Actor, Comedy, Exploitation, Folk, Miguel Vaca, Movie, Serie B, Vacacion

Sanandresito

Aunque ha habido varios avances en el cine nacional colombiano, no deja de ser muy irregular. Nos emocionamos cuando en cartelera hay producciones como La cara oculta, Silencio en El Paraíso, La vida Era en serio o incluso Apaporis que sin ser realmente malas intentan proponer suspenso, docu-drama, comedia o documental. En algunas piezas se siente la falta de presupuesto pero por lo menos se hacen explícitas las buenas intensiones a nivel de dirección, fotografía o partitura. Digamos eso sí que las malas actuaciones son generalizadas y que muy pocas sobresalen ahí.

La verdad no veníamos tan mal, El Páramo fue una excelente apuesta a un verdadero thriller de suspenso y salió laureada en Guadalajara, Todos Tus Muertos logró mejor fotografía en Sundance, o Saluda al diablo de mi parte un gran thriller de acción que incluso estuvo a punto de representar a Colombia en los Oscar de este año. En ese sesgado balance el cine colombiano tenía indicios de grandes proyecciones y su promedio era bastante alentador.

Pero cuando en cartelera se empiezan a acabar las opciones e ir a ver cine nacional debería ser una alternativa viable, se topa uno con Sanandresito de Alessandro Angulo que no lo es. Recordé que Jörg Hiller era buen libretista y sin muchas más defensas me dejé llevar a ver esta cinta. Hace muchos años dejé de ver TV nacional cansado de la ramplonería y la chabacanería fortuita, Sanandresito no es más que eso. Una historia muy mal dirigida, que para sorpresa mía los únicos destacados eran Andrés Parra (La pasión de Gabriel, Satanás) y Jimmy Vásquez (La vida Era en serio).

No vale la pena despotricar por despotricar sin mucho que se pueda construir alrededor. Angulo se estrelló durísimo en su primera salida y la expereincia de Hiller en el guión o el buen desempeño de Parra y Vásquez en el reparto no lo ayudaron. Mi filosofía es que ya entrado en gastos uno debe relajarse y disfrutar. Al final me reí una que otra vez pero están muy equivocados las productoras colombianas si piensan que eso es hacer comedia o cine.

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Antonio Dorado, Colombia, Documentary, Folk, Indie, Latin, Miguel Vaca, Movie, Vacacion, World

Apaporis

Pocas veces logro conmoverme tanto con un documental. Este en particular tenía un ritmo extraño pero su mensaje es contundente y al final a uno se le dobla el corazón. Y es que ver como hay mucha gente, entre ellos muchos colombianos pero sobre todo esos gringos locos que se transladan a vivir a las selvas durante años y años, y que se preocupan verdaderamente por el estado de nuestras selvas es muy emocionante. Lástima que nuestro país en guerra no nos permita a nosotros también transladarnos para allá a conocerlas pero también gracias porque de esa forma muchas de esas selvas se conservan vírgenes y en un estado de aislamiento saludable. Su estatu quo se ve sin embargo afectado por la tala indiscriminada de árboles y la siembra extensiva de coca, ya no para temas chamánicos sino para su comercialización como alcaloide. Hay una gran amenaza y la travesía de Antonio Dorado para reencontrarse con los Cabiyari y los Cubeo la devela crudamente.

Antonio Dorado es un profesor de la Universidad del Valle que se apasiona por el río Apaporis gracias al libro One River de Wade Davis, un alumno del también botánico Richard Evans Shultes. Es Shultes el verdadero eje de la historia porque es él quien logró adentrarse hasta los orígenes del río y vivió con los Cabiyari y los Cubeo durante más de diez años como si fuera uno más de ellos. El profesor Shultes logró catalogar trescientas nuevas especies de matas durante ese periodo que lo hicieron famoso (incluso hay una meseta con su nombre en el Vaupés) y fue gracias a sus vivencia y sus enseñanzas que muchos indígenas no se dejaron influenciar completamente por occidente para proteger sus lenguas y su entorno.

Digamos que la producción no es del todo excelente, se nota que fue realizada con bajo presupuesto y la calidad de la imagen no es necesariamente la mejor pero, y este es un gran pero, hay ocasiones en que uno puede cerrar los ojos y disfrutar tanto del sonido en vivo grabado por Mauricio Vergara que es excelente y maravillador cuando se combina con los ritos de los indígenas así como la música original compuesta por Alejandro Ramírez Rojas. De Alejandro conocemos ya su trabajo en Poker y La vida Era en serio pero creo que este es su mejor trabajo de lejos. Fue maravilloso el acompañamiento que hubo en los momentos de acción, en los de reflexión y de maravillamiento. La ayuda que le dió los Coros de la Universidad del Valle fue lo más impresionante de la pieza. Sentí momentos de pasión cuando la Filarmónica del Valle comenzaba su interpretación y los Coros sigilosamente entraban hasta que, llegado el punto, retumbaban poderosamente en la sala. Varias veces me pasaron escalofríos y fue emocionante.

