Knives Out es un descanso que se pega el director Rian Johnson después de haber dedicado su ingenio al Episodio 8 de Star Wars (The Last Jedi) y a Looper. El realizador acostumbra a dirigir y escribir sus piezas, imagino que después de un trabajo, no lo llamemos serio pero si, algo dramático disfruta mucho de cintas ligeras, que le promuevan distracción y divertimento.
Así como cambia de temática y rumbo, a veces también da unos giros con cambios completos en el reparto -donde Joseph Gordon-Levitt es tal vez el único que repitió una vez- y este es un claro ejemplo, aunque podemos tomar a Frank Oz como un invitado especial de una pequeña indulgencia. Su equipo por el contrario se hace fuerte y consistente con Steve Yedlin en la cinematografía, su primo Nathan en la composición de la música y el montaje con Bob Ducsay que los han llevado a numerosas nominaciones y reconocimientos como equipo en montaje, guión, partitura y producción.
No creo siquiera que Knives Out sea el mejor de sus divertimentos pero si la aventura de volver a tener un juego de Agatha Christie en pantalla ala Clue -el juego de mesa donde se adivina quién es el asesino- con sus giros inesperados, con los sospechosos de siempre y con sus estrambóticos personajes.
Si me lo preguntan, esta peli no es la única válvula de escape de Johnson. Lo es también para Daniel Craig y su fabuloso James Bond; para Chris Evans y su Captain America; para Michael Shannon y sus innumerables decisiones megadramáticas; para Toni Collette y toda las series psicológicas que están en nuestros catálogos de TV; incluso para Christopher Plummer que después de su Oscar, no ha parado de recibir papeles y papeles por doquier. El resto de personajes también disfrutan de una pieza ligera -para su propia diversión- pero también para abrirse o consolidar su posición en Hollywood.
El problema de la temporada de premios es que puede dejar muy mal parqueadas estas producciones porque las inflan demasiado. A cine para ver Knives Out hay que ir sin pretenciones o prejuicios, simplemente igual que ellos mismos a divertirse con un sano entretenimiento… ¿Quién fue?
Por obvias razones Don Jon ha sido promocionada como el debut de Joseph Gordon-Levitt como director y como escritor de una pieza cinematográfica. Más que un golpecito en la espalda y un reconocimiento por haber logrado una pieza de buena calidad en el primer intento, Don Jon es una gran peli y permite entrever un gran futuro para el actor que puede armar una carrera diferente con este nuevo enfoque -más aún cuando en las últimas semanas nos enteramos que Warner Bros. acaba de confiarle nada más y nada menos que el comic de Sandman para que lo dirija y lo protagonice-.
Don Jon es la historia de un trabajador de bajo perfil de Nueva Jersey que está en plan de conquista todas las noches en Nueva York, con muy buena fortuna. De esta forma su historia es la de un mujeriego, que usa a las mujeres, las desprecia, las despacha y continúa aconsejando a sus seguidores en narración constantemente durante toda la peli; el giro en el planteamiento es que a pesar de su éxito con las mujeres y el constante sexo que mantiene con ellas -en gran diversidad y en gran cantidad- su satisfacción sólo es alcanzada con el alto nivel de pornografía que consume diariamente; todo su universo entra en crisis cuando conoce a Barbara, quien le pide que avance en su carrera profesional tomando clases nocturnas, se ejerciten juntos, siga siendo muy considerado y, tácitamente, le pide que sólo tenga ojos para ella después de su primera relación sexual, lo cual él cumple pero no a cabalidad como ella quisiera; cuando en un intento de continuar su vida alterna de sexo real y pornografía es descubierto por Barbara, él niega su condición y dice que nunca más va a volver a hacerlo. Lo cual es falso. Cuando recae en la pornografía y es nuevamente descubierto evidencia una adicción que le ayuda a entenderse, a entenderla pero sobre todo a entender mejor la relación amorosa con otras mujeres.
Don Jon es una comedia romántica independiente, con esto lo que se afirma es que no es una historia romanticona entre dos personas que están destinadas a quererse sino que por el contrario surge algo de drama y no necesariamente hay un final feliz de los que estamos acostumbrados en Hollywood; ejemplos de estas historias y sus conmovedores relatos los hemos tenido a la mano con Safety Not Guaranteed, Seeking a Friend for the End of the World o Celeste & Jesse Forever.
