Action, Auteur, Comic, Exploitation, Gangster, Gore, Hollywood, Internet, Jonas Åkerlund, Miguel Vaca, Movie, Netflix, Serie B, Svensk Film, Thriller, TV, Video, World

Polar

Cuando se piensa en Jonas Åkerlund, uno piensa en videos de alta factura. Uno piensa en Madonna, N.E.R.D., Metallica, Rammstein, Pussy Riot, Jane’s Addiction, Blondie, The Rolling Stones y Beyoncé. La lista es bastante más larga porque es un director dedicado y fascinado por los videos musicales. Que recuerde sólo ha hecho Spun como largometraje y fue bastante divertido aunque cuando uno piensa en Jonas Åkerlund, uno piensa en sexy, no en diversión.

Polar es una peli para TV lanzada por Netflix basada en la novela gráfica de Victor Santos.
Santos es una especie de Frank Miller cuando era independiente y le encantaba dibujar. Polar por lo tanto es una excelente pieza que requería un detallista a la hora de realizar una peli sobre ella.

En el reparto no hay reparos para Daniel Hubbard. Mads Mikkelsen funcionó perfecto para el papel de Black Kaiser y Vanessa Hudgens (muy cambiada para la pieza) funciona bien para la figura de la hermana en Eye for an Eye. Después están Matt lucas, Katheryn Winnick y la sorpresa de Richard Dreyfuss como Porter. De nuevo, muy bien.

Uno a una peli de cómix no debe pedirle demasiado. Es serie B, es explotación, en vez de drama habrá melodrama y así. Sin embargo, y tratando de evitar las comparaciones, cuando Robert Rodriguez se lanza a hacer Sin City (2005) de Frank Miller, lo primero que hace es llamarlo para que se siente al lado suyo y le ayude a dirigir la pieza; Zack Snyder lo entiende de la misma forma y vuelve a triunfar la fórmula en 300; cuando no se hace de esta forma, en una novela tan vivaz o tan importantemente gráfica, algo falla; Frank Miller intenta en solitario hacer The Spirit y falla infamemente, Robert Rodriguez le vuelve a dar la mano en A Dame To Kill y vuelven al ruedo ambos; Zack Snyder se decide por Watchmen y trastabillea, en mi opinión la pieza gráfica es tan buena que le ofrece una salva, un «Super Triumph», y continúa; después se redescacha con Sucker Punch; y, sin embargo, DC lo vuelve a llamar para encarar las cenizas que dejó Christopher Nolan después de la Trilogía de Batman y trata de hacer Man of Steel, que no fue mala pero Snyder parecía que se disparaba tiros al pie hasta que se le acabaron los tiros y los pies.

No es una decisión fácil hacer una novela gráfica. Genios que la han logrado, personalmente, sólo Sam Mendes, David Fincher y el duque David Cronenberg. Lastimosamente, Åkerlund no pertenece a este selecto grupo. Es una pieza ramplona, extravagante, con ritmos muy bruscos y un montaje falto de elegancia. ¿Vieron alguna vez Shoot ‘Em Up de Michael Davis? Hagan de cuenta. Al ver en Netflix anunciada la producción decidí esperar a tener un espacio de calma y poderla disfrutar al máximo. Eran Mads Mikkelsen y Jonas Åkerlund combinados, creo, por primera vez. Pero al final, Mikkelsen hace un papel muy plano y si me lo preguntan, para mí Vanessa Hudgens es la que saca la cara aquí en esta producción. No sé, el descache parece estar en la responsabilidad de Åkerlund y su directora de arte, Emma Fairley.

La trama se centra en el bajo mundo del crimen organizado; un sicario está a punto de retirarse dentro de un paquete de jubilación muy suculento y algo desencadena la salida de su estatu quo. Al igual que Sin City, la novela está basada en altos contrastes y aún más, parecida al Yellow Bastard, se suma a la gama tonal el rojo como protagonista de los cuadros. Blanco, negro y rojo. Si cierro los ojos en este momento, Polar de Jonas Åkerlund me da la sensación de verdes, azules, amarillos, naranjas y pocos, poquísimos rojos. Incluso el afiche promocional es rosa, violeta y azul. No hay blanco y negro y por el contrario todo parece sobresaturado -si saturar una imagen es subir los niveles para que todo sea más intenso, valga la hipérbole en este caso-. Un desacierto monumental dentro de una narrativa no muy mala y unas actuaciones promedio.

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3D, Action, Anthony Russo, Brothers, Comic, Epic, Exploitation, Hollywood, Joe Russo, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Sci-Fi, Spy Film, Storytelling, Thriller, Vacacion, War

Captain America: The Winter Soldier

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La semana pasada publicamos la entrada de bienvenida a los estrenos de verano del 2014. En principio, iba a ser incluida la entrada de Captain America: The Winter Soldier pero en vista de lo particularmente atractiva que fue la pieza, es bueno decir que se merece una entrada aparte para hablar sobre ella.

Steve Rogers (Chris Evans), después de Nueva York, intenta adaptarse al mundo que le es extraño; busca a Peggy (Hayley Atwell) y trata de serle fiel a su nuevo comando en S.H.I.E.L.D. pero las cosas no son tan fáciles como aparentan. Por un lado, las directrices de S.H.I.E.L.D. van en contra de los principios de Rogers y en su pérdida de fe, la organización entera es atacada por un poderoso enemigo del pasado.

Marvel y Buena Vista han ido acertando golpes de suerte en su batalla en Hollywood por las taquillas y el dominio de las producciones basadas en comics. Básicamente, alentaron a Sony prematuramente a relanzar su franquicia del Hombre-Araña con The Amazing Spider-Man; un relanzamiento que parecía sólo hacer cambios en el fabuloso nombre del arácnido. Lo mismo pasó con Fox, que al igual que en Sony, está uniendo sus fuerzas creativas para armar universos cinemáticos independientes dentro de su reino.

Pero decimos que Marvel y Buena Vista han acertado golpes de suerte porque a medida que avanzan Las Fases del Universo Cinemático de Marvel diseñado por Kevin Feige pareciera que todo es infinitamente más frágil.

La gran ventaja de Marvel con respecto a DC es que desde su concepción fueron unificados en un mismo espacio y tiempo, Nueva York. DC y la mayoría de casas de comics, plantean sus héroes en la ficción y crean sus entornos como imaginarios; cuando por fin DC, en la crisis de los comics en los 80’s, decidió crear un sólo universo se vio en aprietos para explicar y hacerle entender a sus lectores fanáticos que Gotham, estaba al mismo nivel que Metropolis pero ahora eso parece irse tornando en una ventaja.

