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Polar

Cuando se piensa en Jonas Åkerlund, uno piensa en videos de alta factura. Uno piensa en Madonna, N.E.R.D., Metallica, Rammstein, Pussy Riot, Jane’s Addiction, Blondie, The Rolling Stones y Beyoncé. La lista es bastante más larga porque es un director dedicado y fascinado por los videos musicales. Que recuerde sólo ha hecho Spun como largometraje y fue bastante divertido aunque cuando uno piensa en Jonas Åkerlund, uno piensa en sexy, no en diversión.

Polar es una peli para TV lanzada por Netflix basada en la novela gráfica de Victor Santos.
Santos es una especie de Frank Miller cuando era independiente y le encantaba dibujar. Polar por lo tanto es una excelente pieza que requería un detallista a la hora de realizar una peli sobre ella.

En el reparto no hay reparos para Daniel Hubbard. Mads Mikkelsen funcionó perfecto para el papel de Black Kaiser y Vanessa Hudgens (muy cambiada para la pieza) funciona bien para la figura de la hermana en Eye for an Eye. Después están Matt lucas, Katheryn Winnick y la sorpresa de Richard Dreyfuss como Porter. De nuevo, muy bien.

Uno a una peli de cómix no debe pedirle demasiado. Es serie B, es explotación, en vez de drama habrá melodrama y así. Sin embargo, y tratando de evitar las comparaciones, cuando Robert Rodriguez se lanza a hacer Sin City (2005) de Frank Miller, lo primero que hace es llamarlo para que se siente al lado suyo y le ayude a dirigir la pieza; Zack Snyder lo entiende de la misma forma y vuelve a triunfar la fórmula en 300; cuando no se hace de esta forma, en una novela tan vivaz o tan importantemente gráfica, algo falla; Frank Miller intenta en solitario hacer The Spirit y falla infamemente, Robert Rodriguez le vuelve a dar la mano en A Dame To Kill y vuelven al ruedo ambos; Zack Snyder se decide por Watchmen y trastabillea, en mi opinión la pieza gráfica es tan buena que le ofrece una salva, un «Super Triumph», y continúa; después se redescacha con Sucker Punch; y, sin embargo, DC lo vuelve a llamar para encarar las cenizas que dejó Christopher Nolan después de la Trilogía de Batman y trata de hacer Man of Steel, que no fue mala pero Snyder parecía que se disparaba tiros al pie hasta que se le acabaron los tiros y los pies.

No es una decisión fácil hacer una novela gráfica. Genios que la han logrado, personalmente, sólo Sam Mendes, David Fincher y el duque David Cronenberg. Lastimosamente, Åkerlund no pertenece a este selecto grupo. Es una pieza ramplona, extravagante, con ritmos muy bruscos y un montaje falto de elegancia. ¿Vieron alguna vez Shoot ‘Em Up de Michael Davis? Hagan de cuenta. Al ver en Netflix anunciada la producción decidí esperar a tener un espacio de calma y poderla disfrutar al máximo. Eran Mads Mikkelsen y Jonas Åkerlund combinados, creo, por primera vez. Pero al final, Mikkelsen hace un papel muy plano y si me lo preguntan, para mí Vanessa Hudgens es la que saca la cara aquí en esta producción. No sé, el descache parece estar en la responsabilidad de Åkerlund y su directora de arte, Emma Fairley.

La trama se centra en el bajo mundo del crimen organizado; un sicario está a punto de retirarse dentro de un paquete de jubilación muy suculento y algo desencadena la salida de su estatu quo. Al igual que Sin City, la novela está basada en altos contrastes y aún más, parecida al Yellow Bastard, se suma a la gama tonal el rojo como protagonista de los cuadros. Blanco, negro y rojo. Si cierro los ojos en este momento, Polar de Jonas Åkerlund me da la sensación de verdes, azules, amarillos, naranjas y pocos, poquísimos rojos. Incluso el afiche promocional es rosa, violeta y azul. No hay blanco y negro y por el contrario todo parece sobresaturado -si saturar una imagen es subir los niveles para que todo sea más intenso, valga la hipérbole en este caso-. Un desacierto monumental dentro de una narrativa no muy mala y unas actuaciones promedio.