Se acerca La Reina también de Dorado también con Alejandro componiendo. Esperemos a ver cómo les va en este nuevo proyecto. Por ahora, la audiencia está respondiendo muy bien y esta cinta aún se mantiene en salas. Agradezco mucho haberla podido ver en cine porque de otra forma no la hubiera podido disfrutar tanto como finalmente lo hice.

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Action, Colombia, Coral, Exploitation, Folk, Juan Sebastián Valencia, Latin, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Romance, Serie B, Thriller, Vacacion, World

Poker

Espero que ya hayan visto Póker, la primera peli del realizador colombiano Juan Sebastián Valencia porque no sólo es el tema de la boleta, nuestros realizadores necesitan retroalimentación, necesitan de crítica y todos necesitamos que se haga industria. Póker es un thriller de suspenso que enmarca el juego de cuatro colombianos envueltos cada uno en unos dilemas gigantes. Cada uno carga su cruz y asume que esa cruz es la más pesada de la mesa. Por eso el juego es voraz, por eso cada mano es una carnicería. Tiene un juego de tiempos divertido donde rápidamente nos damos cuenta que el realizador ha empezado la historia en algún momento ad portas al desenlace.

Se cometieron muchos errores en la producción de esta pieza que esperamos se resuelvan a futuro en los subsiguientes proyectos del director. Son pasables porque es su primera peli pero ojalá pueda escucharlos porque sería muy reprobable si los siguiera cometiendo a futuro ya que son igual errores vitales para el éxito de una peli (y no hablo comercialmente, seguramente RCN se encargará de recoger una buena taquilla), hablo de aspectos graves, de técnica, de fundamento que son la base de cualquier proyecto cinametográfico.

Empecemos por el guión. Es interesante el vuelco del cine colombiano hacia el thriller y en este caso hacia el thriller de acción, Valencia como escritor nos somete a una historia coral donde los protagonistas convergen en una mesa de póker para resolver sus problemas. Se dice que ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre, el escritor y director no puede asumir que debemos entender todo ni tampoco explicarnos todo al detalle para entregarnos súper masticadas las escenas. De eso se trata el cine, de unir tomas y que esas tomas nos conduzcan a otro lado y que por continuidad todo permanezca coherente y fluído. Póker parece un queso suizo lleno de huecos por doquier a lo largo de la trama, cómo Apolo logra conseguir la plata para sentarse en la mesa o cómo a una mesa VIP de un casino pudieron llegar armas cargadas sobrepasando cualquier tipo de seguridad ordinaria. En fin parecerían actos propios de la inexperiencia pero después muy al final las escenas (que en este momento no puedo nombrarlas porque me tiro el desenlace de la peli) se hacen sobredescriptivas, lo que nos deja una sóla conclusión y es que el guión fue desordenado y poco minucioso. Su ritmo es bueno al inicio pero no dura mucho. El ir y venir, constantemente, una y otra vez, durante toda la peli, hacen que la narrativa se vuelva mecánica, artificial y que tristemente el espectador quede abandonado en sus propias inquietudes.

Ahora bien la peli se llama póker y es precisamente lo que esencialmente le hace falta. De nuevo, las comparaciones son ociosas pero recordemos el juego de Le Chiffre y Bond en Casino Royale de Martin Campbell. Las cartas son protagonistas, uno sabe qué le puede ganar a qué, cómo están los jugadores y la tensión en cada uno de ellos. Eso es póker lo que vimos en la peli pudo haber sido Veintiuna, Tute o Canasta de no ser por los forzosos nombres en inglés de cada una de las jugadas que los protagonistas anunciaban.

Le he escuchado a muchos directores que el reparto es vital en un proyecto cinematográfico, saberlo seleccionar y hacerlo interactuar de la forma debida da una ventaja de casi la mitad lograda. Obtener un buen reparto, a veces no es de ni siquiera buenos actores sino de personas generando química a una audiencia mediante la proyección de una cinta y en este blog hemos visto buenos directores dañando actuaciones de muy buenos actores, así que de nuevo es de balance. El reparto en esta ocasión es demasiado elaborado, Rafael Novoa, Juan Sebastián Aragón, Manuel José Chávez y Luis Fernando Hoyos parecen perfectamente confeccionados y siendo el caso más grave Novoa, no logran convencer en absoluto. Curiosamente los subvalorados Javier Ortiz y Angélica Prieto son los que mejor se desempeñaron y fueron los que le lograron aportar sinceridad y sentimiento a la cinta

El primer paso al hacer cine es duro, me refiero a las tres pelis de una ópera prima, sólo muy pocos lo hacen como maestros. Muchos de estos maestros palidecen después y no logran esa luz a lo largo de sus carreras; es más probable que los que tropiezan, se levanten más fuertes. Ojalá sea este el caso de Valencia, director que le deseo mucha suerte de aquí en adelante.