Don Jon no sólo es divertida, entretenida y audaz. Definiendo las labores de Joseph Gordon-Levitt en la pieza tiene varios puntos en consideración; el mismo Gordon-Levitt desarrolla un personaje honesto, con un perfil claro y un desempeño impecable a nivel de vestuario, maquillaje y tono de voz; su compañera de aventura es Scarlett Johansson que al igual que el protagonista describe un tipo de personas que nos parecen de ficción cuando alguna vez ojeamos «realities» como Jersey Shore pero que existen y a veces es muy complicado retratarlos sin que se vean como caricaturas y este no fue el caso; en general, todo el resto de su reparto (Julianne Moore, Tony Danza, Glenne Headly, Brie Larson) no se excede en sobreactuaciones -de pronto se explota un poco de más el tema del estereotipo de Nueva Jersey– pero es consistente y se encuentra armonía en cada uno de los personajes-. Esto quiere decir, que Gordon-Levitt no se limitó solamente a estar detrás de cámaras definiendo las escenas que quería sino que cumplió una labor titánica de dirigir a sus actores en el punto que él los quiso y fue capaz -que es uno de los logros más grandes- de mantenerlos en sincronía sin que ninguno se adelante o se aparte; la historia es interesante y cómo rompe la cuarta pared en la narración es punto innovador, para dejar de ser un narrador protagonista en primera persona y ser simplemente un testigo que ha asistido al desarrollo de los hechos pero que ya no es consciente de su destino sino que crece a medida que avanza; este tipo de figuras pueden ser tomadas como «choco-locuras» del hombre encargado de su pieza para hacerse lucir pero en esta peli se llega a este punto mediante una evolución programada y, de nuevo, armónica.
Cerrando el tema de la producción, la fotografía y la iluminación de la cinta son cuidadosas, atractivas y muy bien logradas, el responsable Thomas Kloss; siendo el montaje lo más atractivo y lo que nos deja más boquiabiertos dentro de la pieza porque nos permite observar tranquilamente las actuaciones, la fotografía y el resto de la producción, un gran trabajo sin duda de Lauren Zuckerman, es muy grato encontrar a un gran conocido como lo es Nathan Johnson; Johnson ha trabajado casi que invariablemente y como sello de todas las pelis de su hermano Rian Johnson (Brick, The Brothers Bloom y recientemente Looper); es interesante que con el genio influenciador de este compositor, la música permanece excelentemente al margen, acompañando pero no sobrecogiendo demasiado.
Gordon-Levitt ha recibido un par de elogios de círculos independientes de la industria, y a pesar de haber concursado oficialmente en Sundance sin mayores reconocimientos, su gran esperanza se encuentra en los Spirit donde está nominado como mejor primer guión. Un reconocimiento que sin duda lo pondría muy alto en este nuevo punto de su carrera.
Primer llegó a mi gracias a que Netflix me lo estaba sugiriendo constantemente después de afinar mis gustos personales en la interfaz. Había puesto que quería ver Upstream Color gracias a que en Sundance, este año, había ganado premio especial del jurado en drama y estaba nominada al gran premio del jurado que finalmente se llevo Fruitvale Station de Ryan Coogler. Actualicé mis listas en Amazon, Netflix e incluso las puse ambas en mis notas por si aparecían milagrosamente por ahí en algún lado. Con todo y el seguimiento que le estaba haciendo, Shane Carruth, director de Primer y Upstream Color seguía rondando mucho en mi cabeza pero no sabía porqué hasta que por fin hubo una epifanía. Cuando compré el blu-ray de Looper y me puse a ver todos los contenidos adicionales, me puse a escuchar la composición de la partitura hecha por Nathan Johnson -hermano de Rian Johnson el director- para cada uno de los momentos de la cinta; en el segmento ‘Time Travel‘, Johnson no sólo agradece la colaboración a su amigo compositor, DJ y diseñador de sonidos Shane Carruth sino que explica cómo grabó toda una serie de dispositivos electrónicos y cómo Carruth le ayudó a mezclarlos.
[Es extraño empezar la entrada con esta intricada maraña de relaciones. Pero si eso les pareció complicado prepárense para la trama y su desarrollo en Primer]
Primer es una cinta de ciencia ficción donde un grupo de cuatro ingenieros gama alta, están trabajando en un proyecto personal diseñando unas mejoras a la tarjeta maestra de un computador, en el garaje de Aaron (Carruth, que acostumbra a dirigir, escribir y actuar sus pelis). La presentación es altamente técnica pero ayuda a dar contexto, credibilidad y un asentamiento cronológico. Dos de sus colegas son apartados del proyecto al decidir que las mejoras no tienen mayor importancia pero si la suspensión de objetos mediante una especie de magnetos derivado de su estudio previo. Abe (David Sullivan) y Aaron empiezan a trabajar en ese estudio hasta que Abe hace un descubrimiento formidable de un fenómeno inusual; primero, las pilas con las que trabaja su máquina dan una especie de inercia a la máquina que no tenían contemplado, segundo un hongo presente en condiciones de oscuridad y acumulación de polvo se ha desarrollado alocadamente mientras la máquina estuvo activa y tercero un cronómetro albergado en la cápsula de suspensión con Argón hace una marca de 6 horas después de haber sido expuesto un par de minutos. Al unir cabos se dan cuenta que de algún modo han descubierto una forma de apertura de un ciclo cronológico donde por cada lapso de exposición en la máquina se devuelven seis.
