Devil pueda ser una peli que no vaya a sobresalir mucho en premios o incluso taquilla este año. Como ya sabíamos, es dirigida por John Erick y Drew Dowdle, hermanos que trabajaron sobre la historia creada y producida por M. Night Shyamalan.
Me la vi en cine recientemente y me gustó, tanto como fue dirigida como por lo bien desarrollado de la historia. Se siente muy bien el estilo de la narrativa de Shyamalan y tiene un giro divertido porque también se siente que no es dirigida por él. La peli empieza con una serie de tomas tenebrosas de Filadelfia giradas 180 grados: Todo lo que está arriba está abajo y todo lo de abajo está arriba. Al principio, uno entiende el truco que está filmado desde un helicóptero y no hay mayor problema, de pronto uno empieza a sentir unas vibraciones extrañas, bajos o chelos y cuando el objetivo de la cámara se empieza a acercar a los edificios, este los empieza a seguir generando un vacío indescriptible. Muy bien logrado. En general, muy buen montaje de Elliot Greenberg, muy buenas cámaras y muy buena fotografía a cargo Tak Fujimoto, parte sensible del equipo de Shyamalan que lo ha acompañado en The Sixth Sense, Signs y The Happening.
La historia es sencilla, un grupo de personas queda atrapado en un ascensor y empiezan a suceder hechos macabros inexplicables para ellos pero para los de afuera que los están vigilando, cada vez empieza a tener más sentido la conjetura que entre los atrapados está el diablo. Paso a paso, minuto a minuto, se empiezan a disminuir las posibilidades y los sospechosos son cada vez menos. Nos vemos envueltos en el ardid de Shyamalan y caemos en la cuenta de sus bases literarias, que al principio me parecía Sartre pero después tomó forma con Agatha Christie y And Then There Were None.
Espero haber dejado intacta la intriga y que la vean en cine, vale la pena. En mi caso, casi me muero del susto porque en medio de los relámpagos de la peli, el cine se quedó sin luz…