Estaba un poco perdido del blog, trabajando mucho pero también yendo mucho a cine. Estuve cubriendo lo poco que pude del Festival 4mas1 y aunque empecé muy mal (después les cuento porqué) la cuestión estuvo mejorando muchísimo. La primera peli a la que hago referencia es Kongen av Bastøy (Rey de Bastoy). Una historia muy dura de un internado de jóvenes, corrupto por el poder y olvidado en su lejano paraje, en una isla azotada por las inclemencias del clima noruego.
Es la primera que traigo a colación porque es nada más y nada menos que la cinta que ganó El Festival; como ya lo deben saber, este festival es prácticamente una muestra inédita del mejor cine independiente y de autor del mundo y su único jurado es el público de Ciudad de México, Baires, Rio, Madrid y Bogotá.
Es una peli clásica con un tema que ya hemos visto varias veces en los principios del Siglo XX -y donde ya nos quedó claro- que no fue un picnic, que hubo torturas, maltrato y abuso en ciertos claustros de corte cristiano.
¿Qué pudo motivar al público para escogerla como la mejor cinta del Festival? A mi parecer se combinan dos factores importantes; el primero son las actuaciones ejemplares. Por un lado Stellan Skarsgård (Thor, Breaking the Waves, Exorcist: The Beginning), sueco impresionante que fluye sin problemas en francés, alemán, inglés, obviamente sueco y -por lo visto cualquier lengua indoeuropea- en este caso noruego; por el otro lado, los niños (Benjamin Helstad, Trond Nilssen) que aportan la emotividad y el vínculo conmovedor al espectador.
El otro factor que pudo haber hecho sobresaliente esta peli es la dirección de producción de Janusz Sosnowski combinada con la cinematografía de John Andreas Andersen porque sitúan la historia a un ambiente agreste, frío y desconsolador. Este tipo de ambientación puede llegar exacerbar el melodrama y, de nuevo, empatía con el público. Para mi el punto ganador estuvo un poco más al lado de los simbolismos, en la narración, que fue muy bien lograda por el director. En la traducción del título se hace referencia errónemente a una “isla del diablo” un efecto más taquillero que cualquier otra cosa, Bastøy es un nombre propio, una isla cárcel al sur de Oslo y su referencia en el título es la de su rey en 1915. Lo bonito del cuento es descubrir quién es él, como se desenvuelve en la isla y cómo, al igual que él, se va develando el personaje de la ballena. Ese punto crucial en el desenlace del cuento, repitiendo la frase inicial de las cicatrices de la ballena, los tres arpones y los navegantes persiguiéndola durante un día es realmente hermoso.
Al igual que todas las pelis del Festival se pueden observar por muy corto tiempo enLínea por MUBI, no se las pierdan