Definitivamente esta no es la mejor peli de Zack Snyder pero tampoco es la peor, es una peli que nos confirma que le encanta narrar historias basadas en comics y que, Superman, su siguiente proyecto sin duda va a manejar cámaras muy lentas (bullet-time cameras), pues las considera parte fundamental de su estilo de narración.
Sucker Punch manda el regreso de la hermosa Emily Browning, una niña hermosa que me cautivó en Lemony Snicket’s, esta vez como heroína en una historia donde su madre muere y su padrastro la recluye injustamente en un sanatorio mental, su lucha es por salir de esa institución ayudada por compañeras que allí encontró. Si somos justos hay poca credibilidad en la rápida empatía que logró con sus camaradas de institución, por otro lado, me gustó la opereta rockanrolera que se creó en torno a la epopeya de su emancipación. Al lado de Browning participan las también hermosas Abbie Cornish, Jena Malone, Vanessa Hudgens, Jamie Chung y Carla Gugino, de las cuales repiten Cornish que venía de trabajar con el director en Ga’Hoole y Gugino en Wacthmen.
Esta es la segunda vez que Snyder participa activamente en el equipo de guión pero no es una actividad que se le de muy bien, en dos de sus mejores piezas cinematográficas no lo hizo y tan sólo en 300 el producto fue realmente destacado. Esta vez su historia fue recreada por el artista gráfico Alex Pardee y el afiche mostrado en esta entrada es tan sólo un ejemplo de lo que logró el artista con la historia. Es muy visual, es muy comic, pertenece al género fantástico y se siente que el director se divirtió mucho haciéndola. La primera vez que salí de ver 300 pensé que era una peli hecha con una sensualidad impresionante y que más de una mujer debió haber quedado cautivada con los torsos de estos magníficos hombres que permanecieron semidesnudos toda la peli, al salir de Sucker Punch mi mente se quedó dando vueltas en las perturbadoras ideas alrededor de la Browning y sus secuaces. Definitivamente sentí una carga sexual y sensual a lo largo de todo el filme y el hecho que sus protagonistas sean tan sólo niñas genera algo de culpa pedófila, así las actrices mantengan un promedio de veinticinco, en general.
Repito la peli no es mala pero el tono operético que sostiene da una cadencia un poco ralentizada en la historia pero no a un nivel descriptivo interesante más bien como una monotonía que no permite avanzar y le concede al espectador momentos de elucubración sobre cómo va a terminar la trama y posibilita su predicción, hubiera preferido que la odisea de la Browning se hubiera mantenido en dos o tres fases, no en cinco. Esto se debe básicamente a la mismas debilidades como escritor de Snyder que venimos hablando.