Para demostrarle a Aaron sus análisis, Abe tomó la iniciativa de ir a analizar los hongos y darle todo el fundamento científico a lo que habían descubierto. Lo que no le contó Abe a Aaron es que armó una cápsula más grande para poder introducirse él mismo y experimentar el viaje en el tiempo con humanos. Durante la apertura del intervalo, un doble de Abe es creado mientras existe el ciclo, apenas se acaba, tanto el ciclo como el doble desaparecen.
La cuestión empieza a complicarse exponencialmente, y es cuando hay que ponerle mucho, mucho cuidado a la trama y los diálogos porque en aras de sellar todas las inconsistencias posibles Carruth acelera el tempo y da un giro vertiginoso donde decenas y decenas de preguntas nos empiezan a taladrar la mente cuando una y otra vez empiezan a aparecer dobles tanto de Aaron como de Abe. Más que el final mismo, todo el desenlace es desquiciado y uno necesita un par de horas para asimilarlo todo.
Ahora más allá de que Primer es un thriller indie de bajo presupuesto, no es de extrañar que Carruth trabaje no sólo en la dirección y la escritura, sino que también sea el productor, el editor, el director de reparto y diseño, además obviamente de ser el protagonista. Pero volviendo a Upstream Color, es importante saber que en Sundance de este año se creo una nueva categoría que resalta el tema del diseño de sonido y que Upstream Color se lo ganó; ganarse este premio, ser inspirador para la composición musical de Looper y ser el responsable del sonido y la partitura original en Primer, nos llama muchísimo la atención en su desempeño. Aunque el doblaje de las voces no es de todo mi agrado, porque logró parecerme que en exteriores las voces estaban artificialmente grabadas en estudio, el resto del sonido, que es muy importante para que una historia se sienta real, fue impecable, casi a la altura de calidad de una megaproducción «hollywoodense». El tema de las voces puede entenderse como una figura que nos acerca a la encapsulación de los dobles y ese nivel de detalle nos llama la atención lo suficiente para buscar y ver de una vez por todas Upstream Color, su siguiente y más reciente proyecto.
Ya son tres años trabajando en este blog. Hemos acumulado en ese periodo 860 entradas, más de 80 mil visitas y un agradable acumulado de 2.000 comentarios. Todas estas cifras son más que alentadoras para continuar viendo cine con ustedes, cada vez que pueda.
Muchos hablan del 2012 como el año con el pico de las mejores pelis de la década -tardía- que termina, no sólo por la buena calidad de las producciones sino además por la cantidad de piezas que fueron promovidas. Gracias a esto esta entrada puede llegar a ser bastante extensa y nos ha tomado más de tres semanas llegar a redactarla completamente pero rigiéndonos por una pequeña regla de sólo nombrar cinco títulos por categoría, hemos logrado resumirlo bastante bien. Lastimosamente, se nos van a escapar un par de producciones importantes que hubiéramos querido incluir pero que no lograron llegar a nuestras salas o pantallas. A continuación este el listado que hemos preparado para ustedes sobre lo que vimos en este año.
Siendo estrictos con la clasificación y resumen del año hasta este momento, no hubo ninguna cinta perfecta -con una clasificación de 10 sobre 10- y la única ilusión para que esto cambie sería de pronto esperar a que The Master de Paul Thomas Anderson se estrenara en nuestras pantallas -porque Thomas Anderson siempre nos ha guardado una bella sorpresa con cada una de sus piezas-. Pero The Master no es la única esperanzadora a este nivel, también están Amour de Michael Haneke, Killing Them Softly de Andrew Dominik, Mud de Jeff Nichols y The Paperboy de Lee Daniels; lo que nos dice efectivamente que aún falta mucho por revisar para finalizar este año.
En este pequeño balance ya empieza a aparecer un protagonista y gran ganador, Matthew McConaughey. Con cinco producciones, Magic Mike, Killer Joe, Mud, The Paperboy y Bernie -si la aceptamos como una pieza temprana del 2012-, McConaughey demuestra que fue poco ortodoxo en sus decisiones de trabajo y que por el contrario fue muy arriesgado. De ser la cara más bonita de Hollywood casi que pasó a ser el texano más peligroso. Su riesgo le permitió con grandes directores independientes que sin duda sacaron lo mejor de él. Aunque pasó desapercibido en los Oscar de este año y en los SAG’s, en los Spirit logró dos nominaciones como actor principal y actor de reparto. Como una alineación especial de los planetas, no creo que Soderbergh, Nichols, Daniels o Friedkin vuelvan a dirigirlo el mismo año, en cuatro diferentes producciones. Sería este el año más especial dentro de toda su carrera y ojalá alcance los premios que le son tan merecidos en este periodo.