Elaboremos.

Marvel empezó sus intenciones de volverse un estudio productor de pelis sus propios comics allá en 2003 cuando estrenaron Hulk de Ang Lee y DareDevil de Mark Steven Johnson que fueron catalogados como grandes desastres de la industria del cine de comics.

El joven Kevin Feige decidió emprender una estrategia más agresiva y no sólo hacer un filme exitoso que generara una franquicia sino más bien porqué mejor no pensar en unir todo el universo en un gran megaproyecto comercial; lo que requirió del apoyo de un socio como Buena Vista para lograrlo.

En 2008, de la mano de Jon Favreau y Robert Downey Jr., el universo de Feige inició su Fase UNO con Iron Man; caló muy bien con la crítica, con los fanáticos y el renacer de Downey Jr. puso a Tony Stark como un líder natural dentro de Marvel; el as bajo la manga de Feige fueron los créditos finales que introdujeron a Samuel L. Jackson como Nick Fury presentándole a Stark La Iniciativa Avenger. Ese mismo año después de recuperar los derechos de Hulk, Marvel encamina a Louis Leterrier y Edward Norton (protagonista y guionista) en la realización del segundo filme de Marvel Studios con The Incredible Hulk; la fanaticada ruge fascinación por la interpretación de Norton como Bruce Banner; y Feige anota su segundo cuadrangular cuando al final de la cinta aparece Tony Stark hablando de La Iniciativa junto al General Ross.

–A pesar de lo desastroso que fue Iron Man 2– parece que de ahí en adelante todo fuera una gran historia–. Iron Man 2 juega con apariciones sugeridas del Capitán América; los agentes de S.H.I.E.L.D., Coulson (Clark Gregg), Fury y Romanoff (Scarlett Johansson), toman protagonismo; y, de nuevo al cierre de la cinta, Coulson devela el Martillo de Thor. Subsecuentemente, vino Thor de Kenneth Branagh y toda la trama para introducir su mundo, su universo y a Loki (Tom Hiddleston) –hasta ahora el mejor antagónico de su universo cinemático–; los mundos siguen compartiendo personajes y no sólo aparece Coulson como eje de la trama, también lo hace el agente Clint Barton o Hawkeye (Jeremy Renner); al final de la cinta, Fury le presenta a Selvig (Stellan Skarsgård) el Tesseract –en una escena filmada por Joss Whedon–. ¿Pero qué era el Tesseract? Unos meses más tarde Captain America: The First Avenger de Joe Johnston hace un arco de origen con Steve Rogers, introduciendo a Chris Evans como el capitán, enfrentando a Red Skull (Hugo Weaving) en 1945 y la formación maligna H.Y.D.R.A.; Red Skull basaba su poderío en el ocultismo junto a su científico jefe Arnim Zola (Toby Jones) y fue justo cuando encontró el Tesseract, una forma primitiva de la mitología escandinava, que se hizo realmente poderoso y temible.

Todo estaba en su sitio y Joss Whedon preparó el cierre de la Fase UNO con la reunión de The Avengers. Todo da frutos y en una sola cinta aparecen Tony Stark, Thor, Steve Rogers, Nick Fury, la agente Romanoff, Hawkeye, Coulson, por supuesto Bruce Banner y como base antagónica Loki y los Chitauri que termina siendo la peli más taquillera del año. El punto importante para resaltar es que Gwyneth Paltrow y su personaje Pepper Potts aparecen por la insistencia de Robert Downey Jr. pero Whedon no estaba convencido y da la siguiente razón: “uno necesita separar los personajes de sus sistemas de soporte en aras de crear el aislamiento que se necesita para funcionen en el equipo”. Suena como un gran entrenador y finalmente ese fue el puesto que obtuvo, dirigir globalmente todo el universo de Marvel en Buena Vista (MCU).

Se gestiona la Fase DOS del MCU y llegan Iron Man 3, Thor: The Dark World, los Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. y The Winter Soldier; se anuncian Black Panther, Doctor Strange, Ant-Man y Avengers 2: Age of Ultron; finalmente, se revelan las intenciones de la Fase TRES con Thanos como villano y Guardians of the Galaxy pero ¿por qué se siente que todo empieza a tambalear?

La primera razón es una sensación sencilla y natural con lo que Marvel ha intentado a toda costa hacernos creer y es que todas sus piezas están unidas en un sólo universo; precisamente, eso que los ha hecho fuertes se ha vuelto su mayor vulnerabilidad. No es posible entender las cintas de Marvel independientemente y separar, las cintas autónomas de las cintas de ensamblaje. Es ridículo. No funciona. En parte, por eso la extensión de esta entrada.

Empecemos por Iron Man 3, independiente de la buena calidad de su realización con Shane Black o el desencanto de la fanaticada de cómo usaron al Mandarin (Ben Kingsley) y a Aldrich Killian (Guy Pearce) el resultado fue desastroso; por un lado, surgieron preguntas como porqué si Stark se podía quitar el reactor no se lo había quitado antes o ahora que «ya no existe» Iron Man, cuál es la función de Stark dentro de S.H.I.E.L.D. o quién liderará los Avengers; por otro lado y sumado a esto, vienen otras inquietudes que no pueden ser sólo solventadas con simples nombramientos o cameos de personajes importantes, por ejemplo ¿The Avengers es un grupo tan frágil que para ese entonces ya se desintegró? Si Stark es atacado de la forma en que sucedió ¿dónde estaba Romanoff, Hawkeye, Fury o Steve Rogers? Compañeros de batalla, sellados en la amistad hecha más allá de una casualidad o ¿es que todo lo dicho no son más que una iteración de frases vacías? ¿Dónde estaba Bruce Banner? ¿Por qué sólo aparece al final de la cinta como un sicoanalista? ¿Acaso no es esta la mayor idiotez jamás escrita?.

No. La mayor idiotez aún estaba por venir y en otro formato: Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. Una serie de TV que ubica anacrónicamente un resguardo de agentes dentro de S.H.I.E.L.D. liderados por Phil Coulson; un equipo de desvalidos que tiene grandes potencias pero cero poderes sobrenaturales –por ahora–; a medida que avanza la serie sabemos que está ubicada después de Nueva York, después de The Dark World de Thor y antes de The Winter Soldier; la pregunta más obvia es la que sostiene la serie y es ¿cómo hicieron para revivir a Coulson? Pregunta que se responde al final de la temporada pero que deja un interrogante existencial clavado profundo dentro de las entrañas de Joss Whedon y que amenaza de muerte a Kevin Feige; con esa respuesta de cómo revivir a las personas ¿acaso alguien en este universo puede morir? Si no, apaque y vámonos.

