Biopic, Drama, Hollywood, Internet, Miguel Vaca, Netflix, Storytelling, Suspense, Thriller, TV, Vacacion

Unbelievable

La historia se basa en hechos de la vida real y en el aclamado artículo de Ken Armstrong y T. Christian Miller, ‘An Unbelievable Story of Rape‘. Luego de que el artículo tuviera eco en Los Pullitzer’s, en podcasts y toda clase de medios a lo largo de Estados Unidos, tres personas se interesaron en crear una serie de TV: Susannah Grant, Ayelet Waldman y Michael Chabon. Cuando leía libros, Michael Chabon era de mis autores favoritos; después entró a Hollywood a desarrollar guiones y pues unos salieron bien otros no tanto pero básicamente desde John Carter (2012) no sabíamos nada de él. Siete años después sale con este proyecto desgarrador y quedamos gratamente sorprendidos de sentirnos sobrecogidos otra vez.

Es cruda. Es un tango. Por un lado en el episodio 1 nos rompe el corazón la primera chica; nadie le cree, es hostigada por la policía y decide doble-declarar que su testimonio fue falso e inventado para no sentir más el acoso del estado; su desarrollo es agobiante hasta el último episodio. En estos últimos meses he devorado series policiacas, con sentido detectivesco. Ya había dicho en Messiah que me encantaba Bron/Broen, The Killing, Borgen, The Fall, Ófærð/Trapped, Grenseland/Borderliner, Border Town/Sorjonen, Karppi/Deadwind, Hinterland. Sin embargo, no había visto una serie donde el centro de atención fuera tan poco centrado en el atacante sino más bien en las víctimas y en el desarrollo de la investigación por parte de los detectives y los agentes a cargo.

Unbelievable es una serie que empieza inspeccionando varios casos de violación de extraño procedimiento. Absolutamente minuciosos, prolijos e higiénicos, tanto que parecen invención de las víctimas. Hasta que se convierte en la persecución de un sólo depredador. Un violador serial.

Además de la intriga que es impresionante, hay un trabajo para desenmascarar el patriarcado. Parece contenido revelador pero en el mismo corte avance se encuentra. La primera chica es entrevistada por hombres que aunque se muestran profesionales y de buena voluntad, ejecutan sus prejuicios al fin y al cabo; coercionan a la víctima, sus familiares, sus amigos y sus consejeros que finalmente le dan la espalda para vivenciar el más grande de los infiernos. Inmediatamente después -segundo episodio-, a la detective Karen Duvall le es encargado el caso de una violación que por contraste, por tono, por dirección, los espectadores evidenciamos las diferencias de que un caso sea tratado por hombres o por mujeres conscientes de la situación para la víctima e implicándose más que en su obligación como servidores de la ley como defensoras de género.

Es tiempo de presentar, a mi parecer, a la gran responsable de esta pieza audiovisual que no es nadie menos que Lisa Cholodenko ¿Se acuerdan? Lisa Cholodenko escritora y directora de The Kids Are All Right, drama dentro de un grupo familiar de dos madres, una pareja de hijos y un exmarido que llega a revolver inocentemente el avispero. Cholodenko no dirigió toda la miniserie, dirigió precisamente los de mayor intensidad y que requerían mayor tacto (los tres primeros). Nos hace sentir desazón, al avanzar entre los episodios, una sensación de clamor por la primera chica porque el contraste es cada vez más duro, entre más avanza la investigación en Colorado, más se hunde la chica de Washington. Sentimos asco por los sospechosos porque sin tener que ser los posibles culpables son repugnantes hay unos que son apuestos, adinerados, privilegiados y con sentido de vía libre para hacer lo que quieran porque la ley no los tocan; otros son conscientes de que sus amigos en las altas esferas los protegen y la ley no los tocan; y finalmente, hay otros que sus faltas son menores, ofensivas, pero menores y no hay forma que la ley los vaya a tocar. Ese es el acierto que se gana con Cholodenko, un respeto expreso por la situación y la validación de las víctimas como tal. Luego, ella y Chabon se vuelven productores ejecutivos y aseguran que la serie mantenga su calidad hasta el último respiro del fin de la temporada.