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Sherlock Holmes

Sherlock Holmes es la verdadera primera peli que Guy Ritchie hace después de su separación con Madonna. Si lo recuerdan ya habíamos hablado que su anterior peli, RocknRola, de la cual habíamos hecho un balance bastante regular y se lo habíamos atribuido, en parte, a que estuvo desarrollada al final de su relación con la cantante.

Esta vez, Ritchie le apuesta a la megaproducción cinematográfica de Hollywood. Un presupuesto desmesurado que se nota en los efectos especiales, la cinematografía a cargo de Philippe Rousselot, en el vestuario, en el ejercito de casi cincuenta personas en el departamento de arte, en la edición, en el sonido, en la música original a cargo del veterano de mil batallas, varias veces ganador del oscar, Hans Zimmer y hasta en el reparto.

Retomando a Ritchie en una de las tantas entrevistas que ha ofrecido sobre la peli se destaca en este nuevo Holmes interpretado divertidamente por Robert Downey Jr., que dentro de su perspectiva, Sherlock Holmes es un homosexual de la alta sociedad del Londres del siglo XIX que no ha salido del closet o por lo menos en ninguno de los libros de Sir Arthur Conan Doyle y hay tres formas de revisarlo en la peli, (A) la primera es que la señorita Adler, encarnada por la cada vez más bella Rachel McAdams, le da el único beso de la peli a Holmes, este queda absorto y completamente paralizado, hay una historia entredicha entre ellos pero no sabemos a ciencia cierta qué sucedió o ha venido sucediendo, (B) la segunda, es que los ademanes, estilizamiento, la letralidad, el bagaje cultural de este personaje sumado a la perfección de su peinado y el buen estado físico en que se mantenía sólo es referido y aceptado en nuestra época como metrosexual, no en un hombre heterosexual, solitario e independiente en la Inglaterra de la que estamos hablando y, (C) finalmente, me tocaría revisarlo mejor pero el estado de ánimo repentinamente le cambiaba cuando estaba cerca de Watson, esta vez interpretado sobriamente por Jude Law.

Hay mucho de Ritchie en este nuevo Holmes, qué buenas que son las secuencias de peleas que este director se imagina, qué bueno es el Londres del siglo XIX que por primera vez vemos desde el cielo en una peli (no se si se han dado cuenta pero cuando se habla de este Londres las cámaras son puestas entre las calles, en penumbras y al calor de los incipientes faroles de gas de las rudimentarias calles londinenses pero nunca a plena luz del día y en panorámicas abiertas como en esta peli), qué bonito que le quedó el diseño de producción y qué buena que es la música original, muy diferente a lo que nos tenía acostumbrados pero igualmente genial.

Hubiera esperado más perspectivas mundanas, un Holmes mucho más involucrado con el bajo mundo, una jerga más apropiada y un acento mucho más marcado. Me sigue haciendo falta Jason Statham pero Downey Jr. hace su papel impecablemente. Por lo demás la historia está bien, la peli es entretenida y no deja de ser pecado no verla en cine por todo este despliegue de parafernalia pero pues puede ser tranquilamente observada un domingo si uno estuviera cansado de ver alguna de las pelis que tanto rotan de Roland Emmerich.

Nota personal: “Elemental mi querido Watson” es una frase inventada que no aparece en los libros originales de Sir Arthur, Ritchie muy apegado a ellos no la puso en ningún momento de la peli 😉

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Lock, Stock and Two Smoking Barrels

Muchos de nosotros tuvimos nuestro primer encuentro con Guy Ritchie en 2000 con Snatch; yo por ejemplo me acuerdo perfectamente que fue de mis últimas pelis en los cinemas del centro, en la 24 con Séptima y en aquella ocasión me quedé con la rara sensasión de haber visto algo realmente diferente y pudo haber sido Brad Pitt como nunca lo había visto o ese mundo británico suburbano completamente nuevo para mi. Pero, al final, creo que fue esa forma de contar la historia tan peculiar y condimentada como sólo Ritchie lo sabe hacer.

Durante mucho tiempo viví fascinado con Snatch hasta que me topé con Lock, Stock and Two Smoking Barrels y algo se rompió allá dentro de mí. Sentí que Snatch no era tan original como aparentaba y, por el contrario, era la re-interpretación de una muy buena peli (incluso en el Reino Unido la conocían como Lock, Stock and Six Stolen Diamonds).

En efecto, Snatch es muy buena peli pero Lock, Stock and Two Smoking Barrels lo es mejor por ser la primera y clara inspiración de la segunda.