Si hablamos de las mejores pelis del 2012 para mi existe sólo una y es Looper de Rian Johnson. Looper no sólo marcó expectativa sino que casi fue impecable en el uso de los viajes a través del tiempo, en donde tan fácilmente se pueden generar incongruencias. No es una cinta perfecta, como lo decíamos antes, en este año no hubo tal, pero logró manejar audazmente la historia, los vacíos y el ritmo en la trama hasta desencadenar un final espectacular. Looper además de ser una cinta de ciencia ficción permite que una serie de subgéneros se entretejan y sea aún más fascinante su experiencia. Realmente sobresaliente el trabajo de maquillaje que sutilmente pudo vendernos el truco de que Joseph Gordon-Levitt era el joven pasado de Bruce Willis y la partitura original de Nathan Johnson. Otras que no desentonaron fueron Seven Psychopaths de Martin McDonagh, Skyfall de Sam Mendes, The Avengers de Joss Whedon, Madagascar 3: Europe’s Most Wanted de Eric Darnell, Tom McGrath y Conrad Vernon. Todas a niveles muy diferentes, lograron cumplir sus promesas frente a los espectadores pero debemos hacer una excepción y nombrar, además, Moonrise Kingdom de Wes Anderson. Anderson con su estilo súper definido y su perfecta artesanía nos devuelve un resumen de su carrera en una historia de amor enmarcada en los bellos parajes de Rhode Island.
Aparecen apenas dos “rompe-taquillas” de todo el paquete de megaestrenos, Skyfall y The Avengers, que a su manera lograron sobresalir de la competencia y lograr millonarios retornos sin afectar sus agendas internas; por un lado, Skyfall fue la mejor forma de celebrar los 50 años de la franquicia, se erige como la mejor peli de James Bond de todos los tiempos (supera claramente a Casino Royale) y reconfirma a Daniel Craig como el mejor Bond; por el otro, The Avengers siendo una peli de súper-héroes de comics y un “rompe-taquillas” de verano fue la única que prometió, respondió, no defraudó y siendo la primera en revelar su golpe dejó muy mal parqueadas al resto con un estándar muy alto para superar.
Una gran ovación se merece el cine colombiano este año pues tuvimos para escoger muy buenas cintas. La Sirga de William Vega, Sofía y el Terco de Andrés Burgos, Chocó de Jhonny Hendrix Hinestroza, y si hacemos un esfuerzo, Apaporis de Antonio Dorado y El cartel de los sapos de Carlos Moreno son las destacadas de este periodo. Sobre todo las tres primeras, marcan un hito en el estilo de hacer cine en Colombia, definiendo una narrativa, una selección de reparto y una temática de expresión muy propias de un fenómeno que aún nos queda muy difícil definir como movimiento y -aunque nos faltó ver La Playa D.C., Apatía y El Resquicio– seguramente no van a ser las últimas de este movimiento.
Pero como en todo, siempre existen desafortunadas equivocaciones, este año no fue la excepción. Sin ser malas, las decepciones del 2012 fueron Argo de Ben Affleck porque comparada con su previa The TownAffleck se rindió frente a una chovinista y a la vez muy bien elaborada artesanía, Prometheus de Ridley Scott porque Lindelof sigue pensando que la fórmula de Lost es ilimitada y aplicable a todo y en Prometheus no sólo hay una gran cantidad de incongruencias que rompen la trama y su tensión sino que además posteriormente descubrimos que el guión original tenía mejor relevancia pero fue masacrado por la petulancia de él, The Bourne Legacy de Tony Gilroy porque descubrimos que fue creada para continuar la franquicia sin mayor sentido que eso, The Hobbit: An Unexpected Journey de Peter Jackson porque sencillamente es una gran salida en falso y The Dark Knight Rises de Christopher Nolan porque aunque es consecuente con toda la trilogía, Nolan fue víctima de su propio invento y todo lo que había construido sobrecayó sobre él duramente. The Dark Knight Rises es tal vez la cinta con la tengo más problemas, de alguna forma, borró con el codo lo que había definido perfectamente con sus dos salidas anteriores, además que Nolan infantilmente fue demasiado pertinaz, reticente y receloso con la imagen del Joker lo que provocó vacíos aún más profundos en la trama. Su universo más humanizado, más real y consecuente terminó dilucidando precisamente desdén y apatía hacia la franquicia para proveer un final que sólo es adecuado en una alucinación dolosa de Alfred.
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4,329 films were submitted to the 2012 Cannes Film Festival. This blog had 22,000 views in 2012. If each view were a film, this blog would power 5 Film Festivals