La tenía en mi lista de Netflix pero me tocó subirle prioridad porque no sólo estuvo nominada a los Globo de Oro de este año, también amasa nominaciones en los próximos SAG, Los Broadcasts y los del Gremio de Escritores. Es una serie que uno no querría perderse. Tal vez lo último que me faltaría por anotar es que aparte de Kaitlyn Dever que protagoniza la serie como Marie Adler de una forma brutal -pónganle ojo a esta chica- y Toni Collette que parece la experimentada veterana, mentor y líder de las escenas, me parece que sobresale mucho Merritt Wever; y Wever sobresale sobre todo porque justo la veíamos en Marriage Story como la hermana insegura, descontrolada versus la poderosa fiera que es aquí, una habilidosa e ingeniosa investigadora pero más que nada una persona cuya función es ser empática con cada víctima para triple-checar cada proceso, cada paso y así honrar su dignidad; fantástica actriz, le voy a poner también un pin para seguirle su carrera.

Nota personal. El tema es sensible y delicado; lo que menos quiero es sonar condescendiente o desconsiderado porque si algo puedo decir completamente seguro es que me encantó la serie, me encantó el formato, me encantó la narración. Curiosamente, esta serie me ha tocado mucho de manera personal pero también me ha hecho explorar temas para muchos superficiales como puede serlo Batman. Sí, el encapuchado. He pensado mucho en él, de cómo se nos da por sentado que es el mejor detective ¿Realmente lo es? En los cómix por la forma en que se desarrolla su literatura y la amplia gama de atención que le brindamos, a cada página y a cada capítulo, pues uno si ve un investigador detrás de cada caso; digamos que si uno lee el artículo de Armstrong o Miller suena a un titular de una agencia de noticias, no sentí esa genialidad periodística o por lo menos no la encontré, de pronto el libro es otra cosa; ya cuando uno ve toda la serie se hace evidente que un equipo con más recursos puede ayudar más, una sola persona no va a resolver un caso complejo a menos que que sea eficiente, minuciosa y casi que adicta al trabajo. Tanto que me pone a pensar, más allá de los crímenes y las violaciones, en todo el empeño que se puso para demostrar como es que se lleva una investigación en un proceso deductivo. No quiero sonar frívolo y quisisera no ofender a nadie -o por lo menos tratar de no hacerlo- para brindar mi experiencia y conocimiento sobre esta serie. Y parte de ese conocimiento es evaluar de manera transversal otros medios y otras propuestas. DC acaba de dar un golpe en la mesa y volvió a sentar el tono de cómo se puede hacer una peli de un cómic desde otra perspectiva con Joker. Ahora se prepara para relanzar la franquicia de Batman; Matt Reeves dice que va a explorar el sentido detectivesco adentro del cómic ¿No es acaso una oportunidad grandísima de hacer algo completamente diferente como esta Unbelievable o True Detective?

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3D, Action, Adventure, Africaans, Animation, Epochal, Exploitation, Fantasia, Hollywood, Jonathan Liebesman, Miguel Vaca, Movie, Thriller, Vacacion, War, World

Wrath of the Titans


Cuando estaba escribiendo The Grey no encontraba la entrada de Wrath of the Titans. Me pasó exactamente lo mismo con John Carter y la había olvidado.

No hay mucho que decir igual. Clash of the Titans logró una taquilla modesta pero considerable que les permitió soñar con una secuela. El sudafricano Jonathan Liebesman tomó las riendas y aunque lo hizo bastante mejor que Louis Leterrier la franquicia no desborda esa misma fascinación de las pelis de los 80’s.

