No hay una forma fácil de hacer esta entrada. La peli de Kathryn Bigelow es realmente abrumadora y realmente hay una metáfora completa en su producto que da escalofríos: [ Wrong ]
Errado, equivocado, todas los componentes de la peli abundan en la descripción de ese concepto. La fotografía abunda en desenfoques, en contraluces, en desencuadres, en primerísimos planos que afectan incluso continuidad; no hay música y si la hay es estridente o incidental; las cámaras son temblorosas, no abundan los trípodes ni las grúas ni las steadicams pero curiosamente Bigelow nos abofetea dos o tres veces con imágenes perfectamente compuestas, perfectas en fotografía, perfectas en iluminación, en detalle donde lo errado no es estético sino lo que está sucediendo en pantalla por ejemplo una explosión o una muerte.
A Bigelow la conozco por Strange Days de 1995, no muy destacada para la época pero que me pareció bastante interesante como propuesta; más de una década después vuelve a resonar con esta peli de corte dramático y psicológico.
Jeremy Renner no es que haya sido muy protagonista pero ha estado por lo menos ocupado últimamente en Hollywood y no necesariamente actuando en independientes. Trabajó en The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford de Andrew Dominik en 2007 en un papel secundario, pero tal vez es más recordado en North Country de Niki Caro en 2005 con un personaje mucho más desarrollado. El reparto lo completan Guy Pearce y Ralph Fiennes con dos apariciones fugacez pero llenas de fuerza en el contexto. La nota de frescura y pausa en toda la tensión está a cargo de Evangeline Lilly, freckels en Lost la serie de TV, qué bonita que es.
Sobresaliente y muy merecidas sus nueve nominaciones al Oscar de este año. Para mí es muy difícil calificar la peli que siento como una cruda reflexión sobre la guerra más que la historia de un irresponsable adicto a la adrenalina.