Luego de Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. –con el nombre más largo y rídiculo que haya escuchado para una serie televisiva; Cuando quiero llorar no lloro o Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha, telenovelas colombianas, ya no parecen tan extravagantes–, llega Thor: The Dark World. Una cinta autónoma que retoma el arco romántico entre Jane Foster (Natalie Portman) y el dios del trueno; aunque Alan Taylor está al frente de una gran decisión al sacar la historia de la Tierra, no resuelve el tema de porqué Foster no apareció en Nueva York y se mete en un problema aún más grande que se esparce virulentamente a todo el universo de Marvel ¿existe realmente un enemigo aparte de Loki capaz de poner en jaque a algún integrante de la Iniciativa Avenger? Sabemos que la muerte no lo es; tampoco otro «dios asgardiano»; y menos una invasión de alienígenas con poderosas armas y tecnología mucho más avanzada.

Esta última duda evidenciada en Thor 2, recurrente en toda la trilogía de Iron Man y el ensamblaje de The Avengers, se torna un absurdo y nos envuelve con un poco de frustración sumado a algo de desinterés, indiferencia y menosprecio.

Los hermanos Russo, casi olvidados en nuestros archivos con pelis como You, Me and Dupree o Welcome to Collinwood, hicieron una gran labor con The Winter Soldier. Siguen fallando en el tema del universo continuo pero imaginamos es el puñal de Whedon hablando con su «aislamiento para que funcione el equipo»; ¿no es increíble que en el peor ataque de H.Y.D.R.A., en una crisis tan grande como la de Nueva York, no aparezca Iron Man, War Machine, Hawkeye o Bruce Banner?

Sin embargo, y como ninguna otra cinta de Marvel, los Russo triunfan grandemente en varios aspectos.

El primer punto, es que con The Winter Soldier hay un vuelco hacia la sorpresa, hacia la perplejidad de las revelaciones del giro dramático y, así sean dos o tres los giros, no es una serie de sorpresas que nos mandan de extremo a extremo sino más bien consecuencia del giro anterior, por eso al final quedamos sin aliento y tensos en el desenlace.

Lo segundo es que por segunda vez, un villano es tratado con dignidad en la historia; ni siquiera en relación con la fidelidad a los comics, porque no hemos leído mucho acerca de los arcos del Soldado de Invierno, sino dignidad en el sentido que es una fuerza contraria e igualmente poderosa que amenaza el estatu quo del héroe y de sus compañeros. Lo que nos lleva al siguiente punto.

Por primera vez, en el universo cinemático de Marvel, los personajes se relacionan con igual importancia en todo el universo; los agentes Fury, Hill (Cobie Smulders), Romanoff, Rogers se congregan de otras sagas y sienten amenazadas sus existencias. H.Y.D.R.A. renace como un gran grupo del mal tan pero tan importante que incluso es necesario un nuevo ensamble con los Avengers pero si es así repetimos ¿por qué no aparecieron?

El cuarto punto, no sabemos si trabajaron posterior a las críticas de Man of Steel, pero The Winter Soldier aprendió a congeniar con los puntos que no gustaron en su opositora; partiendo del hecho que Man of Steel es una gran cinta, las críticas opacaron un poco su éxito injustamente; El Capitán toma ventaja de ahí y se hace fuerte con un héroe que no asesina a sangre fría a pesar de cualquier circunstancia; no acaba completamente con una ciudad y a los pocos días aparece con una sonrisa dibujada en la cara; es responsable de sus actos porque es la imagen pura de Estados Unidos; y, finalmente, siendo una secuela enlaza muy bien puntos de la anterior salida, y justifica el hecho de una segunda o tercera parte.

A pesar de ciertos clichés, que realmente molestan en pequeños detalles de la historia, Los hermanos Russo, Marvel y Buena Vista lo hicieron realmente bien con The Winter Soldier pero desluce un poco lo ya hecho antes en la Fase UNO; no sabemos cómo vaya a atacar DC pero el hecho que la segunda parte de Superman involucre apariciones de Batman, Wonder Woman, Aquaman y otros de sus súperheroes podría ser un indicio de cómo aproximarían su propio ensamble y faltaría ver si en «las autónomas», como The Bat Man presupuestada para después del 2016, se cometen los mismos errores o se dan la libertad de hacer un relato anterior –en la línea de tiempo– de Superman para revisar estos temas con calma.

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Bienvenida la temporada de verano 2014

Se acercan los estrenos de verano y los recibimos con una pequeña entrada de una pieza un poco atrasada, 47 Ronin, y la otra aún en cartelera regular, 300: Rise of an Empire. No hay mucho que decir de ambas, salvo (y guardadas excepciones por los gustos personales) ambas pelis cumplen su función de entretenimiento.

47 Ronin
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Es otra peli de Keanu Reeves donde aparenta actuar, frunce el ceño y pone su tono de voz bajo, como suspirando, tratando de evocar en nosotros misterio, tal vez, o suspenso –no se–; no importa, no podemos pedirle que actúe ahora de viejo, siendo que lo hemos alentado a que una y otra vez se repita en su papel de héroe atravesando una epopeya en frente de sus narices, siempre como el elegido entre los mortales. Hasta el comentario de Keanu en ese sentido suena acartonado y predecible, ¿no? Si somos capaces de superar a Keanu y el resto de sobreactuaciones teatrales, la cinta de Carl Rinsch se torna interesante.

47 Ronin está basada en la historia de un grupo de samurais que que quedaron sin maestro y se convirtieron en ronin; y aunque su maestro cayó en una trampa de su enemigo a través de brujería y murió con honor, ellos buscan su venganza para calmar su espíritu.

Tanto la cinta como la historia son clásicas en el subgénero de las artes marciales. No hay que ir demasiado precabidos, la sorpresa es que uno espera algo malísimo o deplorable y surgen buenas sorpresas. Como su fotografía (John Mathieson), por ejemplo.