La verdad me alegra mucho encontrarme con cintas colombianas en cartelera. Mi sensación es que hubo muchos estrenos en 2010 y 2011. Las cifras lo soportan, el público ha ido más a salas en estos dos últimos años y al final eso incentiva a que las producciones se empiecen a notar en gran número. Obviamente el trabajo no es sólo de este periodo, a diferencia de La vida Era en serio, que se hizo en dos años, la mayoría de estas pelis son de hace cuatro o cinco años entonces el proceso ha sido más bien largo y hasta ahora estamos viendo sus resultados.

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Auteur, Colombia, Comedy, Exploitation, Folk, Indie, Latin, Mónica Borda, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Romance, Vacacion, World

La vida Era en serio

La vida Era en serio es una peli de la colombiana Mónica Borda que no puede ser descalificada de primerazo pero que siendo honestos es una comedia en la cual no me reí un sólo momento. Hay que alabar que sea la primera pieza de su ópera prima, hay que alabar que es una producción importante y que siempre me asombra que se logre mediana calidad en un primer intento de hacer cine en Colombia. Cine comercial, sí. Pero es el cine que precisamente hay que apoyar para que el otro cine, el alternativo, empiece a experimentar y a hacer lo suyo.

A mi parecer todo muy bonito en papel, la mujer de hoy en día sobrecogida con tantas tareas, envuelta en un sinfín de responsabilidades y lo que pensamos es el desarrollo de su individualidad o su persona termina siendo un peso más que ha ido heredando de la liberación femenina. Borda intenta despejar la duda de si una mujer debiera reflexionar o no, en este sentido y dedicarse a su familia o a su trabajo; la apuesta es que debe escoger entre uno u otro camino para no tratar de equivocarse en ambos y al final perder su escencia. El tema es que la frivolidad y la superficialidad con la que es abordada la peli termina destruyendo todo el discurso. La peli en vez de ser sencilla se vuelve simple y nos somete a una inquietud, al igual que X-Files, The Simpsons, The Flintstones o demás programas de TV que han pasado a la pantalla grande sin mayor trascendencia, por ser un capítulo más ¿qué nos motiva a ver una telenovela más en pantalla? ¿Cuál es aliciente? ¿Qué marca la diferencia? La respuesta lamentablemente no la tengo.

En una ópera prima se cometen varios errores, el principal de Borda es que perdió el ritmo en el planteamiento de la historia, las actuaciones no le ayudaron, sus actores se empezaron a sobreactuar y la credibilidad se fue al piso. Una gran responsable, aparte de Borda como directora de sus actores es Sylvia Amaya, directora de reparto; su escogencia no fue buena y aunque rescato mucho la participación de Patricia Castañeda y de Juan Pablo Gamboa que fueron los que sacaron la cara en el filme no puedo decir lo mismo del resto. Detesté el desempeño de Jimmy Vásquez, no su personaje. A lo largo de su aparición en la peli, Vásquez le quitó esa cercanía tan necesaría entre el público y el filme para que sea creíble, sobreactuado, sin peso dramático me pareció una farsa.

Está bien no hablar de violencia o guerra o tráfico de estupefacientes o traquetos o paramilitares y guerrilla en el cine. El género no es fácil. Hablar de la cotidianidad no es para nada fácil y por un momento sentí que Borda lo estaba logrando pero se perdió. Ya lo había intentado Gabriel Rojas Vera en Karen llora en un bus y también siento se quedó corto. A los dos, a Borda y a Rojas Vera, les recomiendo mucho Historias Mínimas de Carlos Sorín o Whisky de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, tal vez esta última, la mejor peli sobre cotidinidad que he visto en la vida.

Se quedan muchas ideas en el tintero pero espero podamos controvertirlas después de que la vayan a ver en salas.

Nota personal 1. Escuché decir a la directora que Cristina Umaña estaba pasada de kilos después de unas vacaciones de la primera temporada de Capadocia y que le dijo que no los bajara porque necesitaba ese toque natural para que la historia se hiciera creíble. Punto para la directora pero extrañamente Umaña no estaba gordita, por el contrario muy bella y con un contextura espectacular.
Nota personal 2. Alejandro Ramírez participa como compositor de la música original y lo hace bien. No es su mejor trabajo pero tampoco siento que estuviera cómodo. No se si él o la directora, decidieron en algunos apartes abandonar la ambientación pero fue un error más, la música debió haber estado presente y ser amparo de la historia, al final la edición musical se siente cortada, segmentada y sin equilibrio.

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