Actor, Adventure, Auteur, Comedy, Drama, Exploitation, Folk, Hollywood, Indie, Miguel Vaca, Movie, New Zealand Cinema, Storytelling, Vacacion, War, World

Jojo Rabbit

Jijijiji… Si alguien puede hacernos reír con una broma sencilla de Hitler no puede ser otro que Taika Watiti ¿A quién se le ocurre poner de amigo imaginario de un niño de 10 años a Adolf Hitler? O más audaz aún ¿A quién se le ocurre interpretar a ese Hitler?

No paré de reír y sonreír durante todo el primer acto. Después las cosas se pusieron tensas y luego ya fue un espiral en caída.

Jojo Rabbit es la fábula de un pequeño conejito que estaba en el lugar equivocado del Tercer Reich. Su inocencia y su ternura no cuadraban con las líneas nacional-socialistas del final de la Segunda Guerra. Su cándido fanatismo desfigura su cara, por daños colaterales en un campo de verano nazi al que Jojo visitaba con mucho ahínco y que a su vez era regido por el héroe de guerra y soberbio Capitán Klesendorf (Sam Rockwell, obviamente), al cual Jojo admiraba mucho.

Watiti basa su historia en la novela de Christine Leunens, Caging Skies. Pero no completamente. Un lapso entre que su padre se queda atrapado en el frente de guerra y todo el tiempo que vive con su madre. La novela está cargada de mucho humor negro y mucha locura. Con esta tragicomedia, Watiti roza casi con el mismo candor estos aspectos y nos regala una ilustración infantil con trazos de colores macabros pero que permiten de todas formas resonar las flautas y tambores de la fábula original.

Hay aspectos muy fuertes de la guerra -y de Esa Guerra, en particular- manejados con desfachatez y es claramente un logro que La Academia ha querido premiar, reconociéndola con seis nominaciones (mejor peli, actriz de reparto, guión, vestuario, dirección de arte y montaje). Valga la pena recalcar que el trabajo de Scarlet Johansson en este año demuestra el pico de su carrera; no sólo logra ser protagonista de una megaproducción -como Black Widow de Marvel-, también su destreza y -si me lo permiten- maestría para desenvolverse en Marriage Story, así como la fuerza para brindar las tonadas exactas de esta pieza de Watiti. Y hablando de él, qué maravilloso ha sido el viaje al lado de él; desde The Flight of the Fucking Conchords, pasando por Eagle vs Shark, Boy, The Inbetweeners hasta llegar igualmente al culmen de su carrera con una de MarvelThor: Ragnarok-, What We Do in the Shadows y esta que es la segunda gran sorpresa en la velada de las nominaciones de La Academia.

Mucha suerte en la temporada de premios!
Ojalá esta aventura siga por muchos más años y muchas más piezas. Su particular ingenio parece no tener límites.

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Brit, Comedy, Exploitation, Internet, Miguel Vaca, Movie, New Zealand Cinema, Richard Curtis, Romance, Sci-Fi, Vacacion, World

About Time

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Encontré una buena peli para este fin de semana. About Time comedia romántica dirigida por Richard Curtis, protagonizada por Rachel McAdams y Domhnall Gleeson -hijo de Brendan Gleeson-; es perfecta para pasar un tiempo agradable guardados en la comodidad de nuestras camas y el beneficio de Netflix.

Divertida, conmovedora y pegajosa tan sólo se ve opacada por su constante repetición de ir y volver al pasado y de pronto por complejizar demasiado el tema, cuando al inicio del tercer acto vuelve a poner otro obstáculo en el nudo de la trama principal innecesariamente, y que podría haber ahorrado casi una hora de cinta.

About Time relata la historia de una familia donde los hombres pueden viajar a través del tiempo y de alguna forma alterar solamente sus experiencias personales. El nudo de la peli se revela cuando Tim (Gleeson) queda flechado por Mary (McAdams) y por jugar a ser el héroe de otros miembros de su familia se da cuenta que puede sacrificar su felicidad y la de ella. Al lado de ellos Bill Nighy, Tom Hollander, Lindsay Duncan y Margot Robbie (The Wolf of Wall Street).