300: Rise of an Empire
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Una década atrás el joven Zack Snyder había triunfado con el reenlatado de un clásico del terror como lo era Dawn of the Dead de George Romero y se hizo camino derecho hacía una megaproducción dentro de Hollywood gracias a su éxito dentro del público y la crítica. Muchos dijeron que no entendió la verdadera y auténtica visión de Romero con su aislamiento de la humanidad en el centro comercial pero sin lugar a dudas una nueva estética había nacido con esa pieza.

Su siguiente proyecto sería la adaptación del comic 300 de Frank Miller en 2006, apalancado en buena parte por el éxito que tuvo Sin City, también del mismo autor. 300, al igual que la pieza de Robert Rodriguez, basó su fotografía en la fidelidad a las páginas del comic y sumado a la estética alcanzada por Snyder se volvió un hito en las producciones de acción norteamericana; abuso del «tiempo-de-bala», la sangre, los torsos desnudos y la época greco-romana.

No pasó mucho tiempo entre las farsas de Hollywood y la explotación completa en TV (Spartacus), para que estuviéramos hastiados por completo de las escenas de desnudos fortuitos, los golpes de la espada desgarrando miembros y escupiendo sangre a borbotones frente a la cámara.

Snyder empezó a repetirse –y mucho– cayendo en lo profundo de Hollywood y sus taquillas. Se inventó la secuela de 300 y justo cuando Warner le ofreció Man of Steel, fue que decidió que se apartaría para producirla, no para dirigirla. El encargado sería Noam Murro, una cara desconocida en la industria y por lo mismo maleable a su antojo.

El resultado de Rise of an Empire es el pastiche de Snyder exacerbado al máximo. La hermosa Eva Green se bate como una guerrera y se echa la peli encima como Artemisa; su desempeño no flaquea y la historia se hace rica en detalles contextuales pero la pieza si que es más de lo mismo.

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Oscar, 86th Academy Awards

Hoy en la mañana La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood se manifestó con los nominados para sus premios Oscar en la versión 86 de su ceremonia. Contrario al año pasado, observamos grandes sorpresas y un par de desilusiones. La presidente de La Academia Cheryl Boone Isaacs y el actor Chris Hemsworth fueron los encargados de hacer el anuncio este año, muy temprano a las 7AM.

La desilusión más grande por mi parte fue que James Franco como Alien en Spring Breakers de Harmony Korine no saliera finalmente nominado; no es que fuera un favorito o su carrera no tenga más impulso de aquí en adelante -como por ejemplo si le puede pasarle a Bruce Dern o como casi le pasa a Christopher Plummer– sino que Franco, en un papel odiado por todo el mundo, desarrolla una gran transformación sin necesidad de las alteraciones en el físico tan de moda por estos días. Grandes ausentes fueron sin duda Rush de Ron Howard o Labor Day de Jason Reitman pero sorpresivo fue que La Academia relegó a All Is Lost de J.C. Chandor a sólo a mejor edición de sonido olvidándose de la actuación de Robert Redford o, una de las favoritas, Inside Llewyn Davis de Los Hermanos Coen que logró solamente mejor cinematografía y mezcla de sonido. Entre otros ausentes en estas nominaciones, sobre todo por los recientes Globos de Oro, fueron Saving Mr. Banks -mejor música original-, Frances Ha -por lo cual estoy muy de acuerdo- y La vie d’Adèle -que era una súper favorita de toda la crítica-.

En cuanto a la segunda hoja de las nominaciones -aquellas que los expertos llaman los «Oscar técnicos» se nota la ausencia de Man of Steel, Pacific Rim y The Hunger Games: Catching Fire aunque es divertido ver nominada a mejor maquillaje Jackass Presents: Bad Grandpa.

Cerrando esta introducción el balance final es cinco nominaciones para The Wolf of Wall Street de Martin Scorsese, seis para Her de Spike Jonze, seis para Dallas Buyers Club de Jean-Marc Vallée, siete para Gravity de Alfonso Cuarón, ocho para 12 Years a Slave de Steve McQueen y diez para American Hustle de David O. Russell; haciendo de estas tres últimas las favoritas de la gala; en cuanto a los Big Five de La Academia (categoría de los filmes que han sido nominadas y ganadoras para mejor peli, director, actor principal, actriz principal), la única posibilidad es para David O. Russell con American Hustle en esta versión; recordemos que con este año ha sido nominado dos veces con la posibilidad de ganarse estos Big Five, la primera vez fue con Silver Linings Playbook y este año con la ya nombrada American Hustle.

Faltándonos casi diez piezas importantes de la lista, y habiéndonos dedicado casi que completamente a las indies en esta temporada, la tarea aún es larga. Esta es la lista completa de nominados de La Academia para la versión número 86 de sus Oscar:

Best Motion Picture of the Year esta sería por ahora la oportunidad más cercana de Brad Pitt de ganarse su esquiva estatuilla siendo productor de 12 Years Slave, una de las favoritas.

Best Performance by an Actor in a Leading Role

  • Christian Bale por American Hustle
  • Bruce Dern por Nebraska
  • Leonardo DiCaprio por The Wolf of Wall Street
  • Chiwetel Ejiofor por 12 Years a Slave
  • Matthew McConaughey por Dallas Buyers Club

Best Performance by an Actress in a Leading Role

  • Amy Adams por American Hustle
  • Cate Blanchett por Blue Jasmine
  • Sandra Bullock por Gravity
  • Judi Dench por Philomena
  • Meryl Streep por August: Osage County

Best Performance by an Actor in a Supporting Role

  • Barkhad Abdi por Captain Phillips
  • Bradley Cooper por American Hustle
  • Michael Fassbender por 12 Years a Slave
  • Jonah Hill por The Wolf of Wall Street
  • Jared Leto por Dallas Buyers Club

Best Performance by an Actress in a Supporting Role

  • Sally Hawkins por Blue Jasmine
  • Jennifer Lawrence por American Hustle
  • Lupita Nyong’o por 12 Years a Slave
  • Julia Roberts por August: Osage County
  • June Squibb por Nebraska

Best Achievement in Directing

  • David O. Russell por American Hustle
  • Alfonso Cuarón por Gravity
  • Alexander Payne por Nebraska
  • Steve McQueen por 12 Years a Slave
  • Martin Scorsese por The Wolf of Wall Street

Best Writing, Screenplay Written Directly for the Screen

  • Eric Warren Singer y David O. Russell por American Hustle
  • Woody Allen por Blue Jasmine
  • Craig Borten y Melisa Wallack por Dallas Buyers Club
  • Spike Jonze por Her
  • Bob Nelson por Nebraska