Sin embargo, la sinergia de las dos pelis en mi opinión es lo que ha hecho a Ritchie un contador de historias únicas, entretenidas y fascinantes. Tal vez, lo único diferente que ha hecho es Swept Away en 2002 cuando recien casado con Madonna le declara su amor con una historia, a su estilo, pero romántica (la carta es devuelta cuando Madonna le pide, dirija su video What It Feels Like for a Girl y se logra entrever lo retorcido de la mente y el estilo de Ritchie).

En esta peli en particular, el acento londinense del bajo mundo es encantador, tiene un empalague que gusta la primera vez que se escucha, hemos estado demasiado acostumbrados a Hollywood y su inglés del Bronx, Queens o Harlem cuando se habla de situaciones marginales. Ahora bien, si se siente la necesidad de sobrevivir, la pobreza y la marginalidad pero de alguna forma también se siente que esta vida de frenesí, vértigo y acción tienen un tono de picardía y hasta felicidad en sus personajes: La vida es una mierda pero el que no se la goce está jodido (pareciera ser entrelíneas la gran moraleja). Puede ser por eso que uno se encariña tan fácilmente con los anti-héroes de sus pelis o se tensiona cuando las situaciones se tornan en contra de ellos. Y es que es tan claro como los apodos o alias; primero que todo, todo el mundo tiene un apodo, es decir, todo el mundo es un malandro o tiene cosas malhabidas – nadie es inocente; segundo que todo, son descripciones de crueldad y de perversidad (Barry “el bautista” y una escena del man ahogando a un fulano, Rory “el quebrador” Breaker, Harry “el hacha”, etc…) y uno como espectador los asume como chistes, como ocurrencias, en un sentido completamente anecdotario.

Con las pelis de Ritchie sucede que las texturas de las escenas y el tono con que son llevadas pareciera que van muy bien aglutinadas por un conector invisible como lo es su banda sonora. Uno está embebido en una persecución y se escucha Zorba el Griego y uno simplemente lo asiente, no encuentra más que una sonrisa al entender el chiste en su literalidad. Para mi, lo importante de Ritchie es que escribe y dirige sus pelis como si fuera un rocker y al final se repite y se repite pero es eso. Un compositor de rock and roll en medio de situaciones londinenses coloridas y particulares.

Muchos se encasillan en un modelo de éxito y es fácil no salirse de ahí por la comodidad que genera el mismo éxito, la misma frase de su peli parece ser su perdición: Lock, Stock and Barrel se usa para denotar estancamiento y ruina. Pareciera que Ritchie con RocknRolla llegó a su tope y necesita un puente para salirse de ahí. Ojalá las superproducciones le den un vuelco a su creatividad y empecemos a observar lo que puede ser el amanecer de un nuevo momento en su vida. Mientras tanto, uno puede quedarse en casa repitiéndose una y otra vez este par de joyas.

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RocknRolla

Guy Ritchie en noviembre del año pasado se divorció de Madonna. Esta peli fue lanzada en diciembre del año pasado pero su lanzamiento estaba preparado para octubre. No sólo el lanzamiento fue el más afectado en la peli creo Ritchie como director tiene un producto iconoclasta que raya muy fuerte en esta ocación con aburrimiento y poca sorpresa.

Una peli sin ritmo, sin un protagonista claro, sin una consistencia bien establecida, una historia medianamente hilada pero con todos sus personajes súper desarticulados. La mayoría de la peli viene sin audio protagonista y es precisamente cuando hay un “flashback” o momento recordado en el pasado de la historia cuando se muestra el robo a los rusos donde se prende la banda sonora y volvemos a recordar que es una peli del director, con humor negro, excelentes tomas, valga la repetición, una muy buena banda sonora.

El reparto tampoco es el mismo equipo de siempre de Ritchie, se siente la falta de su actor fetiche Jason Statham que aunque encasillado en el mismo papel siempre es mejor narrador que Mark Strong o Gerard Butler quien está completamente perdido en la historia. El reparto lo encierran el magnífico Tom Wilkinson que es el que medianamente salva la peli y la bellísima Thandie Newton que definitivamente paga la boleta o, en mi caso el alquiler.

No es más lo que se pueda decir de esta peli más allá que los créditos son hermosamente manufacturados y que esperemos que esté completamente recuperado de su divorcio para que Sherlock su siguiente peli sea más interesante.

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