Esperando no me fuera a pasar lo mismo de siempre, decidí hacer el esfuerzo de ver MIB3 en salas anoche. Me tocó correr porque fijo la sacaban hoy de cartelera -como efectivamente sucedió-. Fuí súper incrédulo, haciendo todo el esfuerzo posible, en vista de algunos buenos comentarios alrededor de la cinta.
Clásico. Bajas expectativas, hacen una excelente velada.
Al principio sentí que Sonnenfeld se estaba luciendo y que las cámaras eran demasiado pretenciosas con el uso excesivo de gruas y «travelings» innecesarios pero una justa combinación entre su conocimiento sobre la franquicia y la audacia de Etan Cohen en el guión lograron cautivarme. Tenía muchas dudas. El afiche de Will Smith texturizado con la palabra MIB3 era terrible, los chistes presentados en el corto-avance eran aguados, calcados de la segunda parte y el viaje al pasado sonaba más a cliché que a cualquier otra cosa.
Como lo decía la peli se salva en lo bien desarrollado que estuvo la historia, impecable y sin demasiadas fugas -comunes en los viajes espacio-temporales-. Cohen nos había fascinado en Madagascar 2 por su buen sentido del humor y por presentar una versión diferente a la primera parte que hubiera podido empantanar la franquicia; nos trae la tercera parte de Men in Black y ya suena como escritor de Ghostbusters III -el rumor de la tercera parte de la épica saga de los 80’s que quiere revivir en nuestro milenio-. Definitivamente se ha vuelto un genio en desarrollar sus capacidades en este tipo de retos y se está volviendo muy útil para Hollywood en en ese sentido.
Sonnenfeld no lo hace mal. Su humor también se palpa y sus personajes permanecen intactos. Lo que al principio se siente como presumido después va encontrando su química, termina viéndose muy fresco y adecuado. Nadie como él hubiera podido manejar tan bien las tres partes de la aventura. Bueno nadie como él y como Danny Elfman que sin duda son los que, en conjunto, aportan la rúbrica audiovisual de MIB.
Me sorprendió mucho la aparición de Jemaine Clement, tan apático estaba que ni siquiera había revisado el reparto con detalle. Monstruoso, camaleónico y súper flexible, este neozelandés entendió perfectamente su contra-parte como antagónico. Es chistoso como abandonó la música por completo, le apostó a la industria mediante la actuación y ya empieza a recoger sus frutos -frutos que con creces ya ha recogido Bret McKenzie siendo fiel a sus convicciones musicales o de pronto jugando más seguro en la industria, si se quiere. Al lado de Clement, y obviamente Will Smith y Tommy Lee Jones, otra gran sorpresa fue Josh Brolin interpretando a Jones joven. Carismático con un acento sureño pegajoso y encantador. Después de ver la peli queda uno con la sensación de que nadie más hubiera podido desarrollarlo.