Best Writing, Screenplay Based on Material Previously Produced or Published

  • Richard Linklater, Julie Delpy y Ethan Hawke por Before Midnight
  • Billy Ray por Captain Phillips
  • Steve Coogan y Jeff Pope por Philomena
  • John Ridley por 12 Years a Slave
  • Terence Winter por The Wolf of Wall Street

Best Animated Feature Film of the Year

  • The Croods
  • Despicable Me 2
  • Ernest et Célestine
  • Frozen
  • Kaze tachinu

Best Foreign Language Film of the Year

  • The Broken Circle Breakdown de Felix Van Groeningen (Bélgica)
  • La grande bellezza de Paolo Sorrentino (Italia)
  • Jagten de Thomas Vinterberg (Dinamarca)
  • L’image manquante de Rithy Panh (Camboya)
  • Omar de Hany Abu-Assad (Palestina)

Best Achievement in Cinematography

  • Philippe Le Sourd por Yi dai zong shi
  • Emmanual Lubezki por Gravity
  • Bruno Delbonnel por Inside Llewyn Davis
  • Phedon Papamichael por Nebraska
  • Roger A. Deakins por Prisoners

Best Achievement in Editing

  • Jay Cassidy, Crispin Struthers y Alan Baumgarten por American Hustle
  • Christopher Rouse por Captain Phillips
  • John Mac McMurphy y Martin Pensa por Dallas Buyers Club
  • Alfonso Cuarón y Mark Sanger por Gravity
  • Joe Walker por 12 Years a Slave

Best Achievement in Production Design

  • Judy Becker y Heather Loeffler por American Hustle
  • Andy Nicholson, Rosie Goodwin y Joanne Woollard por Gravity
  • Catherine Martin y Beverley Dunn por The Great Gatsby
  • K.K. Barrett y Gene Serdena por Her
  • Adam Stockhausen y Alice Baker por 12 Years a Slave

Best Achievement in Costume Design

  • Michael Wilkinson por American Hustle
  • William Chang por Yi dai zong shi
  • Catherine Martin por The Great Gatsby
  • Michael O’Connor por The Invisible Woman
  • Patricia Norris por 12 Years a Slave

Best Achievement in Makeup

Best Achievement in Music Written for Motion Pictures, Original Score

  • John Williams por The Book Thief
  • Stephen Price por Gravity
  • William Butler y Andy Koyama por Her
  • Alexandre Desplat por Philomena
  • Thomas Newman por Saving Mr. Banks

Best Achievement in Music Written for Motion Pictures, Original Song

  • Bruce Broughton por (‘Alone Yet Not Alone‘) por Alone Yet Not Alone
  • Pharrell Williams por (‘Happy‘) por Despicable Me 2
  • Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez por (‘Let It Go‘) por Frozen
  • Karen O por (‘The Moon Song‘) por Her
  • U2 por (‘Ordinary Love‘) por Mandela: Long Walk to Freedom

Best Achievement in Sound Mixing

Best Achievement in Sound Editing

Best Achievement in Visual Effects

Best Documentary, Features

Best Documentary, Short Subjects

  • CaveDigger
  • Facing Fear
  • Karama Has No Walls
  • The Lady in Number 6: Music Saved My Life
  • Prison Terminal: The Last Days of Private Jack Hall

Best Short Film, Animated

  • Feral
  • Get a Horse!
  • Mr. Hublot
  • Possessions
  • Room on the Broom

Best Short Film, Live Action

  • Aquel No Era Yo
  • Avant Que De Tout Perdre
  • Helium
  • Pitaako Mun Kaikki Hoitaa?
  • The Voorman Problem
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The Wolverine

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El auge de las pelis basadas en comics tiene su razón de ser en la codicia de los estudios cinematográficos que han tratado de explotar los derechos de las editoriales más populares de estas piezas gráficas; obvio desde hace casi un siglo ya, pero sobre todo con los recientes resultados alcanzados por los grandes estudios, se pone en la mira de los productores y directores este tipo de producciones. Sin duda los que mejor han logrado sus metas en taquilla son el triunvirato armado por Marvel Studios/Buena Vista/Disney Pictures por un lado y Warner Brothers/DC Comics por el otro.

Fox, y Sony Pictures, se meten en la pelea al poseer los derechos exclusivos de explotación de una parte importante de estas grandes potencias editoriales del comic, y en parte, son los responsables de que Universos Cinemáticos más grandes no se hayan formado perfectamente aún. Fox poseía hasta finales del año pasado los derechos de los X-Men, Fantastic Four y DareDevil; sus salidas con estas dos últimas sagas no fueron las más exitosas posibles y fueron relegadas en los rincones del estudio -a tal punto que incluso les tocó devolver los derechos de DareDevil a Marvel porque no tuvieron cómo sacar una nueva producción antes de octubre del año pasado-.

Fox ha visto mejores resultados en la explotación del microcosmos de los X-Men, con su primera trilogía pero logró decepcionar una gran parte de la crítica y la fanaticada precisamente con el cierre de la misma -gracias en parte a que Brett Ratner no supo interpretar lo que había construido Bryan Singer-. Luego el estudio intentó desarrollar subproductos de las mini-historias de los grandes favoritos y empezó con Wolverine pero de nuevo Gavin Hood se estrelló y apenas alcanzó un aceptable promedio en taquilla. El británico Matthew Vaughn dirigió X-Men: First Class y conquistó una taquilla similar pero logró lo que no había conseguido Fox hasta ahora, interés de la fanaticada en más piezas por venir.

First Class es sin duda una de las mejores piezas de Fox logradas hasta ahora, incluso por sobre las primeras realizaciones de Singer. Plantea una precuela de la historia, describiendo el origen de la amistad profunda entre Magneto y el Profesor X, tácita en todas las demás tramas que se entrelazan entre ellos y, lo más importante, conectándose con los subproductos ya publicados. Después de First Class, Fox logra una luz de esperanza y se aventura de nuevo con Mark Bomback y Scott Frank en la creación de una nueva historia para Wolverine. En principio, el director encomendado era el súper oscuro realizador Darren Aronofsky pero su agenda se lo impidió; James Mangold asumió entonces la responsabilidad del proyecto y aunque podía lograr el tono independiente esperado, su trayectoria era poco consistente, donde la calidad de sus piezas se sacrifica por el entrenimiento prometido, lo cual de alguna forma era preocupante.