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3D, Action, Adventure, Animation, Auteur, Epic, Epochal, Exploitation, Fantasia, Folk, Hollywood, Miguel Vaca, Movie, New Zealand Cinema, Peter Jackson, Remake, Road Movie, Storytelling, Suspense, Thriller, Vacacion, World

The Hobbit: The Desolation of Smaug

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Se debe reconocer que la segunda parte del Hobbit es vastamente superior a su primera parte, An Unexpected Journey y que incluso podría ser comparada con The Fellowship of the Ring para superarla. Contrario al resto de pelis que conforman estas dos franquicias, The Desolation of Smaug nos lleva a esos momentos de los 80’s en que adorábamos las historias de aventuras como Indiana Jones, The Goonies, Conan, Labyrinth o The Adventures of Baron Munchausen -incluso cabe incluir Back to the Future así su aventura sea más de ciencia ficción-.

En este capítulo, la docena* de enanos, Bilbo Baggins y Gandalf continúan su travesía hacia la «Montaña Solitaria» (no se el número exacto de enanos pero seguro son más de diez); deben atravesar el «Bosque Oscuro» pero Gandalf descubre una pintura que lo hace desviarse hacia el norte sin mayores explicaciones para sus compañeros de travesía; los advierte de no perder el rumbo y de no entrar a La Montaña sin él. Mientras unas arañas gigantes atacan al grupo y los aprisionan, Gandalf se encuentra con Radagast (aquel hechicero que guarda los pajaritos bajo su sombrero) para investigar las tumbas de Nazgûl, siendo para mi el punto más crucial de este episodio.

Por su parte, Bilbo y los enanos, son rescatados/capturados por Elfos, entre ellos Legolas, no sin antes Bilbo descubrir como el anillo empieza a corromper su carácter; reclusos en el Reino del Bosque de Thranduil, ambos reyes, Thorin y Thranduil, intentan llegar a un acuerdo para la liberación de la compañía pero el orgullo herido del rey enano no le permite negociar con el oportunista elfo y prefiere quedarse recluso que colaborar en la codicia del reino que los aprisiona; a la vez, que Bilbo libera a los enanos haciendo uso del anillo, un grupo de Orcos liderados por Azog, atacan El Reino en busca de ellos por órdenes de Dol Guldur; encontrándolos precisamente en las puertas del desembocamiento del río en las cascadas, los orcos se enfrentan a los elfos, que persiguen a los enanos, que también atacan a los orcos.

El desenlace de esta aventura termina con la compañía en una barcaza humana dirigiéndose a la ciudad de Esgaroth, al lado del lago ad portas de La Montaña; Esgaroth, pero sobre todo sus habitantes descendientes de Dale, tienen una fantástica historia relacionada con los enanos y Smaug, el dragón que vigila el botín escondido bajo la montaña y que planta los cimientos de la tercera parte del Hobbit.

Peter Jackson y Guillermo del Toro acuñan una de sus mejores pelis, esbozando todas las conexiones dentro de las dos franquicias de Tolkien. Es tan buena que por fin hay algo interesante para contar en la siguiente etapa. Qué pasó con Thranduil, Galadriel y Elrond, qué decide Thorin sobre el Arkenstone, cómo regresa Bilbo a su Pradera, cuándo recupera Gollum su anillo, cómo es el desenlace entre Smaug y Bard, cómo se juntan Saruman con Sauron; todas estas inquietudes generan una expectativa grandiosa que tan sólo puedo identificar como excitación en aquellos fanáticos que leyeron sus libros.

Aparte de que la aventura y la acción anduvieron en paralelo durante toda la cinta -cosa que derrumba, arrasa y hunde todo el primer capítulo del Hobbit-, Benedict Cumberbatch alcanza uno de sus mejores desempeños en el año (por encima de Into Darkness, The Fifth Estate), sin siquiera aparecer en pantalla; bastaron su voz, su tono y su profunda calidad histriónica para darnos escalofríos en las entrañas de Smaug y nos prepararemos para verlo renacer del fuego de Sauron cuando se reivindique como el nigromante o hechicero de magia negra causante de la verdadera devastación de toda la Tierra Media. Aunque aún nos falta por ver August: Osage County y 12 Years a Slave, es claro que Cumberbatch nos muestra poco a poco su plumaje y sus grandes capacidades, tomando por fin, después de muchos años de pequeños papeles, el mando del estrellato del cinema mundial y dando cátedra del antagonismo que no veíamos desde Gary Oldman, Kevin Spacey, F. Murray Abraham o incluso más atrás con Vincent Price.

