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La Pianiste

Die Klavierspielerin es una novela de la ganadora del nobel, la austriaca, Elfriede Jelinek. La traducción de su título a otros idiomas tiene una impertinencia casi imperceptible pues en alemán la traducción literal es ‘La o El que toca piano’ y la que ha llegado a nuestros oídos es ‘La que instruye piano’, un cambio de dirección importante pero que igual estamos acostumbrados a este tipo de atropellos por parte de los distribuidores. Confieso que no he leído la novela pero la trama se me hizo perfecta para una peli de Michael Haneke (Das Schloss, Das weisse Band).

Investigando un poco la interpretación de Haneke le aportó linealidad a la historia mientras Jelinek logra un tramado de tiempos con constantes regresiones al pasado. No se qué tan diferente o que tanta contrariedad para los amantes de la novela haya causado este tema (aquí necesito ayuda de ustedes), por mi parte como cinéfilo, siento que no sólo fue agradable, se siente el estilo determinante del realizador y la narrativa es tan indoeuropea y afín a la idiosincrasia alemana como austriaca. Es cierto, uno se siente extraño viendo un filme de Haneke en francés, tan extraño como ver la versión norteamericana y en inglés de Funny Games.

La peli es rica en la trama de una profesora de piano de mediana edad, interpretada magníficamente por Isabelle Huppert, que vive aún con su madre (Annie Girardot) en una relación tormentosa y dominante. Esta relación genera una personalidad tosca en esta profesora y hasta cruel con sus estudiantes. Combinado con su persona y su adicción a la pornografía, esta mujer se vuelto incapaz de relacionarse con otras personas a nivel sentimental hasta que un estudiante (Benoît Magimel) se fija en ella y desencadena una línea sadomasoquista con resultados escalofriantes.

Obviamente, esta peli es deliciosa en las interpretaciones de piano durante toda la peli, pero en gran parte también es gracias a las magníficas tomas de Christian Berger quien ya lo había acompañado en Caché y en Das weisse Band y entendió perfectamente lo que el director deseaba en estas escenas en particular. Se destacan de todas formas al lado del realizador, las responsables del montaje también en su equipo como veteranas, Monika Willi y Nadine Muse, esta última de gran ayuda también por sus capacidades en numerosos departamentos de sonido ( casi ochenta títulos en este campo).

En Cuevana recién están haciendo un homenaje a este director, ya son seis los títulos y esperamos prontamente por lo mismo hacer la entrada sobre Code inconnu: Récit incomplet de divers voyages, la versión original de Funny Games que acaban de publicar y que sigan trayendo muchas más.

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