The Wolverine finalmente sorprende con una madurez narrativa y una historia aislada de lo que veníamos viendo como espectadores sin tener que relanzar la franquicia o redefinir sus orígenes. Logan interpretado -ya seis veces- por Hugh Jackman se encuentra oculto y sumergido en los profundos bosques del medio oeste norteamericano, acosado por pesadillas en las que se ve envuelta su culpa por la muerte de Jean Grey (Famke Janssen). Hasta allá, va a buscarlo su destino encarnado en Yukio (Rila Fukushima), una joven espadachín asalariada de Yashida (Haruhiko Yamanouchi), viejo amigo de Nagasaki donde Wolverine salvó su vida; Yashida ha estado en la búsqueda de Logan porque quiere pagar su deuda de honor de esa época. Gracias a que Yukio puede ver el futuro, logra encontrar al Wolverine y transportarlo a Tokio. La acción se centra entonces en Japón, a donde viaja Logan en busca de su amigo; entran en acción samurais, yakusas, ronin, arqueros y espadachines, sin saturar la historia, y sobre todo dando un pulso interesante a otro eslabón de X-Men. Si esta peli es realmente entretenida, cadente y oscura al mando de Mangold, no puedo siquiera imaginar cómo hubiera sido si Aronofsky la hubiera dirigido.

The Wolverine es el único que ha logrado darle redondez a Fox y se ha vuelto su personaje más preciado. En este capítulo se adapta perfectamente a la cultura japonesa y se enriquece con todo su folclor, su música, sus colores, sus paisajes y su arquitectura. Pero la madurez de la pieza también se da del aprendizaje logrado con First Class; The Wolverine trae a colación la detonación nuclear que Estados Unidos propició en Nagasaki, pero no es protagonista, tal cuál como el incidente de Bahía Cochinos en First Class, generando vínculo, credibilidad y congruencia en su propio Universo Cinemático. Hay dos o tres escenas tipo comic que son espectaculares para que le pongan atención; el ataque ninja, el despertar del samurai de adamantio y las flechas en la espalda de Wolverine; estas tres escenas, combinadas con la música original de Marco Beltrami y las cámaras de Ross Emery, logran darle el tono épico a la cinta y pagar la boleta. Igual esperen en sus sillas sentados, hay más historia en los créditos que nos prepara desde ya para Days of Future Past, el tan esperado regreso de Bryan Singer a la franquicia.

Mientras Warner redondea los 3 millardos de dólares desde este auge de los comics en el cine, gracias en parte a la oscuridad que ha venido explotando de historias como Batman (Batman Begins, The Dark Knight, The Dark Knight Rises) y Superman (Man of Steel), Marvel no se queda atrás para nada con una mega cifra de 5 millardos de dólares con siete producciones (Iron Man I, II y III, Thor, Captain America, The Incredible Hulk, The Avengers) y aún quiere más. Contando las taquillas de Fantastic Four, Fox alcanza una respetable cifra de 2.300 millones de dólares con siete producciones y espera que, por primera vez, con The Wolverine puedan sobrepasar la marca de los 500 millones que ninguna de sus producciones ha logrado para soñar con la cifra neta de los 3 millardos, en su portafolio.

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3D, Action, Adventure, Epic, Exploitation, Folk, Guillermo del Toro, Hollywood, Kaiju, Latin, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Sci-Fi, Serie B, Vacacion, War, World

Pacific Rim

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Hollywood lanza su quinta gran apuesta este verano. Ya pasaron por nuestras carteleras Iron Man 3, Star Trek: Into Darkness, Man of Steel, Fast & Furious 6 y ahora Pacific Rim del mexicano Guillermo del Toro. Hacemos de todas formas mención de honor a World War Z porque sin ser una de las favoritas logró sorprendernos gratamente e interesarnos en la novela de Max Brooks.

Pacific Rim es una apuesta actualizada de Del Toro para traernos, con grandes efectos logrados por computador, una peli de explotación de monstruos y destrucción masiva típica de la década de los 50’s. La lista de estas cintas es absurdamente larga y puede comenzar incluso con The Lost World de 1925 o King Kong de 1933 pero de las que verdaderamente estamos hablando son 20,000 Leagues Under the Sea, las de Gill-Man (Creature From The Black Lagoon, Revenge of the Creature, The Creature Walks Among Us) las de Godzilla (Godzilla, Godzilla Raids Again, King Kong vs. Godzilla, Ghidorah, the Three-Headed Monster), Attack of the 50 Foot Woman, The Black Scorpion, The Deadly Mantis o The 7th Voyage of Sinbad. Todo este listado se puede extraer del documental American Grindhouse y del portafolio recientemente revisado del finado Ray Harryhausen.

Si por algo puede sobresalir Pacific Rim es por sus efectos especiales. Un gran despliegue de trucos para demostrar la monstruosidad de los “Kaijus“, gigantes genéticamente alterados cuya misión es destruir la humanidad, así como los “Jäger” (ó “Jaegers“) respuesta robótica de la humanidad frente a esta amenaza. Harryhausen toma valor en esta entrada precisamente gracias a la creación de los efectos especiales mágicos y de alocada vanguardia en esas pelis de los 50’s. Del Toro al igual que Harryhausen nos encanta con un estudio minucioso de las proporciones de estas batallas colosales y logra convencernos de la posibilidad de cada una de ellas. Lástima que no hubo encuentros de día para lograr evaluar con mejor ojo todos los detalles envueltos.

La cinta, ejemplar de la serie B, no ofrece mucho más que diversión, entretenimiento y estridencia. Veremos si al final en los Oscar del próximo año logra, sin embargo, reconocimientos en las categorías técnicas. Es imposible no compararla con Evangelion -serie animada japonesa- y descalificarla por los vacios conceptuales que ofrece en el manejo de los “drifters” sobre los robots. Creerse realmente el manejo de la bestia a través de una dupla es verdaderamente complicado, incluso más que entender a Charlie Day como científico, tenedor del último bastión de esperanza para la humanidad.

Nota persona. Recomiendo revisar todas las versiones de afiches promocionales de esta pieza. Como la de Mondo no-oficial que abre esta entrada.

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Action, Adventure, Aussies, Brit, Comic, Epic, Exploitation, Folk, Hollywood, Melodrama, Movie, Remake, Romance, Sci-Fi, Storytelling, Thriller, Vacacion, War, World, Zack Snyder

Man of Steel

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Man of Steel llega a las carteleras colombianas y al igual que en el resto del mundo ya empezó a arrasar en taquilla. Las salas están llenas, las puntos de venta de boletería a reventar y la disponibilidad en reservas es absurdamente baja. Seguramente va a ser un éxito, sino el éxito de esta temporada.