Sería muy loco que Peter Jackson abandonara su capricho del HFR (High Frame Rate que se relaciona a los 48 cuadros por segundo con los que se proyecta la cinta en formato digital), porque este formato ni le quita ni le pone a la pieza y se convierte en, tan sólo eso, un capricho. Sin embargo, la destreza y profundo abrazo hacia el 3D hacen de The Hobbit: The Desolation of Smaug una peli exquisita para ver en cines; el 3D aporta descripción, desarrollo, contexto y es parte de los acentos de tensión en la narración de la historia; un muy buen ejemplo de cómo usar la herramienta.

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The Hobbit: An Unexpected Journey

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La introducción a la nueva trilogía de Peter Jackson, The Hobbit: An Unexpected Journey, no es más que un desatino como franquicia que el director neozelandés defiende con fervor apasionado -y cuando se confunde pasión con cariño u objetividad los resultados no son los mejores-. Debo aclarar primero que nunca me he leído un libro de Tolkien y que mi reseña sobre The Hobbit es más como espectador de cine que como fanático de los cuentos de la Tierra Media.

La gran expectativa de esta cinta era el nuevo formato HFR que básicamente introduce veinticuatro cuadros más por segundo. Ya había ensayado las grandes salas digitales y pues mi sensación es que de lejos es muchísimo mejor la experiencia en el IMAX que en cualquiera de ellas pero había dos disyuntivas que debía solucionar antes. La proyección del IMAX en Colombia es directamente desde el celuloide -es decir, no podría experimentar el HFR digital en este gran teatro- además por una resolución, que aún no entiendo, la peli se está proyectando solamente en una versión doblada al español. Por mucho que me guste el formato IMAX, mi respeto hacia el idioma original es mucho mayor y decidí probar el formato digital HFR de 48fps en una pantalla de gran formato.

Por momentos, el HFR nos provoca mareos y dolor de cabeza. Es necesario que nos vayamos acostumbrando con muchas más piezas antes de impugnarlo completamente -pues directores como Bryan Singer están dispuestos a seguir experimentando con él, incluso Singer afirma que su X-Men: Days of Future Past quisiera rodarla enteramente en ese formato-. Hay algunos «travelings», sin embargo, se sienten más osados y audaces porque se elimina completamente la borrosidad natural del movimiento que sumado al 3D nos envuelve de alguna forma más en la escena. Es difícil describirlo, nuestros ojos apenas se están adaptando pero parece que aún tiene mucho potencial.

En recientes entrevistas a Jackson, había una primera intención del realizador de pasarle completamente la batuta a Guillermo del Toro. Jackson afirmaba que este acto inmediatamente iba a refrescar el proyecto y poderlo relanzar como otra gran franquicia. Aunque la mano de Del Toro se nota en la pieza, hubiéramos querido que todo su ingenio se hubiera involucrado al cien por ciento. Seguramente la claridad del mexicano no hubiera permitido extender esta historia innecesariamente. Una razón sencilla es que si The Lord of The Rings son tres libros y permitieron tres regularmente buenas piezas, ¿por qué The Hobbit que es un sólo libro requeriría una ampliación de este tipo? Esta decisión hace que de facto The Hobbit: An Unexpected Journey sea una cinta muy densa, cadenciosa y poco estimulante. Defiendo que es una historia impresionantemente atractiva para niños pero un niño no está preparado para ver tres horas seguidas una historia con ese ritmo. Gran error de fundamento.

Si The Hobbit hubiera sido una parte de la franquicia de un sólo capítulo apreciaríamos mucho más la transformación de Martin Freeman para parecerse al joven Bilbo Baggins que interpretó previamente Ian Holm; el ritmo de la narración pudiera ser descriptiva pero no contemplativa, insulsa y con la sensación de que no pasó nada al final de la cinta más que florituras que adornan el verdadero inicio de la aventura; apreciaríamos todos los engranajes encajando uno a uno en la historia como la aparición de Gandalf el Gris, Radagast o Saruman, Thranduil, Elrond o Galadriel; o incluso estaríamos emocionados por saber más aún más de los orígenes de Gandalf, Galadriel y Gollum. Pero no. Fue mucho más importante recrear al detalle la pieza literaria que a medida que avanzaba la historia cada nuevo nombre o cada nuevo giro era como un mazo ablandando nuestra paciencia. Fue más importante jactarse de los avances de los nuevos efectos especiales que abundaron por toda la pieza que el verdadero objetivo de contar una historia que terminó disolviéndose en prepotencia y petulancia -errores que ya lo habían sacrificado en King Kong, The Lovely Bones e incluso Tintin-. Es tan absurda esta decisión que nos enfrentamos en casi tres horas, a un listado de casi cincuenta y dos items de personajes y ni una sóla figura antagónica clara.

