Action, Adventure, Brit, Camp, Comedy, Epic, Exploitation, Fantasia, Hollywood, Lewis Gilbert, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Romance, Sci-Fi, Serie B, Spy Film, Vacacion, War, World

Bond 11: Moonraker

[Continúa]
moonraker

De nuevo el británico Lewis Gilbert sería el encargado de liderar la realización de James Bond pero esta vez EON tendría una nueva dirección en la producción al sentar por primera vez a Michael G. Wilson, hijo de Albert R. Broccoli, al lado de su padre como remplazo de Harry Saltzman y su prudente salida años atrás. Se había anunciado en los créditos finales, como en otrora, que el siguiente capítulo iba a ser recreado en la novela For Your Eyes Only pero se tomó la decisión de usar mejor Moonraker donde se podría aprovechar el ambiente y los escenarios del espacio exterior debido al repentino éxito que fue Star Wars. Sin embargo el guión autorizado para desarrollar Moonraker era tan distinto de la novela original que se autorizó de nuevo «una novelización» de la pieza a cargo de Christopher Wood -ya lo había hecho con The Spy Who Loved Me-.

La cinta tuvo un notable éxito, con un presupuesto cercano a los 34 millones de dólares y un recaudo inicial de 210 millones, como nunca había sucedido con otra pieza. El aumento del presupuesto no sólo permitió locaciones exóticas en Brasil, Argentina, Paraguay, Guatemala, Italia, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, permitió además una recreación del espacio exterior dentro de los inmensos estudios Pinewood y una nominación por mejores efectos especiales dentro de los Oscar de La Academia gracias al trabajo de Derek Meddings, Paul Wilson y John Evans. A pesar de la notable gloria, Moonraker retrocede en la payasada y errores de las primeras instalaciones del 007; el gran despliegue de las escenas de acción alcanza a difuminar, pero no eliminar completamente, el uso exagerado de dobles de acción, los chistes flojos y un perfil del súper agente que suponíamos ya habíamos superado. Empieza un decaimiento que empieza a notarse en Roger Moore, al igual que otros elementos dentro de la producción que vendrán haciéndose más evidentes con el paso de los años.

En Moonraker, el epónimo transbordador espacial ha sido secuestrado del dominio británico y se le es encargada la investigación a James Bond. En camino a su misión, en un vuelo no comercial, Bond es asaltado por el capitán y la tripulación que trae de nuevo a colación a Jaws (Richard Kiel) quien se había salvado súbitamente al final de The Spy Who Loved Me. El fabricante del transbordador es Hugo Drax, presidente de Drax Industries, y es allí donde se dirige el 007 como punto de partida en aras de descubrir lo sucedido con el Moonraker. Drax es interpretado por Michael Lonsdale y a su cargo están Chang (Toshirô Suga), Jaws, la astronauta y doctora Holly Goodhead (Lois Chiles) y su asistente Corinne Dufour (Corinne Cléry). Al llegar a Drax Industries, Bond sufre su segundo atentado después de conocer a la doctora Goodhead y es cuando empieza una larga persecución de Drax por Venecia, Rio, Iguazú y a través de la Amazonía brasilera hasta finalmente ser capturado por Jaws y llevado a la presencia de Drax donde Bond ve elevarse el Moonraker y dilucidar su plan completo. Previamente, Corinne se había rendido a los encantos del 007 y le ayudó en su investigación pero antes de lograr cualquier resultado Drax se dió cuenta de su traición y la mató. Toda la producción se translada al espacio exterior donde Bond y Goodhead deben detener los planes de Drax y el uso de un neurogas sobre toda la faz de la Tierra.

El reparto se siente abundante en estrellas francesas y tiene una razón de ser. EON Productions conforma una alianza anglo-francesa donde, según el acuerdo, cierto número de actores debían llenar cierta cantidad de puestos en los roles para cumplir el tratado. Al lado de ellos Bernard Lee, Lois Maxwell, Desmond Llewelyn, Geoffrey Keen y Walter Gotell completan el listado de protagonistas.