¿Pero es tan buena como aparentaba ser? Es difícil lograr una respuesta corta sin pensar en el si, no, depende. Man of Steel no puede ser analizada como un fenómeno aislado, sin relación en el contexto económico en el que se está desarrollando. Por eso los factores deben medir cada una de sus variables y al final por promedio revisar de nuevo la pregunta.

A nivel de expectativas prometidas y colmadas, Man of Steel está logrando lo que el verano pasado alcanzó The Avengers; la fórmula de Whedon fue repetida este año por Shane Black que lanzó el primer golpe al inicio de la temporada con Iron Man 3 y logró posicionarse por un buen tiempo como la primera del 2013; su reinado tiembla con el avasallador paso de Superman que, no sólo abre con una cifra significativa sino que pasado el primer fin de semana, los números la catalogan en la historia como la más grande en taquillas de junio. Esto quiere decir que en el voz a voz, la cosa está funcionando y el público está saliendo muy satisfecho de la cinta.

A nivel de pelis basadas en comics, hay un grande detrás de Man of Steel que despierta todas nuestras grandes emociones en la pieza -y no es precisamente Christopher Nolan-. Desde que el equipo del Dark Knight se aseguró un puesto en la producción de Superman, todos los cinéfilos nos emocionamos al encontrar la promesa de una nueva cinta con el desarrollo de la historia de David S. Goyer y Christopher Nolan; tal vez nos pareció una decisión muy acertada de Warner Brothers, para asegurar la calidad de Batman, poner al frente a Nolan y su esposa Emma como el equipo de técnico responsable de solucionar reparto, música, cinematografía, edición e historia. De esa forma, llegó una mezcla heterogénea de recomendados de Warner así como otros por parte del matrimonio Nolan-Thomas; pero el grande en esta pieza es definitivamente Zack Snyder como su director. Snyder ha venido armando un portafolio consistentemente de adaptaciones del comic que lo catalogan como uno de los mejores -sino el mejor- entre una gran lista de artistas encabezada por Matthew Vaughn (Kick-Ass, X-Men: First Class), el mismo Nolan (The Dark Knight), Robert Rodriguez (Sin City), Bryan Singer (X-Men, X-Men II) y Sam Raimi (Spider-Man). El miedo de los fanáticos con Snyder era que había desarrollado una forma de contar sus historias abusando del recurso del tiempo-de-bala que hubiera sido desastroso en Man of Steel; pero no sólo no aparecieron las lentísimas cámaras sino que enfrentado a su más cercano pariente, como lo es Batman, Superman llega a nuestras pantallas con una agradable frescura. Se siente nuevo, humanizado y concatenado perfectamente en el universo de Nolan y su Dark Knight, que fue realmente lo más esperado en la pieza.

Zack Snyder acaba siendo el director en una apuesta muy arriesgada, conciliada entre el estudio y Syncopy, gracias en primer plano a que Nolan no quería dirigir más comics y que el golpe ofrecido por Marvel con Joss Whedon en The Avengers causo demasiada mella. Para Warner no fue suficiente transformar las pelis basadas en comics, lograr la mejor trilogía en este campo y además volver ícono una de las figuras más importantes de DC y de los comics en general. Warner quería más, quería dominar taquillas y crear una franquicia sin límites de producción; crear un universo como el de Marvel y tener a su disposición toda una gama de historias increíbles cada una como un hito de producción versus las retribuciones de taquilla. Entre el éxito de Marvel y el río revuelto de sus derechos de explotación repartidos en tres estudios más, la respuesta era desarrollar la historia de Superman y buscar reunir una Liga de la Justicia a corto plazo. La dirección no podía ser una opción audaz, no podía ser tampoco una opción interesante, el director debía ser sólido, creativo e interesado a un plan a largo plazo. No había respuestas obvias y, sin embargo, Snyder resaltaba como la más sobresaliente.

Snyder recibió perfectamente las indicaciones de Nolan como entrenador. En el último punto a analizar de Man of Steel, a nivel del universo de DC Comics, Snyder logró contarnos una historia de un niño adoptado, dividido entre sus diferencias y los valores aprendidos, en vez de la obvia historia de Kal-El como alienígena en La Tierra. Clark Kent (Henry Cavill) es un individuo en crisis, en búsqueda de su identidad, criado en un hogar lleno de amor y con la calidad de servicio presente en cada una de sus acciones; su vida en este sentido se enfrenta a golpes durísimos de confianza en el cual está involucrado su padre, Jonathan Kent (Kevin Costner). Por otro lado, es un fenómeno adaptándose a la sociedad que constantemente lo segrega; sus aparentes migrañas y su comportamiento lo apartan del estándar y lo vuelven blanco de burlas y rumores. Un evento desencadena su ira, su frustración y su desolación para terminar deambulando por el mundo tratando de olvidar su naturaleza. La narración de toda esta etapa es sencillamente magnífica, uno de los pilares de la pieza, sin duda.

Snyder además desarrolló la pre-historia que no teníamos de Krypton, desenfundó varias raíces, creo contexto y le dio fuerza al General Zod como un personaje voluntarioso, estricto, recto y radical. Zod en esta ocasión es representado por el gran Michael Shannon, que gracias a este desenvolvimiento y en contraste con la interpretación de Terence Stamp (Superman II; 1980), no es un ser maligno, no es déspota per sé, por el contrario, se revela como un ser vigilante de su raza y preocupado de su eminente extinción. Aunque el fondo de Krypton parece ser un requerimiento de Snyder, tomar los antagónicos y demostrar sus vulnerabilidades o sus dobles intenciones, en aras de aceptarlos como seres en conflicto, ni buenos ni malos, es una característica primordial de Nolan y Goyer, y que en esta historia agradecemos porque Zod es un personaje increíble.