La continuidad con la primera parte es prácticamente inexistente. Pero curiosamente eso no está mal, al contrario, nos hace olvidarnos de ese desastre y empezar de ceros. Wrath of the Titans es una peli sobre la mitología griega en tiempos de fantasía, caballos voladores, monstruos y supersticiones. Su protagonista es Perseo (Sam Worthington) reconocido héroe o semidios que descabezó a la Medusa con astucia usando su escudo como espejo. Esta historia de Liebesman es posterior a este evento y a la destrucción del Kraken. Es un tiempo donde Perseo ha hecho las pases con su padre, Zeus (Liam Neeson), luta la muerte de su esposa Io (Gemma Arterton), cria a su hijo Heleo -que aunque es hijo de Io la mitología dicta que es hijo realmente de Andromeda (Rosamund Pike)-. La historia continúa afirmando que Hades (Ralph Fiennes) se sigue sintiendo menospreciado en el Olimpo, su ira alimentada por Ares (Édgar Ramírez, hijo de Zeus quien también lo desprecia como padre) lo enceguece y comete sendos errores, como la muerte de su hermano Poseidón (Danny Huston), el emprisionamiento de Zeus o la liberación de su padre Crono. Perseo se une a Andrómeda y a Agenor (Toby Kebbell, hijo de Poseidón) para ir en busca de Hefesto (Bill Nighy) creador del laberinto que alberga la prisión de su padre pero al llegar a su destino, la bestia ya está liberada y el siguiente nivel de pelea es monumental.

El reparto es aún más increíble que su primera parte, la grandiosidad de las escenas se logra sentir muy bien en la pantalla (los que la vieron en IMAX y 3D dicen que es tan vertiginosa que la gente se salía enferma del teatro en las escenas de acción, incluso mareadas o dispuestas a vomitar 🙂 esto habla muy bien de las escenas de acción). La cinta fue filmada en RealD (no el formato adaptado que tuvo Clash of the Titans) pero no fue filmada en IMAX sino adaptada a este formato.

Esta segunda parte es mejor pero no logró su cometido. Mientras Clash of the Titans hizo un total a nivel mundial de $163,214,888 dólares, Wrath of the Titans apenas alcanza raspando la mitad $83,670,083 dólares y usó un quinto más de presupuesto, lo cual de tajo corta el camino para una tercera parte (a menos que se haga con bajo presupuesto y volvamos a los modelos stop-motion que tanto nos encantaron en el pasado). El daño que le hizo la primera parte fue fundamental y los productores de la franquicia no alcanzaron a vislumbrar la caída; otra hubiera sido la historia si el orden de las producciones hubiera sido al revés.

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John Carter

Es curioso pero si me pongo a pensarlo bien, Edgar Rice Burroughs es uno de mis grandes héroes. Por un lado era capaz de fascinar a mis abuelos con Tarzan, luego a mis tíos y mi con sus fantasías sobre Barsoom para luego en la universidad a través de un gran maestro, como lo es David Izquierdo en Anatomía Artística, aprenderme todos los músculos, todos los huesos y como dibujar todas las partes del cuerpo con su libro de cómo dibujar a Tarzan.

De chiquito me encantaban las aventuras de ciencia ficción. No era el más fanático pero tenía estos libros de aerografía con los paisajes más fantásticos de los paisajes de Burroughs y los cuidaba con mucho recelo. Luego con el tiempo los fui olvidando y pasé a leer más sobre Asterix, Mortadelo y Filemón, Batman, Spider-Man hasta simplemente olvidar por completo estas historias. Incluso no caí en cuenta de John Carter en cine y ¡menos en IMAX! Me arrepiento muchísimo.

Andrew Stanton gran escritor y director de Pixar, ha ganado dos Oscar por Finding Nemo y WALL·E pero es el pilar creativo desde Toy Story hasta Toy Story 3 y eso envuelve muchas grandes piezas animadas dentro de la compañía. De la misma forma en que muchos animadores en el pasado han querido buscar su espacio en la acción hollywoodense, Stanton aceptó un ofrecimiento de Disney para dirigir su primera gran peli de acción y aventuras afuera de las mesas de luz y el 3D. El reto era pasar al celuloide la serie Barsoom de Edgar Rice Burroughs mediante dos historias básicas, A Princess of Mars y John Carter of Mars -que no fue escrita precisamente por Burroughs sino por su hijo-. Para este motivo se le unieron al equipo de escritura Mark Andrews y nada más ni nada menos que el señor Michael Chabon (The Mysteries of Pittsburgh, Wonder Boys), uno de mis autores favoritos contemporáneos.

¿Qué pudo haber salido mal?
¿Por qué John Carter le fue tan mal en taquilla y tan mal con la crítica?

