Fantastic Mr. Fox fue estrenada en Estados Unidos hace poco más de un mes con la disculpa de su promoción en varios festivales independientes de Norteamérica y su éxito es arrasador.
Ya ganó en Nueva York en los New York Film Critics Circle Awards, en Los Angeles en los Los Angeles Film Critics Association Awards, en San Diego en los San Diego Film Critics Society Awards y ganó en los National Board of Review en categorías como mejor animación, mejor peli, mejor guión y hasta mejor actor. Además de las nomiciones del año pasado en los Washington DC Area Film Critics Association Awards y los Satellite Awards, para el este año ya tiene seis nominaciones para los Annie Awards, los Broadcast Film Critics Association Awards e incluso como ya lo sabíamos una nominación como mejor película animada en los Golden Globes.
Al país no ha llegado pero yo le hice trampa a la distribución colombiana con un par de pelis que me vi recientemente en Nueva York, incluida la última producción de Wes Anderson.
La peli es sencillamente carismática.
Los personajes son particularmente entrañadores desarrollados con excelencia, de nuevo en equipo, con Noah Baumbach y con un ejercito de excelentes actores algunos de trayectoria andersoniana y que hacen parte de su parche como Owen Wilson, Bill Murray (su actor fetiche pero del cual coincidencialmente no pude conseguir cartel), Jason Schwartzman, Willem Dafoe y Michael Gambon, otros por primera vez como Brian Cox, Meryl Streep o, el mismísimo, George Clooney que lo hace fantásticamente y con una desenvoltura admirable.
Llama la atención la presentación de Eric Chase Anderson, hermano del director y que siempre ha participado en los proyectos andersonianos como director de arte e ilustrador; esta vez caracteriza a Kristofferson el sobrino sobresaliente de Mr. Fox y terrible antagónico de Ash, su hijo.
Una vez más, las futuras y las helvéticas son protagonistas infaltables en la estética de Anderson; el estilo es sutilmente pincelado con una fotografía cálida llena de pintorescos detalles y la melancolía de la técnica del cuadro a cuadro la hacen sencillamente asombrosa. Aunque Anderson es estricto en su melodía setentera que logra amalgamar perfectamente todo su universo, y en contra de sentirse como un recurso agotado o encasillador se sigue sintiendo profundamente estudiado el tema musical, lleno de recursividad e inagotable frescura esta vez desarrollado de la mano de Alexandre Desplat (de quien ya habíamos hablado en Coco avant Chanel y New Moon).
Es una peli inflamable y desde ya estoy esperando su salida en DVD para comprarla y no descompletar la colección 😉
Les regalo un par de foticos de las vitrinas de Bergdorf Goodman en Fifth Avenue con los escenarios y personajes originales de la peli.