Shannon no es el único destacado. El juego de relaciones entre los padres de Superman y Superman es soberbio gracias a Russell Crowe, Kevin Costner y Henry Cavill. Los tres conjugan un dinamismo importante y creíble para nuestros ojos gracias a las capacidades de sus actores, sobre todo de Costner que es el pilar dramático de la historia. Pueden afirmar que Cavill no es un gran actor por lo insípido de algunas partes de su desempeño mas es porque en parte está encarnando a un súper-héroe pero uno no siente una payasada o una ridiculez armada alrededor de él; además en los duros momentos emocionales sufrimos con su mirada, sus gritos y su tono -si un actor tiene tono y variaciones de él en sus líneas durante una peli, no es cualquier fulano insignificante, es un actor con fundamentos- . Al lado de estos cuatro actores, Amy Adams, Diane Lane, Laurence Fishburne completan la cosmogonía del Hombre de Acero y ¡vaya si lo hacen bien! . De esta forma, Snyder demuestra sus capacidades como director de actores que como hemos visto en el blog, en varias ocasiones, un actor no encuentra el balance de sus capacidades -sin importar si es novato o un monstruo- porque la dirección de sus líneas no fue completa o dicho de otra forma fue huérfana de rumbo.

Cerrando un poco la entrada, de lo único que se puede renegar de Snyder es que si por un lado abandonó las cámaras en tiempo-de-bala (para bien) y las reemplazó con temblorosos encuadres, por el otro lado exageró con las colisiones, explosiones y destellos. Hans Zimmer es un gran artista, es un excelente compositor y tiene un refinado oído para determinar perfiles con sus fragmentos, algunas veces melodiosos, otras veces estridentes pero siempre característicos de los personajes. El exceso de bombazos y estallidos opacó por completo a Zimmer. Muchas personas alaban el trabajo del maestro en Man of Steel, para mi pasó sin pena ni gloria; sentí los momentos de acompañamiento de la música pero sencillamente me perdí todo el trabajo de Zimmer y es una lástima.

Se vienen las decisiones duras para Warner y ojalá que la premura de ellas o el éxtasis del buen ejercicio con Superman no los enceguezcan. Snyder afirmó que si lo requerían para realizar una Liga de la Justicia primero se debía madurar un poco más el personaje de Superman; eso quiere decir que habrá una segunda parte de Man of Steel -improbable una tercera pero nunca se sabe- para después continuar con la congregación más esperada desde el anuncio del fin de la Trilogía del Caballero de la Noche. En la cinta hay que estar atentos a las referencias de Lex Luthor y Bruce Wayne que tácitamente aparecen en la historia por medio de sus corporaciones (LexCorp y Wayne Industries respectivamente). La sensación de sentirlos cerca es emocionante, sin embargo, las impertinencias del estudio puede hacerlos tropezar fuertemente. Warner quiere Liga de la Justicia para el 2015, un lapso prudente para una buena producción pero Snyder quiere una segunda parte lo cual no alteraría los planes de Warner si el realizador saca su pieza el próximo año -¿no es esto demasiado prematuro?- para después encargase de La Liga en un periodo demasiado corto. La única posible respuesta para una agenda tan apretada es que Snyder haga una «Peter-Jackson»; que previendo las decisiones de Warner haya grabado las dos partes de una vez, se dedique a posproducción el próximo año de la secuela y a preproducción y filmación de La Liga de la Justicia en los dos años siguientes.

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Action, Auteur, Brit, Brothers, Christopher Nolan, Comic, Drama, Epic, Exploitation, Hollywood, Miguel Vaca, Movie, Remake, Storytelling, Thriller, Vacacion

The Dark Knight Rises

He tomado una decisión, creo que bastante sensata y es desarrollar esta entrada en dos partes. La primera parte (esta) libre de revelaciones de contenido fundamental después de haber asistido a la premier y una segunda más completa después de revisitarla en IMAX… No hay nada que hacer, la gente que tuvo el privilegio de ver esta primera experiencia en el formato original debió tener un resultado diferente -en mis adentros yo sólo lograba imaginarme que esta escena o esta otra se debieron sentir maravillosos en esa pantalla, con ese sonido y con ese poder de proyección-.

The Dark Knight Rises es una buena peli, es la culminación esperada del gran director y sin duda un broche de oro para toda una saga que es sobresaliente desde cualquier punto de vista sobre cualquier peli basada en un comic.

La continuidad del reparto, de la historia, de todos los personajes dan una coherencia inigualable y demuestra las capacidades de Nolan como director de proyectos macros, no sólo de episodios, un gran universo fértil para que el cine-comic continúe -y por lo mismo, me llena de mucha emoción el proyecto de Man of Steel al lado de Zack Snyder, donde Nolan es productor. En The Dark Knight Rises se siente la frescura y tranquilidad cuando se sienta a escribir con su hermano Jonathan o con Daniel S. Goyer aunque me queda el regusto de que en algunas partes muy importantes hubo interferencia del estudio para el desarrollo de la historia. La pieza tiene una duración de dos horas y cuarenta minutos pero el ritmo infringido por Nolan y su equipo no es para nada adormecedor o aburrido, por el contrario, es pausado para tomarse el tiempo necesario para exponer sus ideas sin presión y con la misma naturalidad que la historia requería. No hay afanes pero no me considero fanático de los epílogos ni en las obras literarias y tampoco me ha ido muy bien con las cinematográficas (recordemos Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 2). Esta no es la excepción.

Lo más fascinante es ser espectadores de una visión artística como ninguna otra de un comic y tener la conciencia de que, en cierta forma, estos súper héroes o estos villanos son hombres de carne y hueso, que estamos preparados para ese filtro que nos propuso el realizador y que estemos tan emocionados o tan inmersos en la historia que todo es posible. Haciendo un balance de las tres partes mi villano favorito es el Dr. Jonathan Crane interpretado por Cillian Murphy. Crane da lineamiento, cohesión y algo de humor en las tres paradas. Bane es un gran personaje y Tom Hardy lo hace muy bien, aplicando el mismo filtro de la visión de Nolan. Los esfuerzos que debió haber hecho el actor para parecer este gran monstruo y las cámaras de Wally Pfister, director de cinematografía, hacen que el personaje inflija escalofríos y pánico. Debo decir que no me gustó la voz pero pudo haber sido porque había escuchado que el año pasado, cuando Christopher Nolan desarrolló el corto-avance de seis minutos para MI3, la voz de Bane era ininteligible y que no podía refilmar todas las escenas entonces la decidió modificarla en posproducción; bueno, siento que hablando de la naturalidad y realidad de los personajes se siente forzada y ficticia.

Las comparaciones son odiosas pero el mismo título de las piezas lo propende pero lo haremos en la segunda parte de esta entrada donde también discutiremos más profundamente el tema de la cinematografía, la excelente factura del maestro Hans Zimmer, el balance de todo el reparto, la historia de Batman y un balance más profundo de las tres partes.

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