Revisando la peli, es una historia sencilla para niños con mucha fantasía y aventuras, vaqueros, marcianos, adrenalina y buen ritmo. Además las actuaciones de Taylor Kitsch y Lynn Collins estuvieron a la altura del gran reparto que redondean Samantha Morton, Willem Dafoe, Mark Strong, Ciarán Hinds y Bryan Cranston entre muchos más. Nunca puede uno definir la fórmula secreta para saber qué va a ser exitoso o no, o qué le va a gustar a un niño y qué otra cosa va a odiar. He presenciado adefesios estructurales llenos de personajes estereotipados y parece encantarle a este público. Por mi parte estuve muy emocionado, acababa de hacer un largo viaje por los desiertos de Nevada y Utah para luego reconocerlos en la pantalla de mi computador. Fue éxtasis. La fotografía es impecable y amigos me dijeron que en IMAX fue espectacular.

No lo entiendo. Hay teorías de mala promoción, otras de conspiración y boicot contra Stanton para que no se alejara de la familia Pixar y aunque todo suena tan desfachatado el director después de este gran paso en falso, vuelve arrepentido y dócil a escribir Monsters University, la segunda parte de Monsters Inc. y a escribir-dirigir Finding Nemo 2. De lo que si se puede estar claro es que Stanton no supo manejar una pieza de alto presupuesto y buscó consejos donde no debía, errores que le costaron caro a la producción, al estudio y, finalmente, terminaron prolongando una fecha de salida que termina por apagar la expectativa del público. En el balance, John Carter queda confinada como otra cinta de ciencia ficción que no vió los laureles del éxito.

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Savages

Por un instante, sentí un poco de alegría cuando vi que Oliver Stone, volvía al ruedo de los largometrajes argumentales con una excusa menos ociosa que la pésima secuela de algún trabajo suyo, de cuando era genial y divertido, o algún trabajo lastimero emancipando su orgullo estadounidense. En cualquiera de los dos casos se sentía demasiado falso.

World Trade Center fue un triste homenaje a los bomberos en los eventos del 11 de Septiembre que no fue nada más que eso: triste. Estuvo demasiado tiempo involucrado en sus proyectos personales -documentales explorando la izquierda socialista de América Latina– y fue bien. El problema es que haya querido volver a los argumentales como el chico malo de los 80’s y principios de los 90’s donde ganaba Oscares como director y escritor porque eso no iba a pasar. No sólo no iba a pasar sino que esos primeros títulos podrían haber sido más desastrosamente mediocres, cursis y faltos de originalidad. Vino Wall Street 2 que fue tan malo como hubiera sido una segunda parte de Any Given Sunday, Natural Born Killers o Platoon. La gran diferencia es que de ninguna forma la historia le ayudó mucho.

Savages es entonces su primer trabajo argumental original en seis años -y aceptable en casi once años-, con un enfoque diferente a W., World Trade Center o Sourh Border. Es la historia de los líderes de la producción de marihuana en la mitad de California que trataron de llevar los negocios con calma, buena onda y mucho más equilibrio que las mafias italianas con toda su filosofía de venganza. Su problema es que las mafias mexicanas, no son fáciles, no son estables, no son calmadas. Los choques internos entre sus carteles sacan chispas y dejan muertos en toda Baja y Alta California y de una u otra forma los iba a alcanzar.

Stone hace lo suyo y dirige un reparto no tan espectacular para sacar oro y diamantes impecables. Del trío de protagosnistas, siempre me ha gustado Blake Lively -no sólo por su físico-, desde The Town me sorprendió con ese papel de basura blanca bostoniana completamente transformada de su papel en Gossip Girl, aquí interpreta a una típica californiana con su pelo pintado, preocupada por su alimentación, sin muchas ataduras morales y viviendo el presente día a día; Taylor Kitsch es un actor joven que está buscando su identidad en Hollywood y ha tenido grandes oportunidades que no han resultado en los éxitos de taquilla esperados como Gambito en X-Men o el vaquero perdido en Marte de John Carter, en Savages interpreta a un ex-infante de marina a cargo de la seguridad de la operación muy diferente a sus papeles anteriores y de un desempeño aceptable; Aaron Johnson es el más impresionante de los tres, de su papel de Kick-Ass ha crecido mucho y es prácticamente irreconocible en físico y en actitud.

