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Batoru rowaiaru

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En principio, la trama de Batoru rowaiaru (Battle Royale) se acerca a The Condemned con Steve Austin (2007), The Running Man con Arnold Schwarzenegger (1987) o incluso más cerca a la taquillera del año pasado The Hunger Games con Jennifer Lawrence pero Batoru rowaiaru es una cinta de ciencia ficción japonesa basada en un manga de Koushun Takami, sobre un grupo de niños que han sido seleccionados para enfrentarse a muerte durante tres días; medida tomada por la desesperación de los adultos que atestiguan el terrible caso de negligencia y desobediencia al que han llegado los adolescentes.

Lo que puede ser interesante en una novela, no necesariamente se evidencia en las pantallas de la misma forma. Si bien conocemos el manga y sabemos que es de un fuerte contenido erótico, no podíamos esperar exactamente ese mismo tratamiento en las pantallas por parte de Kinji Fukasaku pero de pronto si una mejor exposición de la ultraviolencia manejada en el material, que en mi parecer se quedó corta, o por lo menos trillada por la falta de dirección en su reparto, lleno de sobreactuaciones y melodramas completamente innecesarios.

El primer miedo que se experimenta no es el del cuchillo clavado en la frente de uno de los niños por parte de Takeshi Kitano (el profesor al mando de la misión) sino que al entender el planteamiento de la historia, la conclusión de eliminar a más de cuarenta personajes, en más de una hora y media, puede ser más allá de aburrido y desalentador.

Quentin Tarantino aduce que Batoru rowaiaru (Battle Royale) es una de sus pelis favoritas y se nota su influencia claramente en varios de sus personajes de Kill Bill, así como otros posteriores a La venganza de La Novia, pero Batoru rowaiaru no necesariamente se destaca por lo genial de sus personajes sino más bien por el manejo de su temática «pulp» asociada a un futuro oscuro, decadente y espantoso.

Sin rituales, ni promoción en los medios, los niños son expuestos a su destino con no más que un arma en su maleta y la única guía es un retorcido video introductorio -¿parecido a The Hunger Games?; claro que sí; la diferencia es que en la hollywoodense se exceden precisamente en lo opuesto, la clara exposición en los medios.

Exacerbando el ícono más característico de la cultura moderna japonesa, los niños conservan sus uniformes de colegio y ellos mismos son testigos de la tenacidad de las pruebas hasta sus últimas consecuencias.

Batoru rowaiaru tiene una secuela en 2003, mientras logramos verla, su primera parte puede ser observada en Netflix, en el catálogo norteamericano.

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