Contrario a Don Jon, Fruitvale Station no me pareció tan notable y eso que ha sido mayormente reconocida en todos los círculos independientes del mundo; para no tener que nombrar los 28 premios que ya ha colectado -además de los 11 reconocimientos restantes- es sobresaliente que la ópera prima del joven Ryan Coogler ganó Gran Premio del Jurado de Sundance como mejor drama y también Premio de la Audiencia este año; por si fuera poco y después de alzarse en Toronto, Estocolmo y en Cannes en la categoria A Certain Regard, Coogler va trás tres premios importantes en los Spirit mejor ópera prima, mejor actor principal para Michael B. Jordan y mejor actriz de reparto para Melonie Diaz.
En 2009, Oscar Grant III fue detenido por policías dentro de la estación de Fruitvale del Bart, el transporte masivo que comunica todos los extremos del Área de la Bahía de San Francisco; Grant protagonista de un altercado en la estación cercana a Oakland también sufrió de maltrato policiaco injustificado que terminó con un disparo de uno de los policías a quemarropa y la subsecuente muerte del joven de 22 años.
En una de las entrevistas que le escuché a Coogler decía que no quería que la cinta se alzara en el caldeo de posiciones radicales racistas que a la postre terminaron con las protestas y altercados más grandes que hemos visto por estos motivos, en mucho tiempo y particularmente nunca en California. Pero jugando a ser abogado del diablo, esta peli no ofrece más que una narración lineal promedio y una profunda culpa de los estadounidenses frente a estos brotes de xenofobia y racismo incontrolables en muchas zonas de su país; por eso se entendería todo el ruido que ha causado esta biopic.
Igual que Argo -pero con motivaciones más nobles-, Fruitvale Station rehace cada uno de los eventos de esa trágica noche del 31 de diciembre de 2009; la cinta es realizada en base a todos los hechos grabados desde diferentes celulares y plantea un poco de contexto a la historia de Grant; un homenaje al padre de Tatiana que fue injustamente acribillado en un hecho colateral a toda su persona.
La peli es un recuento de las extralimitaciones del poder policial, del racismo creciente en las zonas marginales de Estados Unidos pero en ningún momento es una pieza destacada como se la hace pasar. Un buen desempeño de Melonie Diaz como la esposa de Grant que no ha tenido mucha suerte para encontrar el papel de su vida y el despertar de una estrella como Michael B. Jordan que ha crecido en el medio de la TV pero que después de Chronicle ha venido tomando unas decisiones muy acertadas que lo tienen dentro de las figuras más prometedoras de Hollywood de los próximos años.