Pero el gran trabajo de actuación lo da el respaldo de actores secundarios y antagónicos. Por un lado John Travolta, corrupto, áspero, tosco maneja la dualidad del federal con una fluidez impresionante. Su antagónico Benicio Del Toro, aparece la primera vez en pantalla y recorre un escalofrío profundo por nuestras espaldas, ¡da mucho miedo! El reparto lo cierra grandiosamente Salma Hayek quien embebida en papeles ligeros y cómicos nunca ha tenido retos demasiado grandes y este podría ser el trabajo dramático de su carrera.

Vengo de una racha maldita de películas pero no puedo decir que odié Savages, no le auguro un buen futuro y será otra bala salva de Taylor Kitsch pero disfrute a lo largo de la cinta la estética «stoniana», que anhelaba hace un tiempo, gracias al trabajo de montaje de Joe Hutshing, Stuart Levy y Alex Marquez y la cinematografía de Daniel Mindel. Yo no se si le pagaría boleta pero la banda sonora -que incluye El Patrón de Systema Solar-, la fotografía y Salma Hayek valdrían el esfuerzo. Detesto los dobles finales, detesto la falta de coraje de un escritor o un director para imponer una idea sola, de pronto no lo odio tanto como un final francés pero me parece falta de convicción y generalmente el regusto no es bueno.

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3D, Action, Adventure, Animation, Brenda Chapman, Comedy, Drama, Epic, Epochal, Hollywood, Mark Andrews, Miguel Vaca, Movie, Thriller, Vacacion

Brave

La semana pasada escuchamos que Andrew Stanton después de su fracaso taquillero de John Carter vuelve a Pixar muy posiblemente a dirigir la segunda parte de Finding Nemo. Viniendo de la tercera parte de Toy Story, la anunciada segunda parte de Monsters, Inc., la desastrosa salida de Cars 2 y ahora Finding Nemo 2 pensaría uno que la creatividad y chispa de las producciones originales de la compañía se está agotando y tienen una “secuelitis” crónica que termina por desinteresarnos -hay incluso un rumor de Toy Story 4-.

Al lado de esta contingencia, aparece este año una cinta como Brave dirigida por Mark Andrews y Brenda Chapman que revive las esperanzas de que la compañía que no sólo fue punta de lanza en la tecnología sino también en las historias animadas que tocan esas fibras de nuestra más pura sensibilidad, que son anacrónicas y no pasan de moda aún no está acabada.

Brave es la historia de Merida (Kelly Macdonald), una niña escocesa que vive bajo las tradiciones de su clan del cual su padre es rey (Billy Connolly). Su educación es encargada a su madre (Emma Thompson) quien le indica como vestir, como comportarse, como pensar. Su personalidad es una mezcla de agudeza, vivacidad y energía desenfrenada. Mientras sus tres hermanitos son exhortados a sacarle jugo a estos tres factores, Merida tiene que obedecer a su madre quien la califica y/o reprueba. Hasta aquí nos dejó ver el corto, en la cinta la historia se vuelve oscura y por un deseo mal pedido por parte de Merida peligra la vida de su madre, sus hermanitos y el equilibrio del reino.

Comparada con Up, WALL·E y Ratatouille maneja un buen promedio de acción, entretenimiento y es impecable en la historia. Tal vez el ritmo se cae un poco cuando ella y el oso buscan el fuego fatuo pero justo en esos momentos hay instantes de físico terror cuando la consciencia del oso se torna instintiva y predadora. El espectador disfruta mucho la historia, los chistes, la gracia y el desarrollo como en la mayoría de pelis de Pixar, esta tiene un plus adicional y es lo hermoso de la ambientación con música gaélica. Por mi lado, además me emocioné con los pelos de todos los personajes. El rojizo marchito del rey Fergus, el elástico y vital de Merida, los incandescentes y llenos de bucles de los hermanitos, la crin sedosa del caballo, el lomo plateado del oso y todos los demás genéricos en la reunión de clanes.

Si pueden seguir haciendo este tipo de historias, ¿por qué empantanarse en secuelas que pueden ser entretenidas pero opacan el universo creativo de Pixar?

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