelente director que nos ha deleitado con Monster’s Ball en 2001, Finding Neverland de 2004 o Stranger Than Fiction de 2006, siendo esta última una fascinante historia muy bien narrada y muy bien desarrollada.

De lo rescatable las actuaciones de Craig, la Kurylenko, Judi Dench, Giancarlo Gianini, Jeffrey Wright y Mathieu Amalric. La música de David Arnold fue muy bien lograda y las cámaras combinadas con las locaciones estuvo muy bien cuidado.

No me gustó mucho Jack White y Alicia Keys haciendo los créditos con Another Way to Die pero ¡Hey! De nuevo los estoy comparando con Casino Royale. Destacados los créditos a cargo de MK12 además de toda la gráfica y composición de la peli (que de la misma forma lo hicieron en Stranger Than Fiction de manera excelente).

* Puede contener contenido revelador

Una cosa que si me fascinó y creo deberían aprovechar mucho más (habría que hablar con Paul Haggis… Jijijijijiji) es el hecho de cómo muere Strawberry Fields interpretada por Gemma Arterton. Se evoca uno de los primeros grandes éxitos de Bond (más exactamente la muerte de la mujer dorada de Goldfinger de Guy Hamilton en 1964) cuando una mujer revestida en oro yace muerta en el lecho de Bond. El simil es impresionante y me parece realmente audaz. Si se están contando los inicios de Bond y empiezan a aparecer los íconos del pasado de la franquicia ¿no sería realmente increíble y trascendental rehacer un clásico de Bond?¿No sería súper divertido rehacer, no se si Goldfinger pero Dr. No, From Russia with Love o incluso mucho después logrando la sofisticación deseada Diamonds Are Forever?

Me parece que hay un buen camino por explorar y que la moda de las secuelas, las franquicias y los remakes pueden darle un giro interesantísimo a este nuevo Bond de Daniel Craig. Ojalá se anime a hacer muchas más aunque sabemos que su perfil de actor independiente lo hala muchísimo.

Standard