Digamos que no todo es una pesadilla. Aparte de la historia sin dirección clara que nos ofrece Jackson, es muy buena la sensación del cuento narrado al estilo de The Lord of The Rings en una ambientación que ya reconocemos propia de Tolkien. Hubo eso sí un factor increíble y que me embelesó inmediatamente y fue la música. Esos cantos celtas acompañando las jornadas épicas de los personajes, esa forma de traer a colación los personajes con ciertos acordes en esas tonadas y, en general, las sensaciones exaltadas por esta partitura hacen que no sea más grave la clasificación.

The Hobbit es una peli que hay que verse por cultura general, yo recomendaría verla en IMAX pero el idioma original es invaluable.

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Green Lantern

Hay dos formas de analizar esta peli a mi parecer ambas válidas.

La primera es que uno viene exigiéndole demasiado a las pelis basadas en comics y termina dando un parte negativo; me sucedió con Jonah Hex y me sucede hoy con Green Lantern. No hay que olvidar que estas historias están envueltas en fantasías y aventuras dirigidas para niños, no podría afirmar si estos niños de hoy en día se divierten con estas pelis pero creo que no son congruentes y terminan siendo pedazos de basura justificada para un público infantil. Me permito retomar una frase de Armin Mueller-Stahl en The International (una peli de Tykwer que me encanta y que repito cada vez que puedo), “…eso es lo complicado de la ficción que necesita ser muy coherente para ser creíble” y es súper pertinente para lo que estamos hablando. No me malentiendan esta peli no es creíble porque no crea que pueda haber un anillo que lo pueda transportar a Oa, porque no crea en la transformación de un humano a súper héroe a través de la energia de la voluntad o que uno no pueda crear a través de una “varita” mágica toda una serie artefactos, no, lo que me parece poco creíble es precisamente el resto, la falta de imaginación de alguien que puede inventarse lo que sea y sólo crea armas, cañones y escudos.

La otra forma de verlo es que aunque Martin Campbell nos ofreció una de las mejores pelis de 007 con su Casino Royale parece más un chispazo de genialidad, un paréntesis, que realmente un logro en su portafolio. ¿Cómo esperar entonces que salga algo bueno de una historia poco atractiva y acartonada per sé? Y ese es el principal detalle de esta peli, una historia que recurre al cliché y cae en un campo fangoso donde demasiadas historias de súper héroes quieren sobresalir, zonas comunes que ya no tienen impacto y son demasiado predecibles.

Qué desperdicio James Newton Howard, Mark Strong, Tim Robbins, Taika Waititi y el mismo Peter Sarsgaard como antagonista en la historia.

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The Boat That Rocked

Cuando uno se topa con Richard Curtis, la verad uno no se da cuenta lo monstruoso que puede llegar a ser este neozelandés. A principios de los 90’s conoció a Rowan Atkinson, crea Mr. Bean y por casi seis años escribe los guiones de este particular personaje. Hizo el documental Rowan Atkinson Live, escribió Four Weddings and a Funeral que fue la comedia que puso de moda el humor sarcástico británico; por un tiempo se deja llevar por el campo de los especiales y el guión de Bean para cine (que es lo más regular de su portafolio) hasta que desarrolla el proyecto más cumbre de su carrera Notting Hill. En el nuevo milenio, con este impulso nos trae Bridget Jones’s Diary y vuelve a ser un éxito rotundo, después viene Love Actually que ayudó a dirigir, Bridget Jones: The Edge of Reason que vuelve a Bridget Jones’s una franquicia y para finalizar esta decada nos trae The Boat That Rocked una mega producción cómica con un reparto de lujo: Bill Nighy ,Philip Seymour Hoffman, Nick Frost, Rhys Ifans, Rhys Darby, Kenneth Branagh, Gemma Arterton y Emma Thompson. Además la producción invita a tres grandes al equipo de trabajo Emma E. Hickox para montaje, Danny Cohen en cinematografía recientemente en la mira de Hollywood por su trabajo en The King’s Speech y el aclamadísimo Hans Zimmer.

