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North by Northwest

North-by-Northwest

Tan de moda Hitchcock en estos días con The Girl de Julian Jarrold y con Hitchcock de Sacha Gervasi que me encantó que en Cuevana hubieran montado North by Northwest, un thriller con Cary Grant, Eva Marie Saint y James Mason de 1959.

No me considero un fanático de Hitchcock, si acaso me he visto en total seis o siete pelis del maestro pero no más de diez. Tanto así que creo que sólo he hecho una entrada en este blog y fue sobre The Birds. Me divierten mucho, aunque creo que no envejecen tan bien. En cuanto a planos son increíbles y de una descripción impecable. La narración y el montaje si tiene a veces sus detallitos porque no siempre es muy fluida.

North by Northwest es increíble. Grabada casi en su totalidad en exteriores nos muestra grandes locaciones en Nueva York, Chicago y Dakota del Sur, además de una reproducción a escala del Monte Rushmore en los estudios de la MGM en Los Ángeles. Una megaproducción teniendo en cuenta las formas de trabajar de Hitchcock y sus producciones, entendible gracias a que a finales de los 50’s y principios de los 60’s, el realizador era muy popular en la crítica y recaudaba muy buenas taquillas, lo que le aseguraba independencia en sus decisiones.

En esta pieza, Cary Grant es un publicista de Nueva York, que se la pasa de la Avenida Madison al Parque, de su oficina a los cafés, tomándose un martini con los clientes y pagando taxis por dos o tres cuadras -imagino que es una gran referencia para Mad Men, porque Don Drapper no podría ser más parecido a Roger O. Thornhill, en absoluto-. Se ve involucrado en un malentendido cuando lo confunden con George Kaplan, un agente de contrainteligencia norteamericana. Thornhill es secuestrado por Phillip Vandamm (James Mason) y su mano derecha Leonard (un muy joven Martin Landau) quienes se encargan además de envolverlo en una intriga bastante compleja cuyo fin es neutralizarlo o en el peor de los casos eliminarlo. Huye de Nueva York por tren y se topa por primera vez con Eve Kendall (Eva Marie Saint), una atrevida samaritana que le ofrece su ayuda a cambio de sexo.

Su aventura los lleva de Nueva York a Chicago, de Chicago a Rapid City, en medio de las llanuras, y de ahí hasta Dakota del Sur. Los planos detalle, los encuadres y los planos secuencia son muy bien armados, casi que uno pudiera ver la cinta en silencio y disfrutarla igualmente. Grant es un actor muy simpático y no se siente el paso del tiempo en su actuación como por ejemplo si lo hacen Mason y Eva Marie Saint que se sienten muy acartonados pero obviamente muy de la época.

Para destacar aparte de las ya nombradas genialidades de Hitchcock, North by Northwest no es un simple thriller de suspenso como es usual en el realizador, es un thriller de acción y suspenso muy fácil de ver y muy entretenido. Es muy gracioso, las líneas de Cary Grant son muy divertidas al igual que el juego de seducción que sostiene con Eva Marie Saint -además en la primera escena, aparece Alfred Hitchcock tratando de entrar a un bus que le cierra las puertas en la cara, un chiste de «pastelazo» que nos pone en un clima muy relajado para el resto de la peli-. North by Northwest es un clásico «hitchcockiano» no sólo gracias a la temática, la narración y la intriga sino además por ejemplificar como ninguna otra la fantasía del director por las monas. No sólo el protagonista se enamora perdidamente de una de ellas sino que el diálogo en el tren es perfectamente elocuente a este fin, con el juego de frases en doble sentido, donde Eve Kendall prácticamente le da carta blanca a Thornhill para que vaya a su recámara y pasen la noche juntos.

Cierro la entrada nombrando los créditos de la peli diseñados por otro maestro, el señor Saul Bass. Están creados sobre una pantalla verde, con una serie de trazos que dan alusión a un edificio. Los títulos llegan a pantalla gracias a un contrapeso que hace las veces de ascensor en la construcción. Al irse fundiendo la pantalla verde, se hace evidente que es la fachada de las Naciones Unidas en pleno «midtown» de Nueva York. Los créditos siguen apareciendo y siguen fugados perfectamente con la perspectiva de la edificación de las Naciones Unidas. Guardadas proporciones me recuerda el excelente trabajo de Picture Mill en los fantásticos créditos de Panic Room de David Fincher, una de mis presentaciones favoritas en una pieza cinematográfica.