La narración de Moonraker se hace excesivamente larga, sincopada y llena de persecuciones infructuosas; pero no sólo es decepcionante la forma de resolver todos los problemas sino que las inusitadas ayudas que recibe el súper agente son más que inverosímiles. Moonraker parece un rompecabezas armado con las tramas de Goldfinger, Thunderball, You Only Live Twice y The Spy Who Loved Me. Finalmente, con un giro exageradísimo y profundamente empalagoso entre Jaws y su novia Dolly el desenlace de The Spy Who Loved Me es prácticamente calcado. Aunque los efectos son realmente buenos y la cinematografía alcanza un buen punto de calidad, Moonraker es de las peores cintas de James Bond.

Standard
Action, Adventure, Alejandro Amenábar, Cine de España, Drama, Epochal, Indie, Miguel Vaca, Movie, Storytelling, Thriller, Vacacion, World

Agora

Rodrigo Bernal me recomendó ver esta peli y muy juicioso fui averla. Yo sabía que era de Amenábar que actuaba Rachel Weisz y que hablaba como de Alejandría. No más. Debo confesar que los cortos no eran atractivos, que la peli tampoco me llamaba la atención y el truco de las bajas expectativas funciona a la perfección. Por un lado, las pelis históricas tienen un cierto grado de atracción por contar eventos importantes de la humanidad sin el acartonamiento de los libros de historia misma y por el otro el desconocimiento total por parte mía de Hypatia me sobrecogió.

Este largo tiene muchas aristas para poderla analizar, pero muchas, y todas súper interesantes. A nivel histórico Alejandría tenía la biblioteca más impresionante de la antigüedad; papiros y papiros se acumulaban en sus anaqueles con historia, ciencias y arte. Se dice que el conocimiento albergado en ese espacio era tan asombroso que muchas de las teorías de la actualidad ya se conocían desde esa época. Para mi es claro que la confrontación judeo-cristiana y la ciencia tuvo su peor lunar en la destrucción de esta biblioteca y, como si fuera poco, la censura de muchos de los libros que se salvaron e iban en contra de esta fé terminó por definir el oscurantismo del medioevo. Es tan claro que la biblioteca se destruye en el siglo V y Leonardo logra todos sus avances e inventos científicos en el renacimiento cuando la ciencia retoma su posición sobre la fé. Casi diez siglos de letargo que quién sabe donde nos tendrían en este momento. Por ejemplo, las leyes del helicóptero contemporáneo y muchas otras grandes invenciones están guiadas por los manuscritos de este genio pero la tecnología del hombre no tenía medios para desarrollarla en su época. Diez siglos donde seguramente nuestro mayor avance podría no ser necesariamente volar, haber llegado a la luna o comunicarnos a través de redes cibernéticas ¿cómo se imaginan el mundo de aquí a diez siglos? Ese es el mundo que podríamos haber estado viviendo hoy en día si esa biblioteca no se hubiera destruido.

Me pareció interesante, también muy pegado a la historia y al último comentario, la sugerencia que Hypatia tenía en sus manos teorías como la de la gravedad, el heliocentrismo e incluso críticas a la geometría euclidiana cercanas al fractal y la teoría del caos. Esta mujer luchó contra los juicios, la tendencia filosófica y teológica de la época y continuó siendo fiel a sus conocimientos y sus pensamientos lo que le costó su muerte. Weisz protagoniza esta peli encarnándola como excusa perfecta para narrativa de este momento. Su muerte y la destrucción de la biblioteca son metáforas contra la testarudez de los cristianos. Al lado de Weisz estuvieron con buen desempeño Max Minghella, Oscar Isaac y Michael Lonsdale.

Pero Amenábar tiene muchas más metáforas a nivel plástico y tal vez la más importante sea el círculo. La forma de encuadrar las tomas, las vistas de la Tierra y el cono de Ptolomeo se manifiestan de forma exquisita en la peli en muchos de sus planos. La historia es lineal pero no es aburrida y la música orquestada de Dario Marianelli hacen de Agora una pieza majestuosa e imperdible. Al final, la peli obtuvo sus reconocimientos en Los Goya pero debió haber tenido mayor eco en otras ceremonia.

Standard