La peli pasó inadvertida y llegó directamente a Movie City sin pena ni gloria. Ubicada en los 60’s en la prohibición del rock & roll en las radio estaciones de Inglaterra. Más que comedia es un drama sencillo una dirección que Curtis no había tomado hasta ahora, ni muy complicado, ni demasiado melodramático y como su base es la comedia las sobreactuaciones tampoco deterioran demasiado la calidad de la pieza.

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Boy

Taika Waititi, al igual que el cine neozelandés, es un poco desconocido en nuestro medio. De seguro muchos de ustedes han visto material de este director pero la relación no es tan directa. Entonces para los que hayan visto Eagle vs Shark o sean aficionados de la serie de TV The Flight of the Conchords en HBO podrán entender parte del estilo de su material. Para los que no tuvieron idea de lo que acabé de nombrar les recomiendo una pasadita por su videoteca favorita y revisen este material que es imprescindible (sobretodo Los Conchords).

Boy es una peli de este año que traigo a colación por haber sido nominada como mejor película dramática del mundo en Sundance, ganadora del Deutsches Kinderhilfswerk de la Berlinale y que gracias a la recomendación de una amiga hice todo el esfuerzo por buscarla y encontrarla.

Es una historia particular de Waititi, sencilla, noble, con el encanto de ese inglés arrastrado y con la melancolía de los 80’s cuando uno ve este niño tomando como ídolo a Michael Jackson y comparándolo con su padre. Dentro de su mágico relato las duras situaciones vividas con este señor, un padre irresponsable, desarraigado, ingenuo casi ignorante y completamente interesado en el botín que escondió antes de desaparecer uno se enternece con la ilusión de este niño. Claro, el golpe es duro porque la sonrisa inocente de la presentación de la peli se desdibuja y madura con el paso de la historia.

No hay mucho en actuación pero no es malo. Waititi representa casi silenciosamente al padre pero James Rolleston como Boy y Te Aho Aho Eketone-Whitu como Rocky los que se llevan los laureles. Al final, es una farsa que doblega nuestros corazones así que no importan las actuaciones pues como les digo son particulares del estilo de este director neozelandés. Los actores naturales dejan entrever sus vidas y Nueva Zelanda se extiende como un paraíso humilde que uno quisiera visitar, una islita paréntesis de la vida.

Muy bonita. Súper recomendada.

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The Lovely Bones

The Lovely Bones me recuerda What Dreams May Come de Vincent Ward en 1998, una peli protagonizada por Robin Williams y Cuba Gooding Jr., que se ganó Oscar por efectos especiales y fue nominado Eugenio Zanetti por logros en dirección de arte. Una peli que recuerdo como un perfecto producto hollywoodense que estaba medianamente bien lograda, perfecta para dominguiar. Efectivamente los efectos especiales y la dirección de arte se robaban todo el espectáculo pero Williams y Annabella Sciorra lograron desarrollar lo suficiente sus personajes y la historia para que hoy en día esa peli sea de alguna forma destacada.

Peter Jackson nos trae un claro ejemplo de lo que le encanta a Hollywood, exprimir y exprimir una idea hasta que se logre lo más insípido posible y después poder seguir adelante con cosas más interesantes, de pronto al tema de la muerte y sus lugares intermedios le hace falta aún par de capítulos más pero creo están llegando al límite. Alice Sebold escribe una novela que se vuelve la más vendida en 2002, sobre una niña que ha sido violada y asesinada. La producción nos trae una mezcla de Ghost, What Dreams May Come y Little Women.

Estuve atraído a verme esta peli por las fabulosas críticas de Stanley Tucci, que últimamente se había posicionado como el bastión de las grandes actuaciones de Meryl Streep a nivel de comedia. Lejos, muy lejos de ser cómico, el personaje interpretado por Tucci es desgarradoramente honesto pero lastimosamente le tocó un año imposible, con el magnífico desempeño de Christoph Waltz en Los Basterdos de Tarantino quien finalmente fue el que se llevó la estatuilla en esta ocasión.

La peli sin embargo es errática, mientras uno como espectador está conmovido por la buena narración de la peli y la buena fotografía, Jackson nos ataca con clichés que terminan por predecir la historia y el mismo final. Yo la disfruté a medias, no pude dejar de compararla con las antes ya mencionadas, más que todo por la pérdida de ritmo y un par de incongruencias.

Esta vez no puedo decir mucho con los distribuidores pues la peli la trajeron a salas pero no duró absolutamente nada, una semana y ya. Los amigos que lograron verla dijeron que muy bonita, yo no la recomiendo ciento por ciento.

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