Muchos actores logran un punto en su carrera que les permiten realizar proyectos no muy usuales o por lo menos no a lo que nos tienen acostumbrados. Unos son más arriesgados que otros e igual otros no la logran con suficiencia y vuelven a sus proyectos comerciales sin voltear de nuevo atrás. Will Ferrell es un personaje interesante que sigo desde sus inicios en Saturday Night Live. Su humor es estúpido, físico pero sus proyectos me encantan y de vez en cuando nos sorprende con trabajos fuera del común de nuestra cartelera para lograr refrescar con pericia su imagen comercial. Su proyecto independiente más recordado es Stranger Than Fiction una comedia formidable, genial con un final ordinario y que logra tener un tono de súper-producción por el montaje y el trabajo de posproducción de la pieza. Mucho antes había logrado trabajar con Woody Allen en Melinda and Melinda, que sigue siendo comedia pero de nuevo de corte independiente. Obviamente nos sobrecogen el resto de títulos como Old School, Elf, Anchorman, Bewitched, Talladega Nights, etc… Además de sus repetidas y relampagueantes apariciones en cuanta comedia física presente Hollywood.
De esta forma toparnos con Everything Must Go la ópera prima del joven escritor y director Dan Rush es más un evento extraordinario imperdible (si me he visto casi todo lo anterior de Ferrell, lo independiente es casi una invitación obligada). Junto a Ferrell actúan Rebecca Hall (Vicky Cristina Barcelona, The Town, Frost/Nixon), Michael Peña, Stephen Root y Laura Dern. Buen reparto. La historia se centra en el personaje de Ferrell, Nick Halsey, que ha hecho su carrera como vendedor de una gran corporación durante casi 16 años pero a pesar de sus logros su currículo está manchado por los constantes eventos dentro y fuera de la oficina por su problema con la bebida y sus jefes deciden dejarlo ir. Ese mismo día de vuelta a casa, se da cuenta que su esposa lo dejó, que cambió las cerraduras de la casa y que al echar todas sus pertenencias en el antejardín prácticamente no tiene salida, no tiene escapatoria: Debe definir cómo va a ser su vida de ahí en adelante.
Puede en principio verse como una peli emo pero el drama expuesto es fuerte y la actuación de Ferrell es muy honesta lo que la hace una pieza cruda y de reflexión. El desenlace no es fácil y el director logra atraparnos en su drama. Ojalá la puedan ver es bien interesante.