Esta reseña se la quiero dedicar a mi hermana Paloma; que una vez esperándome en la oficina se leyó un libro entero, mientras en casa aún tenía a Anna Karenina esperándola para ser terminada. Quise hacer lo mismo o por lo menos algo parecido. No estaba consciente de ello sino hasta que lo estaba haciendo. Empecé a ver Il Futuro de la chilena Alicia Scherson porque pensé que era una cinta de ciencia ficción con Rutger Hauer, una de tantas cintas de ciencia ficción con el actor, y fui sorprendido con la adaptación de un cuento de Roberto Bolaño.
Me vi la peli.
Pero antes de hacer la reseña, me leí ‘Una novelita lumpen’ de Bolaño en la que la realizadora se había basado para hacer su largo. El cierre de su ópera prima. Así, a simple ojo, Scherson se había basado vagamente en la historia de Bolaño pero se habría tomado muchas libertades; muchas buenas en la peli, muchas mejores en el cuento.
Bianca y Tomás son dos huérfanos que recientemente perdieron a sus padres en un accidente automovilístico; al ser menores de edad el estado es responsable pero puede darle la posibilidad a Bianca que es la mayor de decidir si Tomás va a una institución o se queda con ella bajo su responsabilidad; Bianca no tiene la suficiente fuerza para tomar una decisión y es Tomás el que se adelanta a responder “que no habrá problema” a una trabajadora social; los días pasan y ambos jóvenes sobreviven, ella de la peluquería y él de un trabajo voluntario en un gimnasio del barrio; Tomás hace amistad con dos fisicoculturistas y los lleva a vivir a la casa, donde a regañadientes Bianca acepta; parecen honrados pero sus intenciones pronto develan un plan más elaborado donde Bianca debe estafar a un viejo actor de Hollywood, Franco Bruno artista personificador del heroico Maciste, interpretado para la chilena por Rutger Hauer.
Bianca debe ganarse la confianza del viejo que resulta ciego y encontrar el lugar de su caja fuerte; en su búsqueda, Bianca se fascina con los cuentos de otrora del actor de serie B y empieza a alquilar sus pelis generando un vínculo entrañador y profundo. Sus sentimientos se confunden y empiezan a pelear con los objetivos de los visitantes en su casa determinando una situación de tensión en donde Bianca debe pensar por ella y por su hermano.
La pieza es profundamente sensual y erótica pero se duele de su inspiradora novela que maneja mejor los tiempos y no tiene a actores sin experiencia que desacreditan la trama de la cinta; además su directora y escritora, por circunstancias que desconocemos eliminó de la trama todas las situaciones que definen el perfil de Bianca, su desesperación y frustración, mochando de tajo todas las situaciones dramáticas y enriquecedoras del relato de Bolaño; Hauer interpretando a Maciste es lo mejor de la pieza, con una apariencia adecuada y una interpretación propia captura nuestra atención y es enternecedor pero de nuevo su personaje literario es más fluido, más rico, aquí es tan sólo una arista no muy importante, casi accidental, que no tiene muchas implicaciones ni en el destino de Bianca, ni en el de su hermano, dejando más vacíos que respuestas. Las implicaciones del futuro como personaje de la obra son más claros en la novela y aún así más creativos y diversos; para el que no leyó el libro, el título es más un capricho que un eje importante en la peli y toda la historia una cadena de retazos inconexos.
La cinta logra Colón de Plata en el Festival de Cine de Huelva (España) para Manuela Martelli como actriz principal y Alicia Scherson como mejor dirección; además concursó oficialmente en Cannes y Venecia siendo su logro más grande la nominación de mejor drama del mundo en Sundance del año pasado.