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Adrian Lyne, Auteur, Drama, Miguel Vaca, Movie, Vacacion

Lolita

Lolita

Lolita es primero que todo una novela de Vladimir Nabokov, hay dos versiones de la peli pero sólo un guión fue escrito por el mismo Nabokov.

Esta entrada tuvo como intención principal hablar sobre esa Lolita, la de Stanley Kubrick filmada en 1962 y protagonizada por James Mason, Shelley Winters, Sue Lyon y Peter Sellers. Kubrik acostumbró a basar sus pelis en novelas escritas, lo hizo con The Shinning de Stephen King en 1980, lo hizo con A Clockwork Orange de Anthony Burgess en 1971, con 2001: A Space Odissey de Arthur C. Clarke y lo hizo con Lolita. Pero no sólo se basaba en ellas, acostumbraba a escribir los guiones con sus camaradas novelistas y ya sabemos que cuando un director escribe tiene el control completo sobre lo que quiere mostrar.

A medida que pensaba en escribir esta entrada, se me fue ocurriendo que sería divertido hacer un pequeño paralelo con la otra Lolita, la de 1997 dirigida por Adrian Lyne y protagonizada por Jeremy Irons, Melanie Griffith, Dominique Swain y Frank Langella.

La Lolita de 1997 tiene algo positivo y es que no es una copia fiel, es una interpretación y como tal tiene sus puntos positivos y negativos.

En ambas, las actuaciones de Mason y Irons interpretando a Humbert son excelentes. Manejan el mismo dilema y al final se crea la misma reticenci,a del espectador, hacia la perversa dominancia del adulto sobre la adolescente que lo lleva a una psicótica paranoia.

En ambas, las actuaciones de Winters y de Griffith interpretando a Charlotte Haze son espectaculares aunque me inclino más por una menos sobreactuada Griffith; Winters maneja más una argumentación lírica basada en su capacitación teatral en el Actor’s Studio de Nueva York.

Las Lolitas son particularmente sensuales ambas, no se puede distinguir cuál es más perturbadora o cuál desempeñó un mejor papel. Aunque la historia habla y Swain se llevó todas las nominaciones y premios de su obra, no hay que negar que su Lolita es un producto creado a partir de Lyon que tiende a ser mucho más escalofriantemente perversa sin ser tan insinuante.

La gran diferencia al parecer entonces son los Clare Quilty’s de cada una de las obras. Mientras en la Lolita de Kubrick este personaje es un vivaz y polífacético escritor que ha perseguido a Lolita toda su vida, ha tenido un perverso amorío con ella mucho antes de sus dieciseís años y tiene el poder de domarla a su antojo, en la Lolita de Lyne el Quilty es un señor más entrado en años, mucho más calmado sedentario. Mientras el Quilty de Sellers es acompañado por una extraña femina que induce a una perversión más ordinaria donde se implica tríos sexuales con menores, el Quilty de Langella está acompañado de un gato (o gata, magnífico chiste de interpretación), su aspecto es mucho más homosexual y su perversión tiende a ser más pedofílica donde el sexo de sus efebos al final no es un item importante de discusión. El Quilty de Sellers es más divertido, más protagonista, es un elemento importante en la obra, su caracterización devela un desarrollo psicológico del personaje; el Quilty de Langella es un accidente no muy claro para el espectador, por lo que, se podría concluir entonces que con una mejor dirección el papel de Langella hubiera podido ser mejor aprovechado.

Para mi, personalmente, es más perturbadora la peli de Kubrick que en 1962 con el sólo planteamiento del tema estaba siendo bastante agudo en su polémica. Lyne por el contrario en aras de trascender esa polémica le dió más importancia al personaje de Dolores Haze con insinuanciones más provocativas y alusiones mucho más agresivas sexualmente.

Fue muy divertido observarlas pero fue sobretodo muy divertido la grata sorpresa de Sellers que al final fue un consentido de Kubrick en un par de pelis suyas más.

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